Runstorming Runstorming

Poner un pie delante de otro nunca tuvo tanta trascendencia.

¿Acompañas a tu pareja a ver cómo hace deporte?


Foto: Alfredo Luna Corsair Staff Photographer.

Cuando éramos novios (y nuestro noviazgo duró bastante, creedme) solía decir a mi pareja lo ridícula que me parecía la esclavitud de esas chicas que asistían impertérritas a los partidos de fútbol sala de los colegas. El tercer tiempo al que eran invitadas por sus chicos se extendía al Gran Mesón. El Gran Mesón era un templo de las raciones de oreja y de las raciones de bravas. Si lo sigue siendo, perdonadme que no lo sepa corroborar pero no voy a bajar seis calles hasta ahí.

Pero la cosa cambió.

– «¿Te parece si aprovechamos para ver Sevilla el sábado? El club monta un viaje en autocar al medio maratón de Los Palacios«.

Sin maldad. De hecho cuando nos conocimos en casa ya se corría. Padre, hermana, todo quisque era, a ojos de mi novia, una compota simpática de desesperados con hábitos raros.

Aquel sábado en que acordamos acudir a la excursión de los corredores populares nadie vió Sevilla en condiciones. Ni mi novia, ni yo, ni las decenas de acompañantes que se trasladaron al remolino.

– «Una y no más» – me dijeron a la vuelta. Y fue prácticamente cierto. Solamente algún evento gordo o pintoresco. Nunca más, salvo que me sorprendieran con una propuesta de asistir a una carrera, ni mujer ni hijos tuvieron que esperar a que yo pasara. He organizado eventos y he corrido durante unos pocos años y siempre he mantenido esa verdad: correr gusta, ver correr es una variable indeterminada.

Pero que está ahí. Es el mundo de los acompañantes de papá, del churri, del novio, ese personaje deportista con grandes dotes de convicción. Ese adulto que ha descubierto que correr es su modo de vida, su pasión. Y luego están esas madres esperando a que superpapi cruce a lanzar un beso o pase raudo como la segunda oleada de un tsunami. Son segundos que al corredor le suponen una inyección de adrenalina tal que podría adoptar media docena de madres con sus churumbeles para poder repetirlo cada cinco kilómetros, como los avituallamientos.

Pero el código civil impide la poligamia y el alquiler de familias. Sobre lo que no dice nada es sobre el tiempo como dimensión elástica: para el runner son 10 segundos; para los acompañantes… suma veinte minutos de transporte público, veinte de análisis y escaneado visual del mapa de la ciudad, diez de buscar un buen sitio y treinta de esperar.

Al frío, viento, la lluvia o el solazo. Niños, hijos míos y vuestros, que se aburren, se asustan o se hacen pis porque no calculan todavía la verdad de las verdades: los dispares ritmos entre los corredores de cabeza y tu ritmo.

– «Y papá, ¿cuando pasa?»

Muchos otros corren los últimos cien metros de la carrera de vuestra mano, mientras una algarabía intensa pone a tu esposa a gritar y correr en paralelo a ti (salvo que te hayas equivocado de niño y la otra madre grite de pavor).

¿Ninguno lo habéis hecho? ¿No habéis sugerido a vuestra pareja que vaya a veros correr?

Hay que reconocer que las cosas suelen ser mucho más normales. Tu quedas, vas, incluso la carrera pasa dos veces por meta y ahí están tus queridos tomando café con amigos y que, posiblemente, los entornos familiares diverjan enormemente:

Habrá familias donde la pasión deportiva se comparte. Ellos, a tu maratón. Tu, a su basket o a fútbol.

Habrá familias en las que les pille ya mayores y con sus vicios. Tu repentina pasión por correr es tuya. Allá tu con ella.

Habrá familias donde lo normal sea el deporte y vayan o no vayan a verte en función de que coincidan los calendarios de él y ella. Entonces compartís expedición, ruta, carrera, todo.

Conozco algunas familias donde todo ha terminado con un amistoso divorcio.

¿Qué tienes que contar al mundo?

¿Alguna experiencia como corredor? ¿Eres pareja de corredor y quieres expresar desde el anonimato tus emociones más profundas?

16 comentarios

  1. Dice ser spanjaard

    La mía está preparando un pliego de descargo. ¡Viva San Valentín!

    08 febrero 2013 | 09:39

  2. Dice ser Taza de café

    Mi café es solo…jaja, así que me evito tener que ir en calidad de aplaudidora.

    A mi la idea de que vayan a verme ni fu ni fa la verdad, lo que sí he conseguido es que se anime alguna amiga de acompañante para ver el «panorama» jajajajajaja, es lo bueno de ser minoría de féminas en esto, que vas el domingo y te alegras la vista.

    Creo que la frase con la que más de acuerdo estoy de la entrada de hoy es… «Tu repentina pasión por correr es tuya. Allá tu con ella.», no sé porque a veces nos empeñamos en que si algo nos gusta les tiene que gustar a todos y andar amargando al personal…jajaja.

    Feliz viernes!!!

    08 febrero 2013 | 09:54

  3. Dice ser Paz

    Yo lo cuento desde el punto de vista del niño.
    Cuando yo era pequeña, mi padre era cicloturista y de vez en cuando se organizaban excursiones para que fueran las familias. Las madres y niños llegaban antes al sitio de destino, los cicloturistas iban en bici, comíamos todos juntos, pasábamos la tarde y volvíamos todos en el autobús.
    Me sabían a gloria aquellos viajecitos.

    08 febrero 2013 | 10:05

  4. Dice ser cabesc

    Nidecooooooooññaaaaaa.

