‘Brimstone’, llega un wéstern libre, salvaje y feminista

Sitges 2017

Brimstone-2016

( ©Divisa Red )

En los últimos años el wéstern ha experimentado un resurgir, más en cuanto a número de películas que al, por otro lado más bien escaso, éxito en taquilla. Pero todavía hay cineastas que no olvidan que crecieron y disfrutaron con esas clásicas «películas del Oeste» fuera en su vertiente más épica, intimista, crepuscular y descreída o con los spaghetti westerns de Sergio Leone. Uno de ellos es el director holandés Martin Koolhoven que ha plasmado en Brimstone un retorno a ese género tan hermoso como brutal y desatado.

Los bellos parajes, la espléndida fotografía y los encuadres contrastan con las perversiones y la locura de la que es capaz el ser humano. En este aspecto, Guy Pearce encarna a un predicador con ecos al Harry Powell que encarnó Robert Mitchum en La noche del cazador (Night of the Hunter, 1955), un déspota con su mujer e hija, un fanático de las leyes de Dios, pero para beneficio propio, y un repulsivo pederasta. El objeto de su obsesión es Liz (Dakota Fanning), una joven muda casada con un acogedor y bonachón granjero, padre de dos hijos, niño y niña, fruto de su anterior matrimonio.

Brimstone-2016

( ©Divisa Red )

Las primeras escenas parecen indicar que el psicópata reverendo desea hacerle pagar a Liz el que, durante su asistencia para un parto en la iglesia, a puertas cerradas, decidiera salvar la vida de la mujer en lugar de la del bebé. Pero, esa obcecación salvaje no es por ello. Hay más, mucho más detrás de la historia de ambos personajes y así se nos relatará a lo largo de una historia estructurada en cuatro partes (y casi dos horas y media de metraje), cada una con su correspondiente título de reminiscencias bíblicas. La primera en presente (Revelación), los dos siguientes (Éxodo y Génesis), retrocediendo hacia atrás, a modo de flashbacks, urgando en el pasado, más el tramo final (Retribución)..

Un wéstern además profundamente feminista y que retrata, sin miramientos, el papel pasivo, de esclava sexual (en prostíbulos) o de sufrida, callada o atenta madre de familia. En cualquier caso, la mujer como ciudadana de segunda categoría o tercera. Y una película desmesurada (un hombre atado al cuello con sus propias tripas o vejaciones varias a prostitutas), perdiendo verosimilitud en su parte final, pero absolutamente recomendable y con una prodigiosa interpretación de Dakota Fanning. Aliciente añadido con la presencia de dos intérpretes de Juego de tronos, Carice van Houten (la esposa del predicador) y Kit Harington (un ladrón), escenarios rodados de Rumanía, Hungría, Alemania, Austria y también España (Almeria), y una buena banda sonora de Junkie XL.

Al Festival de Sitges llega con un año de retraso, se presentó en el Festival de Venecia del año pasado, y se estrena simultáneamente este mismo miércoles 11 en Movistar+, a las 22:00 h. También estará disponible en blu-ray y DVD a partir del 19 de este mismo octubre, editada por Divisa Red.

 

4 comentarios

  1. Dice ser Rosa

    Es una película horrible. Aguanté media hora como mucho porque las escenas son demasiado brutales, de muy mal gusto. Además es aburrida y lenta. No se la recomiendo a nadie.

    14 octubre 2017 | 21:51

  2. Dice ser Anita Cámaras

    A mi tampoco me ha gustado esta película. Sobre todo en la escena donde sale la esclava sexual, me parece horroroso, aunque sea una película porque esto es verdad que pasa en la vida real y la exclavitud sexual es algo más serio de lo que nos creemos. Así que mi crítica de la película no es buena por este motivo. Si no tuvieran este papel no me parecería mal.

    15 octubre 2017 | 18:24

  3. Dice ser Asocial

    Los bellos parajes, la espléndida fotografía y los encuadres … Son lo único que merece la pena en prácticamente todos los westerns.

    15 octubre 2017 | 20:16

  4. Dice ser BlackVeroniquee

    Yo tambien he escuchado muchas criticas negativas, sobre todo por la violencia contra la mujer y la exclavitud sexual

    24 noviembre 2017 | 00:28

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