El nutricionista de la general El nutricionista de la general

"El hombre es el único animal que come sin tener hambre, que bebe sin tener sed, y que habla sin tener nada que decir". Mark Twain

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Coenzima Q10, un nombre chachi y mucho cantamañanas

No me digas que no has oído hablar de la coenzima Q10… pues algunos piensan que es la panacea, la quintaesencia de la salud… que lo sepas. Y te la pretenden vender como tal, que es a lo que voy. Los complementos que la contienen los puedes encontrar en herbodietéticas e incluso en farmacias prometiéndote lo que, falazmente, tu estás esperando encontrar en todo este tipo de martingalas: más energía, vitalidad, controlar tu colesterol, tu hipertensión, una piel más lustrosa, detener los signos del envejecimiento, etcétera.

Ubiquinone

¿Qué es la coenzima Q10?

Se trata de una sustancia análoga a algunas vitaminas que se encuentra presente en todo el cuerpo (por algo se llama ubiquinona). Su presencia en el organismo se debe a la síntesis endógena (lo que excluye su categorización como nutriente esencial o como vitamina) o se incluye en la dieta en pequeñas cantidades cuando se viene de la mano de alimentos tales como carnes, pescados y mariscos entre otros. Su actividad biológica está relacionada con la obtención de energía en las células; además de tener una cierta actividad como antioxidante. Y ya está.

¿Con qué argumentario falaz te la tratan de vender?

Son diversos los laboratorios que te pueden hacer creer que esta coenzima Q10 que ellos comercializan en forma de complementos es prácticamente la solución para infinidad de dolencias comunes. El otro día recibí un indignante correo electrónico en el que un laboratorio promocionaba su venta de la siguiente forma:

El ajetreo de la vida diaria que llevamos nos provoca estrés y en ocasiones incluso casos de ansiedad provocada también por las diversas  preocupaciones que tenemos.  Esto conlleva, también,  que a medida que avanza la semana nos veamos con menos energía vital y más cansados. Hay personas que compensan estas situaciones practicando ejercicio,  pero esto, en ocasiones, termina con dolor muscular y cansancio. También es sabido que la piel se envejece a partir de los 30 años porque el nivel de Coenzima Q10 empieza a reducirse. Para todos estos casos y para aquellos que tan solo quieren cuidarse, la Coenzima Q10 es una buena solución. […]

Una cápsula de Coenzima Q10 al día te proporciona una fuente de energía para las células de los órganos que necesitan más energía como son los pulmones, el corazón o el hígado. Además contiene propiedades antioxidantes, ayuda a bajar la presión arterial, previene la migraña y mejora el sistema inmunológico. Complementa tratamientos con fármacos para reducir el colesterol y palian el dolor muscular al mismo tiempo que alivia la fatiga y el cansancio.

La toma de la Coenzima Q10 está indicada para todas aquellas personas que quieren cuidarse. Es especialmente beneficiosa para aquellas que tengan un gasto energético elevado, como los deportistas. También está indicada para la gente de edad avanzada, que necesita un aporte extra de energía,  personas que hagan dietas pobres en antioxidantes o que tengan el colesterol alto y que estén  siendo tratadas con estatinas. Este producto también va dirigido a las personas expuestas diariamente a la exposición solar, ya que protege de la agresión de los radicales libres dañinos. Y es que cabe recordar que durante los primeros 20 años de nuestra vida, nuestra piel es joven y radiante. Esto se debe a la presencia de la Coenzima Q10 en nuestro cuerpo. Pero a partir de los 30, la Coenzima Q10 se empieza a reducir, con lo que conlleva un envejecimiento progresivo de la piel. El aporte de este suplemento consigue retardar este envejecimiento, ya que además aumenta el nivel de colágeno y elastina que son los responsables de mantener una piel elástica y flexible.

¿Para el colesterol, la hipertensión, las migrañas, la fatiga, retardar el envejecimiento…? No me digas que no suena bien. Pero, aparte de quienes te vende estas maravillosas soluciones, ¿son de la misma opinión las autoridades sanitarias? NO. Veámoslo.

La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) se ha posicionado a partir de este documento al respecto de las pretendidas aplicaciones de la famosa coenzima Q10 en forma de suplemento y dice que de eso nada de nada, textual:

  • Sobre su contribución al mantenimiento del rendimiento o del metabolismo energético: no se ha establecido una relación causa y efecto entre el consumo de la coenzima Q10 y su contribución al metabolismo energético.
  • Sobre el mantenimiento de la presión arterial en valores normales: no se ha establecido una relación causa y efecto entre el consumo de la coenzima Q10 y el mantenimiento de la presión arterial en rangos de normalidad.
  • Sobre su eficacia como antioxidante: no se ha establecido una relación causa y efecto entre el consumo de la coenzima Q10 y la protección frente al daño oxidativo del DNA, las proteínas o los lípidos.
  • Sobre su contribución al adecuado mantenimiento de la función cognitiva: no se ha establecido una relación causa y efecto entre el consumo de la coenzima Q10 y su contribución al mantenimiento de una adecuada función cognitiva.
  • Sobre su papel para el mantenimiento de la colesterolemia dentro de valores normales: no se ha establecido una relación causa y efecto entre el consumo de la coenzima Q10 y el mantenimiento de valores adecuados de colesterol en sangre.
  • Sobre el aumento de la resistencia: no se ha establecido una relación causa y efecto entre el consumo de la coenzima Q10 y su contribución al aumento de la resistencia.

