Rutinas que matan (‘Feliz día de tu muerte’, 2017)

En pantalla

Feliz día de tu muerte

( ©Universal )

Una estudiante es asesinada en su cumpleaños. Pero cada día, el mismo día, vuelve a despertarse para repetir su trágico destino. La única manera de romper la maldición es desenmascarando a su verdugo. Que una idea como la de Feliz día de tu muerte (Happy Day Death) funcione dependerá en gran medida de sus escenas iniciales. En este caso el de una joven universitaria, Tree (Jessica Rothe), aficionada tanto al alcohol como a las fiestas y a las aventuras amorosas. Guapa y con carisma, pero egoísta. Se despierta, en la cama de un compañero, y empieza su quehacer diario en el que además de acudir a clase incluye breve paseo por el campus, encuentro con su fraternidad de (falsas) amigas, toparse con alguno de sus antiguos ligues o con su rollo del momento, uno de sus profesores, además casado.

El concepto es un homenaje a Atrapado en el tiempo (Groundhog Day, 1993), esa extraordinaria comedia con Bill Murray haciendo de cascarrabias e igualmente egoísta hombre del tiempo condenado a repetir el mismo día una y otra vez en un pequeño pueblo, Punxsutawney, en Pennsylvania, en una especie de segunda oportunidad con la que reconducir su vida por un camino mejor. Un enunciado que después han seguido propuestas, con otras finalidades, como Código fuente (Source Code, 2011) o Al filo del mañana (Edge of Tomorrow, 2014), nada desdeñables e incluso la segunda, protagonizada por Tom Cruise, con su puntito de título de culto en el género de la ciencia-ficción. De manera que buena parte de la efectividad de Feliz día de tu muerte se basará en esa repetición de la cotidianidad y en cómo la protagonista intenta amoldarse a esa rutina mientras trata de hallar con la solución. La comedia dirigida por Christopher Landon pisa el terreno del slasher, sobre todo de Scream, y naturalmente otro de los puntales necesarios es que su protagonista dé el pego. Como espectadores también estaremos obligados a ver a Tree en pantalla una y otra vez y, por ello, quizá la mejor sorpresa sea que Jessica Rothe está perfecta, nunca empalagosa ni estridente, y logrando que la evolución de su personaje sea creíble.

Feliz día de tu muerte nunca llega a ser innovadora, ni lo pretende, pero sí cumple su objetivo únicamente de entretener, y de ser un entretenimiento muy digno. Va destinada a un público joven, aunque sea para recomendarles o recordarles lo buena que era Atrapado en el tiempo (en su epílogo final hay una referencia directa). Yendo más allá, y traspasando los límites de mera película hecha para hacernos pasar el rato, lo de ir repitiendo una y otra vez el mismo esquema o modelo hasta dar en el clavo traza soterradamente, y de manera involuntaria, un perverso paralelismo con la misma política de los grandes estudios de Hollywood, la de reiterar enunciados, tramas y personajes; confeccionar híbridos de películas de éxito anteriores o recurriendo a las sagas, secuelas, precuelas, reinicios o remakes. Rutinas que matan, mientras quedamos a la espera de que surja alguna revelación o suceda algo extraordinario, fuera de lo común.

Estrenada en cines: el 10 de noviembre de 2010.

 

 

( En pantalla: recomendaciones de estrenos en cine, streaming o blu-ray/DVD )

 

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