No todas las revoluciones se realizan con gritos y armas, a veces un simple silencio basta para socavar aquellos que tratan de imponer sus ideas. Hoy vamos a recomendar una cinta alemana sobre las consecuencias de las primeras revueltas contra la ocupación soviética que se vivieron en los países del este de Europa tras la Segunda Guerra Mundial.
La revolución silenciosa (Lars Kraume, 2018) nos trae un hecho que sucedió en Berlín en los tiempos iniciales al Telón de Acero que dividió Europa y Alemania. Ni siquiera se había levantado aún el muro que partiría el alma de Berlín, cuando comenzaban las disidencias en algunos países, algo que podía hacer temblar los pilares del entramado soviético.
La historia nos cuenta un grupo de estudiantes que deciden mostrar apoyo y solidaridad con las revueltas húngaras, cuyas noticias apenas pueden escuchar por la radio. Sin embargo un inocente silencio comienza a poner nerviosos a los dirigentes comunistas de la Alemania Oriental. Los alumnos Leonard Scheicher (Theo), Kurt (Tom Gramenz) y Lena (Lena Klenke) lideran la «osadía estudiantil» que ni siquiera puede evitar Schwarz (Florian Lukas), el transigente director de la escuela. Todo se complica cuando se pone en manos del Ministro de Educación Lange (Burghart Klaußner), un comunista radical que quiere solucionar la «contrarrevolución».
‘La revolución silenciosa’ está disponible en plataformas como Prime Video o Filmin.
La historia es un hecho real y el guión está basado en el libro homónimo que escribió una de sus protagonistas, Dietrich Garstka. La película se hace bastante entretenida además de ofrecernos una visión geopolítica de momentos trascendentales en Europa.
Tiene buenas puntuaciones tanto en IMDb (7,4) como en Filmaffinity (6,7). Consiguió cuatro nominaciones en los Premios del Cine Alemán de 2017. Optaba a la Mejor película pero no consiguió ningún galardón.
“Os habéis revelado para ser librepensadores y eso a ningún sistema le gusta, sois enemigos del Estado porque pensáis por vosotros mismos y actuáis en consecuencia”
La Revolución húngara de 1956
Durante los meses de octubre y noviembre de 1956, se produjo una revuelta en Budapest, donde los ciudadanos demandaban liberarse del yugo soviético. El problema húngaro era una de las consecuencias de la desestalinización tras la muerte del dictador Stalin en 1953. Desde ese año, gobernaba en Hungría Imre Nagy, un político reformista que trató de implementar un programa basado en las liberalizaciones tanto a nivel político como económico. Aunque en un primer momento fue depuesto por la Unión Soviética, cuando volvió al cargo trató de restaurar un sistema basado en partidos políticos e incluso pretendía que Hungría saliera del Pacto de Varsovia. Estos cambios no podían ser permitidos ni siquiera por la Unión Soviética de Kruschev. El ejército soviético invadió Hungría y detuvo a Nagy, que fue fusilado.
János Kádár, líder del Partido Socialista Obrero húngaro, le sucedió y continuó la senda de reformas en el país. Promovió una industria de consumo e incluso la venta libre de algunos productos. El Nuevo Mecanismo Económico aprobado en 1968, permitía fundar pequeñas empresas privadas. Kádár se mantuvo en el poder hasta su muerte en 1989. Este periodo político es conocido como el kadarismo.
Tráiler de de ‘La revolución silenciosa‘ (2018)
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Películas aleccionadoras. Estas si seria recomendable pasarselas a todos los niños y jovenes porque son forjadoras de ideas políticas, morales y civicas.
23 enero 2022 | 7:42 pm