¿Sorprendido? Yo no, más que nada porque esta opinión científica de la EFSA data de 2010. Lo que sí que me sorprenden son dos cosas. La primera, el constatar el cuajo (por no decir caradura) que tienen algunos “laboratorios” en insistir en este tipo de estrategias de venta buenrollistas y fraudulentas. Empiezan citando situaciones comunes, inherentes a todo el mundo (generan la sensación de «necesidad» en prácticamente todo el mundo) y luego hacen descansar en la Q10 la «solución definitiva» sin que existan pruebas consistentes de ello.  La segunda, derivada de la anterior, el comprobar, de nuevo la pasividad de nuestras autoridades al permitir que, con el mayor descaro, este tipo de productos cuajen los establecimientos de herbodietética y, lo que es peor, de las farmacias, con estos mismos mensajes. ¿No tendría que haber intervenido ya la nueva AECOSAN (consumidores + alimentos y complementos)? Desde mi punto de vista, este tipo de alegaciones fraudulentas vulneran la legislación y no lo hacen precisamente a la chita callando. Y los paganos, los de siempre.

¿Hay casos en los que esté recomendada la suplementación con coenzima Q10?

Pues es posible que sí, pero no son, ni mucho menos, tan generales o comunes como nos pretenden hacer los laboratorios que la comercializan. Técnicamente su uso podría ser eficaz ante una deficiencia de coenzima Q10, una situación francamente infrecuente, tal y como se señala a través de la web MedLinePlus. Entre las personas que podrían sufrir esta deficiencia figuran aquellas con insuficiencia cardiaca congestiva, presión arterial alta, enfermedad periodontal, enfermedad de Parkinson, algunas enfermedades musculares y SIDA.

Además, es preciso saber que a pesar de que la coenzima Q10 es considerada como  probablemente segura para la mayoría de los adultos cuando se toma por vía oral, su suplementación podría producir algunos efectos secundarios leves entre los que se incluyen malestar estomacal, pérdida de apetito, nauseas, vómitos, diarrea e incluso, en algunas personas, puede producir erupciones alérgicas en la piel.

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Nota: Ni que decir tiene que tras responder de forma educada a los citados laboratorios con la documentación de la EFSA que desmiente la relación causa y efecto que ellos le atribuyen en la comercialización de su producto con coenzima Q10, estos no han respondido.

Quizá te interese consultar esta entrada: Nutricosmética: otra filfa con la nutrición como epicentro

Actualización 26/02/2014: no te pierdas esta entrada en el blog Comer o no comer el respecto de este mismo tema (serendipias de la vida, publicada el mismo día que este post)

La gastronomía como motor afrodisiaco… y déjate de «cachondinas»

Fresa y chocolateCachondina: este era el ingrediente estrella de los chistes verdes de mi adolescencia y juventud. Una supuesta sustancia imaginaria, líquida o en pastillas, que consumida por no importa quién aportaba unas ganas irresistibles de trincarse cualquier cosa que se moviera. Daba igual el género, hombre o mujer; daba igual también el grado de puritanismo inicial… si te ponían cachondina en la comida o en la bebida ya se podía dar por jodido cualquier cosa, animal o persona que se te cruzara en el camino. En los chistes daba mucho juego, lo aseguro. Pero solo en los chistes.

Junto al superpoder de la invisibilidad, el de volar o el de ser indestructible, muchos hemos fantaseado con la posibilidad de tener un bote de cachondina para ponérselo en el plato a nuestro tesoro sexual más reacio. La ciencia también se ha puesto a ello, es decir, se ha puesto a trabajar para buscar esa codiciada sustancia que tantos compradores tendría de existir… pero no la ha encontrado. Ya te lo contaba un día tal como el de hoy de hace un par de años: los alimentos afrodisíacos no existen.

Sin embargo, en el terreno de las pseudociencias hay cachondina para parar un tren, mucha ciencia milenaria, mucha ciencia natural y tradicional que, al final, no sirve para nada salvo para abusar del bolsillo de los crédulos y que no ha podido demostrar su eficacia.

Volviendo a lo más o menos serio, en cierta medida se hace complicado encontrar artículos científicos que traten en concreto de la posible existencia de estimulantes sexuales entre los alimentos, en vez de problemas particulares relacionados con el sexo de uno y otro género (lo más típico la disfunción eréctil en el caso de los hombres o la frigidez en el caso de las mujeres). Además de los artículos citados en la entrada de hace dos años, he encontrado esta revisión que supuestamente explora los remedios afrodisíacos vegetales que se supone están probados científicamente. El artículo, al final se centra en la mención de cerca de 17 remedios Phytoafrodisiacos, que luego no lo son. En la mayor parte de los casos las plantas mencionadas tienen un efecto sobre disfunciones sexuales más o menos frecuentes (impotencia, cantidad de espermatozoides, etc) más que en el efecto de aumentar la libido, que es en esencia de lo que se trata cuando lo que queremos encontrar es la tan ansiada cachondina. O bien, que esa es otra, menciona plantas que al parecer tienen ese ansiado efecto… en estudios realizados en ratas. Es decir, casi nada de nada.

Comida en compañía

Así pues, si lo que nos interesa es… lo que nos interesa, lo que nos queda a título práctico es lo de siempre, a currárselo, ya lo siento. Pero esta realidad no ha de ser motivo de desaliento, más al contrario. Tal y como recogía Manuel Vazquez Montalbán en su libro “Recetas Inmorales”…

No se trata de buscarle tres pies al gato de una supuesta cocina afrodisiaca, sino de concebir el comer en compañía como una situación afrodisiaca en sí misma, sobre todo si la química de los alimentos se corresponde con la de los comensales.

Se trataría por tanto de convertir o de prolongar el acto de comer en un acto de amor. Para ello la gastronomía puede convertirse en un aliado conveniente si se sabe rodear de una cierta distinción, de misterio… y todo ello aliñado con sugerentes insinuaciones. Al final, pocas verdades más ciertas en este sentido como aquella que sostiene Isabel Allende al afirmar que el primer afrodisiaco es el amor.

