Crítica: ‘Alabama Monroe’, una muy recomendable película belga

Alabama Monroe

¡Una hora!, algo más de una hora fue lo que tardé en llegar a interesarme por lo que me estaba contando Alabama Monroe (The Broken Circle Breakdown). Hasta entonces no entendí el porqué de su prestigio o de la buena ristra de premios internacionales que había ido coleccionando, nominación al Oscar a la mejor película de habla no inglesa incluida. No dudo que la mayoría de quienes hayan disfrutado de esta película lo hicieron mucho antes, pero esto me sirve para exponer que así como hay propuestas que a los veinte minutos (o menos) sabes que no van a dar para más, que la cosa no va a mejorar; otras en cambio requieren de reposo, de tiempo y de dejarlas transcurrir.

Y no es porque en la primera hora de Alabama Monroe no sucedan cosas, que sí. Didier (Johan Heldenbergh) y Elise (Veerle Baetens) viven la relación perfecta y en el marco de un paraje campestre de libertad que les rodea. Didier es un músico y cantante apasionado de la música folk norteamericana sobre todo del country y especialmente del bluegrass (las raíces del country y su vertiente más pura); y Elise es una tatuadora profesional tan encantadora y soñadora como práctica. Pueden parecer estadounidenses, pero son belgas. Con la llegada de una hija conformarán un círculo perfecto de amor hasta que la tragedia se manifieste con el diagnóstico de que la niña, Maybelle, a los 6 años padece cáncer. Contado así parece Llewyn Davis meets Bajo la misma estrella, pero no.

Su camino se dirige hacia las dificultades de superar de dolor, para afrontar una vida que era perfecta hasta que llegó la desgracia, tal vez intentar recomenzar cual ave Fénix. “Si no te gusta un tatuaje puedes ponerle otro encima”, asegura Elise en una escena y refiriéndose a esos amores del pasado que uno desea olvidar. Pero no todo lo podemos apartar de nuestros recuerdos.

Alabama Monroe 2013 Además, ante el dolor está la necesidad de buscar culpables, Didier descargará su rabia en los fanatismos religiosos que impiden el avance de la ciencia. Por su parte, Elise prefiere intentar soñar con algo mejor: “si quiero creer que Maybelle es una estrella que brilla en el cielo, lo creeré; si quiero creer que es un pájaro que viene a comer a mi ventana, o una mariposa que se posa en mi hombro o una maldita rana, lo creeré”.

En esta andadura, Alabama Monroe posee una de las mejores interpretaciones femeninas de la temporada, la de Veerle Baetens. No le resto méritos a su principal protagonista masculino. Esta producción entre Bélgica y Holanda se basa en la obra de teatro que el mismo Johan Heldenbergh escribió, dirigió y también protagonizó, y que luego en la adaptación cinematográfica se convertiría en el cuarto largometraje de su amigo el director Felix Van Groeningen.

Y me sedujo a partir de una de las secuencias de retroceso al pasado (porque sepan que su narrativa es casi un rompecabezas que hay que ir recomponiendo, con continuos saltos temporales, con flasbacks y flashforwards, de los que puso de moda la serie Lost). Concretamente, en la secuencia del primer encuentro de su pareja protagonista, en la tienda de tatuajes de ella, y después su primera cita en una actuación musical. Entonces es como si ese círculo del contenido de su historia adquiriera sentido con la forma de contárnosla, un vaivén de escenas felices, otras cotidianas, otras tan doloras. Y la vida sigue su curso marcándonos, al igual que los tatuajes en la piel de Elise, mostrándonos nuestra propia historia. Pero no todo se puede tapar. La película destila una tristeza tan profunda como poco convencional.

También contiene un acertadísimo uso de las canciones, compuestas por Bjorn Eriksson. Éstas se amoldan a la narración reflejando los estados de ánimo de sus dos protagonistas en las distintas etapas. La alegría y gozo de cuando empiezan a estar juntos, la aflicción ante la enfermedad de su hija, los momentos de espiritualidad, los de quizá reconciliación y encarar el futuro con esperanza o las despedidas.

Se estrenó en nuestros cines el pasado mes de febrero. Por entonces El cielo sobre Tatooine todavía no existía. Ahora, en el tramo final del año y haciendo balance, merece un lugar de honor por estos lares.

 

 

Puntuación:

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3 comentarios

  1. Dice ser Antonio Larrosa

    Es una pelicula que hay que ver

    Clica sobre mi nombre

    28 noviembre 2014 | 12:18

  2. Dice ser miguel

    otra canción preciosa de la peli es » IF I NEEDED YOU»

    https://www.youtube.com/watch?v=kPzSFkLchxM

    28 noviembre 2014 | 14:59

  3. Carles Rull

    @Miguel:

    Coincidimos. ¡Maravillosa! Estuve a punto de incluirla en el post… me alegro que lo haya hecho usted.

    28 noviembre 2014 | 21:13

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