El mes de septiembre es terrorífico en cuanto a gastos. Ríete de la cuesta de enero, al lado de esta, aquella es un paseo liviano. Demasiado gasto en vacaciones, si se ha salido, y si no, también; la vuelta al colegio de los hijos, con gastos, que, aunque sean previstos, no se reducen por arte de magia. En fín que sólo siguiendo unas pautas con mucha disciplina es posible mantener cierto equilibrio.
La revista Consumer publicó una serie consejos para controlar el gasto en septiembre, con la premisa de que sólo si se siguen unas normas de consumo, responsable y racional, se podrá ahorrar.
Señala como primer paso que hay que eliminar los gastos innecesarios: Analizar en qué se gasta el dinero y de qué se puede prescindir. Siempre hay desembolsos que se pueden evitar.
Ahorrar energía: Apagar las luces de las habitaciones cuando estén vacías, no dejar los aparatos conectados a la red eléctrica, cerrar bien los grifos…
Contratar paquetes combinados: Los de electricidad, telefonía, Internet, etc. potencian el ahorro, sin tener que prescindir de ningún servicio.
Estar atento a las ofertas y promociones: Los comercios brindan de forma continua ofertas y promociones que permiten ahorrar.
Eliminar los productos y servicios que no aporten nada: por ejemplo, si hay más de un seguro, de una tarjeta de crédito… y quedarse con lo que menos gasto genere.
Cambiar de piso o renegociar el alquiler: Si se vive en régimen de alquiler, se puede intentar renegociar la renta. Si no es posible, se puede pensar en cambiar de vivienda.
No endeudarse por encima del nivel que se puede pagar. Conviene, además de no tirar de tarjeta con excesiva facilidad, no suscribir préstamos y planificar la economía al detalle con un presupuesto.
Otras fórmulas para evitar gastos son apostar por el transporte público, arreglarse la ropa, uno mismo o en talleres de costura o controlar los cupones descuento de las páginas web.