Por Alejandro Prieto Orviz
La radio hace compañía, estimula la risa, crea asombro, imprime ritmo, nutre la mente, exhala esperanza y genera lágrimas de indignación o tristeza.
Escuchando el testimonio de una mujer que, hace más de trece años sufrió el secuestro, la violación, el apuñalamiento y el posterior abandono entre la maleza pensando que estaba muerta, me vino a la cabeza el gesto que tuvo el cantante Alejandro Sanz durante un concierto ofrecido en México, interrumpiendo la actuación para reprobar la conducta de un hombre que maltrataba a una mujer.
Y es que, según lo manifestado en las ondas por la víctima que sobrevivió a la agresión referida anteriormente, además de las secuelas psicológicas y físicas padecidas desde entonces, aún siente las punzadas causadas por la expresión del magistrado (en referencia al violador) que atendió y se hizo cargo de su denuncia, en la que declaró que «perdió la cabeza por ser un chico joven ante una chica bonita».
Aunque el avance no alcanza la velocidad y profundidad deseada, parece que el tratamiento de impermeabilización social aplicado ante la copiosa y tradicional lluvia de atropellos y comportamientos machistas va arrojando resultados satisfactorios.
Cada dia abunda mas el hombre maltratador y asesino de mujeres. si no les gustan las mujeres que busquen hombres, a esos no les pegarán no sea que les devuelvan los golpes. cobardes de mierda.
28 febrero 2016 | 20:55