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"Lo que tenemos que hacer es montar un bar. Y si no funciona, lo abrimos". Viejo adagio periodístico

Siete razones y un recordatorio para llamar por su nombre a la violencia contra la mujer

«Violencia en el entorno familiar». Con este eufemismo se refirió este lunes la nueva ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, al asesinato de una mujer en Roquetas de Mar (Almería) a manos de su pareja (un varón). Llamó «violencia en el entorno familiar» a lo que se denomina, incluso por ley, «violencia de género». Hace unas horas, la ministra quiso quitarle hierro al asunto: «Da igual el nombre, al final es un asesinato y nosotros queremos tolerancia cero en el ministerio frente a todo tipo de actuación contra cualquier mujer».

No sé si «violencia de género» es la mejor nomenclatura para los asesinatos de mujeres a manos de sus parejas/maridos; tal vez sea más adecuado «violencia contra la mujer» -aunque a mí particularmente me parece más apropiado «violencia machista»-. Pero «violencia en el entorno familiar» elimina toda la carga de desprecio que estos individuos sienten por la mujer (por usted, ministra; por mí) y les permite arrebujarse cómodos y tranquilos en ese sentimiento de posesión material que manifiestan con esa brutalidad hacia sus esposas/compañeras.

Hace ya más de 60 años que el gran Miguel Mihura escribió la comedia El caso de la mujer asesinadita. Mihura se podía permitir el sarcasmo porque tras él escondía la crítica social más feroz. Pero usted, ministra, no se puede consentir a sí misma errar con el uso de las palabras, porque puede parecer que intenta maquillar una realidad que solo en los últimos doce meses ha costado la vida a 59 mujeres. Llamemos a las cosas por su nombre o terminaremos cayendo en el ridículo más teatral -como el título de la obra de Mihura-, solo que en el siglo XXI y con la memoria de las víctimas de esta lacra recordándonos que la sacarina, para el café.

Aquí tiene siete razones y un recordatorio para entender por qué esa «violencia en el entorno familiar» se llama en realidad «violencia de género»:

  1. Más de la mitad de las 545 mujeres asesinadas en España entre 2003 y 2010 murieron a manos de su pareja o expareja (varones), según el IV Informe Anual del Observatorio Estatal de Violencia sobre la Mujer*, publicado hace tan solo un mes (los últimos datos que contiene son de 2010).
  2. El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) realizó entre 2000 y 2010, dentro de sus Barómetros, un total de 280.622 encuestas para palpar la percepción social de la violencia contra la mujer. Del 2,8% que respondió «sí» a la pregunta «¿Constituye la violencia contra la mujer uno de los tres principales problemas de España?», el 71,2% eran mujeres y el 28,8% hombres.
  3. La violencia de género no se reduce a unos casos aislados, sino que se trata de un fenómeno bastante extendido en España para el 87% de los 3.000 entrevistados para una encuesta de la Delegación de Gobierno para la Violencia de Género realizada entre 2009 y 2010 (y contenida en el IV Informe Anual mencionado anteriormente).
  4. Según esta misma encuesta, una cuantiosa minoría (35,8%) cree que la violencia de género es un problema compartido ya entre ambos sexos y la mayoría (62,7%) lo sigue viendo como algo que preocupa sobre todo a las mujeres. Además, una mayoría significativa (60,85%) exculpa a las víctimas de la violencia de género de su situación, pero casi la mitad de los varones (45,3%) y un 28,6% de las mujeres las consideran culpables del maltrato que sufren por seguir conviviendo con su agresor.
  5. El término que se utiliza mayoritariamente en los medios de comunicación para definir el maltrato de un hombre a su pareja o expareja es el de «violencia de género» (65%), seguido del de “violencia doméstica” (en torno al 30%), «violencia contra la mujer» y «violencia machista», según una encuesta realizada a través de Internet entre 2009 y 2010 por la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género entre 900 profesionales de medios de comunicación y 3.009 personas no vinculadas con el periodismo.
  6. Dicha encuesta refleja que una considerable mayoría de la muestra de no profesionales (76,6%) descarta abiertamente el carácter doméstico del problema, pronunciándose en el sentido de que la violencia de género es un asunto de interés público. El 85,8% de los profesionales y el 84,1% de los no profesionales se manifiestan de acuerdo con que los casos de violencia de género deben ser explicados como un delito contra los derechos humanos.
  7. El 10% de los nuevos ingresados en prisión son maltratadores. Este delito es desde hace ya tiempo la tercera causa de ingresos en prisión, por detrás de los robos y del tráfico de drogas.

