Literatura y pasteles de patata como símbolos de resistencia

BCN Film Fest

Escoger la película de inauguración de un festival siempre es especial. Se trata de empezar dejando un buen sabor de boca, una grata promesa de lo que está por llegar, y de dar con una gala de inauguración que sea lo más lustrosa posible.

La segunda edición del Sant Jordi – BCN Film Festival, que abrió su telón el pasado viernes 20 y lo cerrará el próximo día 27, gira en torno al eje temático cine-literatura-historia y se anotó su primer tanto en esta edición consiguiendo para la inauguración La sociedad literaria y el pastel de piel de patata (The Guernsey Literary and Potato Peel Pie Society), basada en el best seller de Mary Ann Shaffer y su sobrina Annie Barrows. Una adaptación cinematográfica que podrá estar mejor o peor, más lograda o fallida, pero está dirigida por Mike Newell (que siempre será recordado por Cuatro bodas y un funeral, o por Donnie Brasco) y la proyección coincidió con el mismo día de su estreno en las salas comerciales británicas.

La sociedad literaria y el pastel de piel de patata

( ©A Contracorriente Films )

El contexto histórico es el del Reino Unido, en 1946, intentando rehacerse de los efectos devastadores de la Segunda Guerra Mundial. Con un trasfondo trágico, de secuelas irremediables, pero también muy romántico; y una historia que intenta transmitir sobre todo el placer por la lectura, por las palabras escritas o el gusto por esas reuniones con discusiones literarias en petit comité.

El pasado año hubo películas que triunfaron en la taquilla, y también haciéndose con sus estatuillas en los Óscar, como El instante más oscuro y Dunkerqueo en la misma pasada edición del BCN Film Fest una de las que más destacaron fue Su mejor historia. El cine británico actual sigue recurriendo a las historias enmarcadas en esos años 40. Mike Newell lo tiene claro. «Los británicos estamos obsesionados con las historias de la guerra porque es la última vez que fuimos importantes«, aseguró en la rueda de prensa.

La sociedad literaria y el pastel de piel de patata presenta el contraste entre la ciudad de Londres y la tranquilidad bucólica de la pequeña isla de Guernsey, situada en el Canal de la Mancha y cuyos habitantes sí que vivieron la ocupación alemana. Se convirtió en un enclave estratégico y muy fortificado por los alemanes durante la contienda. Los toques de queda, las restricciones y represiones eran el día a día.

Los miembros de la «sociedad» creados por Shaffer y Barrows es un variopinto y reducido grupo de personajes que hallaron en los libros y en sus encuentros una manera inmejorable para sobrellevar los tiempos difíciles. Todos ellos entrañables, pero que también han sufrido traumas y secuelas. Encontrarán la válvula de escape en los libros y, producto de las limitaciones impuestas por las fuerzas invasoras, también en el pastel elaborado únicamente con patata (y piel), aunque convenientemente regado con la potente ginebra casera que fabrica una de sus integrantes. Además, supondrá recobrar el placer de la fraternidad, recuperando nexos de unión.

Entre sus protagonistas está el contraste y los paralelismos del personaje principal, Juliet Ashton (Lily James), una joven escritora de unos 27 años también marcada por fatídicas pérdidas, con una de las muchachas que formó parte de la improvisada sociedad literaria de Guernsey, Elizabeth McKenna (Jessica Brown Findlay), de espíritu rebelde y siempre dispuesta a ayudar a los más débiles, especialmente a los niños.

Buscando su lugar en el mundo, Juliet ha pasado del «túnel» al «carnaval», de vivir con el temor constante por el asedio de bombardeos alemanes en Londres a la vida de lujo y fiestas (condicionada por su noviazgo con un influyente y apuesto oficial norteamericano) de unos ciudadanos que se esfuerzan por recobrar la alegría y el tiempo perdido. Luego están esas gentes humildes de Guernsey con las que tomará contacto.

La sociedad literaria y el pastel de piel de patata

( ©A Contracorriente Films )

La adaptación de Mike Newell es tan correcta como bonita, maravillosa en algunos momentos, anodina en otros, convencionalmente reconfortante en su resultado final. Para Newell ha sido una obra de encargo y tampoco es un autor que se caracterice por imprimir un sello personal a sus trabajos. Se nota su oficio, también su respeto por el guion y unos personajes que nunca hace suyos.

A parte de las lógicas supresiones de subtramas y personajes para adaptarla a las dos horas de metraje, o el comprobar cómo han quedado algunos de los momentos más importantes o diálogos más sobresalientes puestos en imágenes, los lectores de la novela se toparán con la rotura de la estructura epistolar de la novela original. La película se limita a solo unas cartas iniciales que le envía un no menos apuesto criador de cerdos (Michiel Huisman, Daario Naharis en Juego de tronos) a Juliet para seguir después con un esquema de narración tradicional,

Preguntado por la fecha de estreno en España de la película, Mike Newell se la sabía, el 19 de octubre. Aunque actualmente seis meses me parece demasiado tiempo como para concederle una buena oportunidad comercial en nuestros cines.

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