Comienzan las conspiraciones y el mal rollo en Gran Hermano 12+1

¿Os acordáis del buen rollo que reina en la casa de Gran Hermano? ¡Pues se ha ido a tomar por donde amargan los pepinos!

Sí, amigos, el colegueo guay a lo borrachera y Asturias patria querida ha durado dos días, literalmente. A estas alturas la gente tiene las nominaciones más claras que el mecanismo de un chupete.

Si apuñalar por la espalda fuera un deporte olímpico esta gente copaba las medallas de oro. Iban a tener que hacerles un podio especial.

Las Gemma Mengual del despelleje espaldero son Zulema y Ariadna, que se han dedicado a poner verdes a Juan y David. El caso es que Zulema llegó a decir de Juan, el cura que da las hostias a lomos de una Harley, que es “un lobo con piel de cordero”. Así, citando a la biblia, como el cita un verso de Justin Bieber.

Peeeeero, a continuación dijo que les convenía hacerse las suecas y seguirles el rollo, a Juan y a David, que ahora son como uña y carne.

Peeeero, David, ese hombre que lleva una alarma en el móvil para acordarse de respirar, también es muy dado al chismorreo. Si tuviera el pelo blanco en lugar de color pollo con cirrosis podría ser la vieja del visillo.

El aspirante a bombero dijo que Pepe duerme demasiado y que para dormir que se hubiera quedado fuera. Y eso que él es como un zombi de la vigilia, porque es un no-despierto, pero igualmente se metió con el bailaor.

Y claro, el bailaor se enteró (más que nada porque Hugo se chivó, así es el objetor de las coladas) y se puso como un energúmeno. Ah, no, que lo dijo medio dormido. Es verdad que Pepe es una marmota adicta al valium, pero tampoco es para ponerle verde, porque cumple con sus quehaceres.

Y David, que es sensible como el aroma de un zurullo de gaviota, se arrepintió de haberse metido con Pepe y ¿a dónde fue? Pues al concesionario confesionario y ¿con quién? pues con el cura, claro.

Una vez allí, el aspirante bombero se puso a llorar como una media nena (no, los hombres no lloran y son peludos como un felpudo de oso) arrepentido por sus críticas. Juan le consoló y dejó que llorara en sus brazos. Le faltó ponerse seis padrenuestros y tres avemarías.

Hablando del cura. No, la iglesia católica, apostólica y romana no le ha suspendido por entrar en Gran Hermano, le ha suspendido porque sabían lo de su bañador, o sea, por hortera de playa.

¡Madre del amor hermoso, ese marcapaquetes de color rojo sería indecente hasta para Rappel! Es que da grimilla, porque encima las lorzas tapan la mayor parte de la tela… (me acaba de dar un escalofrío malo).

Un detalle: ¿A quién se le ocurre poner el tendedero al lado de la piscina? ¿Es que no ven que con la humedad no se les va a secar la ropa? Ah, mi alma de maruja se enfurece con esas cosas. ¿Qué será lo próximo, mezclar blanco con ropa de color?

Más cosas: Ariadna es la versión femenina del Jhota. Madre del amor hermoso, es una hortera recalcitrante. Tiene unas gafas color rosa brillante capaz de dejar ciego a un halcón. Eso sí, es una chica muy práctica, por ejemplo, es capaz de llevar cuatro bolsas de la compra a la vez: dos en las manos y dos colgadas de las orejas.

Han superado la prueba. Tenían que hacer 800 km remando y han hecho 819. Así que tendrán presupuesto para comida esta semana.

Por último, destacar que Noemí lanzó la teoría de que si tienes el dedo de al lado del dedo gordo del pie más largo que el dedo gordo del pie, es que tienes el badajo grande. Sí, amigos, por cosas como esta se van nuestros científicos al extranjero.

El caso es que Hugo dijo no cumplir ese requisito y Michael dijo sí cumplirlo. Lo que no hicieron fue la prueba empírica de sacarse la chorra y medirla convenientemente para refutar o desechar la teoría.

¡¡MAÑANA GALA!!

¿Queréis saber quiénes serán nominados? Pues ya os digo que Azucena y Pepe salen.