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Poner un pie delante de otro nunca tuvo tanta trascendencia.

¿Por qué me dan calambres?


Fuente Derek Zahler. Youtube.

– «A ver si paras quieto, amor»

Hasta no hace mucho tiempo yo creía que el mejor síntoma para saber si uno está a punto para echar a correr como un gamo, como un gusarapo o como un imbécil era, sin duda, que te sacudan terribles calambres por la noche. Pero de los gordos. De esos que te bloquean el gemelo y te ponen el dedo gordo del pie absoluta y peligrosamente tieso. Entonces, cuando te han dado dos calambrazos como dos pumas de salvajes y has despertado un par de veces a tu compañero/a de cama, te dicen esto:

– «Hijo/a. Tengo ganas que llegue el maratón y te desfogues»

Y no saben que es peor. Que corriendo nos darán más.

¿Qué es un calambre?

Es una contracción involuntaria de un músculo. Voluntariamente pocos (quizá existan masoquistas escogidos) desean contraer así ninguna extremidad.

Clínicamente se solían asociar a anormalidades de electrolitos en los músculos. El dificil equilibrio que guardamos mientras entrenamos para un maratón, los días de descanso, beber mucho, más, o hartarse, luego parar, cargar y descargar hidratos… toda esa tortura que ya conocemos todos.

Más recientemente se está comprobando que es una cuestión de transmisión neuronal. O sea, el ejercicio de correr envía demasiadas señales de estimulación a las neuronas extendidas hacia un músculo (motoneuronas). El músculo se fatiga por causas evidentes. Evidentes porque vas evidentemente jodido (estás corriendo una distancia anormalmente larga). El resultado es un desequilibrio frente a las sustancias que tenemos para inhibir la fatiga desde el sistema nervioso central.

O sea, vamos, corremos por fin el maratón que nos sugería nuestra pareja, y ¡entonces empezamos a conocer qué son calambres de los buenos!. King-size. Station Wagon. Full HD. Todas las putas siglas que conocemos para comparar lo más gordo se quedan cortas.

Y se nos queda la pierna como un palo mientras los demás corredores nos adelantan y vuelves a tu pensamiento:

– «No vuelvo a correr esto nunca más».

Y luego sacan las imágenes en la televisión diciendo que correr maratones no es saludable. En consecuencia, en casa te comentan el carácter poco saludable de tu hobby/pasión.

– «Chico, un día te va a dar un perrenque, que lo han dicho en la tele».

Es que somos muy dados a interiorizar cualquier mensaje que nos den los medios de comunicación.

¿Por qué a mí?

Pero tú ya te quedas con la duda. Afortunadamente Mourinho dirá algo sobre Casillas, o llegará una inesperada ola de calor en Julio y se dejará de hablar de nosotros. Mientras tanto, te hincharás a repasar tus hábitos previos, leer sobre qué dice la ciencia especializada o a comentar tu experiencia con un psicoanalista.

– «Para mí que hay algo cósmico que envía ondas a los músculos, diciendo que la suerte está echada, que ya llegó la hora de ponerse a correr. ¿Cómo afecta la cosmología a los musculos? ¿Me receta drogas de las gordas que tengo un maratón en otoño?

Una cosa parece inevitable. Y esto ha de servir para novatos o experimentados. Los calambres te darán mientras tus músculos lleguen al extremo de la fatiga y les sigas exigiendo más. Beber más, entrenar mejor, tener más flexibilidad, son todo herramientas que mitigarán la aparición de las temidas ‘rampas’.

¿Le dan calambres a Pablo Villalobos o a Chema Martínez o a Rosa Morató?

La suya es otra esfera de esfuerzo. Superior, bestial. Pero su entrenamiento es tan demencial (en el mejor sentido de la palabra) que les permite afrontar esos riesgos. Nuestro mundo es el de salir a disfrutar de la carrera. Un calambre ocasional nos dará una alerta incómoda, cómica, dolorosa, pero sirve para avisarnos de que nuestro cuerpo alcanza una cota máxima de paliza.

Yo creo que lo mejor es invocarlos y que nos cuenten ellos.

5 comentarios

  1. Dice ser Ivi

    Correr es de cobardes 😛

    18 enero 2013 | 11:05

  2. Dice ser Juan

    Menudo vocabulario… al segundo taco he dejado de leer.
    Mi conclusión, señor Arribas, es que usted no sabe escribir en un medio público.
    ¿Por qué se lo permiten? ¿Quién es más responsable de esta situación: la persona que no sabe redactar en un periódico, o el responsable que se lo autoriza?

    18 enero 2013 | 12:01

  3. Dice ser Bond,James Bond

    Gilipolleces,te dan calambres por no calentar o calentar mal…

    18 enero 2013 | 14:08

  4. Dice ser ANTONIO LARROSA

    No creo que los calambres te den por agotar a los músculos , pues yo he hecho pesca submarina a tope de pulmón libre durante horas nadando de un lado a otro sumergiéndome muchas veces muy profundo, he bailado horas sin descanso , he levantado pesa en mi juventud y he corrido mucho y nunca en esas acciones me ha dado un calambre , en cambio si estando calentito y descansado en la cama alguna vez, lo que no concuerda con lo que asegura usted, al menos en mi.

    Clica sobre mi nombre

    18 enero 2013 | 20:40

  5. Dice ser vity

    Haber Juanito….. caca, no entres solo, en internet, pide permiso a papá.

    19 enero 2013 | 18:18

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