El adiós a una perra “que no servía para nada”

Hay hilos que se hacen virales, que llegan a miles, a millones. Otros apenas los lee nadie, aunque merezcan la pena, aunque condensen toda una vida, aunque rezumen amor. Hoy os traigo uno así.

La escritora e ilustradora Jessica Gómez, autora del blog de 20minutos ¿Qué fue de todos los demás? y de otro con su propio nombre que también os recomiendo y que ganó hace un par de ediciones la categoría personal de los Premios 20Blogs, ayer se despidió de su perra Circe, de un animal que a punto estuvo de acabar sus días antes aún de empezarlos, porque era una cachorra “que no servía para nada” en la Asturias rural.

Ayer se despidió de ella, poco antes lo contó en Twitter y en su blog. Y entiendo la necesidad de contarlo porque yo también la he experimentado. A mí escribir me sana, igual que a ella. Cuando uno de mis animales se ha ido, siempre he necesitado escribir recordándolo, un pequeño ritual que me ayuda a decirles adiós, a pasar por el obligatorio peaje de los que queremos compartir nuestra vida con animales, que viven menos que nosotros, que se irán.

Probablemente una necesidad que esté relacionada con la existencia de las esquelas en los periódicos, de los memoriales, los velatorios y las capillas ardientes. Es preciso decir adiós a los nuestros, hacerlo bien.

Espero que asomar a mi blog las memorias de Jessica le sirva Circe. Mejor dicho, le sirva a toda su familia, como parte de esa necesaria despedida.

Hace muchos años, a finales de una primavera calurosa, en la cuadra de una casa cualquiera, en un pueblo asturiano cualquiera, una pastora mestiza, quizás un poco mastina, parió un buen puñado de cachorros de padre desconocido aunque, a juzgar por las orejas, debía ser cazador.

En aquel pueblo mucha gente cazaba. El dueño de aquella cuadra, donde aquella mestiza había parido, no era cazador: era ganadero, y aquél montón de perritos aullantes eran un incordio.

Pasado un mes, y ante los probablemente atónitos ojos de la pobre mestiza recién parida, aquel hombre había conseguido deshacerse de casi todos los cachorros. Quedaba una, canija y feucha si se la comparaba con sus hermanos, que nadie había querido.

No tenía pinta de ir a ser muy grande, era nerviosa, incontrolable y asustadiza. No tenía pinta de servir para nada. Y en la práctica vida de aquel paraíso rural de un monte cualquiera de Asturias, si un animal no sirve para nada, molesta. No hay más.

«La gallina que no pone, para caldo antes de que sea vieja».

Un domingo (bueno, en realidad no lo sé, pero yo me lo imagino en domingo), un ciclista pasó levantando polvo junto a la cuadra, con la mala suerte de que la cachorra le salió al paso y el ciclista cayó al suelo.

La cachorra huyó llorando, lo que alertó al ganadero, que apareció, palo en mano, a darle un buen par de palos a la cachorra, «por escandalosa». El ciclista, alucinado con la escena, preguntó si le pasaba algo a aquella perra.

– ¡Que no vale pa’ na! Pero no te preocupes que luego pa’ cuando des la vuelta ya no está aquí, porque na’más termine de comer la quito de en medio.

¿Hablaba en serio? ¿Acababa aquel hombre de decirle que iba a matar a aquella cachorra?

La situación terminó con que, después de hablar un rato, el ciclista se llevó a aquella perra, de un mes, canija y feucha, metida en su chaqueta.

No sé si la pobre mestiza tuvo ocasión de despedirse de su último bebé.

El ciclista se llevó a la cachorra a su casa siendo consciente de que no podía quedársela. Pero al menos la había librado de morir aquella misma tarde siendo lanzada al río en una bolsa (método muy típico en algunas zonas, al parecer). Ahora «solo» tenía que buscarle un hogar.

Dos semanas después, una amiga del ciclista se enteró de esto y se lo contó a otra amiga. Así que la amiga de la amiga del ciclista, que acababa de irse (con su perro) a vivir con su novio, le contó a su novio la situación, y decidieron acogerla hasta que le encontraran un hogar.

La perra, sobra decirlo, nunca más se fue. La llamaron Circe.

Circe nunca fue una «gran perra».

