Fotografía: foto del griego "phos" (luz) y grafía del griego "graphis" y "graphos" (escribir). Escribir con la luz.

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La otra cara de la noticia

La Gripe A nos toca cada vez más cerca. Primero en Barajas, Hoyo de Manzanares, Leganés, Fuencarral… A los pocos minutos de saltar la noticia, los medios se desplazan como «Autos locos» a verificar y captar los primeros testimonios de afectados y vecinos.

Así lo ven unos…

Así lo vemos otros….

Gripe A, fiebre de medios

Domingo cualquiera en un pueblo cualquiera de la sierra de Madrid. La Gripe A ha vuelto (si es que se marchó en algún momento). 18 nuevos contagios en un cuartel militar situado a unos kilómetros del centro del pueblo, y 507 militares en cuarentena, han hecho saltar la alarma mediática.

Medio centenar de periodistas, juegan al ratón y al gato en busca de información, rompiendo la normalidad de Hoyo de Manzanares. Televisiones, radios y periódicos escuchan, preguntan, graban y fotografían… así una y otra vez, durante horas y días… buscando pistas, y titulares.

Terracitas llenas, comercios abiertos y aire puro por todas partes. Los niños juegan en la plaza del pueblo, los más mayores, en la taberna de turno, los fieles salen de la parroquia…

Al llegar a la farmacia de guardia (punto obligado de visita) observan la cámara con recelo. “Nadie ha comprado mascarillas. La gente está tranquila”. – “Buenos días”, dice Octavio, mientras espero fuera, ante la atenta mirada de clientes.

Continuamos la visita. Octavio charla con vecinos y vecinas, más preocupados por una plaga de piojos en el colegio que por la propia Gripe A. Marchamos al cuartel.

Al llegar, una decena de compañeros hacen guardia. Algunos llevan poco tiempo, otros horas. Cojo sitio e indago. No hay movimiento alguno. Llegó algún familiar, salió algún militar de permiso… el cuartel es enorme…

Son casi las tres de la tarde. Los periodistas se retocan, las piezas se terminan de editar y se mandan por satélite. Los gráficos seguimos esperando impacientes cualquier movimiento.

Llamo a Esther: “No me esperes para comer. Llegaré tarde a casa”.

Mascarillas en Barajas

Madrid, 14:00h. Multitud de periodistas apostados en el Aeropuerto de Barajas. Bajamos del coche y seguimos el improvisado cableado, que marca el camino “de baldosas amarillas”, desde el exterior del recinto, hasta el lugar de la noticia. No es difícil perderse.

La información viene dada por la gripe porcina procedente de México. Siete cámaras de televisión, con sus respectivos, ayudantes de sonido (los más afortunados), ayudantes de cámara (los más afortunados), periodistas (los más afortunados), unidades móviles de enlace, así como cinco fotógrafos, y cinco redactores de periódicos y agencias, nos encontramos junto a la puerta de llegadas número 11 de la Terminal 4 del aeropuerto madrileño.

Junto a nosotros, un centenar de personas que esperan impacientes la llegada de familiares y amigos.

Contra su voluntad, se han visto, de repente, protagonistas de la información. Algunos se muestran indiferentes, otros molestos, y la inmensa mayoría, receptivos con los medios.

Se acerca la hora. A las 14.30 dos vuelos procedentes de México aterrizan en la península. Sus pasajeros serán en minutos los protagonistas de informativos, y hoy martes, de los medios escritos.

Sus historias serán quienes atestigüen el trayecto de vuelta. Sus preocupaciones, serán las nuestras, y sus iras, temores o esperanzas, las pruebas que dan fe a la realidad vivida.

Llega el momento, se abren las puertas. La confusión de los vuelos es evidente. “¿Viene usted de México?- preguntan los redactores. Los gráficos, esperamos impacientes.

La fotografía solicitada requiere un contexto específico: las dichosas mascarillas, que son aún más protagonistas que los propios pasajeros.

Primeras mascarillas, y primeras ráfagas. Los medios se abalanzan hacia el inocente pasajero, que tras horas de vuelo, sólo desea abrazar a los suyos, y llegar a casa cuanto antes. La fortuna hace que la paciencia sea un grado, y nos atiendan amablemente.

