El vapuleo sin piedad a Irene Junquera en ‘Gran Hermano VIP’, que recibe tortas de todos los lados

Kiko y Tupé consolando a Irene Junquera. (FOTO: TELECINCO)

A Irene Junquera ahora mismo le dices que si quiere currar de saco de boxeo en un gimnasio de barrio malo y te dice que sí. Total, se iba a llevar menos leches, tortas, navajazos y reproches que en Gran Hermano.

Y es que Irene es una outsider, que es una forma pija de decir que no pertenece a ese mundo y como tal no es aceptada. Es como si a Irene le pones un disfraz de Pluto y la intentas colar en una manada de lobos salvajes. Lo mismo algo recelan los bichos.

Y eso le pasa en Gran Hermano. Está rodeada de gente de tele y lo que es peor en este caso, de gente de realities. Ellos y ellas saben lo que quieren, cómo hacerlo y a quién se tienen que llevar por delante. E Irene, pobre entró allí pensando que se puede ser uno mismo, que se puede actuar como en la vida real, y no.

Irene está desubicada porque vaya a dónde vaya le está esperando una hostia como una hogaza de pan. Para esta muchacha los cuatro puntos cardinales son malos. Ah, y si se está quieta, pues también se lleva una leche.

Pero ¿sabéis a quién le gustan también las caricias fuertes casi sopapos? A mi. Mis buzones de soplamocos y/o abrazos de osos amoroso son estos:

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Y vamos con la gala por orden, que para eso estoy aparte de para lucir melena.

El amor incipiente entre Estela y Kiko se llevó buena parte de la gala. Y es que estos dos están pelando la pava. Pero pelándola que parecen una fábrica de procesado de aves. He visto orgías donde pelaban menos la pava que estos dos.

Diego Matamoros no quiso ir al plató, según dijo Jordi González, porque estaba muy afectado. Creo que fue por una dolencia que se manifiesta con sendas calcificaciones incipientes en la zona parietal. A Diego se le saltan las lágrimas cuando se da en el meñique del pie con la mesita de noche y cuando oye la canción de El Venao.

Pero Sofía, a la que valor hay que reconocerle, sí estaba en plató, viendo cómo su chico es cada vez menos su chico. «Le aconsejé que se dejara llevar», dijo Sofía. Y eso ha hecho Kiko: se ha dejado llevar. Como a Nueva Zelanda, o así se ha dejado llevar. Tú recoges a Kiko haciendo autostop y 500.000 km después llevas el coche al desguace y aún le tienes en el asiento de atrás dejándose llevar.

«Yo aún no me he lucrado por esta historia, que es una historia de mierda», se quejó Sofía, a la que acusan de montajista. ¿Y quién no es un montajista en los tiempos de IKEA? «Es una historia de mierda»… me encantaría verla trabajando de cuentacuentos a unos niños.

– Os voy a contar un cuento de mierda, es de un niño de mierda que se llamaba TEO y que hace cosas de mierda en sitios de mierda.

– ¿Seño, puedo ir al baño a hacer caca?

– Eres un niño de mierda. Ve y no me defraudes.

En la casa Kiko oye los abucheos del plató. Cuando un animalista salta al ruedo en medio de una corrida lo que se oyen son piropos y solicitudes de abrazos, alborozo y felicidad al lado de lo que se oye en plató cada vez que Kiko hace o dice algo.

«Cualquier reacción hacia mi persona es malísima, ¿por qué?, no me cuadra», dijo Kiko de los abucheos. Muchacho, porque le estás poniendo los toriles a tu novia con una soltura y una habilidad que si ésto fuera gimnasia rítmica te ponían más nota que a Nadia Comaneci.

«No recibo ningún gesto de cariño de fuera«, se quejaba Kiko. Claro, es como si sales al balcón y te pones a echar escupitajos a los que pasan y luego te llama la atención que no te hagan gestos de cariño.

«¿Tu crees que Sofía está enfadada?«, se preguntó Estela. No, estela, está que le duelen las mejillas de sonreír. Vive en una puta nube de algodón feliz. Lo mismo os manda una caja de condones mojados en curare de lo feliz que está.

«Si la persona que tienes fuera te la lía por algo así, chao, pescao», dijo Estela, que no comprende que sus roneos con Kiko puedan ser motivo de enfado, rencor o desconfianza.

