Arde América, y Netflix apunta a los Oscar (‘Mudbound’, 2017)

En pantalla

Mudbound 2017

( ©Netflix )

Netflix está desafiando los patrones tradicionales de la distribución y producción. Pese a las voces en contra y el debate que está suscitando, el coloso del entretenimiento en streaming ha llegado para cubrir vacíos, el de películas que difícilmente tendrían distribución, o una distribución amplia, y ofrecer a cineastas nuevos y consagrados la posibilidad de obtener fácilmente financiación y libertad creativa (dos maneras también de ganarse sus servicios y simpatías, de atraerlos a su causa). El carácter visionario, guste o no, es que se adapta a unos nuevos tiempos en el que una gran mayoría de espectadores, especialmente las nuevas generaciones, verán (¿engullirán?) «obras pensadas para la gran pantalla» a través de sus tablets, dispositivos móviles o televisores.

En su línea de cine de calidad, Netflix tenía este mismo año sus mejores apuestas con Okja de Bong Joon-ho o The Meyerowitz Stories de Noah Baumbach, y sigue indagando en el mercado de los festivales cinematográficos para hacerse con los derechos de distribución de algunas llamativas joyas. Es el caso de Mudbound, adaptación de una novela de Hillary Jordan y segundo largometraje de ficción de prácticamente una desconocida, la directora afroamericana Dee Rees. Una mirada al pasado, a los años 40, a la Norteamérica rural de un lugar del Misisipi, un lugar de la Norteamérica profunda, cateta y racista donde las gentes de color difícilmente podían ser propietarios de sus propias tierras, aunque fueran barrizales, por mucho que se partan el lomo o el sudor se convierta en sangre. Su puesta en escena más que correcta enlaza con elementos atractivos para el Hollywood «premiable» de hoy en día. Conflictos étnicos y la obra de una directora, además afroamericana. Mudbound, y Netflix, también mirán a los Oscar (se ha estrenado en un puñado de cines en Estados Unidos). Ya ha entusiasmado a la crítica, sobre todo a la anglosajona. Más de uno la ha calificado de obra maestra. No comparto esta entrega, pero sí que me parece estimable.

Los personajes no dejan de amoldarse a estereotipos, está claro cuáles son los buenos y los malos. Muchas de las escenas no aportan nada novedoso, solo estampas de sucesos y tragedias que ya hemos visto antes. El ritmo se resiente del abuso de la voz en off de sus personajes (al modo literario) en una película estructurada en dos partes: la primera más coral, con las familias protagonistas, una de blancos y otra de trabajadores negros, y la segunda otorgando mayor protagonista a dos jóvenes, uno de cada familia. Ambos regresan a casa después de haber combatido por su país durante la II Guerra Mundial, solo para comprobar que por allí todo sigue igual. A los negros les corresponde entrar y salir por la puerta de atrás. No hay proezas, ni galones que valgan. Los dos deberán lidiar con traumas y prejuicios hasta avanzar hacia un final intenso en el que estalla la violencia latente hasta el momento. Misisipi ardía, entonces y ahora. La cuestión étnica sigue tristemente de actualidad.

Estrenada en Netflix: el 17 de noviembre de 2017.

 

Tráiler de ‘Mudbound’

 

( En pantalla: recomendaciones de estrenos en cine, streaming o blu-ray/DVD )

 

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