Cineclub: ‘Mandarinas’ (2013), la vida no importa un rábano

Mandarinas-2013

Podrían ser rábanos, pimientos o racimos de uva, entre muchas otras cosas, pero son mandarinas. El director georgiano Zaza Urushadze rebusca en la historia reciente de su país, remontándose a 1992, en el conflicto de la guerra civil que tuvo lugar con las regiones de Abjasia y Osetia del Sur en busca de su independencia, una vez disuelta la vasta y todopoderosa Unión Soviética. Una contienda, una de las muchas que ha habido y habrá, hace veintitantos años y unos personajes, básicamente cuatro, conviviendo en un lugar remoto, perdido y boscoso. Hay una cierta distancia histórica, una guerra que entre nosotros no influyó ni nos importó para nada, unos individuos comunes, aparentemente del montón: un anciano, un vecino entregado a cultivar sus frutas, un mercenario y un joven actor teatral enrolado como soldado. Sin embargo…

Urushadze amolda su puesta en escena a la sencillez del conjunto, escenográfico, de personajes y de guión, sin efectismos de montaje, ni encuadres originales ni movimientos de cámara grandilocuentes, con un metraje que no supera ni la hora y media de función para elaborar otro, el enésimo, alegato sobre lo malo que es la guerra y el sinsentido que representa. Sin embargo, la sencillez en ocasiones es el mejor vehículo para darle sentido a una idea. Mandarinas (Mandariinid/Tangerines, 2013) es modélica en este aspecto.

El gran protagonista es el flemático Ivo (Lembit Ulfsask), el anciano, que cuando estalló el conflicto declinó marcharse junto a su familia a su Estonia natal, prefirió seguir tranquilamente en esas tierras ahora regadas de sangre y metralla ayudando a su vecino, Margus (Elmo Nüganen), en la recogida de mandarinas y elaborando las cajas de madera necesarias para almacenarlas y transportarlas. Y todo en paz, hasta el día en que su cabaña llega a convertirse en un polvorín, humano, o algo así como una especie de laboratorio con experimento sociológico cuando acoge a dos combatientes malheridos para curarles las heridas y ayudarles en su recuperación.

Mandarinas 2013Dos soldados que son enemigos irreconciliables, uno de cada bando, el mercenario checheno (Giorgi Nakhasidze) al servicio de la causa abjasia y un georgiano (Mikheil Meskhi). Ivo en el fondo pretende corroborar su tesis de que por encima de todo lo que importa es la vida humana, y que los dos hombres conviviendo juntos durante unos días y conociéndose aprenderán a respetarse y apreciarse mutuamente por encima de las diferencias geográficas, étnicas, ideológicas o religiosas que los separan. “Bajo mi techo no se mata nadie” ordena el viejo Ivo, y los dos enemigos, en esa dignidad y ética humana que, por suerte, aún yace en la mayoría de personas, le harán caso. Aún así, allí fuera, en todo lo que les rodea, la realidad, la de la guerra civil, sigue su curso amenazante incluso en ese olvidado lugar del cáucaso.

El panorama es grisáceo, desolador, pero allí están esas mandarinas, iluminando intermitentemente con su colorido; la fotografía de la guapa nieta de Ivo que invita a fantasear con una vida mejor terminado todo ese barullo o una vieja cinta de cassette como nexo de unión y legado de un compañero al que no olvidaremos. Nominada en los Globos de Oro y en los Oscar en el apartado de mejor película en habla no inglesa, y buena falta que le ha hecho esta promoción para que llegará a estrenarse en un mayor número de países, el gran problema de la película de Urushadze es que quienes deberían verla y concienciarse no lo harán. Les importará un rábano, pimiento o… mandarina. Pero, la consideración a la vida humana debería estar por encima de todo. Así de sencillo.

 

Estreno en cines: 30 de abril 2015

( Imágenes: Karma Films )

 

La sección «Cineclub» está dedicada a recomendar cine de autor, independiente o con menor repercusión en taquilla, actuales o clásicos.

 

1 comentario

  1. Dice ser Carla

    Lo habitual es que las historias de cine nos remachen que lo importante son los ideales, el amor, el honor, la lealtad, el orgullo … todo menos la vida.

    Carla
    http://www.lasbolaschinas.com

    13 mayo 2015 | 07:28

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