Cuando la llevaron a casa tenía un millón de miedos, lloraba, se tiraba al suelo, chillaba… Para hacer pis se iba lejos, lejísimos donde no la pudieras ver. Le asustaba cualquier ruido. Cualquier cosa fuera de sitio. Un coche aparcado en el camino.

Todo le daba miedo al nivel del pánico. Era incontrolable. Entonces aquella pareja novata buscó ayuda en un buen etólogo, trabajaron con disciplina durante unos meses y Circe, aunque no superó del todo todos sus miedos, ya pudo vivir en sociedad y ser feliz.

Con ellos conoció lo que es un hogar estable, tener una familia, ver llegar e irse cachorros perrunos y gatunos, ver llegar para quedarse a dos -casi tres- cachorros humanos. Conoció lo que es viajar, el campo, el sol, escarbar en la arena, correr por el mar.

También conoció lo que es que se enfade contigo alguien que te quiere, y así pudo saber que no todo el mundo se enfada igual.

Tranquila, solitaria y gruñona.

No suele interactuar más allá de olerte o apoyar su cabeza en tu pierna, pidiendo una caricia. No juega si no es a buscar palos o bolas de eucalipto. No le pidas que juegue con los niños: no le va demasiado jugar con niños, aunque sí le gusta que la acaricien.

Aún le asustan las tormentas y los voladores, y se mete bajo la cama los días de mucho viento.

No, Circe no ha sido una «gran perra», pero ha sido nuestra perra durante más de once años. Nuestra compañera. Nos ha querido, lo sabemos, como no ha querido a nadie, y la hemos querido como nadie la quiso tampoco.

Tú, hombre de la cuadra, ibas a matarla. Nosotros le dimos un hogar

Y pienso todo esto porque ahora la tengo aquí, echada junto a mí, cuando la enfermedad ya ha hecho mella en ella.

Cuando sabemos que no responde a la medicación y hemos tenido que tomar la última decisión. La miro junto a mí y se me pone un nudo en la garganta al pensar que mañana, a estas horas, cuando mire no estará.

Así que sí: quiero pensar en todo esto, porque lo necesito. Me hace falta pensar que una perrita, canija, feucha y loca, a la que nadie quería y que iba a morir una tarde de domingo, acabó por casualidad en mi casa, y vivió once años siendo parte de una familia.

Porque así, pensando eso, me dolerá un poquito menos.

Algún día.

Aunque hoy no.

Se irán, lo harán. Se irán y nosotros lo veremos. Y así debe ser. Lo sabemos aunque no queramos saberlo, aunque no queramos pensarlo.

Se irán y nosotros lo veremos porque tienen unas vidas mucho más intensas y cortas que las nuestras, unas vidas en las que no desperdician ni un segundo en aquello que no merece la pena, en las que lo realmente valioso reina, unas vidas que siempre tienen sentido.

Algunos se irán antes de lo que teníamos previsto, aún jóvenes. Otros, más afortunados, se irán ya ancianos. Los habrá que necesiten de nuestra ayuda para irse dignamente, nuestro último regalo.

Se irán y se llevarán sus lametones, sus recibimientos entusiastas al abrir la puerta, sus siestas a nuestro lado, sus estallidos de pura alegría tras la pelota, al encontrar algún colega peludo o al descubrir el mar o la nieve.

Se irán, pero nos dejarán una vida entera de recuerdos. Nos dejarán muchos aprendizajes si somos capaces de interiorizarlos, no hay mejores maestros de la felicidad. Olvidad los manuales de autoayuda y observadles. Nos dejarán la devoción que nos tuvieron.

Antes o después pagaremos el peaje de verlos partir. Algo que para ellos es natural y no entraña frustraciones ni sufrimiento por lo que ya no vivirán.

Mientras estén aquí hay que ser conscientes de ello. Mientras estén aquí hay que disfrutar de ellos tanto como podamos.

Y os lo digo a vosotros, me lo digo a mí misma. Ellos ya lo saben, ellos no necesitan que nadie se lo recuerde.

Mientras pisemos el mundo hay que avanzar riendo, jugando, corriendo y gozando del calor del sol, de las palabras amigas, de las caricias, las flores y la música.

Para nosotros también son dos días.

