¡Que paren las máquinas! ¡Que paren las máquinas!

¡Que paren las máquinas! El director de 20 minutos y de 20minutos.es cuenta, entre otras cosas, algunas interioridades del diario

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Tras el triple no del PSOE, la presión vuelve a Rajoy

Trece días después del 26-J, Mariano Rajoy está donde estaba el día de las elecciones, cuando celebraba el resultado. Tiene garantizados en el Congreso de los Diputados 137 votos afirmativos, los de su partido, el PP, y ni uno más, y estamos muy probablemente a menos de trece días de la ronda de consultas del rey para proponer un candidato a la investidura. Se ha comido ya Rajoy la mitad de su plazo ordinario.

El miércoles 29 de junio, Rajoy anunció personalmente que al día siguiente, jueves 30, llamaría a Pedro Sánchez, el líder del PSOE. Ni lo hizo ese día ni lo ha hecho después. Decidió cambiar el orden de los contactos, ir de menor a mayor en su llamada a los grupos políticos y esperar a que el PSOE celebrara el Comité Federal previsto para hoy, 9 de julio. ¿Qué había provocado ese cambio de estrategia? Quizá que alguien le aconsejó a Rajoy que volviera el foco y la presión hacia el PSOE y que dejara que Sánchez se cociera en su propia salsa de las tensiones entre algunos dirigentes socialistas. Quizá que alguien le aseguró al presidente del Gobierno en funciones que esta vez Sánchez claudicaría a las medianas presiones internas y a las fortísimas presiones externas, y le cedería a Rajoy al menos la abstención socialista para ser investido.

Si la nueva estrategia era esa, no le ha funcionado al PP. El Comité Federal del PSOE y los tres no de Sánchez a Rajoy -«no a la gran coalición, no a apoyar desde fuera un gobierno del PP y no a apoyar la investidura de Mariano Rajoy», ha dicho- devuelven el foco y la presión del calendario al líder del PP, y de modo muy notorio. Hoy, cuando ya se sabía el triple no del PSOE, a Rajoy se le ha preguntado si esta vez aceptará el encargo del Rey -si se produce- de ir a una sesión de investidura, y Rajoy no lo ha aclarado.

¿Declinará de nuevo el líder del partido más votado la invitación de Felipe VI, como hizo en enero pasado? Una pista: se lo pregunté anteayer jueves en Las mañanas de RNE (minuto 18 de la entrevista) a Andrea Levy, vicesecretaria general del PP, y dijo esto: «A la investidura se va para ser investido».

Algo huele raro en el último hachazo de Rajoy a la hucha de las pensiones

Además de nocturnidad, veranidad y alevosía, el último hachazo del Gobierno de Mariano Rajoy al Fondo de Reserva de la Seguridad Social, la llamada hucha de las pensiones, huele raro. Huele a irregularidades administrativas y a maniobras políticas.

Del hachazo, por el que la hucha ha bajado de los 66.815 millones que tenía cuando llegó Rajoy al Gobierno a 25.176 millones ahora, nos enteramos los ciudadanos y los medios por una nota publicada por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social anteayer viernes a última hora de la tarde en su sitio web que comienza así:

«La Tesorería General de la Seguridad Social ha dispuesto hoy viernes 1 de julio de 8.700 millones de euros del Fondo de Reserva para garantizar el pago puntual de las pensiones contributivas.»

«Ha dispuesto hoy viernes 1 de julio de 8.700 millones de euros». O sea, que a esa hora de la tarde noche del viernes ya se había sacado el dinero de la hucha. Sorprendente, porque la ley que regula el Fondo de Reserva de la Seguridad Social dice esto:

«Artículo 4. Disposición de activos del fondo.

La disposición de los activos del Fondo de Reserva de la Seguridad Social se destinará con carácter exclusivo a la financiación de las pensiones de carácter contributivo y demás gastos necesarios para su gestión, y sólo será posible en situaciones estructurales de déficit por operaciones no financieras del sistema de la Seguridad Social, no podrá exceder en cada año del tres por ciento de la suma de ambos conceptos y precisará de autorización previa del Consejo de Ministros, a propuesta conjunta de los Ministros de Trabajo y Asuntos Sociales, de Hacienda y de Economía.»