Siguen las mascarillas, y los destellos. Hay que conocerlo todo en poco tiempo: qué han visto, cómo les han tratado, qué les han dicho, quién les ha atendido, de qué manera, cómo han viajado, dónde les han llevado… así un largo etcétera hasta poder hacer un perfil de sus noticiables vidas, con nombres y apellidos…

El “circo” mediático es patente en ciertas informaciones. “Estamos trabajando” – comenta alguno, mientras pasajeros y familiares observan atónitos la escena expuesta, entre empujones…

Cosas de la prensa.

Charlize Theron en Madrid

Jueves, nueve de la mañana. Los más madrugadores del oficio han llegado, como es habitual, un par de horas antes para coger sitio. El photocall comenzará a las once de la mañana en Casa de América. Yo he llegado a las diez. Maldito atasco con el cartelito de las narices. Esperamos fuera.

Un photocall es una zona habilitada para la prensa en algunos eventos, donde el personaje posa para los medios. Suele ser una lona o cartel, generalmente acabado en brillo, cosa que no favorece para nada el trabajo, por cierto. Esta vez es mate, afortunadamente…

Esta profesión es mayoritariamente masculina. Se salvan pocas féminas, contadas con los dedos de las manos: Marta, Sandra, Laura, Begoña, Mónica, Josefina, Emilia… Ya he comentado alguna vez que somos una pequeña familia… y hoy, la sonrisa de la parte masculina de los gráficos, es patente: hacía tiempo que no se “disfrutaba” de la espera. “Es Charlize Theron”, comentan algunos…

Llega la hora. Todos preparados en un miniespacio habilitado al efecto: La Sala Miguel de Cervantes. Aunque dispuesto en tres alturas, no se podían alzar demasiado los brazos… como es habitual. Pero nadie se queja, porque es… Charlize Theron.

Se acabó lo bueno: retraso de diez minutos (también habitual). Nos impacientamos. Los frescos de Casa de América son cuanto menos curiosos. Hacemos tiempo, cada uno con lo suyo.

De nuevo preparados, llega Charlize Theron…

Viene acompañada de Guillermo Arriaga y José María Yazpik, director y actor protagonista de la nueva película “Lejos de la tierra quemada”.

Pedimos a Charlize que pose sola: aquí va parte del minuto de gloria:

Finaliza el minuto de gloria. Pedimos a la organización que Charlize pose un poco más. Nos comentan que no puede. “Las estrellas son así”- dicen en la sala.

Tenía razón Sandra… Al final, visto lo visto, no era para tanto. Aunque esos sesenta segundos, merecieron la pena…

Odio los micrófonos

Fernando Meirelles presenta en Madrid “A Ciegas”, una película basada en la novela de José Saramago “Ensayo sobre la ceguera”.

Llego tarde a Casa de América. Imposible aparcar (la lluvia es directamente proporcional al atasco, que es directamente proporcional al caos en el centro de Madrid).

La rueda de prensa ha comenzado. Las teles, graban pacientemente al fondo de la sala.

Los redactores, toman notas en sus butacas de la sala.

Los fotógrafos… por el suelo, como siempre, haciendo imposibles… Intento coger sitio, evitando molestar al personal…

Malditos micrófonos.

Acaba el acto. Tengo una última oportunidad.

Llega el caos de libros para firmar de periodistas y no periodistas que esperan impacientes la rúbrica del Premio Nobel.

Por fin «solos».

Lo dicho, odio los micrófonos…

El precio de hacer bien tu trabajo

Recuerdo hace ya casi tres años cuando le conocí. Tomamos un café y nos contaba lo esperanzado que estaba con «La Distancia». Iba al Festival de San Sebastián, y podría ser una buena oportunidad para su carrera.

Y cómo cambia el cuento. Con el éxito de Sin Tetas… ahora parece que necesita algo de relax. Es el injusto precio de darse a conocer, de la fama… o del éxito en tu trabajo, de hacer bien su trabajo. Se llama Miguel Ángel Silvestre, no “El Duque”.

Recuerdo también a Paco. Actor exitoso que sin quererlo, se ha convertido en “El Luisma” de muchos españoles. Se llama Francisco León, no “Luisma”.

Recuerdo también a Antonio, “Fiti” para los amigos de la tele, también llamado Fructuoso Martínez en la serie de televisión Los Serrano. Se llama Antonio Molero, no “Fiti”.