 

Recordatorio

El término «violencia de género» está recogido en el propio enunciado de la Ley que regula las medidas para atajar este tipo de violencia: Ley Orgánica 1/2004 de Protección Integral contra la Violencia de Género.

No hace falta bucear mucho en el texto legislativo para darse cuenta de por qué «violencia en el entorno familiar» no es la mejor manera de definir la violencia de género o contra la mujer. En la primera línea del preámbulo de la exposición de motivos de dicha Ley, puede leerse: «La violencia de género no es un problema que afecte al ámbito privado. Al contrario, se manifiesta como el símbolo más brutal de la desigualdad existente en nuestra sociedad. Se trata de una violencia que se dirige sobre las mujeres por el hecho mismo de serlo, por ser consideradas, por sus agresores, carentes de los derechos mínimos de libertad, respeto y capacidad de decisión».

Artículo 1. Objeto de la Ley:

1. La presente Ley tiene por objeto actuar contra la violencia que, como manifestación de la discriminación, la situación de desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres, se ejerce sobre éstas por parte de quienes sean o hayan sido sus cónyuges o de quienes estén o hayan estado ligados a ellas por relaciones similares de afectividad, aun sin convivencia.

3. La violencia de género a que se refiere la presente Ley comprende todo acto de violencia física y psicológica, incluidas las agresiones a la libertad sexual, las amenazas, las coacciones o la privación arbitraria de libertad.

*El Observatorio Estatal de Violencia sobre la Mujer es un organismo dependiente del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.

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Rajoy, en 101 segundos

101 segundos. Eso es exactamente lo que ha durado la primera comparecencia de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno ante la prensa o, lo que es lo mismo, ante la ciudadanía.

Un minuto y 41 segundos en los que ha recitado de corrido los nombres y las carteras de los trece ministros que conformarán el nuevo Ejecutivo… «Y hasta ahí puedo (o quiero) leer». A Mariano Rajoy le ha faltado tiempo para salir corriendo.

Ya se iba, de hecho, pero ante el revuelo de los periodistas ha alcanzado a decir algo más: «Solo preguntas técnicas».

¿Preguntas técnicas? ¿Y en qué consiste eso? Pues desgraciadamente no se lo puedo explicar, porque tras la primera pregunta de un periodista -de El Mundo, me dicen en Twitter-, el presidente del Gobierno se despidió con una sonrisa y se esfumó. No sabemos cuál era el grado de tecnicidad requerido por el señor Rajoy para poder responder, pero sí podemos decir, a la vista de la espantada, que la única pregunta planteada no cumplía los requisitos: «¿Cuál ha sido el criterio técnico para elegir a los integrantes del área económica de su gobierno?».

Era un día, sin duda, para preguntar. Y también para responder. Nuevos ministros, nuevo Gobierno, Europa en pleno expectante ante los anuncios que pueda hacer este nuevo Ejecutivo y una ciudadanía ansiosa por conocer el compás económico que se va a marcar. Y sí, ha habido una respuesta: 101 segundos. Tan breve, pero al mismo tiempo tan elocuente…

Lo ‘mini’ está de moda. De los minisueldos y los minipisos pasamos a los miniempleos o ‘minijobs’. Ahora lo que toca son las minicomparecencias. Y, sobre todo, sacar conclusiones de los silencios.

(Buen momento para recordar el manifiesto #sinpreguntasnocobertura, contra las ruedas de prensa sin preguntas y otras anomalías informativas).