Además de esta entrada quizá te interese consultar esta otra: ¿Te “alegras de verme” o acaso tomas fitoterapia adulterada?

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Imagen: luigi diamanti y Ambro vía freedigitalphotos.net

Nutrición-área 51: «Ojo de halcón» para adelgazar

Ojo de halcónLo reconozco, este podría ser uno de los temas prototípicos de la mencionada “nutrición-área 51” y, a pesar de que parece broma, no lo es. Tristemente. Se trata de la enésima bobada para adelgazar y se llama “ojo de halcón”.

Reconozco abiertamente que me sorprendió el saber de esto el otro día cuando una compañera (Diana Martínez ‏@gabinetedm) lo puso en Twitter, es más, a resultas solo del cartel, no tenía ni idea de qué podía ser… ¿tendría que ver con algo de jugar a tenis, o con aquello de convertirse en un aguerrido arquero? Al fin y al cabo ambas actividades requieren ejercicio físico y, si de adelgazar se trata, pues la de aquel. Pero va y no. Deja que te cuente que la cosa se pone surrealista.

Algo que por otra parte ya se barruntaba cuando en el mismo anuncio se puede leer lo de que “si no adelgazas te devolvemos el dinero”. Expresiones de este tipo apestan. Posteriores indagaciones (ya digo que andaba más perdido que un supositorio en el oído) me llevaron a saber que se trata de una piedra. Sí, una piedra, pero con poderes claro; de qué si no eso de que te va a ayudar a adelgazar. No he podido averiguar qué tipo de piedra es esta geológicamente hablando (así de lejos parece ónice) o si los múltiples poderes que se le atribuyen proceden de su ubicación geográfica original o si le han sido transmitidos por la acción de algún tipo de chamán.

Es lamentable que a estas alturas de siglo y en nuestro entorno haya gente que se aproveche de la desesperación de terceras personas para hacer su agosto y atracarles con engaño (lo que se llama fraude, vamos). Lo más gracioso de todo es que las fuentes consultadas al respecto de este supuesto remedio gemoterápico coinciden sólo en parte a la hora de atribuirle sus propiedades. Ya te puedes imaginar la calidad de las fuentes consultadas, pero al menos en la que se cita en el anuncio, se pueden contrastar las múltiples aplicaciones de esto llamado “ojo de halcón” que empieza, como cabría esperar, por aquello del adelgazamiento y luego se mete en unos berenjenales chákricos de padre y muy señor nuestro:

Es bueno para adelgazar ya que quita la ansiedad por comer. Angustia. Dislexia. Sistema circulatorio. Intestino. Piernas. Saca del subconsciente lo que hay detrás de un cuello y hombro rígido. Gases. Todas las patologías cardiacas. Disuelve patrones de pensamiento restrictivos y negativos y las conductas arraigadas.

Es una de las piedras que llaman y atraen el poder del chakra base. […] Aplicada en el primer chakra, si la llevas puesta o meditas con ella, infunde paz y curación en las realidades físicas. Es una de las mejores piedras para emplear en la lucha contra esquemas negativos manifestados en enfermedad física.

Cura la energía terrestre y asienta las energías. Estimula y da vigor al cuerpo físico. Fomenta la visión y la intuición. Incrementa las capacidades psíquicas Incrementa la clarividencia

Limpia y energetiza el chacra básico. Puesto en la esquina de la riqueza de una habitación, el ojo de halcón atrae abundancia. Disuelve patrones de pensamiento restrictivos y negativos. Disuelve las conductas arraigadas. Pone los asuntos en perspectiva. Mejora el pesimismo. Mejora el deseo de culpar a los demás por los problemas que uno mismo se ha buscado. Trae a la superficie las emociones encerradas

Trae a la superficie las enfermedades de vidas presentes y pasadas. Sobre el tercer ojo, ayuda a volver a la fuente de un bloqueo emocional. Saca a la superficie las razones psicosomáticas que están detrás de un hombro congelado o un cuello rígido.

La cosa se explica por sí sola, opino; y a pesar del mucho juego que podrían dar, me voy a ahorrar los comentarios sarcásticos.

Como digo, otras fuentes, además de y con ausencia de, le atribuye las siguientes propiedades:

Se la aplica en el chakra coronario. Nos permite analizar los acontecimientos del diario devenir. Piedra de defensa de los medios negativos, donde los campos vibratorios producen fatiga, malestar o dolores físicos. Ubicada sobre los ojos, nos ayuda a adquirir una visión interior, mayor compostura y equilibrio. Aclara el fino material de nuestros canales de energía. El Ojo de Halcón fortalece nuestros órganos respiratorios y actúa los chakra cardíaco, umbilical y esplénico. También es beneficioso para problemas del bajo vientre, huesos y articulaciones. Tiene un efecto favorable sobre el torrente sanguíneo. […] Contra el mal de ojo. Recomendable cuando se está en campos negativos, ya que da fuerza y estabilidad. Acuario y Géminis: favorece la ampliación de perspectivas en el análisis de los acontecimientos de la vida cotidiana. Protege de los campos vibratorios negativos, etc. [y claro está] Suele reducir la sensación de hambre, por lo que es muy recomendable llevarlo puesto a la hora de hacer dieta.

Que digo yo que, que al menos se podría pedir un poco de coherencia por parte de los gemoterapeutas para estafar a la gente. Es decir, podrían ponerse de acuerdo.

En fin, un vivo ejemplo de porqué funcionan estas cosas… porque es lo que determinadas personas quieren oír. O como decía aquel, mientras haya bobos habrá engañabobos. Una pena.