    Acompaño a mi pareja cuando hace deporte para disfrutar con mi pareja de ese deporte, no sé si lo pillas 😀

    Te meto un spam que lo fríes.

    08 febrero 2013 | 10:31

  5. Dice ser Quique CxC

    Estoy de acuerdo con Paz. Todo depende. La cosa no resulta muy divertida si mi contraria y churumbela están como pasmarotes en una calle durante una hora o más para verme pasar a la carrera durante 5 segundos. No compensa. Pero si simplemente se colocan en meta 15 minutos antes de la hora de llegada prevista (y si no llegan a tiempo tampoco pasa nada), pueden tomarse algo en un bar cercano mientras esperan, van acompañadas de otras contrarias, contrarios, niños, niñas, etc. y después nos vamos todos juntos a comer, beber y platicar… Es un buen plan con la escusa del correr. Si le preguntas a mi Santa, te dirá, yo voy al jolgorio con los amigos y, de paso, veo correr al este censo (si a eso se le puede llamar correr).

    08 febrero 2013 | 10:42

  6. Dice ser spanjaard

    Me alegro de que mis lectores seáis de gremio responsable y que los otros solo maldigan mi nombre y cierren rápidamente la ventana del navegador.

    ¿Y vosotras, parejas acompañantes? ¿No tenéis ningún reproche? Aprovechad. Aquí los viernes y sus tertulias. 🙂

    Cabesc, Quique, leo cierta inquina por haberos metido más de media hora en el Trail de Chiva. Deberíamos entrenar más. JO JO JO

    08 febrero 2013 | 11:00

  7. Dice ser Taza de café

    Bastante tienen las parejas acompañantes y sufridoras con ir a animar como para también empaparse en el blog que leen los interesados…jajajaja

    08 febrero 2013 | 11:15

  8. Dice ser Victor

    Pues las veces que me acompañaron en algún viaje correril nunca llegaron a verme, se liaron por ahí a lo suyo, hacen bien. Las carreras que se celebran en mi ciudad pasan todas o casi todas por delante de mi casa pero nunca les da tiempo a asomarse al balcón, o la ventana. Son geniales, la compañía perfecta para un corredor nunca tienes cargo de conciencia por tenerlos esperando.

    08 febrero 2013 | 12:11

  9. Dice ser ANTONIO LARROSA

    A veces corremos juntos , otras yo lo hago antes y otras al revés , depende mucho de si está la luz apagada o encendida, Perdón (No se en que estaría yo pensando)

    Clica sobre mi nombre

    08 febrero 2013 | 12:55

  10. Dice ser Chache

    Hacer sufrir a la pareja/amante/novi@/cosa/etc, para verte 5 segundos, eso solo pasa al principio, durante el noviazgo o comienzo de relación, que todo se aguanta, después, lo lógico es que vayan al bar jejeje.

    08 febrero 2013 | 13:00

  11. Dice ser Dani

    Si la carrera se desarrollara en el interior de un centro comercial o cerca de la zona Serrano-Velazquez(Madrid), mi pareja no dudaría en ir a verme. Pero como dice «el Quique», si le digo de ir al monte con mi nena a esperame horas hasta que yo llegue(si llego) me dice que me suba «aquí» (léase dedo corazón estirado y demás cerrados)

    09 febrero 2013 | 09:02

  12. Dice ser Perro

    Nosotros vamos juntos al gimnasio y ya no hacemos más deporte que ese, jaja. Pero supongo que si hiciera más cosas si que le acompañaría.

    09 febrero 2013 | 16:18

  13. Dice ser spanjaard

    ¡Espero que tu pareja no asome porque has redactado este párrafo de una manera un poco…jajaja amigo Perro.
    ¿No hacéis mas deporte que ese?
    Ay, que te lías 😀

    Un saludo de Sábado
    SPJ

    09 febrero 2013 | 18:01

  14. Dice ser IR

    Servidora ha «corrido el Mapoma», embarazada de 7 meses en metro (quien lo haya echo sabe que es una odisea). Y en tiempos record!! jajaja
    Los acompañantes estamos infravalorados…

    12 febrero 2013 | 14:40

  15. Dice ser Romana

    lo mío tiene tela ….soy runner, desde antes que a mi pareja ni se le pasara por la cabeza.
    Practiqué atletismo desde muy joven y volví al primer amor con 40 tacos.
    Ahora llevamos 3 años compitiendo en las mismas carreras.
    Hasta aquí todo bien: él llega antes que yo y luego se da la vuelta, me viene a buscar y me acompaña en los últimos kms si se trata de una media o en el sprint final si se trata de una 10K.
    y ahora viene lo malo: llevo lesionada 4 meses y aunque él ahora compita mucho menos (está preparando maratón campeonato de España y su entrenador tiene un plan de entreno que no incluye competiciones mientras tanto) lo acompaño.
    Lo acompaño porque me gusta el atletismo y en estos 3 años he conocido a tanta gente que no paro de animar al personal llamando cada uno con su nombre (la gente alrededor mío flipa y no para de decirme «pero te los conoces todos!!!» mientras ellos sólo esperan y animan al familiar de turno )
    pero esto de estar allí aguantando la mochila y la cazadora y ver los demás correr y disfrutar, puhhhhhfffff, lo llevo muy mal …..
    pero sigo yendo …hasta cuando él no compite, pillo el coche o la vespa o el metro y voy a ver y animar …. es como una manera para que esta lesión no me gane la batalla y me quite las ganas de volver a correr de nuevo ….

    12 febrero 2013 | 15:07

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