Muy acostumbrados estamos a las estrellas infantiles que, al crecer, tienen que hacer enormes esfuerzos para sacar su imagen de la imagen dulcificada e inocente que ya no conviene en la industria del cine al convertirse en una persona adulta. No hay más que mirar, por ejemplo, a Miley Cyrus deshaciéndose de Hannah Montana o a Daniel Radcliffe saliendo de Harry Potter.
Sin embargo, a veces la circunstancia es la contraria, y es que una joven promesa llena de talento es elegida para interpretar un papel para el que, muy probablemente y por diferentes motivos, eran demasiado jóvenes.
Hoy, vamos a repasar cinco los casos más famosos:
Natalie Portman en León: El profesional (1994)
El primero es, probablemente, el ejemplo más clásico: Natalie Portman tenía solo 12 años cuando interpretó a Mathilda, la enamorada de León (Jean Reno), un asesino a sueldo que la acoge bajo su protección y le enseña, a regañadientes, el negocio. Si escenas como la de Mathilda vestida de Marilyn os hicieron sentir incómodos, habéis de saber que las más explícitas —como una en la que dormían juntos— fueron finalmente eliminadas en el corte final por excederse de inquietantes.
Portman, tal como contó años después, estuvo durante mucho tiempo en el punto de mira de la cosificación y el abuso, y no le resultó fácil salir del bucle y labrarse una carrera como la actriz profesional que es hoy.
Dakota Fanning en Hounddog (2007)
Fanning tenía 12 años cuando dio vida a Lewellen, una niña sureña en los años ’60 que encuentra en la música de Elvis una vía de escape a su vida, llena de abusos. La película causó un tremendo revuelo cuando se estrenó en el Festival de Sundance, y es que contiene una secuencia de varios minutos en los que no hay desnudez ni imágenes explícitas, pero a través de «solo» su rostro y su mano, apenas iluminadas, se muestra una escena en que Lewellen es violada.
Jodie Foster en Taxi Driver (1976)
12 es el número mágico, porque son también los años que tenía Jodie Foster cuando, en 1974, interpretó a Iris, la prostituta a la que Travis Bickle (Robert De Niro) pretende salvar de un mundo que se ha convertido en un «pozo negro».
A la actriz la hicieron someterse a un proceso de evaluación psicológica para comprobar que el papel no le dejaría secuelas de por vida.
Kirsten Dunst en Entrevista con el vampiro (1994)
Dunst era incluso más joven que sus compañeras: tenía 11 años cuando interpretó a Claudia, una vampira adulta atrapada para siempre en el cuerpo de una niña y enamorada de Louis (Brad Pitt). No es un secreto para nadie que Dunst ha declarado, en no pocas ocasiones, que le dio «mucho asco» y le produjo una profunda aversión tener que besar a un viejo para esta película. Pitt tenía entonces 30 años.
Brooke Shields en Pretty Baby (1978)
La última plaza ha estado muy reñida pero se la adjudico finalmente a Shields por su papel de Violet en La pequeña (Pretty Baby). Por un lado, Shields fue erigida en sex symbol demasiado joven, ya que solo dos años después de esta película (contando catorce) protagonizaría El lago azul.
En Pretty Baby, Violet es una adolescente que vive como prostituta en el Nueva Orleans de 1917. Shields tenía 12 años y la razón de que esté aquí es que, cuarenta años después, la actriz declaró que Pretty Baby es el proyecto creativo más interesante en el que ha participado nunca.
Hola yo soy el mal y soy el dinosaurio y tu no ok yes boner toctoctoc.
08 agosto 2022 | 8:28 pm