Nota: Por si te has quedado con la misma duda que yo me quedé al saber de esto, he llegado a conocer que el famoso «ojo de halcón» para que funcione solo hay que llevarlo puesto, es decir no hay que ubicar la piedra en ningún orificio, ni trgársela, ni nada de cosas raras. Solo ponérselo encima.

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Imagen: @gabinetedm

El ansiado Top-Five de las peores dietas milagro para 2014

Stuart Miles vía freedigitalphotos

Stuart Miles vía freedigitalphotos

Esto empieza a ser un clásico. Me refiero a la clasificación que anualmente hace la Asociación Británica de Dietética (BDA) sobre las dietas milagro que más riesgo tienen de popularizarse entre la población general el próximo año, al menos entre la población británica. Y bueno, como no están tan lejos y conocemos de sobra el comportamiento viral de este tipo de absurdeces dietéticas, es también bastante probable que notemos su influencia por estos lares. Así ocurrió si recuerdas con la dieta OMG que estaba en la clasificación del año pasado (que se abordó convenientemente en el blog en este enlace y en este otro) y que llegó hasta España a bombo y platillo… y poco impacto, afortunadamente.

Pues bien, en esta nueva edición tenemos nuevas y dantescas incorporaciones (aunque algunas sean viejos planteamientos, como ya veremos) y algunos sean viejos conocidos. Vamos allá con este ignominioso y actualizado ranking.

5º puesto

Ocupado por uno de esos viejos conocidos a los que aludía. Me refiero a la dieta o o método Dukan. Un astro que al parecer está en un ocaso anunciado en el mundo de las dietas milagro. Recordemos que sus planteamientos ocuparon el número uno de esta poco honorable clasificación en las tres últimas ediciones. Qué decir que no se conozca ya de este maravilloso método; así que pasemos al cuarto puesto… ¡Ah sí!, se me olvidaba, se puede decir, por ejemplo, el dato sin importancia que recoge la BDA en su clasificación: que a su creador, Pierre Dukan, este año 2013, se le ha prohibido ejercer como médico de cabecera en Francia. Significativo. Sigamos

4º Puesto

Otro “sistema adelgazante” que repite presencia, y puesto, este año con respecto al anterior y que hace dos años ocupaba el 2º puesto. Se trata de de la práctica de la alcorexia o también llamada drunkorexia. Está claro que se me acumula el trabajo, el año pasado anuncié un post dedicado a abordar esta salvaje propuesta dietética y sin embargo ha pasado un año y aún no lo he hecho. Queda pendiente, sin falta, para este 2014. Palabrita. De momento y como avance baste decir lo mismo que transmití el año pasado por estas fechas, se trata  en seguir un patrón de alimentación francamente contenido y restrictivo a lo largo de un día o incluso de la semana con la meta puesta en un próximo, nunca muy lejano,  consumo compulsivo de bebidas alcohólicas. La finalidad es que las calorías de más de las bebidas alcohólicas no te hagan engordar ya que para eso se ha ido creando un balance negativo.

3º Puesto

Nueva a medias, se trata de la dieta exenta de gluten con el fin de adelgazar. ¿Te extraña, te parece que no hay base científica para postularla con esos fines? Pues tienes razón, es una magufada sin mayor sentido que el hacerse popular a base de utilizar el respaldo de personas conocidas, léanse famosillas y famosetes. Entre ellas algunas de las más destacadas Gwyneth Paltrow, una tipa que día sí, día también se despierta con ganas de contarnos su última excentricidad dietética. Acumula ya varias, a cuál más absurda. Gwyneth, bonita, a ver si lo entiendes en español que sé que el rollo spanish te pone (recuerda tu Erasmus o lo que sea en Talavera de la Reina, localidad que, hay que ver, te ha hecho hija adoptiva): ser famosa por lo que haces delante de las cámaras no te convierte en experta en nutrición. Anda maja, déjalo, please. Give up, porfis.

 2º Puesto

Una de las verdaderas novedades. Nueva en la lista y nueva en sus planteamientos, al menos para mí y entrando con fuerza, se trata de un planteamiento mitad (pseudo) médico, mitad (pseudo) morfológico. Es la dieta del biotipo. Por lo que cuenta la BDA se trata de poner en relación seis tipos hormonales diferentes con también seis patrones de distribución de la grasa corporal. Una vez establecida esta bio-tontería que solo sus promotores son capaces de defender, se trataría de hacer listas de alimentos prohibidos, alimentos permitidos y, por supuesto recurrir al tema de los suplementos curalo-todo. Esta claro que he de hacer los deberes y ponerme al día. Queda pendiente el detallar su funcionamiento en una próxima entrada. De momento empieza muy mal ya que reúne una buena parte de todos los rasgos diferenciales de las dietas milagro populares y que puedes consultar en esta entrada.

Y por último, en el primer puesto… la tontería de las tonterías, la reina de las reinas de las dietas milagro más peligrosas para 2014 al tiempo que menos recomendables, en el  number one y por tanto en la cimaaaaaaaa…

1º Puesto para

Una vieja conocida de este blog, que al parecer han sacado del baúl de los recuerdos y la han desempolvado, el respiracionismo (este sí que ha sido tratado en el blog y puedes consultarlo pinchando en el enlace). O sea, alimentarse solo de los rayos del sol (el “solo” es importante y no está puesto a tontas y locas). Es decir, es la propuesta de adelgazar dejando de comer. Nos ha jorobado. En su descargo, he de decir que es la única de esta lista que tiene un sustento científico importante. Es más, llevado a sus últimas consecuencias te termina dejando, muy, pero que muy delgadito o delgadita. Tanto como para que te pongan un pijama de pino y… hala, a criar malvas. Hay que decir que no seríais los primeros, o lo que es lo mismo, hay historias de éxito detrás que garantizan sus resultados (modo irónico: on).

