Fotografía: foto del griego "phos" (luz) y grafía del griego "graphis" y "graphos" (escribir). Escribir con la luz.

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Una foto para cada titular

Ayer jueves los sindicatos UGT, CC OO, CSIF, STEM y CSIT convocaban a miles de personas en la Plaza de Cibeles de Madrid con el lema: “Para salir de la crisis: mas y mejor educación; más y mejor enseñanza pública”.

Toda manifestación tiene su cara y su cruz, y su foto más reivindicativa y más humana. El tratamiento del medio de comunicación y el titular elegido para el artículo determinará en muchas ocasiones la imagen publicada al día siguiente. Imaginemos titulares…

«Miles de personas salen a la calle para defender la escuela pública»

«Esperanza Aguirre privatiza la escuela pública»

«Yo amo mi escuela pública»

«Por una educación de calidad»

«Fiesta por una escuela pública»

«Una manifestación provoca el caos circulatorio en Madrid»

«Mr. Potato, nueva mascota de la Policía»

«Manifestantes cortan la Gran Vía en hora punta»

«La Policía intimida miles de manifestantes concentrados en Gran Vía»

Ironías y tópicos aparte, son muchas las imágenes que se suceden en una información. Y el titular y la imagen elegida, no dejan de ser una visión parcial del hecho acontecido.

Más condones, y menos oraciones

Llegaban a cuenta gotas hasta que una hora después, sumaban más de un millar.

No es fácil “colocar” en los medios de comunicación una reivindicación vecinal en los tiempos que corren. El ingenio apremia, y los lemas de la marcha así como la pancarta al uso han de ser cuanto menos originales y fotogénicos.

… “Más condones y menos oraciones”, “Mirad al cielo y roban el suelo” o “Creer en Dios vale, en los curas cuesta”… eran algunos de los eslóganes más empleados.

La foto podría estar protagonizada en esta ocasión por el mismo Benedicto (pancarta en mano), parte de su clérigo (con máscaras de Rouco) e incluso algún cardenal con un cinturón plagado de “preservativis”.

Su lucha: la paralización del proyecto aprobado por el Ayuntamiento de Madrid para construir varios edificios para uso del Arzobispado de Madrid, conocidos popularmente como «Minivaticano» en lo que ahora es el parque de la Cornisa.

La marcha, con parada obligada frente a la Catedral de la Almudena, no pasaba desapercibida para vecinos, católicos practicantes o turistas, que se sumaban a la banda de música a ritmo de palmas bajo la atenta mirada de Juan Pablo II.

Esta manifestación no era la única en la ciudad durante el fin de semana: seis el sábado bajo los lemas“»Manifestación por la huelga general«; «Ciudad Lineal contra el fascismo y el Racismo«; “Vallekas contra el fascismo”; “Estamos con el trabajador. ¡Medidas contra la crisis!”; “»No pagaremos vuestras crisis capitalistas, ¡es hora de cambiar!«; «No pagues la crisis del capital» y otras tres el domingo: “La marcha por la vida”; “Soy inmigrante, mis derechos no están en oferta” y “Sólo parque en la Cornisa/Vistillas”.

Al final van a tener razón en lo de montar un manifestódromo…

Palos a la prensa

Y al final se lió parda. El desalojo en la Universidad de Barcelona por el plan Bolonia acabó en fuertes altercados entre estudiantes y Mossos. Y la prensa, en medio (como siempre).

Foto: EFE.

Este tipo de informaciones no están nunca exentas de correr riesgos. Los unos por manifestarse, los otros, por proteger bienes y personas, y la prensa, por estar ahí para informar.

Foto: Toni Albir / EFE

Hay que estar cerca, muy cerca, para poder captar la imagen que ilustre objetivamente el acontecimiento. Y la defensa de unos, o la desobediencia de otros, hacen que paguen el pato los que están en medio, debidamente acreditados e identificados.

Hace pocos meses, en Madrid, un compañero de la agencia Reuters recibió por parte de la Policía Nacional cuando desarrollaba su trabajo en una manifestación. Foto: Manuel Endo.

Ayer le tocó a Guillem Valle, fotógrafo del diario ADN. Acabó con la ceja rota y dos porrazos en las piernas mientras trabajaba dando cobertura gráfica a la manifestación.

