Visitamos uno de los centros de recuperación de animales de la Comunidad de Madrid.

Como en cualquier hospital, encontramos los primeros letreros, donde se nos pide silencio.

Atiende a más de 3.000 especies al año en unas instalaciones cuanto menos curiosas: enfermería, quirófano, UCI, rehabilitación, fisioterapia… también encontramos una sala de necropsias y laboratorios.

Hablamos con Ernesto. Nos cuenta que muchos de estos animales son tratados por envenenamientos, electrocuciones y abatidos por cazadores furtivos. Es muy importante recopilar esta información, por eso realizan autopsias a todos ellos. De esta manera, podemos marcar en un mapa dónde se producen envenenamientos o se caza ilegalmente.

Continuamos la visita. Una garduña está siendo tratada en uno de los quirófanos. Fue atropellada hace unos días, y se encuentra en estado de shock.

En otra de las salas se está tratando a un mochuelo. Necesitará rehabilitación y unas sesiones de fisioterapia para recuperar el movimiento de una de sus alas, nos dicen.

Llegamos a la UCI, donde observamos la evolución de estos animales.

Sólo el año pasado, en un día de viento, se atendieron en este centro en un mismo día a 25 cigüeñas que habían caído de sus nidos. Entre los inquilinos de la UCI, encontramos a una cigüeña negra.

Otro de los problemas es la domesticación de los animales. Pierden el instinto, por lo que hay que darles de comer y no pueden ser liberados, como este pequeño jabato.

Polluelos huérfanos…

Animales atropellados…

Y muchos de ellos, en fase de recuperación y cría, como el galápago europeo, en peligro de extinción.

60 personas, entre profesionales y voluntarios, trabajan en este centro. Nos comentan que en caso de encontrar algún animal malherido o muerto, debemos avisar al SEPRONA. Un equipo de rescate de GREFA también se encarga de recoger a estos animales: 627.461.457.