Tenemos que manejarnos dentro del desgobierno general de los mil mundos entrecruzados. Para estos asuntos particulares del equipamiento para el corredor las opciones suelen ser o tirar de millonadas o la paciente selección o el consejo sabio de un vendedor/conocido/revista especializada.
Luego está internet. Estamos. Donde todos podemos opinar y mostrar nuestro conocimiento. Cuanto más farragoso lo pongamos, más oscuridad arrojaremos a los que se acercan por primera vez a este asunto.
¿Qué zapatillas debería comprar? o, en la versión más compleja de la cuestión ¿Qué zapatillas debería comprar, que casaran con el presupuesto de compras de la familia, me solucionaran los dolores de rodilla y hagan juego con mi recién depilada pierna?
En este momento es cuando yo debería borrar este post pero, por razones corporativas (que viene de ‘cuerpo’, vamos, que me lo pide el cuerpo), contestaré. ¿Dónde acudimos? Hay análisis en revistas de running, comparativas en blogs de runners de gran experiencia, hay vendedores con suficiente corrido y visto como para que todos tengan un punto de razón. Las marcas tienen tiendas virtuales, catálogos virtuales, todo está a la vista de casi todos. Pero no daré guías sobre qué hacer o qué marcas me han ido mejor o peor. Por razones obvias:
(1) Mi cuerpo es mío y bastante mal hecho está como para extrapolar vuestra situación
(2) Aun habiendo probado muchas marcas, no sería justo para las demás. Ni esto es un blog comercial.
Sería más útil hablar de las tiendas o marcas que con cierta periodicidad, cada vez más, organizan pruebas de material. Me lo guardo para otro post por su utilidad.
Por tanto centrémonos en cómo encontrar a nuestro protagonista: LA ZAPATILLA. Para no complicarlo demasiado, bajo la premisa de que no existe la zapatilla ideal, siempre divido el tema en tres patas.
NECESIDADES. Qué le voy a exigir a la zapatilla. ¿Correré por el campo por terreno ondulado y buen firme? ¿Mi territorio es el gym y las cintas o las elípticas? ¿Piso el 80% de las veces sobre asfalto seco? ¿Barros impíos? ¿Correré rápido o estoy empezando? Si somos un poco ordenados tendremos un esquema realista y muy claro. Cuando tengas una pequeña lista hecha a mano o en alguna App pásate al …
PRESUPUESTO. Siento ser tan poco romántico y poner en juego los cartílagos a cambio de sufragar un hobby o tomar parte en el debate del comercio minorista, las cadenas de distribución, o los regalos de Reyes. Es fundamental saber qué nos ofrecen dentro de una misma gama, y prepararnos para conocer cuanto nos va a durar lo invertido. La obsolescencia programada no solamente sirve para la electrónica. Una zapatilla está hecha para durar x km, te hartarás de leer sobre ello. Evalúa si por un presupuesto puedes tener dos pares diferentes. Tu inversión es mejor y el machaque de articulaciones será más moderado. Quizá la calma y la comodidad de una zapatilla, por encima de la agresividad del diseño o la moda, puedan hacerte durar más años corriendo.
EL PUNTO DE PARTIDA. Nosotros. No busquemos en la zapatilla algo que no podemos aportar nosotros. ¿Ligereza? ¿Quién es ligero hoy día? ¿Control de pronación? ¿Amortiguación? ¿Tenemos bien chequeado el punto de partida de nuestro peso, de las articulaciones? Cuando surja un problema después de seis meses corriendo, no echéis la culpa a las zapatillas. Quizá empezábamos de un punto sub-cero y creíamos que estábamos en cero-a-uno. El estudio de pisada del que se habla en muchos sitios es muy útil como complemento. Personalmente, creo que nuestra pisada será más o menos buena. Si es muy-poco-buena los problemas en articulaciones aparecerán de todos modos. A lo mejor correr maratones no es lo mejor (pero sí correr moderadamente por superficies variadas, montaña) y no es un problema de la zapatilla. Hasta los primeros años de este milenio veía y leía preocupados debates sobre pronaciones y supinaciones. Ahora veo miles de corredores ocasionales con otros problemas biomecánicos (peso, estatura XXL, mecánica de braceo rara, inclinación del torso) y empiezo a cuestionarme si la pisada por sí misma es un factor.
Con un buen esquema te encontrarás unas opciones óptimas. Pregunta por esos modelos o por equivalentes. Ahí es donde los expertos sabrán donde dirigirte.
