Jane Lynch es uno de esos regalos que el cine y la televisión nos da de vez en cuando y que no nos merecemos, porque no la valoramos como se merece ni damos las suficientes gracias por ella.
Actriz polifacética y multidimensional (que esto en realidad no significa nada pero lo usan mucho por ahí en los portales de cine para rellenar palabras), lo cierto es que, aunque la asociamos irremediablemente con su pelo corto y una expresión sempiternamente seria (cuando no enfadada), Jane Lynch es una profesional que no solo cuenta con un más que extenso currículum (su ficha en IMDb cuenta más de 200 entradas), sino que tiene un repertorio envidiable.
Por ejemplo, no mucha gente conoce (lo cual es muy lógico en nuestras latitudes) su prolífica faceta como actriz de doblaje. Desde el reciente Final Space, donde interpreta principalmente a AVA, la IA de la nave en que se mueven los protagonistas, hasta (no os lo perdáis) su primera vez en Padre de familia, en 2001, donde era la voz de la profesora de francés de Peter (¿Recordáis? «Me estoy cuarenta y dos»).
Pasando por títulos de tanto tirón como Rompe Ralph, Ice Age o Shrek.
Entre medias, ha hecho muchas más cosas aparte de ser Sue Sylvester, la malvada profesora de Educación Física en Glee (papel por el que se llevó un Globo de Oro). Este año, sin ir más lejos, su participación en La maravillosa Sra. Maisel le ha servido un precioso Emmy, lo que es anecdótico porque en esta serie original de Prime Video comparte guion con Alex Borstein, una de las actrices principales y que es la voz desde hace 20 años de Lois Griffin en Padre de familia. Si es que todo queda en casa.
De entre sus otros papeles destacados a lo largo de los años 2000, y solo por citar una pequeña muestra, yo me quedaría tal vez con Paul, peli escrita por Simon Pegg y Nick Frost.
Tal vez también con el de Sweeny en Mal ejemplo, Paula en Virgen a los 40 y, sin duda, con algunos episódicos geniales, como en Psych y Monk. ¡Ah! Y seguro que de esto no os acordáis, pero era la agente inmobiliaria en Una serie de catastróficas desdichas de Lemony Snicket, en 2004.
Ahora sí, ¿verdad?
Y no os lo perdáis: en 2000 apareció como enfermera en un episodio de… ¡Las chicas Gilmore!
Pero no la traigo yo aquí por todo esto (que también tiene su punto), sino por las cosas que hizo antes. Durante los ’90, sí, década en la que comenzó a hacerse un sitio en la pantalla y a ir perfilando que su futuro estaba en las series, porque se pasó por algunas tan conocidas como Dharma y Greg, Cosas de marcianos, Cinco en familia o Matrimonio con hijos.
Aunque ello no impidió que aprovechara alguna buena oportunidad en cine. Seguro (segurísimo) que esto tampoco lo recordáis, pero Jane tuvo un papel en El fugitivo, con Harrison Ford, interpretando a la Dra. Kathy Wahlund. Y aquí ya nos estamos remontando a 1993.
Cada vez es más difícil reconocer en esta carita inocente a la Jane Lynch malvada de Glee, ¿verdad que sí? Pues aún no os he enseñado lo mejor:
Retrocediendo un poquitín más en el tiempo, nos encontramos con el primer papel ante las cámaras de Jane, allá en el año 1988, cuando contaba 28 años. Y este papel no fue otro que el de la Señora Lindstrom en Viceversa, una de aquellas ORIGINALÍSIMAS películas en que un niño y un adulto tocaban un objeto mágico y se intercambiaban los cuerpos. O las almas, qué sé yo. Y esta, concretamente, estaba protagonizada por Fred Savage (Aquellos maravillosos años) y Judge Reinhold (Superdetective en Hollywood). El trailer os lo dejo para poneros en situación, Jane no aparece:
Y esta, amigos, era Jane Lynch en Viceversa:
Se cuenta mucho que la carrera de Lynch despegó realmente a partir de 1998, cuando protagonizó un anuncio para los cereales Frosties de Kellogg’s. Os lo dejo aquí para cerrar el post, pero ya os digo yo que su carrera no sé dónde despegaría pero, arrancar, arrancó con Fred Savage 🙂