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¿Por qué Arcadi Espada tiene una cuenta de Twitter «para suscriptores»?

La pregunta tiene su miga. Por el protagonista y por la cantidad de veces que durante los últimos días he visto compartido este enlace. En Twitter y con machaque, claro. Hay que decir que el tema no es nuevo, es fundamentalmente recurrente, pero yo acabo de reparar en él y he decidido preguntar, que para eso estoy.

¿A quién? Pues a Arcadi Espada (por mail).

 

 

Dos cosas a tener en cuenta antes de leer.

En primer lugar, para saber de qué estamos hablando, hay que echar un vistazo a @arcadi_espada, que el periodista creó el 7 de enero de 2013. Más de 2.000 tuits, 158 seguidores y ‘candadito’, es decir, que sus tuits no los puede leer todo el mundo, solo aquellos usuarios aceptados previamente. También hay que mirar el mencionado apartado de su web, que dice que quien se suscriba a ella accederá «de forma exclusiva» a los mensajes de la cuenta de Twitter.

En segundo lugar, hay que recordar que la relación entre Arcadi Espada y la red social de la que hablamos no ha sido nunca fácil. Me remito, entre otras cosas, a algunos de sus artículos. Como este, este o este.

Vamos allá.

¿Por qué ligar la cuenta de Twitter a una suscripción de pago? Espada -que me matiza, por cierto, que Diarios de Arcadi Espada no es un blog, sino una «página»- explica que sus tuits «forman parte» de su web y que, por tanto, «es natural que se rijan por las mismas condiciones». Esto es, una suscripción que cuesta 20 euros al año (inicialmente eran 15). Añade que su cuenta no es privada, sino pública, «aunque ciertamente no es gratuita en ningún sentido».  

 

He estado buscando una cifra actualizada oficial, pero no he encontrado más que esto: según un estudio de 2012, un 11,8% de los usuarios de Twitter tiene sus tuits protegidos; según otro de 2014, el 5,2% de las cuentas (52,9 millones) llevan candado. Los porcentajes no son muy altos. De hecho, no es que sea una medida demasiado popular, al margen de episodios concretos de cierres repentinos por polémicas puntuales (meteduras de pata, vaya).

Pregunto a Espada si tener la cuenta restringida, sobre todo tratándose de una persona de cierta relevancia, no va contra él y contra la filosofía del medio. Respuesta: «Yo lo único que aspiro es al perdón de sus filósofos [los del medio])». El periodista me da números. Su página tiene mas de 400 suscriptores -150 de ellos «utilizan Twitter y me siguen»- y, en sus palabras, no pagan para leerle, sino «para que escriba».

Me lo cuenta porque planteo -el eterno debate- si las fórmulas de pago aplicadas a redes sociales podrían servir para rentabilizar contenidos. Solo apunta que muchos de sus suscriptores lo son para tener «una conversación tranquila» en su web. Y añade: «Esto es algo que los piratillas, los niños desescolarizados y los corruptores de menores no entenderán jamás». Asumo: conversación reducida, con personas escogidas y lejos de trols e incomodidades varias.

[Aprovecho para señalar una curiosidad: si bien Diarios de Arcadi Espada tiene apartados como «Crónicas 1990-2006» o una llamada «Faction» cuyos contenidos no podemos ver si no estamos suscritos, resulta que las entradas que están en la home sí se pueden leer en otro sitio: están en abierto en El Mundo, al menos todas las que yo he consultado].

Arcadi Espada

Si la cuenta de Twitter va ligada a la web, ¿solo tuiteará sobre lo que allí publique? «Tuiteo lo que me parece, aparte de las novedades diarias. Aforismos. Esbozos. Ideas. Fotos. Un cuaderno de notas público». No me dice Espada si usa otras redes, aunque descubro por ahí un tumblr, podcasts, listas de spotify… (si es que esto entra en el concepto ‘social’).

Por último, le pido opinión sobre si la tasa Google podría acabar afectando a las redes sociales y sobre cómo se puede compaginar, en su opinión, una legislación sobre PI con una Red basada en compartir enlaces.

Os dejo la respuesta completa: «La llamada conversación de Twitter parte, en su abrumadora mayoría, de contenidos que generan los medios. Twitter gana dinero con esa conversación, pero los medios no ganan dinero con Twitter. Al menos en proporción comparable. Pero los periodistas parecen felices. Y es que a falta de pan, el ego alimenta».

Twitter ha anunciado hoy la puesta en marcha de los grupos para tener conversaciones en privado. Ahí lo dejo.

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