También (además de los expertos en pisada, muchas veces asociados a una tienda o un podólogo) expertos en eficiencia postural. O, simplemente, coge a un profano y que te vea trotar. Un obvio «es que corres como echado para delante» o «¿por qué encoges los hombros hacia detrás?» determinan otras cuestiones que deberás aprender a corregir o a vivir con ellas. Por eso, la zapatilla… yo le daría un 50% de influencia en nuestro disfrute del correr. El resto, a repartir en moderación/entrenamiento, educación postural, terreno sobre el que se pise, psicología del deporte o el «con qué objetivo estoy corriendo».
Sí, la sensatez. Y no la venden en tiendas especializadas.
Es una calamidad pero la sensatez nos fastidia siempre los caprichos. Sin sensatez sería más fácil materializar algunos de nuestros sueños. Sí. Todo eso es cierto. Este es un hobby al que llegamos tarde (la media de edad de comenzar a correr debe estar rondando los 30), con media vida resuelta y tiene una prensa muy rígida: «te hará sentir bien».
A ver. Es fácil que hagamos las cosas mal y nos dejemos de sentir bien corriendo. Por eso buscar siempre una segunda o una tercera opinión. La mía es que casi todas las marcas tienen un calzado para cada tipo genérico de corredor. Encontraremos pocos fiascos. Ya sabéis, sois libres.
Pero. Los malditos peros.
Si bien la tecnología del calzado deportivo es muy alta, su durabilidad es media, tirando a baja. Un motor de coche dura 250.000km y unas zapatillas ¿100 sesiones de 8km? Su márketing diez veces mejor que el servicio de información real para el corredor.
Como último truco, imagina que estás comprando un chaquetón para todo un invierno. Suele ser una buena equivalencia.
Suelo repasar una o dos veces el texto intentando meterle el diente como un lector. Faltan soluciones prácticas y faltan ejemplos concretos. Pero … ¿es suficiente para que os surjan preguntas e ideas?
De nada.
24 enero 2013 | 08:25
Interesante tema Spanjaard . A mi me costo mucho tiempo crearme un criterio sobre zapatillas . Empece dirigiendome a tiendas especializadas , el precio es algo alto aunque el buen asesoramiento de expertos tiene un coste que debemos asumir , alli una maquinita me dijo que ya no era masculino sino «neutro» . La cosa no funcionaba bien , me acerque a un prestigioso podologo deportivo que enfadado con la maquinita grito «¡ ni masculino , ni femenino , ni neutro , tu eres «pronador!» ( leccion : dejemos a los vendedores de zapas que vendan zapas y a los podologos que analicen pisadas) . Con los años fui abandonando las tiendas fisicas por compras en internet asesorado por amigos especialistas en la materia , probando todas las marcas pobles para conocer su tecnologia . Ahora una decada despues del inicio , tengo cuatro pares de zapas en uso , cada una para su terreno y ninguna coincide en marca , no son mejores ni peores que otras , simplemente son las que me ofrecian mejor relaccion calidad precio en el momento de su compra
24 enero 2013 | 09:17
Gran entrada, como siempre. Respecto a los estudios de pisada, soy algo reticente. Te los suelen hacer en cinta (donde cualquier parecido con correr es pura coincidencia) y encima en apenas unos minutillos. Ni puedes comprobar realmente la pisada de avance, ni sobre todo, ver la pisada en situación de cansancio, que es cuando realmente empezamos a tirar «con todo», forzar postura, y el riesgo de lesión es mayor. «Eres un poco pronador… llévate éstas, que son el último modelo y valen para todos». Menos mal que era gratis el estudio. «Ya me lo pienso, gracias». Sigo pensando… en concreto, sigo pensando que las próximas zapatillas me las volveré a comprar en la tienda de barrio de un amigo con el que he compartido muchos entrenamientos y que sabría decirme hasta lo que he desayunado solo con ver mi pisada.
24 enero 2013 | 10:02
Cuánta razón sito…
Lo primero es dejarse aconsejar por gente que sabe de la materia. Lo segundo es facilitar a ese experto lo que se pretende hacer (imagino que no es lo mismo correr por el campo, por la ciudad o en la cinta de un gimnasio) para que te busque el calzado y fundamental no escatimar en el calzado. Al final, lo mismo palmas más pasta por tener que buscar un rehabilitador / fisio porque te has cargado las rodillas.
En fin, que le sigo con mucha atención (aquí y en otros lugares).
No deje de escribir…
24 enero 2013 | 10:12
Creo que, como dices en tu autocomentario, «faltan soluciones prácticas y faltan ejemplos concretos». Sin embargo, creo que es todo un acierto, porque las soluciones prácticas en esto son personales e intransferibles.
