Comienza la gala de las barrigas de Gran Hermano VIP

Señor, qué cruz.

Sí, esta noche un señor gordo se prestará a que los concursantes le pasen el careto por la panza si no nominan rápido.

Empezamos.

Julián Contreras es la alegría de la huerta. Está durmiendo en un sofá. Sí, amigos, estar con Julián Contreras es como cenar empanadillas de valium regadas con tila.

Ahora dice Jordi que Rosa Benito cumple 60 años y que le van a regalar una tarta y una tarjeta hecha por sus nietos.

Y también dice que la semana que viene otros famosos van a ir a vivir a Guadalix y que luego nos da más detalles. Los detalles creo que son que hay crisis y había hostias para ir al VIP a pillar algo de pasta.

Los porcentajes dejan claro que hay un expulsado claro que se lleva el 50% de los votos.

Vamos con el broncón de esta semana.

Alejandro tiene un hijo que tuvo una enfermedad y se lo contó a Liz como un secreto. Y claro, Liz como unas pascuas que su amado le contara algo así.

Pero Alejandro bebe los vientos por Laura y también se lo contó a ella. Y Liz se enteró porque le preguntó a Laura.

A todo esto, Liz está que no caga por el soso del Míster. Es increíble cómo dios le echa margaritas a los cerdos. En el caso de Alejandro y Liz, les está echando foie caramelizado con caviar beluga por encima con salsa de sangre de unicornio.

Y como Alejandro pasa de ella como de ponerse desnudo y con el culo en pompa delante del negro del wasap, pues Liz se fue a decirle que era un bocazas porque le había contado lo de su hijo a varias personas. Y a pesar de que Alejandro la mandó callar porque lo estaba diciendo en voz alta, ella siguió berreando «¡lo de tu hijo, lo de tu hijo, contaste lo de tu baby!».

Y Alejandro se encabronó con Liz y con Laura y Laura con Liz y se pusieron todos a gritar como si estuvieran lejos y tuvieran que hacerse oír, pero estaban a medio metro.

Menos Carlos Lozano, que se puso a hablar solo y bajito, como los monjes de clausura.

Así, Liz se cabreó con Alejandro y le llamó «bocazas» y se alteró y lloró.

«Asqueroros, chupadores de mierda…», decía Alejandro mientras las veía después gritándose a las dos en el jardín. Y a todo ésto, Javi gritándole a Alejandro «idiota, ¡¡¿quieres salir?!!» y «Alejandro, sal».

Y encima, metiéndose en medio de las dos para que no se zurraran. Esta escena la pones en Hostal Royal Manzanares y nadie se da cuenta de que no es del guión.

Al día siguiente Laura, que ha hecho un máster en Eating Ears por la Universidad de Heated Heads, estuvo más espabilada y madrugó para poder hablar con Alejandro, metiéndole mierda en la cabeza que cuando acabó Alejandro parecía un depósito de abono. Si se suena los mocos en tu jardín te sale el césped verde y fuerte.

Pero Liz reaccionó de una forma muy madura: pidiéndole a Lucía Hoyos que le llevara una nota de su parte a Alejandro. Joder. Sólo le faltó que le pidiera que le preguntara si quería rollo. O decirle «ya no te ajunto».

Joder. Cuando era pequeño pensaba que todo el mundo se hacía adulto. Luego vas haciéndotelo tú y vas viendo que la gente se queda atrás, estancados.

Vamos con Rosa Benito: montó un drama porque la felicitaron sus compañeros de Sálvame y no estaban Belén Esteban, Kiko ni Patiño. Y dijo que «estaba pasando algo». #CoñazoDeMujer

Total, que ahora en directo la llaman al confe. Allí está su tarta, que tiene pinta de ser de las baratas y que le han puesto tantas velas que hay más cera que bizcocho y una tarjeta hecha por sus nietos.

¿Y qué hace Rosa Benito? Pues ponerse a llorar. Lleva una folklórica dentro, una de esas cuya vida es una copla. Eso sí, luego entra en la casa berreando con su voz de bocina: «MIRA QUE BONITOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO».

De verdad, no soporto a Rosa Benito. En las noches frías en las que el aire hace que se muevan los árboles aún me vienen a la mente las imágenes de Rosa revolcándose con Amador Mohedano por la playa en Supervivientes. Y en esos momentos preferiría darle un beso de tornillo a un zombi que volver a ver esas imágenes.

Vemos a Sema cabreado con Carlos Lozano y diciendo «para bipolar yo, para bipolar él» y cabrado como un mono. La pregunta es: ¿Cómo se llaman los gatos persas que tiene Sema por cejas?

¿Cuándo volverán a su pelo las cigüeñas? Porque en ese pelo pueden anidar una pareja de cigüeñas, una manada de periquitos y seis pterodáctilos adultos.

¿Y esa barba que nunca desaparece? Es como Homer Simpson, tiene la cara gris. Pero eh, que no me gustaría meterme con nadie por su aspecto físico… ups.

Llaman a los nominados a la sala de expulsión… Jordi conecta con ellos. Por favor, que alguien le envíe un telegrama a Julián Contreras y le diga que su look ya no se lleva. Se dejó de llevar en otoño. En otoño del año 1980.

Sí, amigos, jerseicillo de cuello alto, americana, vaqueros azules y zapatos negros.

¡Y SE SALVA CARLOS! ¡¡¡TOMAAAAAAAAAAAAAAAAA!!

Ahora a ver el careto de Sema, de Laura y de Rosa Benito. JA JA JA

JA JA JA JA

Efectivamente, la cara de Laura y Sema sobre todo ha sido de poema. Pero no de poema bonito, de poema tipo «Ay, cordera que te meto / de todo menos miedo / y te peto». Poesía pura.

Y CAMBIAMOS DE POST. CAMBIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO, CAMBIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

Los comentarios están cerrados.