Os digo que esto me emociona muchísimo porque Jumanji está, sin duda alguna, en mi top 5 de películas de los noventa. Puede que también en mi top 3, aunque nunca me he parado demasiado a meditarlo.
Era 1995 y se estrenaba en cines este largometraje de casi dos horas de duración (mucho, para la época) dirigido por Joe Johnston, también responsable de la dirección de Océanos de fuego y Capitán América: El primer vengador, por ejemplo.
Jumanji fue un clásico instantáneo y un éxito de taquilla (con un presupuesto de 65 millones de dólares recaudó en todo el mundo 262 millones). Y no era para menos, porque tenía todo lo que podíamos desear: niños, juegos de mesa, fantasía, aventura, un punto de miedete, cientos de animales salvajes por todas partes y, por si eso no fuera suficiente, al magnífico Robin Williams al frente del reparto. No se puede pedir más.
Y creo yo que ha he tardado mucho en traérmela al blog. Hoy, os cuento 10 de curiosidades increíbles que —probablemente— no sabíais sobre Jumanji.
1. ¿De dónde viene Jumanji?
Jumanji es un libro ilustrado para niños, publicado en 1981 y escrito e ilustrado por Chris Van Allsburg, autor de otras jodas infantiles como Zathura o Polar Express. El libro original, como seguro que os podéis imaginar, es una verdadera joya, muy difícil de conseguir y nada barata.
2. ¿Qué significa «Jumanji»?
Cuentan que Chris Van Allsburg dijo que «jumanji» es una palabra zulú que significa «muchos efectos» y que alude a «las emocionantes consecuencias del juego» (este dato se dice en la película). Sin embargo, he de deciros que yo he indagado en un par de diccionarios de zulú y no he encontrado el término «jumanji» (ni junto, ni por separado, aunque tal vez lo esté escribiendo mal).
Sin embargo, sí que existe en chino «jù man jí», que significa «nivel completo».
Y luego está la versión de Robin Williams, que contó en alguna ocasión que cada vez que alguien le pregunta por el significado de la palabra él se inventa algo, como que es el nombre de una isla en el Caribe.
3. Williams casi no improvisó.
Lo sé, lo sé. Esto es un despropósito. ¿Cómo no va a haber improvisado EL GENIO DE LA IMPROVISACIÓN, si hasta cuando fue el genio de Aladdín improvisó medio guion? Pues no. De hecho, Joe Johnston tenía muchas reservas con respecto a contratarlo para el personaje de Alan Parrish precisamente porque temía que no fuera capaz de adherirse al guion, pero al parecer Williams entendió que era una historia muy firme y necesariamente estructurada y no se permitió a sí mismo improvisar. Solo improvisó —dicen— en algunas escenas con Bonnie Hurt que, finalmente, fueron casi todas repetidas.
Puede que lo más parecido que se ve a una improvisación en el metraje final son los sobresaltos del actor en la escena donde Van Pelt le dispara, ya que los disparos sonaban tan fuerte en realidad que Williams se sobresaltaba de verdad.
4. Sí improvisaba en el set.
Claro, en algún momento tenía que explotar toda esa creatividad, y lo hacía en el set de rodaje. De todos es sabido que algo que al actor siempre le encantó era alegrarles el día a sus colegas. Tanto es así que, por ejemplo, mientras él filmaba Aladdín, Steven Spielberg estaba con La lista de Schindler y lo llamaba con frecuencia por teléfono para ponerlo en altavoz y que contara chistes al equipo para subirles el ánimo. Durante el rodaje de Jumanji, hacía frecuentes imitaciones para sus compañeras/os de reparto. Kirsten Dunst dijo después en una entrevista que «su imitación de Jodie Foster en Nell es algo que jamás olvidará».
Kirsten Dunst, por cierto, tenía 13 años y era solo seis meses mayor que Bradley Pierce, quien interpretaba a su hermano pequeño. Y para su papel (el de Judy Shepherd) audicionó Scarlett Johansson.