También tenemos a Amparo, más conocida como “Sole” en Siete Vidas. Su trayectoria profesional es enorme. Se llama Amparo Baró, no “Sole”.

También encuentro a Carmen, más conocida como “Aída”. Igualmente refleja un currículum envidiable, como el resto. Se llama Carmen Machi, no “Aída”.

También recuerdo a David y José Manuel, más conocidos como “Estopa”. Y llevan ya diez años haciendo que muchos canten sus canciones. Se llaman David y José Manuel Muñoz, no “Estopa”.

También tenemos… Ayer martes, entrevistábamos en la redacción del periódico a Soraya, Soraya Amelas. Al realizar parte del reportaje fotográfico en un jardín próximo al aparcamiento del edificio donde se encuentra la redacción, alguien se escondió junto al garaje y comenzó a gritar ¡Vivo poyeya! …

Todos ellos soñaban con trabajar en algo que les apasionaba (como todos nosotros). Estudiaron interpretación, arte dramático, expresión corporal, baile… o simplemente soñaban con cumplir su sueño, y llegaron. El éxito les ha reconocido en su trabajo, y les ha encasillado en un papel que ha determinado (o no) su carrera. Y el público y los medios les han colocado en portadas de periódicos y revistas.

Su fama tiene como contraportada un precio, un duro precio en su vida personal que pagan todos los días cuando van a la compra, al cine o a tomar una cerveza (como hacemos todos).

Pero no olvidemos que al fin y al cabo, están ahí porque han hecho bien su trabajo. Son personas, y no personajes, como lo son Aída, Fiti, El Duque, Estopa, Sole o Soraya.

Si te los encuentras por la calle, y les quieres saludar, llámales por su nombre. Es la mejor manera de agradecer su buen trabajo.

Las goteras de los Goya – II Parte

Comienza la gala y hay que correr hacia la primera planta. Hay que volver a coger sitio. Algunos llevamos transmitiendo el material gráfico durante un rato, otros lo hacen ahora velozmente portátil en mano, teléfono en mano, pda en mano…

No podemos demorarnos mucho, porque comenzarán a llegar los premiados en breve. La organización ha dispuesto cuatro salas de prensa:

La primera, para redactores.

La segunda, para RTVE.

Una tercera, donde posarán los premiados para todos los medios.

… y una cuarta, para aquellos afortunados que pueden parar entre premiado y premiado…

Comienzan los premios… creo recordar que 28…

Carmen Machi sube a la sala de prensa a realizar un directo. Comenta que ha aparecido una bota de uno de los premiados… Por cierto, nos ofrece bombones.

Entre premiado y premiado, descubrimos que los Goya también se rompen.

Hasta que llega ella…

Y llega él…

Después, llegó el otro gran momento de la noche: director y película triunfadora de la gala: vamos, «lo de siempre»… Fesser apareció con seis Goyas, seis, junto a parte de su equipo de rodaje de “Camino”.

Al momento, fotografía de familia de premios y premiados. Fin de la gala. Son las doce y media de la noche…

Hay que transmitir rápido. El periódico está pendiente del cierre. Y mañana, bueno, hoy, es lunes…

Jorge París

Las goteras de los Goya – I Parte

Un evento tan cargado de información, bien merece más de un post. Voy a intentar ser escueto, e ir al grano. Primera parte:

Algunos guardaban sitio desde las doce de la mañana, aunque la gala comenzase a las nueve y media de la noche. Cosas de la prensa, si quieres buen sitio, hay que madrugar.

Y llegaron las sorpresas. Junto a la flamante alfombra verde, en el interior del Palacio de Exposiciones y Congresos de Madrid, las goteras buscaban también su sitio. Al principio goteaba un poco, luego otro poco… hasta el punto de tener que poner impermeables a las cámaras.

¿Qué hacer hasta la llegada de famosos? Algunos leen, otros charlan, otros comen… Lo bueno de estas historias es que nos conocemos casi todos.

Antes de la llegada del famoso, balance de blancos y últimos preparativos de los equipos. Algunos disparan con una cámara, otros con dos… no hay que perder detalle de peinados, ropas, zapatos y bolsos.

El Gabinete de Prensa ofrece a los medios curiosas informaciones acerca de cómo van vestidos los famosos. Más sorpresas… ¿quién iba vestido/a de Zara?

Unas disimuladas letras colocadas en la verde alfombra, marcaban la distancia idónea donde debía situarse el personaje y posar ante la prensa..