«Yo estoy muy tranquila, porque si mi pareja ve que me estás cuidado y respetando, cuando salga de aquí te dará las gracias por apoyarme«, dijo Estela JA JA JA JA

Sí, Diego no fue al plató porque le estaba buscando a Kiko un regalo en El Corte Inglés, no te jode. Diego Matamoros se va a tatuar la cara de Kiko en una nalga.

«Me siento confundido a nivel emocional. Nunca he tenido una amiga», alegó Kiko, que piensa que el único contacto que un varón puede tener con una hembra es para espermatizarla.

Esquema de la concepción de la relación de hombres y mujeres en la mente de Kiko:

plug in lets go GIF by Team Tumult

En el plató, Sofía alegaba: «Yo tengo amigos con los que no me enrollo«. JA JA JA Creo que lo decía como una excepción, rollo «eh, que yo tengo amigos gays» o «yo no soy racista, que tengo un vecino negro». Pues eso, que Sofía tiene amigos con los que no se ha enrollado. Feos y que no salen en la tele, seguramente.

«Creo que controlo la situación, pero es imposible, porque está la mente y el corazón, ¿con qué actúo? Gana el corazón», aseguró Kiko, que es más repipi que coger una copa estirando el meñique.

«Que pase lo que tenga que pasar, no me voy a cohibir de hacerlo«, expresó el maromo. Eso, va, qué puta mierda es esa de no hacer cosas que puedan hacer daño a los demás.

Por cierto, que alguien haga algo con el tupé de Kiko, por favor. Se le está yendo de alto. Que ahora mismo pide una subvención para ponerle ascensor a su peinado y se la dan. ¿Es que no puede entrar un peluquero, un jardinero o un señor con un lanzallamas y rebajárselo un poco? Va a acabar clavándole la cabeza entre los hombros del peso. El próximo vuelo que coja va tener que hacerlo con el pelo metido en el maletero de arriba.

Estela: «Me siento muy protegida, Kiko me lo está haciendo aquí todo muy fácil«, dijo Estela, que vive en la calle de la piruleta, en el barrio de la inocencia. Ya verás cuando sepa lo difícil que se lo está haciendo Kiko fuera.

«Sigo enamorada de él como una perra», dijo Sofía en directo en el plató. Madre del amor hermoso. Cómo se enamoran las perras, las que más. Yo he visto a perras llevándole ramos de flores a sus perros. El otro día vi a una perra salchicha cantándole rancheras a un pastor alemán que estaba en un balcón.

«La que más tiene que perder eres tú y que por dos abrazos...», se quejó Kiko. Dos abrazos, dice. «Veeen, dame un abrazo», es la respuesta para todo de Kiko. Cualquier momento es bueno para pillar a Estela como las plantas carnívoras pillan a las moscas.

– Kiko, ay, que he amputado una pierna con la motosierra.

– Veeen, dame un abrazo.

Kiko le echó la culpa de lo que se pueda estar pensando fuera de Mila, por decir en la casa que ellos dos tenían algo. Es como si pillas a un ladrón reventando una cerradura y la culpa del robo es tuya por llamar a la policía.

«Que sigan hablando, que así Sofía y Diego fuera se estarán hartando a ir a sitios y cuando salgan nos iremos de vacaciones», dijo Estela, muy práctica. Se van a ir Sofía y Diego, pero sin vosotros, cari.

«Diego va a remar a favor, es muy inteligente, él me va a pillar a míi. Yo siento que él está viendo el juego y le estoy dando indicios», dijo Estela. Sí te está entendiendo como si le pones a un Belga a traducir un chiste de gangosos de Arévalo.

El caso es que Kiko no pierde baza para arrimar cebolleta a Estela. «Echo en falta dormir con un calor humano, pero muchísimo», le dijo Kiko a Estela. Ay, pillastre, que indirecta más sutil.

– Echo de menos introducir el pene en una mujer, cuyo nombre empiece por E y acabe por stela, que esté en la casa de Guadalix y seas tú.

Sutilezas así.

Si Estela no pilla estos requiebros como acercamientos afectivo-sexuales no es que sea inocente, es que tiene la inteligencia justa para manejar los esfínteres.

«Me apetecería irme de aquí una hora, sin estar siendo grabada, sin estar siendo escuchada… una hora de intimidad», dijo Estela agobiada. Y ahí Kiko la cazó como el que le dispara a una liebre coja: «pues ahí está la hora sin cámaras».