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Supermujeres

Aún están dormidos cuando sales de casa. En el mejor de los casos los llevas tú al colegio, y para cuando llegas al trabajo la sensación es de que ya has corrido media maratón. En el peor, es la canguro quien se ocupa de ellos. En cualquier caso, si además vives en una gran ciudad y los atascos forman parte de tu vida, ni la cafeína de la máquina entera de vending de la oficina -la que dispensa ese café que sacude tus intestinos mejorando los efectos de cualquier yogur ‘regulador’– consigue arrancarte de la mente la imagen de una cama XXXXL.

En el mejor de los casos eres jefa (con peor sueldo que tu homólogo varón, claro). Así que en el trabajo haces, deshaces, organizas y asumes las consecuencias. En el peor de los casos, haces, deshaces, organizas y asumes las consecuencias, pero tu sueldo está a años luz del de cualquier jefe (varón).

Si algo pasa en el cole, tu teléfono es el que suena, estés en una reunión o en una comida de trabajo. Tal vez es en esa reunión cuando caes en la cuenta de que no hay nada para cenar; en el mejor de los casos, es posible que tu horario te permita hacer la compra. En el peor recurrirás a ese típico plato de la dieta mediterránea que cae sobre tu mesa tras hacer una llamada telefónica: la pizza.

Aprovechas cuando vas al baño, entre reunión y reunión, para hablar con la canguro, que te ha dejado 15 llamadas perdidas. Y aprovechas también esos tres minutos de soledad para sentirte culpable un rato: «¡Qué poco veo a los niños! ¿Me lo tendrán en cuenta cuando crezcan? ¿Cómo era aquello de la calidad y la cantidad del tiempo que pasas con ellos?…». Y en medio de tanta reflexión… «¡¡Mierda!!» (sí, gritado en ese sitio tan oportuno): ¡La pequeña tiene que ir mañana disfrazada de pez beta y se te había olvidado por completo! Tranquila, no hay problema, seguro que tu marido/pareja se ha acordado… ¿Seguro?

En el mejor de los casos tienes un smartphone con geolocalizador que te ayuda a buscar tiendas de chinos en cinco kilómetros a la redonda. En el peor de los casos, prescindirás de tu hora de comer para ir a la caza del disfraz (que casualmente es el más demandado de la temporada y estará agotado allá donde preguntes).

Claro que las buenas madres hacen los disfraces a mano, con un retal de aquí, otro de allá y con esos maravillosos papeles de charol y celofán que venden en las papelerías y que tú no has vuelto a ver desde que tenías clase de Pretecnología, allá por el Paleolítico medio (cuando, por cierto, tu madre te cosía los disfraces con primor).

Flagélate, sí, porque tu madre te va a mandar al carajo si le pides que te cosa el disfraz… Y eso significa que esta noche te toca trabajo manual si, con suerte, encuentras todos los materiales para el j***** disfraz. Flagélate también por ser, de nuevo, tan mala madre, por acordarte de la familia del profesor que ha imaginado una preciosa clase de retoños peces beta nadando a sus anchas por el acuario escolar, y no olvides flagelarte por ser tan egoísta y por no pensar en lo feliz que va a estar tu niña cuando se levante por la mañana y vea el precioso disfraz que le ha hecho su mamá.

Pero eso será mañana. Ahora toca recoger a los peques del cole, si es que tienes la suerte de poder hacerlo; haces la compra mientras ellos trepan por el carro a lo Indiana Jones, y en cuanto llegas a casa los pones a hacer los deberes mientras preparas la cena. Te suena el teléfono diez veces: tu madre, tu suegra, la oficina… Con una mano en la sartén y tu tortícolis amarrando el aparato consigues mantener media conversación mientras tu hijo mayor reclama tu ayuda con sus deberes, la vecina del quinto llama al timbre y tu pequeña aprovecha tan entretenido momento para convertir el brazo del sofá en un caballo de carreras y está a punto de abrirse la cabeza con la mesa de centro. Con suerte, tu pareja está ya en casa y se ocupa bien de la jinete, bien de la cena, bien de los deberes; incluso, en el mejor de los casos, baña a los niños y, ya el colmo de la fortuna, ¡¡les corta las uñas!! En el peor de los casos, estás divorciada, eres soltera o tu pareja es de las que cruzan la puerta justo cuando los niños han dado su primer ronquido, y además la canguro tiene hoy el día libre, así que te comes el marrón tú solita, y sin patatas. Porque, tras un día como este, ¿a alguien le queda humor para cenar?

