Hubo un tiempo en el que Mariano Rajoy, candidato entonces a la Moncloa, era prolijo en manifestaciones, apariciones por sorpresa y confidencias en lugares extraños, como playas, ventanas o la propia calle. No os acordaréis, pero el presidente tenía un vídeoblog.
Sí. Un lugar en el que tenía su propia banda sonora y en el que nos enseñaba pasillos y fábricas, encuentros con Álex de la Iglesia y Ana Pastor o visitas a museos. Se llamaba Rajoy en acción y aún está on line, al igual que el canal de YouTube (llamado Política XXL) en el que se colgaban los vídeos.
Duró de abril de 2009 a noviembre de 2011, justo antes de las últimas elecciones generales. Fue, por tanto, algo más que un producto de campaña puntual y algo menos que un proyecto a largo plazo, pero dio de sí bastante. Uno de los vídeos más recordados, quizá, sea aquel en el aeropuerto de Lanzarote.
Ahora que vivimos tiempos de redes sociales y de quitarse vocales, pero sobre todo de mutismos y de silencios administrativos, de pocas explicaciones y de menos comparecencias, yo abogo por la vuelta de la acción a Rajoy. O viceversa.