Seguimos revisando los inicios de las grandes productoras de cine. La United Artists nació con un ideal casi platónico, como una asociación de artistas que deseaba mantener el control creativo de sus obras. Pronto se dieron cuenta que no podían mantenerse al margen del mercado cinematográfico habitual.
Como bien indica su nombre, se creó en 1919 al amparo de grandes creadores de la industria del momento, que se unieron para dar forma al proyecto. Entre ellos se encontraban perfiles muy variados, desde el genial Charles Chaplin al director D. W. Griffith, y también contó con los actores estrella del momento, Douglas Fairbanks o Mary Pickford.
Inicialmente la razón de esta unión artística se basó sobre todo en la voluntad de los actores y directores de tener el control de sus obras, algo que se incluía en los estatutos fundacionales de la compañía. Las cintas eran manejadas y controladas casi en su totalidad por las productoras, pero este concepto de empresa tan idealizado duró poco, debido sobre todo a la presión de los grupos de inversión y banqueros que habían aportado el capital de la nueva productora, principalmente Dupont de Nemours, la gran rival de Kodak en la fabricación de soportes y cintas.
Su primera producción fue His Majesty, the American (Joseph Henabery, 1919) con Douglas Fairbanks de protagonista. Ya en los años 20 adoptó las estrategias habituales del resto de productoras, como por ejemplo en la compra de salas de distribución. Los comienzos fueron difíciles por la ausencia de éxitos iniciales, lo que provocó que Griffith abandonará pronto el proyecto.
Las grandes obras de Chaplin, como actor, director y guionista, llevaron el sello de la United Artists. Así encontramos títulos como La quimera del oro (1925), Tiempos modernos (1936), su primera producción donde aparece sonido o El gran dictador (1940), donde por vez primera se escucha en el cine la voz del maestro de la mímica.
En los años 30 ya era una productora más, aunque aún en un nivel inferior a las cinco grandes (Fox, Paramount, Metro Goldwyn Mayer, RKO y Warner Bros). Formaba parte de la MPPDA, Motion Picture Association, al amparo de la autocensura propugnada por el Código Hays de 1930, sustentado por los grandes poderes económicos, como Morgan y Rockefeller, y con gran influencia de las ligas puritanas norteamericanas.
Después de la Segunda Guerra Mundial produjo películas de baja calidad (serie B), y las deudas económicas obligaron a sus fundadores Chaplin y Pickford a vender sus participaciones. Pronto volvió el prestigio de la compañía de la mano de actores y directores con talento, como Robert Wise o Billy Wyler.
Tras pasar por problemas económicos en los años 50, durante los 60 vivieron muchos éxitos, sobre todo en la distribución. Entre las destacadas se encontraba West Side Story (Robert Wise, 1961) que obtuvo 10 premios Oscar, incluyendo mejor película y director. También participaron en la saga de James Bond, que comenzó en 1962 con Agente 007 contra el Dr. No.
En los años 70 y 80, la firma tuvo muchos éxitos de la mano de los grandes como Woody Allen, Martin Scorsese, Milos Forman o Brian de Palma. Otro gran logro de recaudación y premios lo consiguió gracias a la saga de Rocky de Sylvester Stallone.
La compañía fue comprada por la Metro en 1981. Actualmente pertenece al grupo MGM Television, Metro-Goldwyn-Mayer Television Group and Digital, una gran productora y distribuidora de televisión norteamericana.
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