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Este texto no es más que una caricatura de ese día a día que vivimos muchas mujeres-madres-trabajadoras. Aparte de denunciar esa ‘soledad’ en la que a veces nos ahogamos muchas madres, este post no pretende más que arrancar una sonrisa a quien lo lea. Porque, aunque no lo parezca, el post solo relata «el mejor de los casos»: «el peor de los casos» no está contenido en ninguna de las frases.

En el peor de los casos, en el peor de verdad, tu hijo tiene un problema que le impide ser un niño como los demás. A partir de ese momento, tu vida orbita, aún más si cabe -y siempre cabe-, en torno a ese pequeño que tanto te necesita, y el resto pasa a un plano secundario. Las mamás de estos niños pasan a diario por todo lo que describo más arriba, y por mucho más. Por eso les dedico este texto especialmente a ellas, a esas supermujeres como Madre reciente, las mamás de Guillermo Ortolá y de Teresa y tantas otras cuya generosidad y entrega son un ejemplo de superación para el resto.

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La patata caliente del control de las descargas, en manos del PP

La presión social tras la publicación anoche de un nuevo manifiesto por los derechos fundamentales en Internet y un duro enfrentamiento en el consejo de ministros han dado al traste con la aprobación prevista del reglamento que desarrollaría la ley Sinde. PSOE y PP habían pactado sacar adelante dicho reglamento en el penúltimo consejo de ministros del Gobierno de Zapatero, pero varios ministros se han opuesto a la aprobación de esta medida, contestada de forma masiva desde primeras horas de la madrugada en redes sociales y blogs, y el consejo ha dado marcha atrás en su decisión. La patata caliente de la regulación de webs de descargas pasa ahora a manos del nuevo Gobierno del PP, que cuenta con mayoría absoluta (siempre y cuando no se le cruce a nadie un cable en el último consejo de ministros del día 16).

La Ley Sinde, salvada por la campana (actualización: el Gobierno da marcha atrás*)

*ACTUALIZACIÓN: El consejo de ministros ha reculado en su decisión de aprobar el reglamento de la ley Sinde. Ahora, la patata caliente del control de las descargas queda en manos del PP. 

Un día como hoy de hace dos años, la Red hervía a estas horas con un manifiesto redactado por un grupo de ciudadanos preocupados por el futuro y desarrollo de Internet. Era el Manifiesto por los derechos fundamentales en Internety nacía en respuesta al anteproyecto de la conocida como Ley Sinde, cuyo objeto es cerrar las webs de descargas llevándose por delante derechos y libertades que comprometen a toda la ciudadanía. Porque, no lo olvidemos, Internet es la calle por la que, antes o después, todos pisamos.

Desde anoche la Red ha vuelto a bullir con una reedición de aquel manifiesto que 20 Minutos, como ya hizo entonces, suscribe y apoya. Si en aquel diciembre de 2009 la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, coló de rondón dicho anteproyecto de Ley dentro de la Ley de Economía Sostenible, hoy el Gobierno en funciones tiene intención de aprobar en su penúltimo consejo de ministros el reglamento que desarrolla dicha Ley Sinde. Y lo hace con el apoyo del PP, que en unas semanas se pondrá a los mandos de la nave gubernamental. [No está de más recordar que dicho anteproyecto de ley salió adelante gracias al respaldo parlamentario de PP y CiU a la propuesta del gobierno del PSOE y tras presiones de Estados Unidos, como revelaron los cables de Wikileaks].

