Por Rafael Bueno
Ante la apertura de diligencias previas por parte de la Fiscalía contra el Obispo de Córdoba, por sus ataques contra los homosexuales, dicho Obispo ha “aconsejado” a diferentes Instituciones Religiosas y a las Cofradías, que expresen públicamente su adhesión a él y a sus lamentables opiniones presuntamente homófobas.
Yo hago un llamamiento público a todos los gays creyentes, para que de una vez por todas dejen de arrodillarse y se pongan en pie, para decirle alto y claro al Obispo, que ellos son dignísimos hijos de Dios con una Fe verdadera y muy necesarios en la Iglesia; donde precisa y únicamente sobra, una Jerarquía Eclesiástica de mercaderes del Templo, doble moralista, inquisidora y anticristiana.