Autorización previa del Consejo de Ministros parece que no ha habido. Ni se menciona la autorización en la referencia oficial del Consejo de Ministros celebrado el mismo viernes, pocas horas antes, ni la vicepresidente y portavoz Soraya Sáenz de Santamaría se refirió a ello en la rueda de prensa tras el Consejo.

El límite del 3% del fondo fue abolido por un Real-Decreto ley que lleva la firma de Mariano Rajoy el 30 de noviembre de 2012, y publicado en el BOE al día siguiente, si bien se decía allí que la abolición sería solo para los ejercicios 2012, 2013 y 2014. No he encontrado en el BOE ninguna prórroga a ese plazo de tres años, pero quizás exista, pues Rajoy también le metió mano a la hucha de las pensiones en 2015. Lo que no creo que haya cambiado es la necesidad de autorización previa del Consejo de Ministros a propuesta conjunta de cuatro ministerios. ¿O sí lo ha hecho?

¿Anteayer viernes se sacó ese dineral de la hucha conforme a lo que disponen las leyes? ¿Nos lo explican, señores ministros en funciones de Empleo y Seguridad Social, de Asuntos Sociales, de Hacienda y de Economía -todos los que la ley cita- y señor presidente del Gobierno en funciones?

¿No será que había prisa por sacarlo, para pagar la extra de los jubilados, pero convenía hacerlo sin ruido y debatirlo en el Consejo de Ministros lo más alejado posible del 26-J, para no deteriorar las posibilidades electorales y de investidura de Rajoy?

 

Rajoy rompe la hucha de las pensiones con nocturnidad, veranidad y alevosía

Ayer, 1 de julio, primer viernes tras las elecciones, ya casi de noche, horas después de que comenzara la primera gran operación salida de vacaciones, el Gobierno anunciaba muy de tapadillo que había sacado 8.700 millones de la hucha de las pensiones. Con veranidad y nocturnidad, por tanto, y con cierta alevosía, porque ni en la referencia oficial del Consejo de Ministros de ayer por la mañana ni en la rueda de prensa posterior se hizo mención a la saca de la hucha.

Cuando Rajoy llegó a la Moncloa, a finales de 2011, entre la famosa «herencia recibida» de Zapatero se encontró con que la hucha de las pensiones tenía 66.815 millones de euros. Pellizco a pellizco, saca a saca, paletada de miles de millones tras paletada de miles de millones del Gobierno de Rajoy, ya solo quedan 25.176. Para dos años, dicen algunos expertos. O menos, porque la caja ordinaria de la Seguridad Social está sufriendo una sangría constante. Sale más dinero del que entra, y los nuevos empleos -esos de los que presumen tanto Rajoy, su ministra de Empleo y el conjunto del PP- son baratos y precarios y cotizan poco, la ratio cotizantes/perceptores no mejora y la pensión media de los muchísimos españoles que ahora se están jubilando es bastante alta.

¿Explicaciones del Gobierno? Ninguna. ¿Transparencia? Poca, ya hemos visto la comunicación del último hachazo a la hucha. ¿Reconocimiento del problema que tenemos con las pensiones y apertura del debate? Nada de nada, no sea que haya que volver de nuevo a las urnas y se nos asusten los votantes de mayor edad, esos que nos han dado el rutilante triunfo del 26-J.

Pasado mañana lunes salen los datos de paro registrado de junio. Estamos en temporada alta de nuestra economía -servicios, turismo, construcción…- y serán buenos en las grandes cifras y malos en las de abajo, en los detalles, en los de la otra España, esa que se está yendo por el desagüe entre desigualdad, precariedad, abandono a los parados… Saldrán Rajoy, el PP y la ministra del ramo, Fátima Báñez, a sacar pecho, a presumir. Ya lo hizo ésta hace unos días, en campaña electoral. Se notaba que le habían adelantado en su Ministerio algún dato (un escándalo en cualquier otro país, pero aquí vale todo). El otro dato, el de que su secretario de Estado de Seguridad Social estaba abriendo una vez más la hucha de las pensiones para sacar la friolera de 8.700 millones de euros no se lo debieron de dar a la señora ministra en funciones o no consideró ésta que tenía que contarlo a los ciudadanos que iban camino de las urnas.

PD. Si te interesa el debate sobre las pensiones, te recomiendo este artículo publicado hace un mes en 20minutos por Octavio Granado, secretario de Estado de Seguridad Social de 2004 a 2011, de cuando la hucha engordaba.

