Bueno, Indhira tiene la excusa perfecta para volver a ser la prota, la víctima y la pobrecilla.
Ahora llora porque se imaginó muchas veces cenando en nochevieja con ellos en la casa.
Y claro, está en la puñetera rue y viendo como el hombre de su vida esparce su semilla donde puede.
Pero el de Arturo y Tatiana no es el único acercamiento. Libre de Laura, Saray y Gerardo han tenido sus acercamientos.
Y mientras Indhira llora, pues los realizadores no dudan en alargar la agonía y poner los vídeos de los besos y los tonteos del vasco y la rusa una y otra vez.
«Me fastidia que me duela, pero me duele» dice Indhira, con esas sentencias que no se como no recogen todos los libros de filosofía.
Ahora la excusa de Indhira (y de Milá) será que Tatiana es mala porque le mandó un saludo a Indhira después del edredoning.
Pues como cuando alguien se va y sus ememigos se alegran, ni más ni menos, pasa todo el rato.
Creo que Indhira y Milá es las que se piensan que todos se casan al final de las películas porno…