45 comentarios

  1. Dice ser Webtuinfo

    Gracias

    20 junio 2018 | 9:11

  2. Thank so much!

    20 junio 2018 | 9:22

  3. Dice ser pato15

    Hace 12 años que se fue mi amigo, mi perro, a día de hoy lo recuerdo cada día, no pasa ni uno solo que no me acuerde de el, me dejo tanta tristeza que no he sido capaza de coger otro perro, siempre lo he dicho, los animales son infinitamente mejor que las personas, ni punto de comparación.

    20 junio 2018 | 9:38

  4. Dice ser Cine

    Muy emotivo el articulo. Si de paso quitamos las caquitas de las aceras, mucho mejor

    20 junio 2018 | 9:43

  5. Dice ser patroclo

    » Mientras pisemos el mundo hay que avanzar riendo, jugando, corriendo y gozando del calor del sol, de las palabras amigas, de las caricias, las flores y la música.»

    Darte mi enhorabuena por lo que has escrito, al final se trata de poder entender que sin amor y cariño, este efímero
    viaje al que llamamos vida, no tiene sentido. Gracias

    20 junio 2018 | 9:44

  6. Dice ser Micaé

    Los animales no tienen hijos como las personas. Traen camadas de cachorros una detrás de otra. Dan por hecho que muchos van a morir, en su reducido cerebrito que no tiene la misma percepción de la realidad que el nuestro.
    Así que los «atónitos» ojos de la madre viendo como se llevan a su cachorro es una escena dramática solo para un humano, no para el animal. Y bueno, esforzarse 11 años para mantener a un animal a base de piensos compuestos de restos de otros animales, es un disparate. Un niño no siente empatía por los demás hasta alcanzar cierta edad, imagina un animal. Algunos se montan películas en la cabeza equiparando perros con humanos. Sarna con gusto no pica.

    20 junio 2018 | 10:04

  7. Dice ser Perra

    Los niños tienen empatía desde que tienen la memoria. Si eres capaz de acordar, ya has tenido sentimientos. Y mantener un animal 11 años, qué problema hay? No hay que mantener? Prefieres matarlo? A ti la empatía no se ha desarrollado, quizás tus padres no te han querido nunca

    20 junio 2018 | 10:25

  8. Dice ser Salomé

    Un texto precioso. Refleja lo que muchos sentimos. Gracias!

    20 junio 2018 | 11:00

  9. Dice ser fer

    Y quieren a sus animales.

    Pero en su mundo es un incordio.

    A veces pasa. Los que no son de campo, los pijines de ciudad, se escandalizan pero no dan soluciones al ganadero que es lo que vivió toda la vida.

    Menos lloriqueos y más soluciones realistas.

    Tú, hombre de la cuadra… ¿Se la ce con patatas? De deberia ayudar a la esterilización para evitar esto (veterenarios estatales pasando por pueblos, esterilizando a precio de coste).

    si no Todo seguira igual.

    Poca empatia humana en este caso…

    20 junio 2018 | 11:32

  10. Dice ser Buaaaa cómo lloro!

    Vaya rollo cursi , previsible y lacrimógeno. Como escritora aqui hay poco futuro…
    Perfecto para mentes endebles, licuadas por confundir sus sentimientos y llamar «amor» (¡amor!) a lo que sienten por sus perros y gatos…
    Razón lleva el comentarista que se refiere a lo que de veras sienten los perros: instinto.
    Si a una perra le quitas sus cachorros, en cuanto se le va el olor ya se ha olvidado de ellos. Tan pancha!
    Así es la naturaleza, amigos. Cuando proecrean, ni se enteran de lo que están haciendo. Es evidente. Puro instinto. Y así en infinidad de situaciones.
    Nada de oooohhhhhh cómo me quiere… ¡que no! sencillamente su instinto le hace ladear la cabeza, mover el rabo, etc etc. Porqque te asocia con su bienestar.
    Al artículo solo le falta aludir al Cielo de los Perros, desde donde retozan felices, etc etc.
    ¡Que no!
    Yo tuve varios perros; la que más quise (no «amé, claro está, quise) una bulldog que vivió un porrón de años. Al final se quedó paralítica, no podía ni andar. Movia el rabillo cuando me olisqueba, estaba ciega y sorda. Solo olía. ¡A ella le daba igual todo! Sencillamente, me olía, me asociaba con el buen trato que le daba, y movía su rabito. Estábamos bien juntos los dos. Pero cuando llegó a ese punto, visto cómo estaba, pues un día cogí y le pegué un tiro en la cabeza. Quedó frita, ni se enteró; su pequeño cerebro (los bulldog casi no tienen) se desintegró por los gases de la escopeta. No sufrió. La enterré en el jardín, y aún me acuerdo mucho de ella.
    Con cariño, claro. ¡Pero nada de amor! El amor es para las personas.
    Conque menos lloriqueos… reservarlos para tantísimo niño que se muere de hambre.
    ¡Ah, esos no; esos con dar cinco eurillos a Unicef, ya hemos cumplido!

