En el mundo hay dos tipos de personas: quienes han visto El señor de los anillos y quienes, además, se han leído los libros. Luego hay subcategorías, como quienes se leyeron los libros ANTES de que existieran las películas, y luego están los otros: las rarezas, quienes NI pelis NI libros.
Pero en fin, al lío: que yo todo esto os lo cuento porque quienes hemos leído los libros de Tolkien manejamos algunas informaciones que, aunque parezca imposible, no figuran en las películas. Y uno de esos datos IMPORTANTÍSIMOS es que este próximo jueves, 22 de septiembre, es la fecha del cumpleaños de dos protagonistas de la saga. Felicitemos, pues, a Bilbo y Frodo, que cumplen muchos, muchos años 🙂
Que nadie se preocupe: esto no cuenta como curiosidad de la peli. Pero sí es mi excusa para arrancar este post con diez de mis curiosidades favoritas en torno a El señor de los anillos. Y es que tan fantástica aventura, aunque no se llegara a contar en la película, comenzó un 22 de septiembre, durante la fiesta de cumpleaños de Bilbo Bolsón.
1. Hay una peli de dibujos de los años ’70
Si no he titulado el post «10 curiosidades de La comunidad del anillo» es solo porque esta curiosidad, sí o sí, la tenía que meter. En 1978, la Warner hizo una cinta de animación que era «una obra maestra de la animación con tecnología nunca antes vista» y en la que consiguió embutir, en unos impresionantes 132 minutos, la historia de los tres libros (La comunidad del anillo, Las dos torres, El retorno del rey).
Fe de erratas: en la cinta de animación no se incluyeron los tres libros, sino solo los dos primeros.
Gandalf y Saruman son el mismo señor con ropa diferente, Frodo está hecho regulinchi y a Sam no le dan todo el mérito que se merece. Vamos, igual que en las películas.
A partir de ahora, solo curiosidades de La comunidad del anillo:
2. El maestro Saruman.
Creo que podemos afirmar, sin miedo a equivocarnos, que el actor Christopher Lee, encargado de dar vida a Saruman, era, de todos los miembros del reparto, el mayor y verdadero fan de la saga de libros de J. R. R. Tolkien. De hecho, era el único del equipo que había conocido personalmente al escritor, y tenía por costumbre leer El señor de los anillos una vez al año, hasta su fallecimiento en 2015. Lo genial es que esa era una costumbre que mantenía desde que los libros fueron publicados. La comunidad del anillo vio la luz en 1954. Lee ya tenía entonces 32 años.
Dado su conocimiento sobre el universo ESDLA, fue también de los primeros del equipo en involucrarse en la producción. Incluso intervino con ideas de vestuario y maquillaje para diferentes personajes, incluidos los orcos y otras linduras de la Tierra Media.
3. Que no falte un golpe bien hecho.
Es sorprendente en cuántas películas alguien se da un golpe de manera accidental y queda tan bien que deciden dejarlo (desde Richard Gere pillándole un dedo a Julia Roberts en Pretty Woman a Daryl Hannah, cuando se astilló un codo contra una ventanilla en Blade Runner). Aquí fue Sir Ian McKellen, el mismo Gandalf en persona, quien, precisamente en una escena en la que tropezaba con una lámpara, al darse la vuelta se dio un buen coscorrón contra una viga en la casa de Bilbo, pero continuó actuando con tal naturalidad que Peter Jackson, el director, decidió dejar la escena tal cual.
Hay otro «susto» que también se dejó en el corte final, y es cuando Billy Boyd (Pippin) grita al estallar el dragón en la escena de los fuegos artificiales. Él creía que la explosión se haría en una escena separada, y se asustó de verdad cuando le explotó delante. Pero su grito quedó muy bien (MUY, MUY bien), así que Jackson lo dejó también.
4. Toda una escena de un solo lado.
El de Gandalf contra la viga fue un golpe que se dejó, pero hubo otros tantos que no quedaron tan resultones: Legolas se rompió una costilla durante un salto, Liv Tyler se cortó el muslo con la espada mientras se enfrentaba a los Nazgul y Mortensen se partió un diente que hubo que reconstuir. Pero hay un golpe que no fue durante el set y, sin embargo, tuvo consecuencias en el rodaje:
Tal vez el ojo atento se haya dado cuenta de que, cuando la compañía alcanza Moria y descubre la tumba, durante toda la escena Aragorn solo aparece del lado izquierdo. Pues esto se debe a que Viggo Mortensen, igual que casi todo el equipo, se dedicaba a surfear en las costas de Nueva Zelanda en sus ratos libres, y el día antes de rodar esa escena tuvo un accidente bastante escandaloso que le dejó el lado derecho lleno de moratones. El equipo de maquillaje no fue capaz de disimularlo, así que Jackson optó por, sencillamente, grabarle solo del otro lado.
5. A Boromir no le gustan los aviones.
Es muy sabido que Sean Bean (Boromir) le tiene fobia a volar, y solo lo hace si es absolutamente necesario. Al parecer, y bajo su criterio, si para subir a lo alto de unas montañas nevadas a filmar tiene la opción de escalar durante dos horas, vestido ya como Boromir, pues no es absolutamente necesario subir hasta allí en helicóptero, como el resto del elenco. Y eso es lo que hacía: dos horas de escalada, desde la base de la montaña hasta el set, junto a la cima.
