Por M.S.C.
Érase una vez un paciente que precisaba hacerse una ecografía prescrita por su médico de cabecera.
Entonces va al mostrador de citas encontrándose que el primer hueco disponible era para dentro de 3 meses en su hospital público de zona llamado Infanta Sofía.
Este cuento no es novedoso, pero espero que sirva para para que no caigamos en la inercia de aceptar (sin al menos tramitar oficialmente una queja) estos plazos de especialistas y pruebas diagnósticas absolutamente intolerables e impropios de una sanidad pública considerada como una de las mejores del mundo.
Y colorín colorado…el que se hace una ecografía pronto es porque en la sanidad privada la haya pagado.