    20 junio 2018 | 11:40

  11. Dice ser Odisea

    A mí los que me dan pena de verdad en esta historia son los hijos o familiares de Micaé!¡! Vaya tela con la colega!¡!

    20 junio 2018 | 11:47

  12. Dice ser Juanan

    Dice ser Buaaaa cómo lloro!

    Tienes la misma empatía que un halcón cuando ve a un conejo o una serpiente cuando observa a un ratón. No creo que seas tú quien va a enseñar la diferencia entre querer y amar porque probablemente nunca has querido ni has amado. Sobre lo de pegarle un tiro en la cabeza….en fin. ¿Sabes que existen inyecciones?

    20 junio 2018 | 11:48

  13. Dice ser juana

    no me extraña que busquen vida inteligente en marte,viendo la cantidad de gilipollas que hay en este.
    A todo aquellos que criticáis ese comportamiento que tenemos todas aquellas personas que amamos….si amamos a nuestros animales, os habéis preguntado alguna vez que problema alberga en vuestro interior para criticarnos tantos?
    Aportais algún granito de arena a esta Sociedad o simplemente miráis y pasáis pagina….? Tenéis mucho que aprender de estos maravillosos seres de 4 patas….no sabéis la experiencia que os perdeis….

    20 junio 2018 | 11:55

  14. Dice ser Sonia

    Solo los que ámamos a los animales podemos entender estas bonitas palabras,si a los animales akellos seres que nos dan todo a cambio de nada no podemos decir eso de todas las personas, así que mi indiferencia aque los que piensen lo contrario. Estas palabras me han echo llorar ,mi perro tiene 10 años y me duele infinitamente pensar que ya algún día no estará , pero me quedare con todo el amor que me dio y todos los años de felicidad porque el no me tiene que agradecer a mi yo le tengo que agradecer a el . Me alegra saber que hay mucha gente que amamos a los animales.

    20 junio 2018 | 12:32

  15. Dice ser Juan

    Emotivas y conmovedoras palabras que todos los que hemos perdido un perro entendemos perfectamente y compartimos.
    Quienes no les gustan los perros, ni han tenido uno, deberían callarse y no opinar sobre este tema. La ignorancia es terriblemente atrevida y esa ignorancia se vuelve además muy peligrosa si quien la tiene además es un psicópata, y presume de ello como he podido descubrir en algunos comentarios totalmente faltos de empatía (como buenos psicóptas).
    De nota el (o la) que dice que los perros no tienen hijos, uffff, qué sopapo te daba por idiota!!!

    20 junio 2018 | 12:44

  16. Dice ser Alejandro

    Bonitas historias como esta hay que contarlas por que no tienen precio y valen muchooooo yo tuve que sacrificar una bulterrier que no e visto perra tan buena como y esa y por desgracia Le salieron muchas enfermedades y un tumor ya no puedo pasarlo y pesar de lo injusto que era por lo buena que era se merecía todo lo buena de esta vida no lo malo.

    20 junio 2018 | 13:00

  17. Dice ser Mas de lo mismo

    Lo único nuevo hay un comentario que dice que una inyección es mejor que un tiro bueno pues eso es falso por mucho que lo vendan los veterinarios, por razones evidentes.
    Tengo un hermano veterinario con muchísima experiencia en el campo con ganado no en clínicas de esas de perritos completamente absurdas.
    el tiro es absolutamente indoloro la inyección no.
    Sí a alguno le suena el nombre de Munthe, autor de la historia de San Michele, y uno de los mejores escritores que jamás ha habido que tocaran el tema del afecto a los animales, podrá comprobar que recomienda el tiro en la oreja. por cierto era médico algo entendía de eso…
    lo demás es más de lo mismo y no vale la pena insistir

    20 junio 2018 | 13:09

  18. Dice ser Afrodita

    #Mas de lo mismo , para el dueño de un animal al que se quiere, hacerle la eutanasia pegándole un tiro es como si a un familiar terminal, en lugar de sedarlo, le pegaran también un tiro.
    A ver si recapacitamos antes de escribir, que demuestras ser muy ignorante, aparte de lo del tiro, con que las «clínicas para perritos» son completamente absurdas. Absurdos son tus comentarios.