Es decir, que un Gobierno que ha perdido unas elecciones pacta con el Gobierno entrante para sacar adelante en el último momento, casi con carácter de urgencia y en vísperas de un largo puente, una de las leyes más polémicas de los últimos años. No es baladí recordar las cifras alcanzadas por cada uno de estos partidos en las elecciones del día 20: el PSOE fue votado por 2 de cada 10 españoles con derecho a voto (casi 3 de cada 10 de los que acudieron a las urnas); el PP fue elegido por 3 de cada 10 españoles del censo electoral (4,5 de cada 10 que el día 20 metieron su papeleta en la urna). Datos que deberían hacer reflexionar a ambos grupos en torno al significado de la palabra «representatividad».

En el anterior consejo de ministros se anunció el indulto a Alfredo Sáenz, consejero delegado del Banco Santander. En el de hoy, saldrá adelante el reglamento de la Ley Sinde. Asusta pensar lo que puede aprobarse el 16 de diciembre, día del último consejo de ministros.

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El viñetista de 20 Minutos Eneko creó este dibujo hace dos años para ilustrar el recorte de libertades que suponía la Ley Sinde. Su paloma se convirtió en un icono en la Red. Anoche volvió a volar. Úsala, reprodúcela, cópiala: se publica bajo licencia Creative Commons.

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Maltratadas y engullidas por la estadística

Sabemos de ellas casi todos los días, pero siempre demasiado tarde. Conocemos sus vidas robadas cuando ya no existen, cuando de ellas solo queda la marca de tiza en el suelo, la foto en el salón, un nombre huérfano. Nos llevamos las manos a la cabeza cuando ocurre, vemos la escalera de su casa, la puerta que contuvo sus gritos y los insultos, el umbral que el sufrimiento atravesaba cada día sin avisar; hablan los vecinos, pensamos en sus hijos, en sus madres, en sus padres… Pero al día siguiente la estadística las engulle: en lo que va de 2011, 61 mujeres asesinadas por sus parejas; 85 en 2010, 68 en 2009, 84 en 2008…

María, Claudia y Raquel dieron esquinazo a la estadística: escaparon a tiempo de su calvario. Las madres de Rebeca, Natalia y Sonia no pudieron contarlo, por eso ellas lo hacen en su nombre (el vídeo es del año pasado por estas fechas, pero merece la pena recordarlo):

(Hoy se celebra el Día Internacional de lucha contra la violencia de género. Os recomiendo que le echéis un ojo a esta campaña promovida por el Instituto de la Mujer y la Secretaría de Igualdad y puesta en marcha con la colaboración de reconocidas blogueras. ¿Cómo maquillar un ojo morado? o ¿Cómo llorar sin que se corra el rímel? son los títulos de algunos de los vídeos que recoge esta campaña).

*Teléfono gratuito de ayuda contra los malos tratos: 016. NO QUEDA REFLEJADO EN LA FACTURA.

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Hacer el pino con las orejas o cómo bailar al son de los mercados

«Si quiere mejorar las expectativas de los mercados sobre su capacidad para impulsar el crecimiento y reducir la deuda dentro de los límites de la eurozona, debe sorprender positivamente a los inversores con un programa de reformas fiscales y estructurales ambicioso y radical».

La frase la firma Fitch, una de las tres principales agencias de calificación, esas que en los últimos tiempos se han convertido en el principal látigo de las economías occidentales y cuyo trabajo consiste básicamente en poner nota a productos que se compran y venden en los mercados financieros.

Ese «debe sorprender» tiene un destinatario con nombre y apellidos: Mariano Rajoy. Y el mensaje tiene su miga, porque deja muy claro que ya no basta con recortar, ahora hay que hacerlo, además, innovando; lo que popularmente se llama hacer el pino con las orejas, vaya.

