El convenio europeo de protección de animales domésticos entrará en vigor en febrero, pero seguimos necesitando nuestra propia ley nacional

Ayer hubo mucha noticia, entre un buen puñado de muchas malas. Al fin apareció publicada BOE la ratificación del Convenio Europeo para la Protección de los Animales de Compañía. LLega con treinta años de retraso, que no es poco, pero es que hasta hace diez no se solicitó formalmente en España su adhesión.

Este convenio es un marco mínimo de protección animal que, a partir de febrero, obligará en todo el territorio nacional a la prohibición de amputaciones estéticas. ¿Recordáis la vergonzante defensa de este corte en el Senado por aquello del efecto látigo del diputado Francisco Martín Bernabé?

«No se trata sólo de defender a los perros. También se trata de proteger a las personas que los tienen, que los cuidan y que los quieren. El efecto látigo existe: perros fuertes y poderosos, perros de caza que no controlan el movimiento de su rabo y que, movidos por sus insultos, dañan con asiduidad a sus cuidadores».

Aquí tenéis al señor en cuestión:

En fin. Mejor pasar página. La cuestión es que este convenio de mínimos, que también regula cría, sacrificios o comercio, que promueve el fomento de la esterilización y de la realización de campañas sobre tenencia responsable, pronto entrará en vigor y comunidades autónomas y ayuntamientos no deberían tener normas o procederes contrarios a lo que sostiene.

Ya veremos si su ejecución es efectiva y realmente tenemos este marco de mínimos operativo. Pero seguimos necesitando una ley nacional de protección animal propia, una que sabemos que no será perfecta pero que se imponga al desbarajuste existente.

Una ley que pudo ser realidad hace tres años en un proyecto impulsado por el PP que al final quedó en nada. Una ley que en mayo de este año Ciudadanos pidió en el Congreso que se promulgara incluyendo, entre otras medidas, el sacrificio cero, justo un mes después de que el Gobierno respondiera respecto a elaborar una norma así que “la Administración del Estado no debe interferir en las competencias autonómicas y locales”, una ley tan necesaria que fue la protagonista de casi todas las intervenciones (incluyendo la del juez Grande Marlaska) de los II Premios Bienestar Animal el pasado año, una ley cuya necesidad de creación se recogía de forma explícita en los programas electorales de PSOE, Ciudadanos e Izquierda Unida.

 

«Se difundió por primera vez cuando apenas tenía tres meses y nadie ha preguntado por ella. Nos sorprende mucho con lo bonita y cariñosa que es. Se lleva genial con perros y gatos».

Está en Murcia pero se puede enviar a otras provincias. Se entrega con chip, vacuna, cartilla, desparasitada y castrada.

Contacto: www.equipobastet.com/contacto

2 comentarios

  1. Dice ser Una

    ¿Una gata castrada? ¿Eso es tratar bien a los animales? Pfff. Yo con esa asociación que ahora me apuntaré el nombre no quiero tratos.

    13 octubre 2017 | 12:00

  2. Dice ser Jurarigo

    «Una», los gatos se deben esterilizar porque si no ya me dirás tú lo que vas a hacer con una camada de cinco o seis gatos. Nadie los va a querer y van a acabar en la calle, o te los quedas, en cuyo caso o los esterilizas o tendrás un problema incontrolable.
    Los embarazos, además, son un estado que consume energía y que conlleva complicaciones, como en cualquier mamífero. Y por último, incluso si tu gata va a estar sola, tenerla en celo es un suplicio tanto para ti, como para ella. Y como se intente escapar, o se mata o vuelve embarazada.
    Absolutamente todas las protectoras esterilizan a gatos y perros, porque ellas mismas saben que si sus cheniles están a reventar de animales es por gente como tú que cree que está bien no castrarlos.

    13 octubre 2017 | 14:01

Los comentarios están cerrados.