Y Estela aún piensa que Kiko la apoya y la cuida. Estela ve a Kiko haciéndole esto:

black and white hands GIF

Y piensa que es el signo internacional de meterle el ojo a un conejo con tres orejas.

Dinio contó en el plató que una vez en el cambio de pilas Kiko hizo como que le agarraba el culo a Estela mientras le guiñaba el ojo al propio Dinio. Gracias, devolvemos la conexión, Dinio.

Y les pusieron el vídeo donde se veía al Cejas no salvando a nadie con su poder.

«Ha querido complacer a Mila», dijo Kiko, decepcionado como abrir tu regalo de Reyes y que dentro haya una pelusa de debajo de la cama.

Pero claro, a Mila, que antes tenía a Hugo y ahora tiene a Kiko como sus supuestos perseguidores, dijo: «Ya estamos, diciendo MILA, MILA, MILA, MILA, EA, EA, EA, SE CABREA». Mila, que es la que les escribe las canciones a los Ultras Sur.

MILA, MILA, MILA, NO VE VA QUE TIENE PILA.

GRITO, GRITO, GRITO, CON MI VOZ DE URRACA IRRITO. 

UN BOTE, DOS BOTES, AGRADABLE Y BUENA PERSONA EL QUE NO BOTE. 

De nuevo en directo y tras ver los porcentajes, Kiko se quejó de que «no entré en igualdad con mis compañeros, tengo una opinión pública muy en contra, por un verano que tuve muy malo», dijo Kiko, que se atribuyó el porcentaje alto de expulsión.

«Es un jueeeeeeeeeeeeeeeeeeeego, vamos a jugaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaar, con la maaaaaaaaaaaaagiaaaaaaaaaaa de Gran Hermaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaano», decía Mila feliz, como si fuera un Teletubie en la happy hour de los porros.

Cuando decía cada cinco minutos que se quería ir, que la casa era una mierda, no veía ni el juego, ni la magia de Gran Hermano.

Kiko, ya harto de oír la voz taladra tímpanos de la señora de Sálvame comenzó a llamarla «Milagros». Sí, Mila de Milagros. De los milagros que hace. Concretamente esta mujer es capaz de multiplicar los males y las heces.

Y Mila empezó a llamar a Kiko Francisco. Eso parecía la consulta de un notario.

Nota: El Jueves entrará un nuevo concursante en sustitución de Nuria.

Nota 2: «Como ha dicho mi compañera Belén…«, dijo en un momento dado y en plató Hugo. JA JA JA Ya quisiera él ser compañero de Belén Esteban.

– Como ha dicho mi compañera, qué digo, compañera, amiga, qué digo amiga, mi hermana, qué digo mi hermana, mi YO.

Y así.

Y empezamos con el tema de Irene. 

A ver, por un lado las pigitanas la tienen enfilada, porque dicen que es «tibia». Por otro lado, Alba le está exigiendo a Irene lealtad absoluta. Para Alba si eres su amiga eres su sicaria. Alba exige que si alguien la nombra en tu presencia reacciones con todo.

– A mí no me gusta levantarme al alba y…

– Te reviento el bazo, cabrón, con Alba no te metas.

Y así.

«Irene es muy indefinidita», aportó Mila. «Súper mega happy con todo el mundo no se puede estar», postuló Noemí. El día que queramos entrar en guerra no tenemos más que enviar a estas dos de embajadoras. Nos declara la guerra Suiza en una semana.

PRUEBA:

Se trataba de poner trozos de queso en un cepo sin que éste saltara. Gran prueba. Y muy segura. La semana que viene hay que practicar sexo oral con una pitón reticulada de seis metros.

– Hoy para ganar el jacuzzi vais a tocar estos cables pelados de alta tensión mientras metéis los pies en agua, a ver qué tal.

Y así.

La prueba era aburrida. Mucho. La semana que viene la cosa va a ser que cojan un libro de física cuántica y subrayen las partes más importantes.

«Ay, su puta madre, me cago en Satanás, me cago en Satanás«, dijo Noemí, a la que le saltaron los dos cepos. Pobre Belcebú, de verdad, él tranquilo torturando almas malas y pitándole los oídos cada ves que Noemí se enfada.