Bien, ahora que ya os las he contado, no me digáis que os pillaron desprevenidos.

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Bebidas que no son la leche (de soja, arroz, almendras…)

zole4 freedigitalphotos.net

zole4 (freedigitalphotos.net)

Una especie de conciencia antilácteos está permanentemente presente en nuestro entorno haciendo recaer sobre el consumo de leche miles de aspectos negativos para la salud. Este posicionamiento antilácteo al que me refiero funciona además como una especie de dial que ofrece distintas intensidades. En la postura más light de este posicionamiento están quienes defienden su consumo solo cuando el producto en sí tenga un origen ecológico; luego están los que ecológica o no, la leche solo será un producto aceptable mientras no haya sido sometida a ningún tratamiento incluida la pasteurización (sí, ya sé que parece increíble, pero de esto también hay) ya que al parecer estos procesos son los causantes de Dios sabe cuántos males; a continuación están aquellos enemigos a ultranza de la leche como producto animal que es y proponen en sustitución el consumo de otras bebidas vegetales, blancas, a las que desustanciadamente llaman leche. En el bando contrario a cualquiera de estas posturas están los que afirman que la leche, la original, es poco menos que imprescindible para un correcto mantenimiento de la salud y que se hace preciso tomar no sé cuantos vasos o litros al día. ¿Qué tal si aclaramos un poco estas cuestiones? Luego que cada cual haga lo que le dé la gana, pero haga lo que haga, por favor, que no trate de convencer a los demás de sus planteamientos y, si lo hace, que aporte pruebas.

Ni la “leche de soja” ni las “otras”… son leche

Antes de continuar es imprescindible hacer algunas aclaraciones semántico-legales. En el contexto alimentario, la legislación advierte que el nombre de “leche” hace referencia a:

La secreción mamaria normal de animales lecheros obtenida mediante uno o más ordeños sin ningún tipo de adición o extracción, destinada al consumo en forma de leche líquida o a elaboración ulterior

Por si esta definición no hubiera quedado clara, el mismo texto legal hace la siguiente aclaración (supongo que sabedora de los múltiples atropellos que se cometen en este sentido):

Podrán denominarse “leche” sólo los alimentos que se ajusten a la definición formulada

Así pues, ni “leche” de soja, ni “leche” de almendras, ni “leche” de arroz… ni “leches” varias. La denominación de estos productos será, normalmente, “bebida de…” o “bebida a base de extracto de…” lo que corresponda en cada caso (puedes comprobarlo yendo a tu nevera o mirando en el súper).

¿Son estas bebidas un buen sustituto de la leche de verdad?

La respuesta es depende. Depende de para qué, me refiero. Desde un punto estrictamente nutricional, como puedes imaginarte, no tienen mucho que ver, así que de sustituto en este aspecto, ni bueno ni malo, sencillamente no lo son. Llegado este punto es necesario aclarar que si por algo destaca la leche como alimento y por algo se la ha recomendado con tanta insistencia (hasta llegar casi a la vehemencia) es por su riqueza en calcio y por ser una fuente dietética de este mineral especialmente importante (recuerda que ser rico en un nutriente y ser al mismo tiempo una buena fuente del mismo no tienen porqué ser una cosa consecuencia de la otra). Pero no es ni de lejos la única fuente dietética de este mineral, según el “manual” Krausse Dietoterapia 12ª ed, las verduras de hoja verde como la col, el brócoli, las espinacas, las espinas pequeñas del pescado, las almejas y las ostras, son, entre otros, buenas fuentes de calcio. Además, también pueden serlo algunas bebidas enriquecidas (en calcio, se entiende), como la de soja, al igual que otros zumos enriquecidos pueden contener tanto calcio como la leche de vaca.

Pero es preciso hacer dos aclaraciones para quien lee demasiado deprisa: en estos últimos casos se refiere a las bebidas enriquecidas (lo digo para que los amantes de lo “natural” lo tengan en consideración) y; Tener tanto calcio como la leche no quiere decir, insisto, que el producto termine siendo tan buena fuente dietética como esta; las cuestiones de la biodisponibilidad, la presencia al mismo tiempo de otros nutrientes que faciliten o dificulten su absorción, etcétera también son elementos a tener en cuenta.

Sin embargo, este tipo de bebidas sí que podrían ser un buen sustituto como elemento intercambiable por razones de conveniencia (a quien le guste, claro). Me explico, si alguien ha decidido no tomar leche por la causa que sea y a la hora de desayunar le apetece un café “con leche” o una tacita de cacao soluble el utilizar como sustituto la bebida de soja, de almendras o la que sea, será más conveniente que, por ejemplo, mezclar el café con el zumo de naranja o poner el cacao en polvo en un vaso de agua calentita…. por decir algo.

¿Entonces que es mejor tomar: leche o bebida de soja?

Esta pregunta es de similar calado a ¿qué es mejor tomar: pan de molde o lonchas de mortadela? Es decir, si por mejor se refiere a sus efectos sobre la salud… no son alimentos nutricionalmente comparables. Pero que no cunda el pánico. Si quieres y te gusta, puedes tomar las dos cosas, leche y bebida de soja… o las cuatro: leche, bebida de soja, pan de molde y mortadela. Además, que algo sea bueno o malo dependerá, tal y como vimos en esta entrada de múltiples factores. De momento de la frecuencia con la que se consume y de su cantidad y, además del resto de nuestra alimentación y del resto de nuestra vida.

