Dwayne Johnson es el rey del cine de acción actual

Cápsulas de cine

Me llama la atención desde que lo vi, hace semanas, primero por Internet después físicamente como enorme cartel en el vestíbulo de unas salas de cine. Se trata del póster de El rascacielos (Skyscraper), la nueva película que protagoniza Dwayne Johnson.

No es que sea ninguna obra de arte ni una maravilla del Photoshop. Más bien al contrario, no tiene nada de especial, ni de original, vistoso o genial en su diseño. Lo que me parece notorio es que le basta con mostrar al actor ocupando todo el cuadro y en una situación de peligro. Dwayne Johnson agarrado, y con solo una mano, en el borde exterior de un enorme edificio en llamas, con el vértigo del suelo a sus pies, los nudillos ensangrentados y el rostro ennegrecido por el humo. Al cartel promocional de El rascacielos no le hace falta más para venderse. Es una película de Dwayne Johnson, todo un género en sí mismo.

El rascacielos - Dwayne Johnson

( ©Universal )

Si alguien puede presumir del vacío dejado por los icónicos «hombres de acción» que forjaron el género en los 80 o a inicios de los 90, Schwarzenegger, Stallone, Van Damme, Steven Seagal, Chuck Norris o compañía este es sin duda Dwayne. Nadie le espera ver recitando Shakespeare o Tirso de Molina, ni protagonizando una obra de Tennesse Williams encima de las tablas de Broadway o del West End londinense. Tampoco lo necesita.

Atrás quedan sus años como luchador profesional de Wrestling y el apodo de «The Rock» (Dwayne «The Rock» Johnson) con el que se publicitó su nombre en un buen número de películas desde su debut en El regreso de la momia (The Mummy Returns) en 2001. El alías de «La Roca», para recordar la procedencia de su celebridad, ha dejado de ser necesario para identificarle.

A lo largo de su evolución una de las claves es haberse mantenido en un cine no especialmente violento sino dentro del ámbito familiar. El cine de aventuras y acción para todos los públicos desde su secuela de Viaje al centro de la Tierra, los terremotos de San Andrés, la comedia policial de Un espía y medio o la más reciente Proyecto: Rampage, basado en un clásico videojuego de los 80 y con un imponente gorila albino como coprotagonista.

Ahora también se ha convertido en la estrella capaz de lograr taquillazos como la reciente Jumanji: Bienvenidos a la jungla, una agradable sorpresa por la que en principio nadie nada un céntimo; y ni los más sonoros fracasos (caso de la fallida adaptación de Los vigilantes de la playa, el verano pasado, o su Hércules de 2014) parecen hacer mella en él. Solicitadísimo y a prueba de bombas, incluso se permite airear sus desavenencias con Vin Diesel en la saga Fast & Furious.

Dwayne Johnson

( Dwayne Johnson en la premiere, en Londres, de ‘Proyecto Rampage’ ©GTRESONLINE )

Por delante tiene más de una decena de proyectos, entre anunciados o en marcha. Entre ellos naturalmente secuelas, de Jumanji o de San Andrés, el remake de Golpe en la pequeña China (Big Trouble in Little China, 1989) de John Carpenter o el spin-off sobre su personaje de Hobbs de la saga Fast & Furious.

Otro inminente es Jungle Cruise a las órdenes del barcelonés Jaume Collet-Serra y que lo embarcará en una de aventuras en los años 20 junto con Emily Blunt y Quim Gutiérrez, haciendo de villano. Una odisea estilo Piratas del Caribe, no por su temática o argumento, sino por el hecho de que también esté inspirada en las atracciones y uno de los parques temáticos de Disneyland.

Por cierto, El rascacielos, algo así como una explosiva mezcla entre el John McClane de Jungla de cristal y El coloso en llamas, tiene previsto estrenarse en nuestras salas el 13 de julio. Y el éxito de taquilla lo tiene asegurado, al menos en China (el principal mercado extranjero para las superproducciones hollywoodienses), donde transcurrirá la acción.

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