Tengo 39 años y muchos de mis recuerdos están asociados a las acciones de ETA: desde la furgoneta-bomba contra el bus de guardias civiles de la plaza de República Argentina (1986) al atentado de Hipercor (1987). Me acuerdo del silencio en casa viendo el Telediario, de ese miedo infantil que se me metía por el cuerpo cuando pensaba que un día podía ser mi padre el que saliera en la tele (las bombas no me asustaban tanto, lo que me producía verdadero pavor era lo del tiro en la nuca), de mi incapacidad para entender… Era una niña y ya había visto un centenar de veces la recreación del atentado contra Carrero Blanco, con su coche volando por los aires.

También recuerdo cómo, con los años, ese miedo fue desapareciendo a medida que los golpes de ETA se convirtieron para mí en algo cotidiano. Fue la época de mi adolescencia. Tal vez por eso no guardo imágenes claras de atentados o asesinatos, salvo del de la casa cuartel de Vic (1991). Curiosamente, aunque cuando ocurrió el de Hipercor yo tenía 15 años, me veo a mí misma mucho más pequeña al recordarlo.

Más adelante, de mi etapa universitaria, hay tres momentos que se imponen al resto: el asesinato de Tomás y Valiente (1996), el secuestro de Ortega Lara (1996-1997) y los días de lo que se llamó «el espíritu de Ermua», cuando ETA secuestró y asesinó a Miguel Ángel Blanco (1997). Los recuerdo como si hubieran ocurrido ayer. Pero han pasado 15 años, los últimos de ETA.

Entonces estudiaba Periodismo y ya soñaba con el titular que este 20 de octubre de 2011 he podido escribir: «ETA deja las armas». Lo que no imaginé hace 15 años es la respuesta que daría a mis hijos cuando en un día así me preguntaran por qué llegué a casa cuando ellos ya dormían. Me encantará explicarles que me quedé redactando un texto para mi blog, el post que ellos nunca tendrán que escribir.

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ACTUALIZACIÓN: he eliminado la referencia al secuestro de Quini; en mi memoria quedó grabado que fue ETA quien lo hizo, pero no logro encontrar ahora una referencia fiable que lo constate. Gracias a @Pablo por ponerme sobre aviso en los comentarios.