Recuerdo hace ya casi tres años cuando le conocí. Tomamos un café y nos contaba lo esperanzado que estaba con «La Distancia». Iba al Festival de San Sebastián, y podría ser una buena oportunidad para su carrera.
Y cómo cambia el cuento. Con el éxito de Sin Tetas… ahora parece que necesita algo de relax. Es el injusto precio de darse a conocer, de la fama… o del éxito en tu trabajo, de hacer bien su trabajo. Se llama Miguel Ángel Silvestre, no “El Duque”.
Recuerdo también a Paco. Actor exitoso que sin quererlo, se ha convertido en “El Luisma” de muchos españoles. Se llama Francisco León, no “Luisma”.
Recuerdo también a Antonio, “Fiti” para los amigos de la tele, también llamado Fructuoso Martínez en la serie de televisión Los Serrano. Se llama Antonio Molero, no “Fiti”.
También tenemos a Amparo, más conocida como “Sole” en Siete Vidas. Su trayectoria profesional es enorme. Se llama Amparo Baró, no “Sole”.
También encuentro a Carmen, más conocida como “Aída”. Igualmente refleja un currículum envidiable, como el resto. Se llama Carmen Machi, no “Aída”.
También recuerdo a David y José Manuel, más conocidos como “Estopa”. Y llevan ya diez años haciendo que muchos canten sus canciones. Se llaman David y José Manuel Muñoz, no “Estopa”.
También tenemos… Ayer martes, entrevistábamos en la redacción del periódico a Soraya, Soraya Amelas. Al realizar parte del reportaje fotográfico en un jardín próximo al aparcamiento del edificio donde se encuentra la redacción, alguien se escondió junto al garaje y comenzó a gritar ¡Vivo poyeya! …
Todos ellos soñaban con trabajar en algo que les apasionaba (como todos nosotros). Estudiaron interpretación, arte dramático, expresión corporal, baile… o simplemente soñaban con cumplir su sueño, y llegaron. El éxito les ha reconocido en su trabajo, y les ha encasillado en un papel que ha determinado (o no) su carrera. Y el público y los medios les han colocado en portadas de periódicos y revistas.
Su fama tiene como contraportada un precio, un duro precio en su vida personal que pagan todos los días cuando van a la compra, al cine o a tomar una cerveza (como hacemos todos).
Pero no olvidemos que al fin y al cabo, están ahí porque han hecho bien su trabajo. Son personas, y no personajes, como lo son Aída, Fiti, El Duque, Estopa, Sole o Soraya.
Si te los encuentras por la calle, y les quieres saludar, llámales por su nombre. Es la mejor manera de agradecer su buen trabajo.