Pero, al final, ¿hay que tomar leche?

No. Ni es obligatorio, ni indispensable, ni en sentido estricto tampoco diría que lo es el aconsejar una determinada ingesta de leche al día. De hecho, las más recientes recomendaciones sobre la leche, me refiero a aquellas que me parecen más acertadas, se refieren a la leche como un alimento más, sin darle una mayor importancia y sin asignarle un grupo de alimentos propio, con su frecuencia y cantidad de consumo. Estas recomendaciones de las que hablo son las de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard. Si bien, como sabrás, otras recomendaciones como las del Gobierno estadounidense y más en nuestro entorno, las del Ministerio de Sanidad, siguen otorgando a la leche y en general a los lácteos un papel diario “indispensable” dentro de las recomendaciones. Es más, en el caso del plato de la alimentación saludable de la universidad de Harvard la alusión al tema lácteo es para referirse a controlar su cantidad más que a fomentar su consumo. Es decir, leche si quieres sí, pero no te pases y en especial no la uses como «bebida» en sustitución del agua (algo más frecuente fuera de nuestro hispánico entorno).

En resumen, siempre que lleves una adecuada alimentación la leche es un alimento más sobre el que no es necesario hacer recomendaciones concretas, como tampoco se hacen sobre el consumo de tomates o de las pipas de clabaza, por decir algo.

Ahora bien, el decir esto y creerse las ideas conspiranoicas que a menudo se oyen sobre la leche no son la misma cosa (imprescindible este bodrio documento resumen para ilustrar esas tonterías tomado de la ínclita “Discovery Salud”). Así pues, ni maldita, ni bendita, cuando oigas hablar de la leche que sepas que… blanco y en botella.

Como el tema lácteo da para mucho, te sugiero que si quieres visitas estas otras entradas:

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Nutrición-área 51: análisis instantáneo de minerales y vitaminas por espectrofotometría

Supón que tu médico o tú sospecháis que andas bajo de un de determinado mineral o vitamina… o en sentido contrario que tienes unos niveles excesivos de metales pesados en tu organismo y que cualquiera de estas situaciones pueden estar poniendo en jaque tu salud. Lo tradicional, como sabrás, es que se te haga una extracción de sangre y en ella se observen los niveles de aquellos elementos sospechosos ya sea por su déficit o por su exceso. Y eso, como sabes, lo del análisis de sangre, es un engorro, además es relativamente caro y requiere cierto tiempo. Aunque no te lo pagues tú directamente y vayas por la Seguridad Social este tipo de analíticas tienen un precio considerable. Así, siguiendo los cauces habituales, tras varios días, los resultados estarán en manos de tu médico quién podrá pautar el correspondiente tratamiento y recomendar si corresponde las oportunas medidas dietéticas. Incluso si es un médico majo, podría derivarte a estos efectos a un dietista-nutricionista.

Pues bien acabo de ser conocedor del el enésimo disparate diagnóstico (como sabrás hay varias entradas dedicadas a estas cuestiones, más en particular a los diversos y fraudulentos sistemas de detección de intolerancias alimentarias). En este caso se trata de un aparato de tamaño no superior al de un ratón de ordenador que emite unos “pulsos de luz” y que sabiamente aplicados en cuatro puntos concretos de la superficie de la palma de la mano puede hacer este diagnóstico de elementos (vitaminas y minerales) en el acto. Ya ves qué maravilla, sin extracciones de sangre, por un precio infinitamente menor y sin esperar ya que los resultados se vuelcan inmediatamente tras el “análisis” en un ordenador. Puedes ver su funcionamiento en este explícito vídeo:

Te cuento todo esto porque el sistema en cuestión está pegando fuerte. Bueno, en realidad quién lo está haciendo es la empresa que comercializa estos aparatos en España que se denomina OligaScan a base de hacer promoción del aparato en cuestión entre las consultas de médicos, nutricionistas…

¿Cómo se supone que funciona el OligoScan?

A través de una información técnica difícil de comprender salvo que se sea un experto en estas cuestiones la página web del distribuidor afirma lo siguiente:

El método utilizado por el OligosScan para obtener resultados sobre la concentración de elementos traza en los tejidos examinados es el de la espectrofotometría. Es un método de análisis cuantitativo que consiste en medir la absorción o densidad óptica de una sustancia química.

El principio básico es que cada compuesto químico absorbe, emite o refleja la luz (radiación electromagnética) a lo largo de un intervalo de longitudes de onda. Cuanto más concentrada es la muestra, más se absorbe la luz dentro del límite de las proporciones establecidas por la ley de Beer-Lambert.

La espectrofotometría se utiliza en muchos campos: la química, la farmacia, medio ambiente, alimentación, biología, medicina, clínica, industrial y otros.

Pues sí, tanto la espectrometría como la espectrofotometría son técnicas que tienen su utilidad en ámbitos diversos, incluido el sanitario. Pero nadie, absolutamente nadie había propuesto hasta la fecha la utilidad que este sistema propone. Nada inconveniente por otra parte, aquello de la novedad, más al contrario. Pero tal y como sostenía C. Saganafirmaciones extraordinarias requieren evidencias también extraordinarias”.

Como digo, para entender el intríngulis de estas cuestiones hay que ser un experto actualizado y como yo no me lo considero, pregunté a un profesor y compañero de la facultad de CC. de la Salud de la Universidad San Jorge (farmacéutico y especialista en técnicas analítica) que me ilustrara… pero lo cierto es que no pudo ayudarme demasiado, nada más exponérselo le entró un elocuente ataque de risa del que aun no se ha recuperado.