Que santa Lucía te conserve la vista, ministro Guindos

Estos son los principales datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre del año, publicada esta mañana:

-El número de parados sube este trimestre en 11.900 personas.

-El número total de parados se sitúa en 4.791.400.

-La tasa de paro sube una décima y se sitúa en el 21,00%.

-El número de ocupados se reduce en 64.600 personas.

-El número de ocupados en el sector privado se reduce en 82.100 personas.

-El empleo a tiempo completo baja en 51.700 personas.

-La población activa disminuye en 52.700 personas.

-La tasa de actividad baja 14 centésimas, hasta el 59,29%.

-Los hogares que tienen a todos sus miembros activos en paro aumentan en 54.300, hasta un total de 1.610.900.

Y esta es la interpretación del Gobierno. Luis de Guindos -ministro en funciones de Economía, Competitividad, Industria, Energía, Turismo…- hace pocos minutos:

«La EPA es buena (…) hay una aceleración en la generación de empleo desde mediados de 2015».

Que santa Lucía le conserve la vista (y que el parón político no le mantenga mucho tiempos las funciones).

La semana horribilis del Gobierno, en 18 tuits con intención

Y los 18 tuits, ordenados de más antiguo a más reciente, del domingo 10, a hoy viernes 15 de abril:

 

Y como dirían los inefables Tip y Coll, «la próxima semana hablaremos del Gobierno».

Que se explique Soria del todo y/o que dimita

El cerco sobre el ministro José Manuel Soria se estrecha del todo. Los indicios y los rastros de sus muchas andanzas en diversos paraísos fiscales son abrumadores. Las líneas de defensa que ha ido poniendo desde que estalló su caso, dentro de los llamados Papeles de Panamá, han ido cayendo una a una, desbordadas.

Se anunció ayer, cuando aún no se conocían las novedades y detalles que hoy se han publicado, que el ministro comparecerá el lunes próximo en el Congreso para explicarse.

Decía Rajoy en 2013, en sus sms a Luis Bárcenas, cuando ya era de dominio público que el extesorero del PP tenía fuera de España una fortuna de origen sospechoso:

«Luis. Sé fuerte».

Y a la mujer de Bárcenas:

«Rosa, gracias, eres un encanto. Yo estaré ahí siempre, al final la vida es resistir».

En lo de Soria, presidente en funciones, ya no vale lo de resistir. Que se explique Soria y, si no se explica bien, que dimita en el acto mismo de su comparecencia el lunes o incluso antes.

 

El Congreso lleva a los tribunales al Gobierno insumiso

El estado de insumisión, rebeldía y aconstitucionalidad en que se ha declarado el Gobierno Rajoy respecto a las Cortes es uno de los grandes escándalos democráticos de lo que va de siglo y de parte del anterior, desde la primera Transición. Un colofón con el que uno de los Ejecutivos españoles más prepotentes que vieron los tiempos, que ha legislado cuatro años a golpe de decreto ley, se hace un homenaje a sí mismo y le hace un desprecio supino a la soberanía popular ejercida en las elecciones del pasado 20 de diciembre.

El Gobierno está en funciones, sí, pero el Congreso de los Diputados no. El Congreso está en pleno ejercicio de sus atribuciones, y no parece lógico, ni jurídico, que un Gobierno en funciones tenga menos obligaciones o más atribuciones que un Gobierno en pleno ejercicio, ni que un Congreso en pleno uso de sus facultades las vea limitadas.

Son muy preocupantes los tics antijurídicos y antidemocráticos del Gobierno Rajoy en sus minutos basura. Durante la reciente campaña electoral, tanto el presidente del Gobierno como muchos de sus ministros y diferentes dirigentes del PP se empecinaron en decir, reiterar, repetir y tripitir, a ver si colaba, que tras el 20-D tenía que gobernar el partido más votado, que eso era «lo democrático y lo legal». No es verdad, y ellos lo saben. Saben que el artículo 99 de la Constitución -tan invocada a su conveniencia por el Partido Popular para otros asuntos- dispone taxativamente que no gobierna quien gana unas elecciones con los votos de los ciudadanos, sino quien consigue la investidura con el apoyo de un determinado número de diputados.