La ‘recomendación’ de Fitch es un recordatorio en toda regla de los problemas que, a juicio de la agencia, nos acechan. Y contiene un cierto tono amenazador: la nota de España podría empeorar (ya nos la bajaron en octubre, de AA+ a AA-) si no se cumplen los objetivos de déficit, empeoran las perspectivas de crecimiento o se disparan los costes de recapitalización de la banca. Ahí es nada.

Para Fitch no parecen problemas la cifra del paro, ni el bloqueo de la tarjeta sanitaria en Galicia a personas sin recursos, ni los recortes en la Enseñanza en la Comunidad de Madrid, ni las bajadas de sueldos de empleados públicos, ni el tijeretazo en Sanidad en Cataluña, ni…

Señores, bienvenidos al circo: los inversores y las agencias se sientan alrededor de una pista circense cubierta de brasas al rojo vivo sobre las cuales bailan distintos gobernantes; van saliendo a la pista unos y otros, azuzados y jaleados por ese público (los mercados, en definitiva). ¿Que se queman los pies? Que bailen con las manos. ¿También se queman las manos? Que lo hagan con los codos… Y así hasta que queden consumidos por las brasas mientras el respetable come palomitas. Es el espectáculo del siglo XXI. Y el aforo está ya completo.

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Cuando tu salud es un negocio

«No permitas que tu salud se convierta en un negocio, como ocurre en Estados Unidos. Si no tienes seguro ni dinero, puedes morir«. Lo explica Cheryl en este impactante vídeo difundido hace unas horas por la Federación de Asociaciones en Defensa de la Salud Pública (FAPDS). Apenas un minuto y medio, pero difícil de olvidar.

Actualización: Rosa María Artal escribe sobre este asunto en su post del día 17 Neoliberalismo: de la teoría a la práctica. Recomendable.

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El ‘Inside Job’ europeo: la conexión Monti-Papademos-Draghi

En Europa la democracia no se lleva. La política, en el sentido griego del término, tampoco. En apenas dos semanas han caído dos gobiernos democráticos, salidos en su día de las urnas, y han sido sustituidos por sendos gobiernos de ‘transición tecnocrática’ a los que obviamente no han elegido los ciudadanos, sino los mercados. Mientras, el Banco Central Europeo (BCE) ha estrenado nuevo presidente que deberá guiar los pasos de la Eurozona… espoleado por Merkel y Sarkozy.

Pero veamos quiénes son esos tres personajes en cuyas entrelazadas manos está el futuro más inmediato de nuestras economías.

Lucas Papademos es desde el pasado viernes el primer ministro griego en sustitución de Yorgos Papandreu, que pasará a la historia por casi colapsar los mercados europeos al proponer un referéndum para que los griegos decidieran su futuro económico.

Es economista y fue vicepresidente del BCE entre 2002 y 2008 a las órdenes de Jean-Claude Trichet. Antes había sido gobernador del Banco de Grecia, de 1994 a 2002, posición desde la que trabajó activamente para dejar presentable («maquillar», dicen algunos; «estabilizar», dicen otros) la economía griega de forma que esta pudiera unirse a la eurozona, hito que logró precisamente en 2002.

Su frase estrella de esos años es, sin duda, esta: «Los beneficios macroeconómicos y microeconómicos para Europa y Grecia de la incorporación del euro son enormes». Rechaza las críticas vertidas contra él por no haber hecho públicas las ‘carencias’ de los presupuestos griegos durante la carrera para unirse a la zona euro.

Mario Monti es el economista que sustituirá a Silvio Berlusconi como primer ministro de Italia para ‘llevar por el buen camino’ las reformas propuestas por la UE encaminadas a que este país reduzca su deuda, equivalente al 120% de su PIB, y sobre todo, a que los mercados alivien la presión sobre su deuda y por ende sobre la de otros países europeos; léase España, por ejemplo.

El currículo de Monti es enormemente entretenido, digno del Inside Job que merecemos los europeos. Entre 1994 y 1999 fue comisario europeo de mercado interior y desde entonces hasta 2004, comisario de Competencia, posición desde la que se opuso a la fusión entre General Electric y Honeywell . Goldman Sachs -sí, el banco de inversión responsable en parte de la actual crisis financiera-, lo fichó como asesor en 2005 [Monti pertenece también al consejo asesor de Coca-Cola].

