Este pasado fin de semana he visto la película de Barry Levinson sobre la historia del polaco Harry Haft, que logró escapar a su fatal destino en los campos de exterminio nazis gracias a su destreza con los puños.
El superviviente de Auschwitz (Barry Levinson, 2021) es un biopic que mezcla el boxeo y la Segunda Guerra Mundial en uno de sus puntos más dramáticos, el holocausto y los campos de la muerte. Es la vida de Harry Haft (1925-2007), polaco de ascendencia judía que tras la invasión de Alemania terminó en el campo de Auschwitz. Tuvo la fortuna de ser captado por un oficial de las SS por su complexión y fortaleza, para que peleara con otros presos y divirtieran a sus captores, que apostaban por el reo que quedaba en pie mientras que el perdedor era asesinado en el improvisado ring.
La película nos ofrece a Harry Haft (Ben Foster) afincado en Estados Unidos tras la guerra. La historia se centra en la búsqueda de su amor de juventud que la guerra había truncado, mientras trata de hacerse un hueco como púgil profesional ayudado por su hermano Peretz (Saro Emirze). Cuando decide contar la historia de su vida en Auschwitz al periodista Emory Anderson (Peter Sarsgaard), logra algo de notoriedad que le permite enfrentarse al legendario e invicto Rocky Marciano. Con pocas posibilidades de victoria, fue su último combate.
La historia está basada en el libro que escribió su hijo Alan (Kingston Vernes) y el director revive el pasado del protagonista con flashback donde muestra la difícil relación con el nazi de las SS Schneider (Billy Magnussen), la necesidad que tuvo de sobrevivir gracias a sus puños y cómo logró escapar en los últimos momentos de la guerra. Son recuerdos en blanco y negro que le atormentan durante toda la cinta. Harry se casó con Miriam Wofsoniker (Vicky Krieps), tuvieron tres hijos y vivieron de un negocio familiar en Brooklyn.
Aunque por momentos, la interpretación de Ben Foster nos recuerda algo a Robert De Niro en Toro salvaje (Martin Scorsese, 1980), como una persona que vive atormentada, el director lleva la historia a buen puerto, al fin y al cabo, no deja de ser una película y la búsqueda de su amor perdido obtiene recompensa al final. Incluso es muy acertada la interpretación de Danny DeVito, que pese a ser preparador de Marciano, simpatiza con Haft al que da consejos para sobrevivir a un auténtico «Rey del KO».
La historia se parece mucho al argumento de «El triunfo del espíritu» (1989) con Willem Dafoe
21 febrero 2024 | 2:21 pm