Creo también que en esto de las zapas tenemos más tonterías que un mueble bar. Que si pronación, que si supinación, que si neutro…
Aquí lo que suele funcionar, aunque puede resultar caro, es el método «ensayo y error». La cuestión es probar hasta dar con algo que se adapte a tus gustos personales, que te haga sentir cómodo al correr. Lo malo es que hay tantos modelos de una misma marca que ni siquiera puedes decir yo soy de «asisc», de «saucony» o de Rita la Cantaora.
Y tampoco nos sirve eso de que sean amortiguadas en función del peso del que se subirá en ellas. Otros piensan que con una simple sandalia atada con una cuerda es suficiente. Hay defensores, detractores, explicaciones y estudios científicos para una cosa y para la contraria.
¿Qué se puede decir entonces? Pues lo que tú has dicho: Que seamos, sobre todo, sensatos. Y esto nos sirve para decidir qué necesitamos, para elegir entre las cien mil posibilidades comerciales que nos ofrecen, para probar y para, finalmente, darnos cuenta de si hemos acertado o no.
Yo, si me lo permites, solo daría un consejillo: Qué busquemos siempre el modelo del año pasado, porque siendo prácticamente igual – si no igual – que el de éste, sale a mejor precio.
24 enero 2013 | 10:36
Esto http://goo.gl/D2zrM
24 enero 2013 | 11:53
en el precio
24 enero 2013 | 12:04
Es un tema bastante peliagudo el de las zapas.. yo hace 6 meses desistí y opté por lo natural. Me compré unas playeras en los chinos de 2€, corté las gomas, les puse un par de cordones en desuso y me puse a correr!! Estoy enfadado con las zapatillas y la industria que lo rodea, nos tienen engañados. Pensad con qué calzado corrían antes de 1970. El problema no está en las zapatillas sino en la forma de correr. No sabemos correr y por eso talonamos, cosa que la industria zapatillerística aprovecha para vendernos unas zapatillas con hiperamortiguación y control de pisada que poco o nada va a hacer para evitar las lesiones que provoca nuestra mala conducta. Esto es como ir al médico por un dolor de cabeza y salir con una receta para dicho dolor. Si el médico fuera bueno y no estuviese vendido a las farmacéuticas, saldríamos con unos mejores hábitos que eviten lo que nos provoca el dolor de cabeza, pero eso ningún médico lo hace, verdad? las grandes marcas tampoco lo harán porque prefieren venderte lo que no necesitas.
Saludos!
24 enero 2013 | 12:24
necesito comprarme unas zapatillas ya, y está muy bien el post pero si luego te pones a buscar si esta zapatilla sirve para esto o para lo otro… pues yo no soy ningún entendido. Mi pregunta es. ¿¿Qué zapatilla necesito?? Las desgasto por fuera (no se si eso es pronación o supinación) estoy empezando a correr y lo hago por hierba habitualmente, sino puede ser hierba será por el monte, ocasionalmente asfalto. Hoy por hoy se me cargan los muslos. De peso estoy un poquito por encima pero dentro de lo saludable.
24 enero 2013 | 12:31
En verdad creeis que todo lo que nos meten por lo ojos en los anuncios es verdad,jeje, pues haber si inventan unas que te saquen a correr sin esfuerzo y con los beneficios.ejjeej
http://energiasolaraislada.blogspot.com.es/
24 enero 2013 | 14:30
para correr se necesitan piernas, lo demás es márketing
24 enero 2013 | 14:39
Tengo un criterio extraño pero que me viene dando buenos resultados. De entrada no pienso en marcas ni modelos, voy a la tienda y hago una primera selección con 10 ó 12 modelos. Voy descartando hasta quedarme con 2. El criterio es cómo las «sienten» mis pies. Y es curioso, las elegidas son aquellas que desde el primer momento los pies dicen: «estas son». Hasta ahora mis pies no se han equivocado.
24 enero 2013 | 15:08
Es un tema con chicha.