Y comienza la fiesta…

Cantantes, artistas, actores… van pasando por la alfombra… a destacar los zapatos de Pablo Carbonell (si, son de dos colores) y los vestidos de Mar Saura y Belén Rueda…

Y llegaron ellos…

Y más famosos, y más actores… y ministros, y más actores, y más famosos… y comenzó la ceremonia.

Continuará…

Una de cal y otra de arena

Ayer hablábamos de las alfombras rojas, y hoy lo hacemos de las alfombras negras: los sucesos. Fotografiar la desgracia ajena no es plato de buen gusto, si no más bien una necesidad que reclama la audiencia (y el medio). La importancia que tiene en los sucesos la imagen es vital, ya que es el sujeto de la información, la parte más objetiva de una historia. Casi siempre es el testimonio directo de la sin razón, y también del infortunio. Hablamos de la muerte en primera persona.

La información, sea del tipo que sea, acaba siendo un ceremonial de acontecimientos que siempre se repiten. En particular, en la información de sucesos, la prensa nunca es bien recibida (comprensible, por otra parte).

Hay que llegar como sea al lugar de los hechos, cuanto antes, y evitar el cordón policial. Hecho esto, aquellos “afortunados” que pasan la primera criba, han de fotografiar al fallecido y su entorno. Después, llega la espera al juez de guardia, que a veces aparece en minutos, y otras veces tarda algunas horas…

En ese transcurso de tiempo, es probable que aparezcan familiares y amigos de la víctima. Llegará más tarde el furgón de la funeraria, que se dispondrá a levantar el cuerpo y trasladarlo al Anatómico Forense. En función de la hora, acabará aquí o no la información gráfica. Si ha pasado el mediodía, habrá que ir al Anatómico al día siguiente, ya que éste cierra a las dos y media. Si no es así, habrá que ir hasta allí para intentar localizar a familiares y amigos de la víctima, hasta ahora anónima, para ponerle nombre al día siguiente en los periódicos. En el peor de los casos, habría que intentarlo en el Tanatorio…

Creedme que no resulta nada fácil, ni amable, preguntar a nadie cómo era el fallecido, qué aficiones tenía, si tenía hijos… La cámara acaba siendo un escudo que separa la información de las emociones.

Llegamos a la puerta del Anatómico forense, donde sus onces escalones separan la vida de la muerte, y donde en su interior, se retan cara a cara. ¿Qué hacemos en esos momentos? Esperar. A veces minutos, y a veces horas. Cámara en mano, los medios allí presentes, nos miramos. Y rompiendo el silencio presente, siempre, o casi siempre, alguien dice en voz baja: “qué putada”.

P.D. Tirando de archivo, y de estadísticas, este año visitaré el Anatómico Forense unas veinte veces. De momento, este año ya estuve allí el pasado 12 de enero.

Cuidado con la prensa

La exposición pública de los famosos ante los medios es un auténtico examen de grado donde su trabajo, fama y/o reputación pública puede quedar en entredicho en cualquier momento.

Hay que estar bien asesorado del dónde se va, con quién se va, cuándo se va, por qué se va, y cómo se va… y saber elegir hasta el último detalle de su puesta en escena: color de ropa, tipo de peinado, maquillaje, tacones, escotes, ropa interior… Nunca se sabe dónde puede haber una cámara.

Quizá por eso nos tienen tanto miedo a los fotógrafos, expertos en condiciones climatológicas adversas, gasas, sedas y mercerías varias, giros inesperados y poses inapropiadas. Si quieres evitar ser portada al día siguiente en los medios, toma nota:

1. Cuidado con el viento. Puede jugarte una mala pasada.

2. Evita realizar poses extrañas, si no llevas ropa interior.

3. Viajes por tierra, mar o aire, puede haber fotógrafos en todas partes. Ten cuidado.

4. Ojo con los tirantes.

5. Gasas, licras y tejidos elásticos han de combinarse con ropa interior, a ser posible, y preferiblemente del mismo color.

6. Si practicas deporte, en lugares públicos, multiplica por cinco el número de cámaras que están pendientes de ti.

7. Si quieres enseñar, utiliza las transparencias. Si no es así, evítalas siempre.

8. Si te pica, ten cuidado…

9. Sin ropa interior, cruza las piernas…

Fotos: Korpa y MailOnline