Antes de ‘nuestra’ crisis y también antes de que Monti llegara a Goldman Sachs, este banco de inversión diseñó el plan de ingeniería financiera que permitió a Grecia entrar en el euro en 2002 camuflando sus cuentas públicas y sus cifras reales de déficit a base, entre otras cosas, de vender productos financieros griegos a EE UU sin alertar de los riesgos y de realizar operaciones de cambios de divisas (swaps).

¿Y saben quién era uno de los responsables de Goldman Sachs por entonces? El recién nombrado presidente del BCE, el italiano Mario Draghi, que trabajó como directivo de dicho banco de inversión entre 2002 y 2006. El pasado junio, Draghi tuvo que responder ante el Parlamento europeo acerca de su conocimiento y responsabilidad en la actuación de Goldman Sachs en Grecia. Dijo que esos acuerdos fueron previos a su llegada al banco y que no tuvo nada que ver con la venta de productos financieros a otros gobiernos. Meses después, es el máximo responsable de la política monetaria en Europa.

No acaba aquí la conexión entre estos tres líderes europeos de nuevo cuño. Mario Monti es el director europeo de la Comisión Trilateral, un think tank de corte neoliberal fundado en 1973 por Rockefeller, al que también pertenece como miembro el primer ministro griego, Papademos. Este lobby ya advirtió en su día de lo que se avecinaba: un ‘peligroso’ «exceso de democracia» [merece la pena leer este texto de Noam Chomsky sobre esta aseveración, de su libro Prioridades radicales].

Sobran los comentarios.

Los riesgos de preguntar

«En un asunto que determina el futuro del país, el ciudadano tiene la primera palabra». Esta frase sin duda estrambótica, fuera de lugar en ningún país democrático, extemporánea y enormemente provocativa ha causado un cataclismo en los mercados y supone una nueva amenaza para la estabilidad (¿?) y viabilidad de la zona euro.

La pronunció el primer ministro griego, Yorgos Papandreu, este lunes. Justificaba así su propuesta de un referéndum en el que los griegos puedan decidir si están dispuestos a asumir las consecuencias del flamante y nuevo plan de rescate de la UE; léase rotunda política de ahorro, con privatizaciones, supresión de empleos públicos, rebajas salariales y recortes de gasto.

Como no podía ocurrir de otra forma en estos días de brujas, fantasmas, zombies y calabazas malencaradas, el pánico se ha desatado. No entre los griegos, no, que ya llevan oyendo la misma música celestial desde abril de 2010, cuando la UE y el FMI aprobaron el primer paquete de ayuda al país heleno. Son los mercados los que se han puesto -por enésima vez- al borde de un ataque de nervios.

¿A quién se le ocurre dar la palabra a los ciudadanos? ¿Quiénes son ellos para decidir si hacen jirones su país a cambio de seguir en la zona euro?

Mejor que hablen los mercados, las grandes figuras políticas de la UE o las agencias de calificación, aquellos que desde el primer momento vieron venir esta crisis, los que se adelantaron a los problemas financieros que los dirigentes griegos escondieron bajo la alfombra, los que en su día valoraron en su justa medida el sobreendeudamiento del país heleno…

Ellos sí que son soberanos. Recuerden si no la modificación de la Constitución española a instancias de Merkel y Sarkozy para limitar el déficit. ¿Para qué convocar un referéndum entonces? ¿Para que se nos alteren los mercados?

Preguntar siempre conlleva un riesgo: que a uno le respondan lo que no quiere oír. Conclusión obvia en estos tiempos de tolerancia cero a la frustración: mejor no preguntar. Y quien ose hacerlo -y los que lo rodeen-, que se atenga a las consecuencias.

Ahora sí que empieza la fiesta; la democracia la dejamos para mejores tiempos.