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Del Bosque escoge el amiguismo dentro del terreno de juego

Por Juan Fernández

Tras la derrota de España contra Holanda en el Mundial de Brasil, muchos se dan por sorprendidos y empieza a cundir el pánico por lo que ya se venía venir desde hace mucho tiempo.

Dice Del Bosque: «No es hora de buscar culpables». Claro, porque el principal culpable es él. Teniendo en cuenta el nivel del fútbol profesional y de la multitud de medios disponibles en la actualidad para evaluar tácticas y la forma de jugar contra otros equipos, da vergüenza ajena que la preparación táctica de Del Bosque sea hacer ronditos en los entrenamientos y decirles a los jugadores antes de empezar los partidos: «Vamos muchachos, jugar como sabéis».

Los jugadores españoles Diego Costa, Xavi Alonso y Xavi Hernández en un entrenamiento. (EFE)

Los jugadores españoles Diego Costa, Xavi Alonso y Xavi Hernández en un entrenamiento. (EFE)

Por supuesto, durante los partidos pone cara de póquer, no encuentra respuestas a lo que sucede en el campo y lo más que hace es levantarse del banquillo, gesticular algo, para sentarse de nuevo y recomendarse a Santa Rita.

El cuerpo técnico holandés ha revelado que llevaba 5 meses preparando el partido contra España. Da más que la impresión que la preparación de Del Bosque fue nula. Bastaría incluso haber visto el último partido de preparación de Holanda contra Ghana hace unos días para saber cómo iban a jugar los holandeses.

Casillas, Piqué y Xavi Hernández, los tres calamitosos en el partido, no son ellos mismos responsables, sino el entrenador que los pone y no los retira a tiempo.

¿Qué hacía un jugador con más de 34 primaveras a sus espaldas en el segundo tiempo? Pues naufragar y verlas pasar, más desde que Del Bosque quitó a Xabi Alonso. Pero claro, algún Hernández de turno dijo a Del Bosque cómo le gustaba jugar y que Alonso sobraba.

Muchos jugadores y miles de aficionados no se merecen que Del Bosque elija un amiguismo y compadreo fuera de lugar, así como el miedo al qué pensarán y dirán algunos (determinados jugadores, directivos de determinados equipos), a cambio de lo que una selección campeona del mundo merece: una profesionalidad objetiva.

Muchos jugadores y miles de aficionados no se merecen la humillación del equipo por personajes como Louis van Gaal y algunos jugadores holandeses, muchos de ellos haciendo gala de lo que mejor dominan: las patadas y los codazos.

Ahora vienen las prisas, apelar a la heroica y a que otros equipos no ganen o metan menos goles.

Las derrotas enseñan a levantarse

Por Almudena Molina

Ronaldo derrotado por el BorussiaEl Real Madrid ha quedado fuera de la Champions tras perder contra el Borussia. Ante esta  situación, que la mayoría de españoles conoce, podemos tomar dos diferentes posturas: quejarnos del equipo madrileño y de su estructura o aprender de ellos. Personalmente, yo opto por lo segundo. Era necesario que el Real Madrid cayera para que más tarde se levantara con más fuerza ¿Cómo va aprender si no de sus errores? Ha tenido que perder para darse cuenta del pequeño obstáculo que le hace tropezar y que el otro día le hizo caer.

La sociedad se encuentra en la misma situación que el equipo de fútbol. Era indispensable que cayera, que se encontrara con una gran crisis, un elevado número de desempleo y una austeridad mayor para descubrir algo que tenía olvidado, algo que había quedado oculto tras el velo del materialismo: la persona. Estas dificultades llevan al individuo a apoyarse en el prójimo y percatarse de que está en la misma situación o peor que la suya. Pero todavía nos encontramos en el principio de la remontada, cada persona tendrá que luchar para ver personas en las cosas y no cosas en la personas.

Hemos de dejar a un lado los intereses personales que muchas veces nos llevan a actuar pisando al de al lado y ganar la Champions en equipo, contando con todos sus miembros, desde el más indispensable recogepelotas al capitán más brillante. La sociedad ganará la Champions cayéndose y levantándose, cayéndose y levantándose. No hay otra receta.