5. La gente adoraba a Williams
His movie Jumanji was filmed in my NH town. A mural on a brick wall advertising the fictional Parrish shoes from the movie is still there. A impromptu memorial sprung up there after his death. pic.twitter.com/vCNBXn4S5o
— Salty Old Bitch is rooting for Ukraine 🌻🌻🇺🇦 (@NHRunningLady) September 25, 2021
Pues vaya cosa, ¿no? Todo el mundo adoraba a Robin Williams. Es que aquí pasó una cosa bonita: durante la filmación en Keene la gente de Keene (New Hampshire), donde se rodó la película, se volcó con el actor, y el alcalde incluso le hizo entrega de la llave de la ciudad. El cartel de Parrish Shoes (la fábrica de zapatos del padre de Alan, el personaje de Williams) se conservó y, de hecho, todavía está allí. Cuando el actor falleció en 2014, se improvisó un memorial con flores y velas debajo del cartel.
6. La historia del padre de Williams
En una ocasión, en una mesa redonda, le preguntaron a Williams si la relación con su padre se parecía a la que tenía Alan Parrish con el suyo. El actor comentó que su padre también «era severo y elegante», pero también contó que la relación entre los Parrish se parecía más a la que su padre había tenido con su abuelo:
Lo maravilloso de mi padre es que nunca me habría obligado a hacer nada, porque a él le había sucedido algo temprano en su vida que no quería que me pasara a mí. Tuvo que renunciar a un sueño. Su padre había sido muy rico y cuando murió, lo perdieron todo y mi padre se vio obligado a trabajar en una mina a cielo abierto en Pensilvania. Cuando yo encontré algo que amaba (la interpretación), mi padre vio eso y me animó a seguir adelante con ello. Eso es lo verdaderamente genial: cuando puedes conectarte en ese nivel.
7. Una de las pioneras del CGI
Ver esto a mediados de los ’90 era como ver en el siglo XII llorar a una estatua: otro planeta. Jumanji incorporó imágenes generadas por ordenador (CGI) a una escala a la que no estábamos acostumbrados, y nos llenó de bonitas anécdotas alrededor de esto.
Por ejemplo, para la escena de los rinocerontes utilizaron un enorme ariete metálico para derribar la pared, y luego sustituyeron el ariete por los rinocerontes. Se ve una cebra volando cuando regresa al tablero que, en realidad, es una vaca de Twister reciclada. El que todos los animales fueran introducidos por CGI también fue un alivio en un determinado momento, cuando empezó a rumorearse que un elefante había muerto durante la filmación de una estampida (imposible: no había animales vivos). Y Williams dijo que trabajar con tantos CGI era como tomar alucinógenos porque, literalmente, tenías que intentar «alucinar» que los animales estaban ahí.
8. Van Pelt y el padre de Alan son la misma persona.
Jonathan Hyde fue el actor encargado de encarnar al padre de Alan Parrish en la película, pero también él era su némesis, el cazador Van Pelt. Esto es un guiño a la historia de Peter Pan (recordemos que en Hook Williams interpretó a Peter), en cuyas representaciones el mismo actor suele ser George Darling (padre de Moira) y el Capitán Garfio.
9. Detalles musicales.
Hay varios. Uno de ellos es que cuando Alan ya es adulto y se está afeitando tararea la canción de La isla de Gílligan, que veía cuando era pequeño (en 1964). Otro es que, cuando lo monos se quedan mirando el escaparate de una tienda de electrodomésticos, lo que se ve en la televisión es una escena de El mago de Oz (la de los monos voladores, concretamente). Y cuando Peter está en el supermercado preparando una trampa para Van Pelt la música de fondo es muy similar a la que suena cuando Kevin prepara las trampas para los ladrones en Solo en casa (1990).
También hay una escena en la que Van Pelt entra en una tienda de armas y, de música de fondo, en la radio, está sonando el himno de México. Cuando la película se estrenó en México tuvieron que cambiar esa música, porque la ley prohibía que se exhibiera el himno del país en situaciones comerciales o cómicas, de manera deliberada o no.
10. Robin Williams fue el mejor pagado.
Y, sin embargo, no aparece hasta el minuto veintiocho de la película. Porque él lo vale todo.
Amor y amistad
01 junio 2022 | 7:24 pm