Foto: ACN

Al parecer, Agentes antidisturbios de los Mossos d’Esquadra atacaron a un grupo de periodistas gráficos, debidamente identificados con el correspondiente brazalete, cuando la manifestación atravesaba Via Laietana.

Foto: ACN

El Conseller de Interior, Joan Saura, ha lamentado lo sucedido y ha anunciado hoy que la semana que viene su departamento firmará un convenio con el Colegio de Periodistas para aumentar los distintivos de identificación de fotógrafos y cámaras de televisión y garantizar «el derecho de información”.

Ya va siendo hora. A ver si hacen lo mismo en toda España.

Todas las almas tienen perdón, menos la tuya, Ruiz Gallardón

Esta historia se remonta a principios de 2006, cuando la implantación de los parquímetros en la periferia de Madrid provocó un gran revuelo ciudadano.

Se cortó la M30 durante muchas tardes…

Se vivieron no pocos momentos de tensión…

Se pintaron las líneas de los parquímetros…

Aparecieron destrozados…

Con el paso del tiempo, ya nos conocemos todos: Policías Nacionales, Policías Municipales, personal del SELUR, manifestantes y prensa.

Colectivos vecinales de Carabanchel, Hortaleza y Barrio del Pilar convocaban ayer miércoles de ceniza el “Entierro del Parquímetro”. Manifestación que discurrió desde la Plaza de Cibeles hasta la Plaza Mayor de Madrid.

La primera manifestación, la de los medios de comunicación. Llegamos media hora antes de la convocatoria para coger ambiente. La Policía toma posiciones, anota los eslóganes de los manifestantes y fija el recorrido.

Llega Pedro. Nos saludamos. Junto a él, aparece Jesús, ya disfrazado. Tras un caluroso saludo, le pregunto por su señora. En la última manifestación, la mujer tenía la salud algo delicada. – Poco a poco, pero vamos tirando –

La procesión de medios, manifestantes, policías y personal de limpieza comienza su andadura. Son las seis y media.

Subimos la Calle Alcalá, ante el asombro de viandantes y turistas. Giramos en Sevilla…

… y llegamos a la Puerta del Sol a eso de las siete y cuarto. Se nota que llega el buen tiempo. Pongo el flash.

Tomamos la Calle Postas…

… y llegamos a la Plaza Mayor.

Entierro oficial del parquímetro. Se elevan las plegarias: «Todas las almas tienen perdón, menos la tuya, Ruiz Gallardón«.

Son casi las ocho. A correr. Hay que transmitir. Adol espera las fotos.

¿Inocentes o culpables?

Artículo 270 del Código Penal. Ley Orgánica 10/1995

1. Será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años y* multa de 12 a 24 meses quien, con ánimo de lucro y en perjuicio de tercero, reproduzca, plagie, distribuya o comunique públicamente,

en todo o en parte, una obra literaria, artística o científica, o su transformación, interpretación o ejecución artística fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada a través de cualquier medio,

sin la autorización de los titulares de los correspondientes derechos de propiedad intelectual o de sus cesionarios.

2. Será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años y multa de 12 a 24 meses quien intencionadamente exporte o almacene ejemplares de las obras,

producciones o ejecuciones a que se refiere el apartado anterior sin la referida autorización.

Igualmente incurrirán en la misma pena los que importen intencionadamente estos productos sin dicha autorización,

tanto si éstos tienen un origen lícito como ilícito en su país de procedencia; no obstante, la importación de los referidos productos de un Estado perteneciente a la Unión Europea no será punible

cuando aquellos se hayan adquirido directamente del titular de los derechos en dicho Estado, o con su consentimiento.

3. Será castigado también con la misma pena quien fabrique, importe, ponga en circulación o tenga cualquier medio específicamente destinado

a facilitar la supresión no autorizada o la neutralización de cualquier dispositivo técnico que se haya utilizado para proteger programas de ordenador o cualquiera de las otras obras,

interpretaciones o ejecuciones en los términos previstos en el apartado 1 de este artículo.

Salen a la calle a buscarse la vida.

Nos hemos acostumbrado a verles correr por las calles, “jugando” al escondite con la Policía.

Ayer se manifestaron en Madrid.

¿Inocentes o culpables?