Los que faltaban para Gran Hermano VIP: se va a liar parda

Decíamos ayer que Nostradamus (entre seta alucinógena y caladita a la pipa de crack) había vaticinado que Gran Hermano VIP iba a desencadenar el fin del mundo.

Bueno, pues vistos los nuevos concursantes que se han ido confirmando ampliamos la información y el rango de destrucción: a tomar por saco el universo y parte del extranjero.

Al parecer empieza el día 11, así que id haciendo testamento. Bueno, mejor confesaros, por si acaso, porque para leer el testamento no va a sobrevivir ni una cucaracha en un búnker dentro de una rata.

¿Que broma es esta? ¿Es que quieren batir el récord de gente inestable en una misma casa? ¿Si quieren cócteles explosivos por qué no le llenan al barman la coctelera de nitroglicerina y le piden un San Francisco?

La gente que ha ideado este programa y sus concursantes son los mismos que se limpian el culo con papel higiénico de una sola capa. Viven al límite del desastre.

En fin, pasemos a analizar a los nuevos concursantes conocidos.

Ylenia. La misma de Gandía Shore, pero con más tetas, que se ha pagado unas de esas rellenas de la cosa que se echa a las juntas del plato de ducha para que no se arme un cirio con el agua.

Es conocida como la poetisa de la MTV por frases como: «me come el coño, en su vida ha visto un coño como éste», «me podía callar y usar mi inteligencia, pero no puedo», «maricón, maricón, maricón, maricón, julai» (nótese en esta última el uso magistral de la reiteración, para luego descolocar al lector con un despliegue de sinónimos…).

Su maquillaje después de una noche de alcohol y desfase, cosa que ocurre con frecuencia, inspiró el Joker de Heath Ledger.

Aguasantas.

Ni puñetera idea de si eso es un nombre, un apellido o una mala mañana del funcionario del Registro Civil. Es la exnuera de Raquel Bollo y al parecer se llevan como para buscarse la yugular nada más verse.

Poco os puedo decir de ella excepto que ha enseñado las tetas en una prestigiosa revista de investigación que pone tías en tetas para desengrasar.

A pesar de su nombre tiene toda la pinta de no poder meter el dedo en agua bendita porque se pone a humear.

 

 

Alessandro.

Uno de los 637 italianos que ha pasado por la versión española de Gran Hermano. De hecho, por la versión española de Gran Hermano han pasado más italianos que por la versión italiana de Gran Hermano.

Es el tipo al que Noemí Merino ordeñó todo lo que pudo, haciendo escala en un tipo llamado Fael. También participó en el concurso ese en el que los famosos hacen como que saltan de un trampolín pero en realidad se trata de que se den unas hostias como un paellera.

 

 

Ares.

A ver, a esta muchacha (sí, tiene nombre de dios griego de la guerra, pero es fémina) no la conocen ni en su casa a la hora de comer. Una vez se cruzó con su abuela por la calle y la pobre señora agarró fuerte el bolso por si se lo llevaba la chica desconocida.

El caso es que salió en el Debate de Gran Hermano 15. También ha trabajado en programas documentales como Cazamariposas o No le digas a mamá que trabajo en la tele. Si tiene más currículum lo desconozco. Lo que tampoco es decir mucho teniendo en cuenta que desconozco casi todo.

 

 

Pablo Sebastián, el pianista de Parada.

Supongo que se habrá dejado las huellas dactilares estudiando solfeo y piano y trabajando más que un Elfo de Papá Noel y ahora sólo se le conoce por haber tocado el piano en Cine de Barrio. Qué putada, mi brigada.

Si a Víctor Sandoval le mordió una araña, a este tipo de pelazo cardado que cuando está sin trabajo hace horas poniéndose al pie de los edificios donde hay un suicida por si se cae que caiga en blandito, le mordió un escorpión. En directo. Mientras se desnudaba. En Crónicas Marcianas. No hay más preguntas, señoría.

Hay unos cuantos más (al parecer van a ser unos 12) pero aún no están confirmados. Que el señor nos coja confesados.

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