6. Gimli es el más alto.
Sí. John Rhys-Davies interpreta a Gimli, el enano, hijo de Glóin, descendiente de Durin I el Inmortal, señor de Moria. Pero, además de todo eso, con su metro ochenta y cinco largo de estatura, también era el actor más alto del elenco que formaba la compañía.
Por cierto, no pretendo que os estalle la cabeza ni nada, pero Gimli y Sallah, de Indiana Jones, son la misma persona.
7. La pasmosa profesionalidad de Aragorn.
Hay actores que son un quebradero de cabeza por ser unos dejados de la vida (véase Jack Nicholson) y otros que pueden serlo por todo lo contrario: implicarse al 200% con su personaje. Curiosamente, en el caso de esta película ese fue Viggo Mortensen, que se empeñó en hacer sus propias acrobacias y escenas de riesgo, quiso usar en todo momento una espada real de acero (en lugar de las réplicas de goma o aluminio) y llevarla encima incluso cuando no estaban filmando para no «salirse del papel», pidió que le dieran más líneas en élfico (Mortensen tiene habilidad para los idiomas y habla con fluidez inglés, español y danés) y, según Bob Anderson, su maestro de esgrima, el actor es «el mejor espadachín» que ha entrenado.
Digo que «curiosamente» porque no deja de ser curioso que Mortensen firmara para el papel cuando ya se había iniciado la filmación, sin conocer a Peter Jackson ni haber tenido contacto con El señor de los anillos: pero fue su hijo, Henry, que por entonces tenía once años, quien lo empujó a hacer el papel porque él era fanático de los libros.
8. Empezar a lo grande.
Puede que Mortensen se uniera a la filmación cuando esta ya había empezado, pero más curioso todavía es lo de Orlando Bloom, que consiguió el papel de Legolas dos días antes de terminar sus estudios en la escuela de arte dramático.
Bloom había tenido algún pequeño papel en televisión en los ’90, pero nada trascendente. Su primer papel importante sería este, y menuda manera de estrenarse.
9. Hobbiton.
El precioso pueblecito de La Comarca donde viven Frodo y Bilbo (y Sam, y merry y los demás) se hizo, en Nueva Zelanda, un año antes de empezar el rodaje de la película. La razón era que querían dar margen a que hierba, flores, plantas y huertos crecieran de manera natural para darle el verdadero aspecto de ser un lugar real, y no un decorado creado con inmediatez. Se utilizaron, cómo no, ovejas para que pastaran en las llanuras y mantener así controlado el crecimiento de la hierba.
10. Regalos de despedida.
Es común, al terminar la filmación de una película, que las estrellas protagonistas se lleven recuerdos del rodaje. En este caso, Jackson, les regaló a Elijah Wood (Frodo) y a Andy Serkis (Gollum) uno de los anillos utilizados como «anillo único» en la cinta. La gracia aquí deriva en que ambos creían que tenían el único. Bien jugado, Jackson.
Un par de puntualizaciones para completar los datos:
El golpe de Gandalf, si bien es cierto que no estaba en el guion, hay entrevistas donde el actor comenta lo planeó él, a espaldas de Jackson. El gilpe es real, que no estaba en el guion es real, pero todo fue una idea propia de Ian McKellen.
John Rhys-Davies sí era el actor más alto de los 9 de conformaban la comunidad del anillo, pero ahí nuestro querido Saruman medía 1`96 de alto.
Por cierto, que fuese tan alto le impidió rodar muchas muchas escenas con el resto para no tener que hacer tantas modificaciones en post-producción. Le sustituyó un doble al que luego cambiaron la cara.
19 septiembre 2022 | 9:53 am
La película de animación de 1978, no consiguió embutir, en unos impresionantes 132 minutos, la historia de los tres libros (La comunidad del anillo, Las dos torres, El retorno del rey, tan sólo La Comunidad del Anillo y parte de Las dos Torres. El resto jamás se rodó.
19 septiembre 2022 | 10:14 am
«En este mundo hay dos tipos de personas» Esa frase está robada de El bueno, el feo y el malo.
19 septiembre 2022 | 3:37 pm
Muy buen artículo, enhorabuena! Sólo un apunte: no es cierto que John Rhys-Davies fuera el actor más alto del elenco, porque Christopher Lee media 1’96…
19 septiembre 2022 | 4:27 pm
Todo muy bien…, salvo un dato: la cinta de animación del 78 no adapta los tres libros, sino solo los dos primeros. De hecho, es tan oscura que la BBC produjo su propia secuela, pero mucho más infantil, y la tituló, esta vez sí, «El retorno del rey»
19 septiembre 2022 | 6:25 pm
El más alto era Saruman, christopher Lee con 1.96
20 septiembre 2022 | 3:59 pm
Pues resulta que hay una segunda película de dibujos/musical de un par de años después de la que mencionais, narrada por gandalf y con un grafismo más agradable que la primera. Cuenta a grandes rasgos lo que aparece en la primera y se centra en el retorno del rey.
27 septiembre 2022 | 7:56 am