Mira uno ahora atentamente la Constitución y encuentra una y otra vez disposiciones como la del artículo 66, que dice que «las Cortes Generales ejercen la potestad legislativa del Estado, aprueban sus Presupuestos, controlan la acción del Gobierno y tienen las demás competencias que les atribuya la Constitución» o la del 110 –«Las Cámaras y sus Comisiones pueden reclamar la presencia de los miembros del Gobierno»– o la del 111 –«El Gobierno y cada uno de sus miembros están sometidos a las interpelaciones y preguntas que se le formulen en las Cámaras»-, y no encuentra ningún artículo que diga que un Gobierno en funciones queda exento de esas obligaciones.

Hoy, todos los grupos, salvo el PP, han reprochado en el Congreso al Gobierno que no se someta al control parlamentario y han aprobado llevar su negativa ante el Tribunal Constitucional. Que no tarden en hacerlo y que no tarde el Constitucional en pronunciarse y acertar.

 

La atención a los parados sigue empeorando

Datos agridulces los que ha hecho públicos esta mañana el Ministerio de Empleo. El paro registrado bajó en marzo, sí, y la afiliación a la Seguridad Social subió, pero en ambos casos con menos fuerza que en la Semana Santa del pasado año, como bien ha relatado Héctor Garrido en esta información. Los indicadores de que nuestro crecimiento económico se ralentiza son cada vez más numerosos.

¿Y los parados? El abandono al que los ha sometido el Gobierno de Rajoy continúa con éste en funciones. Con un solo matiz: la cuantía media bruta mensual que cobran los parados que cobran es el único dato que esta vez no empeora: en febrero de 2013, los parados que cobraban recibían 860,3 euros brutos de media. En febrero de 2014, 823,3 euros. En febrero de 2015, 810,0 euros. En febrero de este año, 810,9 euros. Un ligerísimo repunte.

El resto de datos son más sangrantes:

  • Parados cobrando. En febrero de 2013, cobraban alguna prestación 3.034.866 parados. En febrero de 2014, un 9,4% menos: 2.750.074 parados. En febrero del año pasado, otro 13,7% menos: 2.372.615. En febrero de este año, otro 9,5% menos: 2.147.533 parados cobrando. Casi 900.000 parados menos cobrando en tres años.
  • Parados cobrando, en porcentaje. En febrero de 2013, cobraban prestación el 63,25% de los parados. En febrero de 2014, el 60,33%. En febrero de 2015, el 55,72%. En febrero de este año, el 54,76%. Ocho puntos porcentuales menos de parados cobrando en tres años
  • Gasto del Estado en atender a los parados. En febrero de 2013, el Estado gastó en atender a los parados 2.720 millones de euros. En febrero de 2014, 2.289 millones. En febrero de 2015, 1.881 millones. En febrero de este año, 1.693 millones de euros. Mil millones menos al mes en atender a los parados en tres años. 

Los negociadores que desde los distintos partidos buscan un acuerdo de Gobierno deberían tener estos datos delante de modo permanente. Estamos ante una emergencia social.

La herencia que nos dejan Rajoy, Montoro y Asociados

«Hay margen», decían Rajoy, Montoro, Guindos y asociados hace unos meses, cuando anunciaban ufanos que el Gobierno, en su generosidad, adelantaba la rebaja en el IRPF. «El empleo crece a toda velocidad, y el número de cotizantes a la Seguridad Social también», proclamaban Rajoy, Báñez y compañía durante todo 2015 enarbolando la mano de los discursos aleccionadores (mientras con la otra iban vaciando mucho a mucho la hucha de las pensiones, que se ha quedado en la mitad).

Y no, no había margen. Los ingresos del Estado no se recuperaban al ritmo que prometían los grandes datos macroeconómicos, y el empleo que se creaba era tan mal pagado y tan precario que su aportación en cotizaciones a la caja común era muy endeble. Decían que había margen porque venía un ciclo electoral en el que el PP quería reconciliarse con los electores, quería regar su voto. (Y llaman a otros «populistas»). Pero no, no había margen, como ha reconocido de hecho ahora el Gobierno al admitir que le deja al siguiente, sea el que sea, y a todos nosotros, los contribuyentes, un agujero de 10.000 millones de euros. ¡Toma herencia recibida!