    20 junio 2018 | 13:23

  19. Dice ser Para Afrodita

    Naturalmente que es mucho más rápido y definitivo un tiro de grueso calibre en la cabeza en que cualquier tipo de sedación el tiro es absolutamente instantáneo y absolutamente indoloro. Se entiende siempre y cuando se los gases del arma exploten contra la cabeza de la víctima.
    De todos modos me llama la atención como los animalistas son absolutamente favorables a la eutanasia al aborto y a todo lo que vaya contra el ser humano supongo que es un detalle de coherencia

    20 junio 2018 | 13:56

  20. Dice ser Mak

    Bravo, suerte que aún queden seres humanos así, para compensar a los «seres humanos» que cuelgan galgos o pegan estacazos a perros «inservibles».
    Quedaos con lo bueno, le habéis dado 11 años «de más» con cariño y amor, justo lo único necesario.

    20 junio 2018 | 14:06

  21. Dice ser Ai

    Un blog precioso, lleno de emoción y sentimiento, que sin duda todo amante de los animales comprende y con el que podemos sentirnos identificados. Yo, desde luego, lo hago.
    Tengo animales, todos ellos adoptados, unos venían de estar con personas que no los querían e incluso los despreciaban, otro era el último cachorro que quedaba en el refugio y que nadie quería «porque era muy feo», otros recogidos de la misma calle, enfermos y sin poder apenas mantenerse en pie. Verlos recuperarse de sus enfermedades cuando los veterinarios lo veían tan difícil que no creían que intentarlo tuviera sentido, verlos crecer, verlos vivir felices y preciosos, disfrutando de cada pequeño instante de la vida, es algo que te llena y te hace sentir de un modo que sólo una persona con sensibilidad es capaz de vivir. Lo que el ser humano está haciendo con los animales y con el planeta, creyéndose dueño de toda verdad y de todos los seres, no tiene nombre. Ellos no están aquí para sernos útiles. Tienen tanto derecho como nosotros para estar aquí, o incluso más: ellos no destruyen como hace el ser humano.
    Sobre si los animales tienen sentimientos o no, todo aquel que ha tenido animales y es mínimamente observador y perceptivo no duda en afirmarlo.

    Por otra parte, el texto está muy bien escrito y redactado, da gusto leer publicaciones así, ¡con lo que le cuesta a la gente escribir bien hoy en día, incluso a algunos periodistas!

    20 junio 2018 | 14:25

  22. Dice ser Miguel

    Sólo decir lo q m repugna el comentario n°10. Seguramente será el típico cazador sin escrúpulos s parte d un paleto ignorante cruel.
    Gente como esa es la q m haga querer más s los animales q a las personas.
    Me gustaría saber todos esos q critican a los animalistas a cuántas ONG ayudan…pero que hipócritas.
    Y es q son y nunca mejor dicho como el perro del hortelano,»ni viven ni dejan vivir…»,pobres infelices.

    20 junio 2018 | 14:27

  23. Dice ser elena

    Que duro, me has hecho llorar al recordar lo mal que lo pàsé hace ahora 5 años, entonces perdí a mi perra y conocí este poema de Neruda, hoy tengo 2 perritas en casa,las quiero mucho pero jamás olvidaré a la primera…

    UN PERRO HA MUERTO

    Mi perro ha muerto.
    Lo enterré en el jardín
    junto a una vieja máquina oxidada.

    Allí, no más abajo,
    ni más arriba,
    se juntará conmigo alguna vez.

    Ahora él ya se fue con su pelaje,
    su mala educación, su nariz fría.

    Y yo, materialista que no cree
    en el celeste cielo prometido
    para ningún humano,
    para este perro o para todo perro
    creo en el cielo, sí, creo en un cielo
    donde yo no entraré, pero él me espera
    ondulando su cola de abanico
    para que yo al llegar tenga amistades.

