Contar historias a través de una fotografía es curioso: observas durante horas cómo se mueve el mundo, con la intención de congelarlo en el momento preciso. Capturar una imagen es fácil, pero lograr que diga algo, que transmita, que tenga voz propia, no lo es tanto. Putas alegres y actores tristes, vagones vacíos y calles llenas, mendigos ricos y famosos pobres, días negros y noches blancas, paseos del prado y cañadas reales... La vida corriente es extraordinaria, y llevo unos años descubriéndola, y fotografiándola. Te invito a compartirla conmigo. Bienvenid@.