Por Luis Remacha Elvira
Niño muerto, boca abajo en la playa, tan sólo hace un mes y ya está olvidado. Qué pronto olvidamos el dolor ajeno. Devoramos noticias decapitando nuestra memoria, lavando nuestras conciencias. Con amnesia aprendida miramos a otro lado. Egoístas de nuestro primer mundo maquillamos los recuerdos a nuestro antojo. A colorear la realidad es lo primero que aprendemos y enseñamos.
Unos policías ante el cadáver del niño Aylan en una playa turca. (Dogan News Agency).
Volverá a pasar y nos estremeceremos como si fuera la primera vez. Brotarán lágrimas efímeras, repentinas, perecederas, secas en el segundo siguiente. Volverá a pasar y volveremos a olvidar. Desmemoriados, desviamos la mirada y nada ha pasado. Recordad desmemoriados, ¡recordad! No miremos a otro lado.
Correcto Luis, desgraciadamente es así, nuestra mente pasa página 🙁 y lo más triste, que no ha cambiado nada desde entonces.
Siria debe seguir en un caos absoluto, los refugiados seguirán saliendo (eso sí, ya casi no aparecen en las noticias) y los niños, víctimas inocentes del egoísmo del poder.
¿Qué se puede hacer al respecto?
01 octubre 2015 | 13:24
La única alternativa que hay es que paren la guerra. No se puede seguir arreglando crisis como antaño asesinando a medio mundo y destruyendo todo lo que se pueda. Aún quedamos personas que recordamos el hambre y las penurias de nuestra infancia.
Para hacer infeliz a tu enemigo cuéntale tus éxitos, para que sea feliz tu amigo cuéntale tus fracasos antoniolarrosa.com
01 octubre 2015 | 14:15
¿ para que no seamos desmemoriados tenemos que abrir las fronteras europeas y hacernos cargo de todos los millones de personas del planeta que les gustaría venir a europa a vivir gratis con cargo a nuestros impuestos ?
¿ te haces cargo tu con tu bolsillo de todos los que vengan o tu solidaridad se limita a escribir la cartita esta para que todos veamos lo bueno y progre que eres ?
01 octubre 2015 | 18:49
También pasaron de moda el ébola y Grecia. ninguna noticia en los periódicos ni en la televisión, en la radio no se porque no la sigo.
01 octubre 2015 | 18:59
tan sólo hace un mes y ya está olvidado? …
Es que hace un mes tampoco te quisistes enterar…
Niño muerto, boca abajo en la playa, mientras su papi conducia el bote, igual asi podrias las cosas mas claras… lo curioso es que los refujiados escapan de la guerra, y ni el pobre Aylan, nacio en Siria…
No culpo a ellos de querer vivir mejor, culpo a retrasados mentales como vosotros, que no os bajais del pais de Alicia en el pais de las maravillas, hoy estaba leyendo, que en Munich, en los centros de refujiados, los musulmanes, aplican la sharia, los refujiados cristianos, se quedan sin comida, y son perseguidos…
Es el problema de ser un giliprogre y de no entender, lo que hay que hacer, por supuesto que hay que terminar con esta guerra, que es nuestra, ya que esa basura quiere imponer el califato hasta donde llegue, y costo solo 15 años conquistar España en el 713…ahora estan a menos de 1000 Km de España, que hareis cuando empiecen a cortar cabezas? es lo que hacian hace 1300 años y es lo que continuan hacuendo…
solo teneis que bajaros del guindo…y ver las cosas como son…
01 octubre 2015 | 20:02
¿A los escritores ya no se nos permite hacer un homenaje? La autocrítica de capa caída y disparar veneno al tejado del vecino está muy de moda.
Muy bueno, Luis.
01 octubre 2015 | 22:21
ESTAMOS MANIPULADOS
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…Efectivamente, amigo Remacha, el ser humano olvida pronto las injusticias ajenas, que no las propias. Pero la explicación de este fenómeno es bien sencillo: estamos controlados por los medios informativos. Cuando interesa, las agencias mandan imágenes impactantes a las televisiones de los diferentes países para generar algún tipo de efecto interesado. En este caso, el cadáver del niño Aylan en una playa turca sirvió para despertar conciencias y aumentar las cuotas de asilados en la Unión Europa. Sin esa foto, hubiéramos sido menos solidarios. ¿Quién la difundió a través de Europa Press? Un misterio. Desde luego, no fue ningún santo. Gracias a esa imagen, también se vendieron muchos periódicos y aumentaron los índices de audiencia de los telediarios.
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…Es evidente que estamos manipulados por los medios de información. Nuestra memoria depende de ellos. Ahora parece que ya no interesa tanto el porvenir de los refugiados sirios y nos distraen con informaciones locales: las elecciones catalanas, el juicio de Asunta Basterra, el escándalo Volkswagen, otra vez Rodrigo Rato, el caso de la niña terminal, el fútbol, y hoy, tras la convocatoria oficial de las Generales, comienza la veda de los mítines políticos. ¿Usted cree que con tantos intereses creados por los lobbys informativos, por los partidos políticos, interesa que conservemos nuestra memoria? Nada de eso. Conservar la memoria equivale a reflexionar, preocuparse por nuestro entorno, acumular conocimientos; equivale a ser, en definitiva, más libres.
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…Y si fuéramos más libres, querido Remacha, se produciría una revuelta social, porque la gente saldría a las calles demandando verdaderos cambios sociopolíticos. Ya sabe, lo primero acabar con la ‘casta’ política (PPPSOE –PP, PODEMOS, PSOE–, Ciudadanos, IU, Convergencia, Unió, ERC) que vive al margen de los problemas reales de la gente. Después con el propio sistema representativo: la democracia de los 70. El Congreso de los Diputados es la cueva de Alí Babá; está repleto de mangantes, ineptos o políticos egoístas. El Senado no tiene una utilidad real y nos cuesta al año 55 millones de euros. ¡Cuántas cosas se podrían hacer con ese dinero bien gestionado, Dios mío!
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…A continuación comenzaríamos despolitizando el Tribunal Supremo y la RTVE. Dejaríamos de financiar con nuestro dinero a los sindicatos, al igual que en su día se hizo con la Iglesia. Que pague el afiliado. Bajaríamos los sueldos de los políticos y sus privilegios; bonificaríamos con dinero a quien denunciase anónimamente al vecino por cometer fraude fiscal, firmar contratos basura, engañar al INEM, permitir enchufes en la Administración pública, aceptar sobre en B; equipararíamos el sueldo y las condiciones laborales del funcionario con el trabajador de la empresa pública; sancionaríamos al político que incumple sus promesas electorales con pena de cárcel; eliminaríamos el Plan Bolonia; externalizaríamos la enseñanza pública (profesores contratados desde empresas privadas), etc.
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…Por supuesto, nuestros representantes políticos saldrían de nuestras barriadas. Nada de partidos políticos. Un representante de cada barriada elegido democráticamente de entre los presentados por cada comunidad de vecinos. Se acabarían así las ideologías, el amiguismo, los puños en alto, el cachondeo del ‘y tú más’ en el Congreso. El político sería un funcionario más, ganaría poco más que un bibliotecario y estaría bien arraigado al pueblo.
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…Todo esto y más ocurriría si la gente pudiera pensar de verdad, si no estuviera entretenida con el pan y circo de las televisiones, manipulada por el ‘stablishment’ político. No somos egoístas o desmemoriados, amigo Remacha. En todo caso somos hilipollas.
02 octubre 2015 | 1:24