    Ay no diré la tristeza en la tierra
    de no tenerlo más por compañero
    que para mí jamás fue un servidor.
    Tuvo hacia mí la amistad de un erizo
    que conservaba su soberanía,
    la amistad de una estrella independiente
    sin más intimidad que la precisa,
    sin exageraciones:
    no se trepaba sobre mi vestuario
    llenándome de pelos o de sarna,
    no se frotaba contra mi rodilla
    como otros perros obsesos sexuales.

    No, mi perro me miraba dándome la atención necesaria
    la atención necesaria
    para hacer comprender a un vanidoso
    que siendo perro él,
    con esos ojos, más puros que los míos,
    perdía el tiempo, pero me miraba
    con la mirada que me reservó
    toda su dulce, su peluda vida,
    su silenciosa vida,
    cerca de mí, sin molestarme nunca,
    y sin pedirme nada.

    Ay cuántas veces quise tener cola
    andando junto a él por las orillas del mar,
    en el Invierno de Isla Negra,
    en la gran soledad: arriba el aire
    traspasando de pájaros glaciales
    y mi perro brincando, hirsuto,
    lleno de voltaje marino en movimiento:
    mi perro vagabundo y olfatorio
    enarbolando su cola dorada
    frente a frente al Océano y su espuma.
    alegre, alegre, alegre
    como los perros saben ser felices,
    sin nada más,
    con el absolutismo de la naturaleza descarada.
    No hay adiós a mi perro que se ha muerto.

    Y no hay ni hubo mentira entre nosotros.
    Ya se fue y lo enterré, y eso era todo.

    20 junio 2018 | 14:31

  24. Dice ser Diana

    Se me arrugo el corazón al leer este articulo y es verdad estos pequeños seres están tan lleno de amor que no sabes en que momento se te meten tan dentro que se vuelve uno mas de la familia como debe de ser.
    Soy consciente que nos falta mucho humanidad en este mundo porque cada día la estamos perdiendo pero también soy consciente que somos muchos que damos un techo, un hogar, a estos seres que solo saben dar amor y lealtad.

    20 junio 2018 | 14:38

  25. Dice ser Qué lindo

    Un artículo buenísimo dedicado a nuestros pequeños amigos.
    Todo miel, azúcar, ternura y bondad…
    Este es elmundo happychuli en el que nos alienamos los animalistas.
    Damos entre pena y asco, pero seguimos ahi, centrando nuestras vidas en nuestros pequeños amigos que constituyen nuestra familia.
    Puaggggg

    20 junio 2018 | 14:52

  26. Dice ser Se murió mi perro

    Pues lo metes en una bolsa y a la basura.
    Te compras otro, de raza

    20 junio 2018 | 14:55

  27. Dice ser Maripuri

    Yo si se muere mi perrito voy a llorar mucho.
    Es lo único que tengo.
    Aparte de mi perrito, nadie me quiere, no tengo a nadie.
    Mientars le tenga, mi vida tendrá sentido.
    Si se me muere, dejará de tener sentido
    Mi perro es toda mi existencia.

    20 junio 2018 | 15:13

  28. Dice ser Jorge

    Para Buaaaa …. cómo lloro!

    Por la naturaleza de tus palabras se ve que tú no vales para nada. No como Circe que supo sacar los mejores instintos en su familia humana. Recuerda que quien a hierro mata a hierro …. Buaaaa ….. no te recordaremos!

    20 junio 2018 | 16:36

  29. Dice ser MARTA&BRUNO

    Me ha encantado esta historia y no puedo reprimir las lagrimas. Justo hoy hace un año que perdí a mi mejor amigo Bruno, un labrador negro que ha dejado una huella imborrable en mi corazón. Todos los días me acuerdo de él y se me hace un nudo en el estomago. Un tumor en la pata se lo llevó, él que prefería jugar antes que comer. Solo me queda el consuelo de que los casi 15 años que estuvo a mi lado le di todo mi cariño y vivió en las mejores condiciones posibles. Te echo de menos amigo.

    20 junio 2018 | 16:51

  30. Dice ser Luna

    Para Buaaaa cómo lloro!
    No merece la pena ni dedicarte un comentario extenso.
    Solo un consejo, utiliza esa escopeta contigo mismo, harás un favor a la humanidad.