Así pues, recurrí a la búsqueda bibliográfica, más en concreto a la de los estudios de validación de estas técnicas para los fines propuestos y: cero. Cero pelotero. No es que no saliera muy bien parada esta técnica frente a un análisis de sangre, la realidad es que no encontré ni un solo estudio que la haya comparado. ¿Podría ser que se me hubiera olvidado hacer una mínima búsqueda de cuestiones científicas en PubMed? No, afortunadamente, la respuesta me la dieron en la propia empresa OligoScan

Con toda mi buena fe me dirigí por teléfono a la empresa que los comercializa para ver si me podían informar con más detalle. Les pregunté más en concreto por los estudios que avalaran el sistema. Y me quitaron un peso de encima. No los hay, me respondieron sin el menor rubor; se trata de una técnica tan novedosa que no hay estudios publicados. Actualmente, me dijeron, se están realizando, y pronto verán la luz. Sin embargo, ellos no dudan en vender un sistema de cuya eficacia ellos son los únicos garantes. Bien, bien.

De igual modo, me dieron referencias de profesionales médicos que ya tienen implantado en su consulta el OligoScan con, resultados “francamente positivos”. Uno de esos profesionales sanitarios, para que te hagas idea es este de aquí. En su página web podemos echar un vistazo a la línea de su profesionalidad. Un centro en el que se dan cita la biorresonancia (¿te suena?), la homeopatía, la medicina cuántica, la nutrición ortomolecular, las “frecuencias Rife” (mira, aquí me ha pillado por completo, gracias a la «wiki» me entero de qué va esto, que si no…), las típicas terapias alternativas (y peligrosas) contra el cáncer, etcétera. Así pues, haciendo bueno el dicho “dime con quién andas y te diré cómo eres” tampoco es imprescindible intentar entender los entresijos de esta maquinita habida cuenta el marco en el que su uso se circunscribe.

Por último, si te has dado cuenta, en la página del distribuidor hay una sugerente pestañita que pone “estudios científicos” y que pide a gritos pinchar sobre ella. Ahí se encuentra un pdf descargable que no tiene desperdicio: 35 referencias bibliográficas, algunas de origen dudoso que, sinceramente, no sé qué tienen que ver con el sistema en cuestión.

Hasta la semana que viene, aprovecha el finde sin tener en cuenta que hoy sea “frauday”

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Análisis de intolerancias alimentarias «de bolsillo», otro test intolerable

El tema de las intolerancias alimentarias parece que no tiene fin. Bueno, en realidad lo que no tiene fin es el planteamiento de soluciones diagnósticas masivas a intolerancias que carecen de todo reconocimiento por parte de la ciencia.

Recopilemos un poco lo escrito en este blog sobre el tema. Para ponerte en antecedentes te sugiero que, en orden, les eches un vistazo a las siguientes entradas:

Microtubos de ensayo

El resumen, aunque ya lo hice, es que no hay ninguna evidencia científica seria que los test de diagnóstico masivo de intolerancias alimentarias sirvan para algo. Ninguna. Da igual el procedimiento que sigas, el más tecnológico y aparentemente científico de los análisis de sangre, en el que el test de ALCAT es el rey del cotarro (aunque no sé muy bien porqué bizarro motivo); o bien el más esotérico-energético-vital-holístico-tradicionalmente chino de la bioresonancia. No funciona ninguno. Da igual que detrás del mostrador haya un médico en apariencia serio, que estés en el entorno de una modernísima y conocidísima clínica, y que te den un informe de tropecientas hojas satinadas finamente encuadernadas. La única diferencia de que así sea o de que sea más o menos cutre es la cantidad de pasta que fraudulentamente te van a soplar del bolsillo todos, los unos y los otros, por una información que tiene menos utilidad que una cerilla mientras practicas caída libre.

Kit’s de bolsillo de diagnóstico múltiple de intolerancias alimentarias

Pues bien, como no podía ser de otra forma en el entorno que nos hallamos, ya han aparecido los kit de bolsillo do it yourself. Así, por un módico precio puedes hacerte tú mismo en la intimidad de tu casa un test de intolerancias a cincuenta y tantos alimentos (o más, depende de la marca y el test escogido) a partir de un pequeño pinchacito en el dedo. Tras recolectar la gota de sangre hay que seguir una serie de no poco complicados pasos para un ciudadano medio y terminar así por obtener un resultado al respecto de tus supuestas intolerancias alimentarias en poco más de media hora.

El vídeo de cómo realizar el test en tu casa es este:

No voy a entrar en el procedimiento por el cual se termina por obtener una serie de resultados positivos y otros negativos. Baste decir que la técnica bioquímica en cuestión se denomina ELISA, término que proviene de Enzyme Linked Immuno-Sorbent Assay (Ensayo de Inmunoabsorción Ligado a Enzimas) y que es de una gran utilidad en los laboratorios de biología y bioquímica. No obstante y a pesar de lo que ha avanzado esta técnica en los últimos años sigue teniendo diversas limitaciones que no voy a entrar a mencionar, salvo una, quizá la más importante para el tema que nos atañe. A ver si las personas que comercializan esta clase de herramientas les entra de una vez en la cabeza:

Suponiendo la observación de un resultado positivo que confirmara la presencia de anticuerpos (los anticuerpos se unen los antígenos presentes en el test-kit) esto no significa de forma necesaria una acción negativa del alimento sobre la persona. Es decir, no se ha demostrado que la presencia de estos anticuerpos sean la causa de toda la caterva de síntomas, dolencias y patologías que luego, con la aplicación de los resultados del test, quitando los alimentos en cuestión, vayan a desaparecer. Repito, aunque haya un resultado positivo no hay una correlación demostrada entre la presencia de IgG (los anticuerpos de tu sangre que posibilitan las respuestas “positivas”) y las manifestaciones físicas de la enfermedad, trastorno o molestia.

