Todo pasa, y ya estamos septiembre y con él la vuelta a los hábitos saludables! Es momento de retomar nuestras rutinas, algo que quizás al principio nos puede dar un poco de pereza, pero que haciéndolo de forma progresiva y poco a poco, nos irá llevando nuevamente a nuestro mejor estado de forma y con el llegarán las buenas sensaciones. Y ya sabéis, si os falta un empujoncito para retomar esos entrenamientos, nada mejor que poner una carrera en el punto de mira. De esta forma saldremos cada día a entrenar teniendo en mente un objetivo, pero éste tiene que ser razonable, realista y que se ajuste a nuestro estado de forma y tiempo para entrenarlo. En los próximos meses, hay un montón de carreras y seguro que alguna encaja en vuestras necesidades y os dará esa motivación extra que necesitamos para salir cada día a entrenar.
Yo, la verdad es que no he parado de entrenar en todo el verano. El deporte es mi pasión y mi vida gira en torno a él. Por ello no ha habido día que no me haya puesto las zapatillas de correr, sacado la bici para hacer unos kilómetros, o entrenado en la piscina. Y más ahora, que el “veneno” del triatlón corre también por mis venas!
Como sabéis, hace poco más de un mes debuté en el triatlón y fue una experiencia increíble, para la que di todo lo que estaba en mi mano. Pero como no soy de los que haga las cosas a medias, no quería que esta nueva experiencia quedara sólo en un primer contacto, así que no he tardado en buscar otro nuevo reto en esta disciplina para ir alcanzando nuevos objetivos. Y es que este sábado compito en el triatlón Hitachi X Mountain de la Casa de Campo de Madrid. Una prueba diferente y un nuevo desafío en el que para adaptarme a la bicicleta de montaña me he tenido que dejar literalmente la piel. Y digo literalmente porque han sido más de 3 las veces que he comprobado lo duro que está el suelo, aunque sea de tierra…
Pero siempre pienso que todo sufrimiento tiene su recompensa y seguro que este sábado disfruto de un bonito día de carreras en una disciplina nueva. Lo que me hace sentir ese gusanillo en el cuerpo, que tanto me gusta y que me recuerda que nunca es demasiado tarde para encontrar nuevos objetivos que te hagan seguir disfrutando cada día de lo que haces. Tengo ganas ya de enfrentarme a esos 750 metros nadando, 20 kilómetros en bici y 5 kilómetros corriendo a través de la Casa de Campo
Además, este es uno de los grandes retos antes de enfrentarme el próximo mes de octubre al Atacama Crossing. La penúltima prueba de los 4 desiertos que me he propuesto terminar este año y que acabará en noviembre en la Antártida, para lo que espero haber recorrido mil kilómetros corriendo a través de los desiertos más inhóspitos del planeta.
¡Como veis, muchas carreras y nuevos retos bonitos que comienzan con la vuelta al cole!