    20 junio 2018 | 17:08

  31. Dice ser Recomienda suicidó

    Qué curiosos son los abraza perros ya se han manifestado como partidarios del aborto y de la eutanasia ahora añade alguna que es partidaria del suicidio…
    Lo siguiente sin duda ninguna es el asesinato todo se andará

    20 junio 2018 | 17:23

  32. Dice ser Makore

    Por lo que leo hay mucho enfermo que se dedica a escribir payasadas en un blog que se la trae al fresco. Comentarios como el 30 o el 31 o el 28…. por eso la gente tiene perros, porque son buenos, fieles, cariñosos y leales. En cambio te pones a parir un crío y puede salir igual de hijodepvta que vosotros, Dios nos libre. Muy bonito artículo, me ha dado mucha penita.

    20 junio 2018 | 18:16

  33. Dice ser Jull

    Pero cuando llegó a ese punto, visto cómo estaba, pues un día cogí y le pegué un tiro en la cabeza. Quedó frita, ni se enteró; su pequeño cerebro (los bulldog casi no tienen) se desintegró por los gases de la escopeta. No sufrió.
    Muy buena descripción.la parte de los gases es muy esclarecedora y además entiendes de perros(bulldog por lo menos) y tu das lecciones de como tratar o como piensa un perro?anda que habría que ver lo que piensa seprona de como solicionastes el problema de tu perro,era muy cara la inyección?
    Y es que ahora por tener perros ya eres animalista,partidario del aborto,eutanasia,abrazaperros …
    Las mentes endebles se escudan en un nick para criticar a otros.

    20 junio 2018 | 18:17

  34. Dice ser Makore

    Aaaadre mía, comentario número 10, tú no has tenido perro en tu puta miserable vida. Hay que joderse lo valientes que sois desde vuestras casas, en la calle no tendrías ni un cuarto de huevos para contar esa historia, enfermo. Perros no sé si sobran, pero psicopatas como tú, esos sí que sobran! Si te tengo delante, te machaco

    20 junio 2018 | 18:22

  35. Dice ser Makore que terror

    Verás… las cosas es mejor que se arreglen razonando y no machacando. Porque en materia de machaqueo no siempre estás seguro de que vas a ganar digo yo…
    Lo mismo puedo ser una ancianita de 80 años en cuyo caso no hay duda de que me machacas llegado el caso, que un cinto marrón de Jiu Jitsu en cuyo caso a lo mejor no machacas tanto amigo mío…
    Am í todo eso que te machaco por Internet siempre me suena a fantasmón
    Y en la calle creo que no es el mejor de los sistemas porque en definitiva el que sacude más que el otro tampoco prueba lleva razón.
    Pensemos, que en eso nos diferenciamos de los animales… por lo menos algunos

    20 junio 2018 | 20:12

  36. Dice ser Jull, la inyeccion gratis

    Un hermano mío es veterinario y le hubiera puesto la inyección gratis.
    Pero estábamos de acuerdo en una evidencia y es que el tiro le iba a doler muchísimo menos que la inyección pero muchísimo menos.
    Con mi bulldog pase ratillos muy buenos y me acuerdo de ella con mucho cariño. Ella también se lo paso muy bien le encantaba que le infla semos un montón de globos y luego perseguirlos por todo el jardín. Era lo único que tenía de feroz porque luego le daban miedo los conejos y las palomas. Fue muy divertido una vez que un conejo la acorralo y la pobrecilla mía no se atrevía ahacerle nada.. era un cacho pan. la echo mucho de menos, y me alegro de que tuviese una muerte rapidísima e indolora volvería a hacerlo.
    El Seprona en temas que tienen lugar dentro de la vivienda no suelen meterse, por otro lado esto sucedió hace ya algunos años… pero me consta que ellos están de acuerdo en que los animales no deben sufrir inutilmente
    Saludos

    20 junio 2018 | 20:18

  37. Dice ser Qué es un animalista

    Aclaro que un animalista NO es alguien que legustan los animales o tiene mascota.
    Un animalista es el que iguala en dignifad animales y seres humanos, quiere que tengan » derechos» y sean contados como los hijos, como miembros de la familia. Se oponen a que el ser humano se sirva de los animales. Precisamente desean que no se puedan tener msscotas, porque eso es esclavizarlas, dicen. Se oponen a que la ciencia investigue con animales…
    Yo estoy absolutamente en contra de esas posturas.

