La entrega de los Goya 2010 no dejó indiferente a nadie. La jornada de domingo amanecía fría y soleada, muy fría y soleada… Y a las once de la mañana, los más madrugadores esperaban junto al Palacio de Congresos con sus equipos fotográficos, escaleras, y bolsas con bocadillos improvisados…
Yo llegué a eso de las doce y media, y coloqué mi equipo y mi escalera en el puesto número veintiuno… El resto de la mañana y parte de la tarde estuvimos haciendo turnos para comer, tomar café, leer la prensa, o un buen libro… e ir al baño… hasta las seis de la tarde, hora en la que la organización abría las puertas a los medios acreditados.
Aún quedaban cuatro horas para el comienzo de la gala. ¿Y qué hacemos durante todo este tiempo? En primer lugar, coger sitio. Es uno de los momentos más tensos de la jornada. Primero en la alfombra verde, y después, sin perder tiempo, en la sala de prensa, donde posarían después los premiados.
A las siete y veinte de la tarde, Andreu Buenafuente inauguraba oficialmente el photocall de la alfombra verde.
Después de fotografiar actores, actrices, modelos, presentadores y perros… se acercaba el comienzo de la gala. Pero faltaba ella…
Y a las diez de la noche, comenzaba la función. Los periodistas se lanzaban al catering dispuesto para los medios, mientras los fotógrafos comenzaban a enviar apresuradamente el material gráfico al tiempo que subían las escaleras para coger y asegurar el sitio anteriormente reservado en la sala de prensa. Mientras tanto, los cámaras recogían a toda velocidad sus equipos y volvían a montarlos de nuevo en la misma sala de prensa. Y otros tantos periodistas corrían hacia la sala de prensa para comenzar a enviar las crónicas. Y casi sin respirar, poco después, llegarían con cuentagotas los veintiocho premiados de de la noche…
Llegamos al final de la carrera. Y a la una menos diez de la madrugada se producía el desenlace final. Celda 211 se proclamaba ganadora de esta edición de los Premios Goya.
Tras ellos, la fotografía de grupo que cerraba la edición.
Después… el envío de imágenes a toda velocidad, las llamadas de teléfono, las prisas por el cierre de las ediciones… hasta las dos de la madrugada…
El reloj marca las cuatro y media de la madrugada. Y a esta hora, muchos de los compañeros gráficos seguirán en sus casas enviando el material a periódicos, revistas y agencias… para que ustedes puedan estar bien informados de todo lo que ocurrió en esta edición de los Goya…
Y así finaliza esta carrera de locos de la información gráfica. Hasta el año que viene, Premios Goya…