Al cejas casi le amputa un dedo el cepo. Sabe que los tiene todos porque los llevaba contados, si no, pensaría que ha perdido uno. Y es que Diego tiene un pulso que no sabías si estaba poniendo quesos en un cepo o desactivando bombas. He visto lavadoras centrifugando al borde de un barranco con más estabilidad.

Mila puso uno bien y se puso a chillar. Ella siempre chilla, por todo. Y tanto chilló que se quedó sin poner el segundo queso. Pero antes, puso a parir a la prueba: «Deberían hacer pruebas comunes, no éstas que jodes a los compañeros si no las haces». La única prueba que le gusta a Mila es probar cervezas en una terraza.

Gianmarco levantar pesas si, hacerse el bigotito recto, sí, pero lo de los quesos se le dio medio mal tirando a como el culo.

Alba tampoco acertó: «AAAAAY su put… ñetas«, gritó. Qué fina es ella, que no dice «puta».

El caso es que pasaron la prueba y ya tienen las habitaciones.

Lo celebraron con regocijo y se fueron corriendo a las habitaciones, donde se lanzaron a las camas como si se las quisieran follar en ese mismo momento. Eso no fue el salto del tigre, fue el salto del elefante empalmado.

Irene y Alba se pusieron a saltar en las suyas, porque una cama sin no huele a queso, no es una cama. Ahí, bien de mierda de haber andado por media casa. Lo mejor para inaugurar una cama es partirle un par de lamas al somier, para que luego se te queden la décima y decimocuarta vértebras del revés.

Se han encontrado en el patio una uña. Una uña que eran más pequeñas las tuneladoras que hicieron el Eurotúnel. Era una uña verde que le habría dado asco a un troll de las cavernas.

«Esto es de Aramís«, dijo Noemí, que considera que el hecho de que la encontrara Joao es un mal de ojo y una señal. Para Noemí todo es una señal. Su bellota lo era y ésto también. Noemí va por la calle y ve más señales de las que puede interpretar.

UN PERRO LADRA, SEÑAAAAAAAAAAAAAAAAAL, UNA HOJA CAYENDO EN OTOÑO, SEÑAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAL, UN PEDO FUERTE, MENSAJE DIRECTOOOOOOOOOOOOOOOOOO

En serio, que Noemí se encuentra diez céntimos en la calle y piensa que son un Burofax. 

A Adara le molestó que le pusieran a lavar los platos además de hacer el salón, cosa que también le tocó a otros. Para Adara el reparto correcto de las tareas es que a ella le toque recibir masajes, pedicuras y que vaya la tuna a cantarle los días impares.

Joao no estaba en la reunión porque estaba en el búnker esperando el número y se quejó al Cejas: «¡Me has discriminado, me has dejado apartado! ¡Se ha hecho porque era yo!».

Joder, que no emita hoy mismo una resolución la ONU en contra de tamaña afrenta. Van a incluir a Joao en los derechos humanos:

Artículo 2: 

Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, O DE SER JOAO, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.

Kiko se montó una bronca con Adara mientras fregaba y se puso a echarse por encima el Fairy la espuma de los cacharros mientras gritaba «así friego, con mi pecho, así» y se pasaba una taza por los pezones. Menos mal que no estaba fregando cuchillos, porque se deja los pectorales como el tajo de un carnicero.

Y claro, se echa en la piel cosas raras y luego vienen las sorpresas. «Tengo la piel de la huevera, sensible… la piel esa donde están los huevos», nos informaba en un vídeo. Porque Kiko no conoce la palabra escroto.

– Hola doctor, me duele mucho la cosa esa que se pone dura y sirve para mear y es como una anguila aguantando la respiración.

– El Pene.

– ¿Ein?

Y así.

«La tengo como si fuera la piel de un pollo. Como muy áspera», Kiko tiene los cojones que se los toca y se lima las uñas.

El muchacho pretendía que los demás se los miraran. «Los ves y me dices uf o…«, animaba al Cejas y a Gianmarco. El italiano casi echa el desayuno y todas las comidas precedentes. Le dio tanto asco que ahora Gianmarco mea con guantes.

«Hala, sí que está raro, sí», dijo el Cejas que se lo miró y que debe ser experto en escrotos. El Cejas está suscrito a Mi Escroto, revista semanal sobre piel cojonera. En tu kiosko.

