127 días calientes

Gema Castilla

Por Gema Castilla

Antonia tiene 41 años. Siempre cuidó de su madre, y a su muerte no le quedó nada ni nadie, excepto una profunda depresión. Perdió su empleo sin derecho a prestación social porque sus relaciones laborales siempre fueron sin contrato. Tras meses sobreviviendo con los ahorros, se ve sin recursos para sufragar sus gastos básicos, ni los de una vivienda. Así llegó a la calle.

Una mujer se protege del frío en la calle. Imagen: Gema Castilla.

Una mujer se protege del frío en la calle. Imagen: Gema Castilla.

Y a la calle ha llegado el invierno. En Madrid las personas sin hogar cuentan con 543 plazas de alojamiento adicionales los días más fríos del invierno en relación a las 1.478 plazas de la red estable de atención a personas sin hogar en la ciudad, lo que hace un total de 2.021 plazas ofertadas por el Ayuntamiento. Es lo que se conoce como la campaña de frío, que este año dura 127 días, del 25 de noviembre de 2013 al 31 de marzo de 2014. La campaña está especialmente dirigida para las personas que llevan muchos años sin hogar, aquellas que sufren un gran deterioro físico y psicológico y por lo general, no utilizan la red de atención a personas sin hogar.

Las mujeres, por cuestiones de volumen, no tienen cabida en todos los centros. La proporción entre las personas sin hogar es de 85% de hombres y 15% de mujeres, y por eso la oferta de albergues estaba tradicionalmente dirigida a los hombres, pero los especialistas señalan que cada vez hay más presencia femenina en el fenómeno del sinhogarismo. La tendencia emergente de esta feminización se debe a problemas laborales, toxicomanías, malos tratos o separaciones según un estudio del profesor de Sociología Pedro Cabrera.

Los hombres siempre han sido los principales usuarios de albergues, probablemente porque las mujeres tienden a cuidar de la familia y establecen más redes informales que en momentos de crisis pueden socorrerlas, y por otro lado, las instituciones públicas tienden lazos previos antes de que una mujer caiga en exclusión extrema.

En España, según publicaba Televisión Española en diciembre, unas 30 mil  personas duermen cada noche a la intemperie. 2 mil en Madrid. Te sientes peor que un perro, te sientes peor que una rata, es un rechazo increíble, ¿qué pasa que todos los que no tenemos hogar tenemos que ser drogadictos o borrachos?”, explica entre lágrimas Lourdes en este pequeño reportaje realizado por TVE

¿Qué ocurrirá a partir del 1 de abril? ¿Ya no habrá riesgos para estas personas? Las instituciones deben plantear el problema desde la causa, entender el porqué esas personas están durmiendo al raso cada día, da igual la temperatura o climatología. Y si vamos más allá y nos despegamos de una mirada asistencialista, esta situación no sólo se soluciona con mantas y café. Se debería reflexionar sobre los procesos de recuperación del sentido vital y de inclusión de estas personas.

Los ciudadanos pueden llamar al 112 cuando vean a una persona sin hogar que requiera atención, pero yo les animaría a involucrarse con su entorno, participar de forma activa en alguna de las iniciativas que existen para apoyar a las personas sin hogar. Así es como de veras conseguiremos una verdadera transformación social y una sociedad más inclusiva.

 

Gema Castilla trabaja en RAIS Fundación, entidad que trabaja por la integración sociolaboral de personas sin hogar.

4 comentarios

  1. Dice ser Sicoloco del casting de Foolyou

    El PP es una fábrica de pobres sin futuro.

    15 enero 2014 | 11:38

  2. Dice ser Sueco

    Enhorabuena por esta entrada.
    Una vez oí decir a una persona que vive en la calle que a cualquiera nos puede ocurrir algo así: lo previsible de nuestras vidas puede venirse abajo. Y nos medimos como sociedad por cómo afrontamos juntos estas situaciones. No es tan difícil ni tan caro. Lo que es imposible es seguir conviviendo sin ninguna sensibilidad con esta exclusión.

    15 enero 2014 | 13:24

  3. Dice ser VDAVID

    No hay nada más gratificante que ayudar a alguien que lo necesita… cuando en alguna ocasión he podido repartir un vaso de leche caliente a los inmigrantes que recogían la aceituna en Úbeda y que dormían en un cajero a menos cero grados y ellos contestaban gracias, me he preguntado quien daba calor a quién y quién estaba ayudando realmente al otro… felicidades por la entrada.

    15 enero 2014 | 15:25

  4. Dice ser Brisha

    127 dias de frio lo llamaria yo.

    Jamas he entendido como alguien puede quedarse sin hogar, porque nuestro gobierno no hace nada al respecto. Pero lo mas inquietante es que a la mayoria de nosotros nos trae sin cuidado lo que le pase a esta gente (es asi, por desgracia).

    Y es una pena que nos deshumanicemos.. o igual es que ser humano es precisamente eso.

    15 enero 2014 | 18:08

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