El agujero fiscal -y el regalo fiscal que le hizo el Gobierno Rajoy «a los que más tienen»– es el colofón, la guinda estelar de un Ejecutivo que ha conseguido la cuadratura del círculo de ser a la vez malo para las arcas públicas y también malo para los bolsillos privados (salvo el de los que más tienen).

El remate de sainete del drama fue ayer, cuando preguntado el ministro Montoro cómo es que el presidente Rajoy decía hace pocas semanas que el déficit había sido del 4,5%, y ha resultado finalmente del 5,16% (unos 6.000 millones de diferencia, una nadería), contestó: «El presidente no tiene ningún tipo de información».

He mirado en el BOE esta mañana, a ver si venían o la destitución del ministro o la dimisión del presidente, o ambas cosas. Y no, no está ninguna de ellas.

 

Sánchez e Iglesias, casi dos años de desencuentros

Además de programas, de puntos de vista, de estrategias y de que en el fondo ambos están compitiendo a cara de perro por una misma parroquia electoral, hay algo que dificulta sobremanera el acercamiento y la negociación entre PSOE y Podemos, entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, No sólo apenas hay sintonía personal entre ellos, sino que han protagonizado muchos desencuentros. El primero no se fía del segundo, y el segundo apenas considera al primero.

Sánchez e Iglesias se miran con recelo mutuo desde el comienzo de sus respectivos liderazgos. En septiembre de 2014, dos meses después de convertirse Sánchez en secretario general del PSOE, le hice una larga entrevista. Hablamos de todo, también de Podemos, que había cosechado un cierto éxito en las elecciones europeas en mayo anterior y empezaba a crecer en las encuestas para unas hipotéticas elecciones generales:

-¿Conoce personalmente a Pablo Iglesias?
-No.
-¿No ha hablado nunca con él?
-Alguna vez nos hemos cruzado en algún debate en alguna cadena de TV.
-¿No ha tenido la curiosidad de conocerlos mejor para ver si se hace una idea de que son un posible aliado u otro adversario?
-El Partido Socialista no está en mirar de reojo a unos y a otros. Estamos en construir nuestra alternativa…

Un mes después, en noviembre de 2014, entrevisté a Pablo Iglesias…

-¿Ya ha hablado directamente con Pedro Sánchez?
-Hemos intercambiado un par de wasaps.
-¿Nada más?
-Nada más.

 

En mayo de 2015, en vísperas de las elecciones autonómicas y municipales, volví a entrevistar a Iglesias:

-¿Ya ha tenido algún contacto oficioso u oficial con la dirección del PSOE?
-No, solamente se ha producido una reunión informal entre un miembro de nuestra ejecutiva, Carolina Bescansa, y un miembro de la ejecutiva del PSOE, Patxi López, para establecer un canal continuo de comunicación.
-¿Cuándo fue eso?
-Hace como un mes y medio. Y desde entonces no ha habido más contactos digamos formales, contactos de ejecutiva.

Unos minutos después, en esa misma entrevista, Iglesias me contaba que quien sí le había llamado, y varias veces, era Susana Díaz, la líder de los socialistas andaluces y presunta rival interna de Sánchez en el PSOE.

-Me parece paradójico que yo pueda hablar por teléfono con Susana Díaz y que no haya hablado nunca por teléfono con Pedro Sánchez.

Más recientemente, en la campaña electoral, hice de nuevo entrevistas en diciembre de 2015 a ambos. Le pregunté a Sánchez:

-En su opinión, ¿qué es lo mejor y lo peor de Pablo Iglesias?
-Me parece que es un buen crítico que acepta mal la crítica.

Y le pregunté a Iglesias:

-En su opinión, ¿qué es lo mejor y lo peor de Pedro Sánchez?
-Lo peor es su escasa naturalidad. Creo que lo ha reconocido él. Y lo mejor es que es un hombre muy guapo.

El pasado 11 de febrero, cuando ya tenía Sánchez el encargo del Rey de intentar la investidura y había comenzado los contactos y negociaciones con varios grupos, volví a entrevistar a Sánchez:

-A Iglesias le estamos esperando. (…) ¿Por qué no hay cita todavía? Tendrá que preguntárselo a él. Yo lo único que puedo decir es que tienen la puerta abierta.

Un mes después, siguen en teoría las manos tendidas, las voluntades de diálogo, las puertas abiertas… pero en realidad los recelos y los desencuentros aún no se despejan.