Es probable que, si no estáis dentro u os interesa en cierta medida, al menos, el mundo de la moda no sepáis quién es Thylane Blondeau, pero esta mujer, nacida en 2001, empezó a modelar a los cuatro años para Jean-Paul Gaultier y, cuando tenía seis, protagonizó una fotografía que se viralizó (todo lo que podía algo viralizarse en 2007) y se la conoció como «la niña más bonita del mundo».
Si habéis tenido un poco de atención, por el comentario con el que abro este post os podréis imaginar que Blondeau sigue ligada, a sus 21 años, al mundo de la moda.
La modelo no dejó de posar para importantes diseñadores y marcas (Ralph Lauren, Lacoste, L’Oréal, Chanel). Posó para Vogue en 2011 y fue portada de revista por primera vez a los 13 años. Debutó en la pasarela de Milán a los 16, con Dolce & Gabanna, para cuya campaña de primavera/verano fue incorporada junto a Zendaya, Rafferty Law (el hijo modelo de Jude Law) y Lucky Blue Smith, y, en 2018, su rostro volvió a hacerse internacional gracias al Independent Critics, donde declararon que era «la cara más bonita del mundo», cuando tenía 17 años.
Además, tal como ella cuenta en sus redes sociales, ha fundado su propia marca de ropa, No Smile. Y el año pasado desfiló en la Semana de la moda de París, a principios de otoño, para Etam, una marca de ropa interior de la que continúa siendo la imagen.
De peque yo era muy guapito, muy muy bonito, me molestaban con eso de qué ojazos más bonitos, qué dientes, ese pelo… y ahora me cuesta reconocerme, pero da igual.
01 junio 2022 | 9:25 am