    20 junio 2018 | 20:30

  38. Dice ser Rut Acin

    He llorado leyéndolo. He llorado porque he sentido todo lo que mencionas. Que bien expresado…. Y es verdad…cuando se van yo también escribo….no tan bien…. Pero escribo para ayudar a pasar el trahoy

    20 junio 2018 | 20:41

  39. Dice ser Lucky

    No entiendo porque entran personas que tienen menos sensibilidad que una ameba, ya lo sufriran cuando les llegue un cancer jajajja lo sabeis .

    21 junio 2018 | 0:28

  40. Dice ser Makore

    Querido 35, igual soy un pedazo de morenaco de 2metros y te dejaba escupiendo dientes hasta que se te quitasen las ganas de tener un animal o escribir gilipolleces, amos digo yo. Igual razón no me daba, pero que a gusto me iba a quedar!

    21 junio 2018 | 1:22

  41. Dice ser Para Makore

    Querid@ Makore.
    Uso la @…porque no sé, como se dice ahora, tu género.
    Si eres chica, pues nada. Manos blancas no ofenden. Se feliz sacandome los dientes, espero que solo en tus sueños…
    Si eres chico… Lo de » morenaco»’ sí que me da miedo, lo recomozco. Procuraré mantenerte lejos.un tío que usa esa palabra prefiero tenerlo lejos 🙂
    En serio… Disfruta de tus mascotas, que eso está muy bien. Quierelas mucho y tratalas bien. Pero el amor, que es lo más noble que tenemos, resérvalo para la gente.
    Saludos

    21 junio 2018 | 8:14

  42. Dice ser A Lucky

    Hay dos cosas muy malas que a menudo aparecen al final de la vida. y también a menudo suele pasar que las vamos fomentando y luego cuando nos llegan las lamentamos.
    Una es el cáncer, eso que tú me deseas. No siempre pero muchas veces es fruto de lo que vamos haciendo a lo largo de la vida como por ejemplo fumar comer de manera que no sea sana etcétera etcétera.
    la otra es la soledad. está también puede fomentarse a lo largo de los años. por ejemplo evitando formar familia, o bien sustituyendo el amor a los seres humanos con nuestras mascotas. Naturalmente no todo el que tiene una mascota hace eso, claro que no. pero muchos sí.
    Yo te deseo que una vida sana te libre del cáncer, y que disfrutando mucho de tus mascotas no elimines por ello el amor de los seres humanos y así evites la soledad.
    Saludos

    21 junio 2018 | 8:29

  43. Dice ser Antianimalista

    Por qué esos que van de empáticos por la vida, esos que van de éticos y que se autodenominan ANIMALISTAS desean al que no piensa como ellos cáncer como mínimo?
    Lo siento animalistas pero sois lo peor de lo peor, sois escoria y lo sabéis……

    24 junio 2018 | 9:06

  44. Dice ser Tenéis arreglo

    Tampoco exageremos. Un animalista sigue siendo un ser humano. Por eso no es escoria.
    Su postura si, es nauseabundoa.
    Pero tiene arreglo…
    1. No cerrarse a las relaciones humanas. Aprovecha cuando vas a pasear a tu perro. Es fácil trabar amistad con otros dueños de perros.
    2. No minusvalorar a la familia. Tu familia la forman seres humanos. Perros, gatos, canarios, monos.. Son amigos, no miembros de ella.
    3. Gasta lo lógico en tu mascota, no te dejes arruinar por quien quiere vivir a tu costa con gastos absurdos.
    4. Mientras existan seres humanos en necesidad dedica tu dinero a ayudarles, pasa completamente de las ONGs que ayudan a animales.
    5. Sobretodo sé consciente de que sea como sea tu vida y por muchas cosas que te hayan pasado o te hayan dicho o incluso hayas hecho tú dignidad cómo ser humano está a años luz de la que puede tener un animal. Vales muchísimo precisamente por eso porque eres un ser humano

    24 junio 2018 | 10:03

  45. Dice ser Oscar

    No os preocupeis, si que es verdad que lo primero que hacen los animalistas con los taurinos, cazadores,granjeros, ganaderos es desearles cáncer, pero conozco a un par de animalistas radícales que habían deseado cáncer en todas las redes sociales y ahora lamentablemente(cosa que no me alegro) el cáncer les ha tocado a ellos…..
    Moraleja: No desees nada malo a ningún ser humano, eso que tu deseas puede volverse contra ti como un boomerang….

    24 junio 2018 | 12:17

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