Antonio David ronca. Le hicieron el truco de chiscarle, el de golpearle en la litera, y sólo faltó que le hicieran el truco de ponerle una almohada en la cara hasta que no respirara más. Antonio David no necesita una tirita encima de la nariz, ni muelles en las fosas nasales, necesita que le metan tubería de PVC del 12 de la napia al pulmón.

Y más Kiko, que hartura. Con su voz de hombre-hombre, que cuando estornuda escupe Old Spice, sentenció a Joao, porque es un «pelota» de Mila. Tu vas conduciendo por la calle y te cruzas con Mila y si no la atropellas, para Kiko eres un pelota de Mila.

Y le vimos contándole su vida a Estela. «Yo entré en la tele con este objetivo: Si ahorro dinero puedo yo montarme una clínica«, dijo Kiko «no sé en qué momento se me torció», añadió. Joder, se torció cuando viste que ganas pasta a espuertas haciendo el canelo en la tele y sin madrugar.

«Me recuerdas a mi madre, pero muchísimo, hasta la nariz, eres igual, como una foto«, le dijo Kiko a Estela. Joder, ¿soy el único que ve ahí un rollo raro?».

«Si Sofía habla con los ojos cerrados es que está diciendo lo que siente«, dijo Jordi González. Bueno, está diciendo lo que siente o está diciendo algo mientras le da todo el sol en toda la cara.

Fiesta de disfraces. No era una fiesta de disfraces, era una fiesta de vamos a embutirlos en trajes apretados para que marquen músculo, culo y berzas. ¿Y al Cejas? No, al cejas no, ya si eso que se vista de bicho. Eso sí que es discriminar y no lo de Joao.

En la cabeza de alguien iba a ser divertido y sexy, pero se quedó en una fiesta en honor a las morcillas psicodélicas.

Y destrucción de Irene:

A la muchacha le dijeron en un tuit que por qué permitía que Alba le levantara la voz. Y Alba la tomó contra Irene, porque estaba Alba quedando mal por levantar la voz. A Irene que le den, que Alba quedaba mal. Y eso no.

Y Alba se puso a llorar que tenía el maquillaje muy corrido por las lágrimas. Aquí podemos ver el rímel de Alba Carrillo viendo lo que se venía:

tsunami GIF

A su lado, Harley Quinn lleva el eyeliner bien hecho.

Aún así, aunque Alba se estaba haciendo la víctima a su costa, Irene salió a defender a la rubia: «Me he dado cuenta de que a lo mejor lo hago mal, pero quiero que quede claro que yo tengo personalidad, que hable bajo no significa que me deje pisar y Alba nunca me ha pisado, nunca».

«Si ella quiere es mi amiga y la voy a defender, no me habla mal, ni me pisa la cabeza, si se ve así no es real», insistió Irene.

Pero a Alba no le valió. Irene era la mala porque hace que Alba parezca mala y que la pisa. A tomar por saco.

Y claro, Irene se comió la bronca del siglo, con unos gritos de esos que Alba nunca da. Y acabada la gala Irene estaba destruida, porque no le cae bien a nadie. Ella, que lo único que hace es tratar de no joder a nadie, es la que peor cae.

En esa casa no mojarse y no tomar partido está mal visto. El asesinato, el robo, la estafa, medio bien, pero no posicionarse claramente es un delito gordo. De cadena perpetua revisable. Revisable sólo para subirle años.

Y ahí se quedó Irene, con todas las pigitanas, Estela y Kiko tratando de consolarla, sin mucho éxito.

Posicionamientos:

Mila se puso a chillarle a Kiko: «¡¡QUE NO ME CHILLES MÁS, QUE NO ME CHILLES MÁS!!«. Que es como quemarse a lo bonzo y decirle al bidón de gasolina «no me quemes, más, no me quemes más».

«Estás acostumbrado a coger señoras mayores de la edad de Mila y tratarlas mal en los realities«, le dijo Alba histérica a Kiko.

Es un curro, oye. Hay panaderos, repartidoras, médicos, abogadas y gente que se gana la vida puteando viejas en la tele. Ya verás el día que Kiko tenga hijos y llegue el día ese en que los padres van a clase y explican su oficio.

– Hola niños. Soy el padre de Pepito y voy a realities y desbarato a vegestorios.

Y se acabó lo que se daba. 

 

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