De ‘Memento’ a ‘Dunkerque’: ¿Cuál es la mejor película de Christopher Nolan?

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Pensar y ejecutar a lo grande. Desde sus inicios con producciones modestas de bajo presupuesto llegó el gran salto con su cuarto largometraje Batman Begins (2005). No solo significó el regreso por todo lo alto del murciélago enmascarado sino también el que Nolan superara su primer gran reto afrontando una superproducción. La locura se desató definitivamente con su siguiente película, El caballero oscuro (2008).

Desde entonces, el cineasta británico se instauró, para quedarse, en el podio de los mejores y más ambiciosos creadores actuales, y siempre buscando ese punto de originalidad. También le valdría que sus detractores le tildaran de ser demasiado solemne. Pero Christopher Nolan es ya un referente, en el thriller, en el cine de ciencia-ficción y el de superhéroes y, ahora, también en el de género bélico.

Dunkerque (Dunkirk) ha recogido los aplausos y elogios de casi toda la crítica (sobre todo la anglosajona porque, por ejemplo, los franceses no se han mostrado demasiado contentos al ver como Nolan prácticamente ninguneaba los sacrificios y proezas de sus soldados).

Diez largometrajes en diecinueve años. De los apenas 6.000 dólares que costó su primer largo, Following, a los 250 millones de El caballero oscuro: La leyenda renace o los 100 de Dunkerque. Más de uno ha llegado a decir que precisamente Dunkerque es su mejor película hasta el momento. ¿Seguro?… ¿Cuál es la mejor película dirigida por Nolan?

La opción para votar, al final de post.

 

Following (1998)

Un joven escritor decide estimular su imaginación para encontrar ideas siguiendo a desconocidos. Se impondrá unas reglas para no ser confundido con un acosador o tener problemas con la ley. Los problemas llegarán cuando entable amistad con un ladronzuelo. Después de varios cortos, Nolan tenía ganas de debutar con más minutos y lo hizo con esta película amateur realizada con cuatro libras, y alguna más, que ya poseía su «toque». No solo dirigió, también fue guionista, coproductor, director de fotografía y uno de los montadores. Y fuera homenaje, coincidencia o premonición, un logotipo de Batman adornaba la puerta del apartamento del protagonista.

 

Memento (2000)

Una película que reinventa el thriller. Con este tipo de frase le recibió la crítica en su momento. Ya con más medios, no demasiados, deslumbró con esta historia de un tipo, un ex agente de seguros, que intenta encontrar al asesino de su esposa. Una misión que le supondrá un quebradero de cabeza añadido por el hecho de que sufre de amnesia anterógrada, que le impide recordar a largo plazo. También un reto  para el espectador al tener que replantearse constantemente una trama que está contada en escenas a la inversa, empezando por el final y terminando por el inicio.

 

Insomnia (2002)

El prestigio de Memento le permitió contar con dos estrellas para su próximo proyecto: Al Pacino y Robin Williams. Un detective se trasladaba de Los Angeles a Alaska, para investigar la muerte de una muchacha, y le resultaba imposible conciliar el sueño al coincidir en la época del año de «Las noches blancas», cuando el sol está prácticamente presente a lo largo de todo el día. La gracia es que el trastorno alteraba también su percepción de la realidad. Entre las sorpresas estaba además ver al buenazo de Robin Williams haciendo de villano (aunque en Retratos de una obsesión, de 2002, había realizado una de sus mejores interpretaciones también encarnando a un personaje extraño e inquietante).

 

Batman Begins (2005)

El salto a la gran superproducción (y rompiendo su particular afición de titular sus películas solo con una palabra). De los 46 millones de dólares de presupuesto a los nada menos que 150 de la primera de su trilogía sobre el justiciero de Gotham. El resultado fue notable, incluso diría que bastante por encima de las expectativas (y es que las anteriores incursiones cinematográficas del Hombre Murciélago con Batman y Robin y Batman Forever, ambas dirigidas por Joel Schumacher, no dejaron precisamente con ganas de más).

 

El truco final: El prestigio (2006)

No es de extrañar que Nolan, destacando como uno de los grandes magos del thriller, se decantara en su siguiente propuesta por un relato sobre prestidigitadores. En esta ocasión nos llevaría al Londres de a finales del siglo XIX, donde quizá la capacidad para poner a prueba la incredulidad del público era más verosímil en esta historia de rivalidades entre magos. El mismo año, su estreno coincidió con otra buena película de temática similar, El Ilusionista.

 

El caballero oscuro (2008)

Y llegó el éxtasis. El metódico Christian Bale, como Batman, tuvo que ver como era su archienemigo, el Joker interpretado por Heath Ledger, el que no solo atracaba bancos en la ficción sino también como le robaba el protagonismo principal de la función. La prematura muerte de Ledger, meses antes del estreno de la película, contribuyó a generar expectación, pero de nada hubiera servido si El caballero oscuro no hubiera sido realmente buena. Más cercana al cine policíaco que al de superhéroes, el universo de Gotham City jamás había lucido tan bien en la pantalla. Había empezado otra leyenda, y era la del propio Nolan.

 

Origen (2010)

¿Alguien creía que iba a tomarse un pequeño respiro después de alcanzar la cumbre con El caballero oscuro? ¿Tal vez un producción más pequeña, más modesta? Pues no. Origen (Inception) volvió a ser otro de sus grandes proyectos con sueños dentro de los sueños y peonzas que no paran de girar. Nuevamente los fans y las redes sociales ardieron intentando desentrañar sus enigmas. Sus películas se habían convertido definitivamente en todo un acontecimiento.

 

El caballero oscuro: La leyenda renace (2012)

El colofón final a la trilogía de Batman fue igualmente espectacular. Otro tour de force de dos horas y media con un villano, Bane (Tom Hardy), con la difícil misión de hacernos olvidar al Joker; más el aliciente de una Catwoman encarnada por Anne Hathaway. Fiel a su estilo, supo una vez más manejar la grandilocuencia de sus maneras con una película que, a pesar que en su momento dividió opiniones, es otro de sus filmes de referencia.

 

Interstellar (2014)

Hacia el infinito y más allá. Nolan realizó su particular odisea del espacio sobre la colonización de otros mundos, y tampoco le salió nada mal. Su relato se humanizaba recurriendo al amor, sobre todo entre padres e hijos,  al igual que el instinto de supervivencia como motores para seguir adelante. De nuevo consiguió aunar comercialidad con reflexión y cine de autor en otra producción pensada y hecha a lo grande.

 

Dunkerque (2017)

Una inmersión en el drama de una de las derrotas más dolorosas de la II Guerra Mundial por parte de los aliados. 400.000 soldados, la mayoría británicos, atrapados en la playa francesa de Dunkerque sin poder contener el avance y el acecho de las fuerzas. Su evacuación puede considerarse toda una proeza, por la cantidad de vidas que se salvaron y porque evitó que el ejército de Gran Bretaña quedara mermado de contingentes para la lucha que se avecinaba. Toda una experiencia cinematográfica contada a través de tres historias cruzadas, cada una con su propia línea temporal. A Nolan le encanta jugar con la dilatación y la fragmentación del tiempo y la narración.

 

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