Aquí una guía bastante clara de cómo se desgastan las zapatillas, qué es la pronación (es un mecanismo natural de amortiguación que tiene casi todo bicho terrestre), etc. No lo toméis como la guía de XXXX para vender su producto. Es un resumen.
http://www.asics.es/running/knowledge/entendiendo-la-pronacion/
Aquí, el material con el que se elaboran la mayor parte de las suelas. La goma Eva (etilvinilacetato) y sus diferentes densidades. Tened en cuenta que se usan polímeros termoplásticos; o sea, deformables y elásticos. Pierden propiedades de amortiguación pasados un número n de zancadas por kilómetro. Calculad unas 800 o más (una milla viene del latín ‘milia passum’) multiplicado por x Kgs de peso, son unas 100 toneladas soportadas en cada pie durante los 0.3 segundos que dura la fase de amortiguación. http://es.wikipedia.org/wiki/Goma_EVA
Lo ideal sería llevar a un laboratorio cuatro modelos. Y evaluar su amortiguación y protección.
(a) un modelo de 2013 a estrenar, tope de gama
(b) un modelo de 2013 de gama media-baja (todos tenemos en la cabeza las marcas)
(c) un modelo (a) con 1200km de uso, de un corredor estándar de 75kg
(d) un modelo de 1995 con 1200km de ruta, similares condiciones.
Y comparar los cuatro modelos y aplicar una buena tabla relacional de precios según las calidades prometidas (a), (b), evaluadas (c), (d).
Luego ya cada uno que compre o regale lo que quiera. En definitiva, somos consumidores en un libre mercado.
24 enero 2013 | 19:24
Cabulo, es una buena manera de hacerlo si sabes cómo se comportan tus pies. Para novatos, sería arriesgado. Salvo que vengas de otro deporte donde tus pies también trabajen bastante.
Paytufo, si dices que tu peso es normal, que el uso será moderado y que tus sobrecargas son solo de los muslos, creo que cualquier zapatilla que se ajuste a tu pisada normal (pronación, consulta el enlace que acabo de colgar) te servirá. Los dolores y demás probablemente se mitiguen si aprendes a calentar y haces una preparación física completa, fortaleciendo todos los músculos que usas (tren superior e inferior) y estirando convenientemente. Puedes pasar a comprar por gustos, creo.
24 enero 2013 | 19:28
Más.
Unos muy buenos y sencillos ejercicios para fortalecer mediante la técnica correcta de carrera.
http://www.runners.es/entrenamiento/articulo/gana-fuerza-y-resistencia-tecnica-carrera
24 enero 2013 | 19:53
Yo prefiero el metodo «ensayo-error», tanto para mi como para otros. Hay gente que se mira la zapatilla en una tienda grande o en unos grandes almacenes porque se la encontró mas barata en Internet: hace un pequeño test en la tienda «por vergüenza» (cualquier persona, por vergüenza torera, no dedica mas de 5 minutos de su atención a algo que no va a comprar y mas cuando tiene a un vendedor detrás buscando su comisión) y luego se la pilla en casa con ese descuentazo. Luego resulta que, tras un par de tiradas, aquel chollazo no es tan cómodo como esperaba.
¿Vosotros le haríais asco a unas zapatillas con 20 kilometros que seguramente ese usuario eventual nos venda incluso mas baratas que su precio en Internet? Obviamente, depende de muchas historias: que igual te quedan tan mal o peor que al anterior propietario. Pero si sabes que esas te quedan medianamente bien, que el número es el tuyo (el número, ese gran drama comprando por Internet) y demás, no le veo ningún problema.
25 enero 2013 | 07:55
No se qué es lo mejor, ni siquiera con las lesiones, como para saberlo con las zapatillas. Te dan todo tipo de consejos, pero un día un probador me dijo que él las usaba hasta 8.000 kms.
Yo particularmente no me suelo desprender de ellas hasta que no me canso, 1.700/2.300 kms es lo que viene siendo habitual con las últimas. En realidad no jubilo hasta que no encuentro unas nuevas a buen precio.
Ahora mismo uso unas de 2.000kms, otras de 1.000kms y unas de 800kms para asfalto.
Creo que no me lesiono más que la media y con 75 kilos tampoco soy ligero. Se supone que ni siquiera debería correr.
Y las plantillas, pues igual, que sí, que a lo peor cuando sea viejo estaré peor de lo que hubiera estado si hubiera usado siempre zapas megalaleche y 500 kms máximo, pero, ¿es eso cierto?
De momento 12 años corriendo y cada día más cutre. Es mi experiencia por ahora, a lo mejor mañana es otra cosa.
25 enero 2013 | 11:35
Por cierto paytufo, que se te carguen los muslos es normal, a otros corredores se les cargan los gemelos, a otros se les producen diversas tendinitis. Correr tiene su parte de estrés para el cuerpo y más si estás pasado de peso y no hay nadie que corra sin molestias (si te observas bien podríais identificar «molestias» hasta al andar). Estira bien y olvídate de las molestias.
25 enero 2013 | 11:41