Así, a día de hoy las pruebas de IgG no son consideradas en ningún momento como una prueba diagnóstica valida con el fin de terminar por hacer modificaciones dietéticas conducentes a un posible tratamiento.

Como sucede siempre en estos casos la relación de indicaciones para las cuales puedes utilizar los resultadas del test y deshacerte de aquellos alimentos a los que aparentemente seas intolerante es casi ilimitada: la fatiga crónica, la fibromialgia, las migrañas, los dolores de espalda, la psoriasis, el acné, la diarrea, el estreñimiento, el Síndrome de Intestino Irritable, la obesidad, el autismo, la celiaquía, la candidiasis, los problemas de aparato respiratorio, etcétera. Tanta “solución” se nos debería antojar, de entrada, sospechosa.

¿Qué dice la ciencia sobre su utilidad? Que no

En cuanto a las pruebas que valoren la eficacia y validez de este tipo de técnicas publicadas en revistas con revisión por pares son casi inexistentes y las escasas que hay han sido duramente criticadas por los especialistas por su falta de control, los más que evidentes conflictos de interese de los autores y su pobre metodología.

En sentido contrario, todas, absolutamente todas las sociedades científicas de reconocido prestigio se han posicionado en contra de su validez para los fines propuestos. Por ejemplo:

La Academia Americana de Alergia, Asma e Inmunología y el Colegio Americano de Alergia, Asma e Inmunología sostienen en este documento guía que:

“Los test basado en las IgG para la determinación de alergias carecen de relevancia clínica, no están validados, no tienen suficientes controles de calidad y por todo ello, no se deben utilizar

Por su parte la Academia Americana de Alergia, Asma e Inmunología sostienen en este documento que:

“Algunas pruebas consideradas diagnósticas no han demostrado su utilidad […] Entre ellas se incluyen las pruebas de provocación-neutralización, los ensayos citotóxicos [aquí estaría eld e ALCAT y su familia] […]. La medición de anticuerpos IgG específicos a alimentos es una herramienta que también carece de pruebas que la validen.

La Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica tampoco se queda atrás a la hora de poner en su sitio a estos procedimientos, tal y come queda de manifiesto en este documento:

“El grupo de Expertos recomienda no utilizar cualquiera de las siguientes pruebas no estandarizadas para la evaluación rutinaria de reacciones IgE mediadadas (alergia a los alimentos): La liberación/activación de histamina por parte de basófilos; la estimulación linfocitaria […], las pruebas IgG4 alergeno- específica; los ensayos de citotoxicidad [otra vez el tema de ALCAT y su familia], pruebas electrodérmicas [el rollo bioresonante] […]

Desde la Sociedad Australiana y Asiática de Inmunología Clínica y Alergia ofrecen este documento de posicionamiento, bastante elocuente, con respecto a este tipo de pruebas:

“Con un nivel de evidencia II se consideran pruebas inapropiadas que frecuentemente son empleadas en el diagnóstico de alergias o sensibilidad alimentaria, aquellas consistentes en la determinación de IgG e IgG4 a partir de anticuerpos expuestos a alimentos

Y además aportan el siguiente comentario:

La presencia de anticuerpos IgG dependiente de los alimentos es comúnmente detectada en pacientes sanos tanto adultos como niños. Y esta presencia es independiente de la existencia o no de síntomas relacionados con la alimentación. No existe evidencia creíble de que la medición de anticuerpos IgG sea útil para el diagnóstico de alergia o la intolerancia a los alimentos, ni que los anticuerpos IgG sean causa de los síntomas patológicos. De hecho, los anticuerpos IgG reflejan la exposición a alérgeno, pero no la presencia de enfermedad.  Existe una única excepción en el hecho de descubrir anticuerpos IgG anti-gliadina [proteína del gluten] ya que a veces este dato es útil para confirmar la adhesión a una dieta exenta de gluten en aquellos pacientes con enfermedad celiaca confirmada histológicamente. El uso inadecuado de este tipo de pruebas […] puede dar lugar a restricciones dietéticas inadecuadas e innecesarias, de especial relevancia en la nutrición de los pacientes más pequeños (niños). A pesar de los estudios que demuestran la inutilidad de esta técnica, se uso es frecuentemente promovido en nuestro medio […].”

Tampoco se queda atrás la Sociedad de Alergia Sudafricana, tal y como se puede comprobar en este documento:

«Resulta preocupante el uso de kits de tipo auto-test disponibles entre la población general, en especial cuando se interpretan sin el consejo de un personal sanitario con una formación adecuada, así como la prueba de detección de anticuerpos IgG a alimentos que está siendo utilizada para el diagnóstico de intolerancia a los alimentos, con una ausencia de pruebas científicas rigurosas. […] Instamos a médicos generales, farmacéuticos y organizaciones de interés público en la salud que no avalen el uso de estos productos hasta que existan pruebas concluyentes de su eficacia

Desde la Iniciativa para las Alergias Alimentarias se avisa de forma concisa que:

“[…] La producción de anticuerpos IgG es una respuesta normal a comer alimentos y esta prueba no es útil en el diagnóstico de una alergia o reacción adversa.”

Curiosamente una aseguradora sanitaria (AETNA) también se ha posicionado en contra de estas pruebas tal y como puede leerse aquí:

No hay evidencia sobre que los test del tipo IgG RAST/ELISA sean eficaces ya que no hay pruebas de que los IgG sean responsables de los síntomas de una alergia retardada o de una intolerancia a los alimentos”

Podría seguir (créeme) pero me parece que ya es suficiente.

Marcas y laboratorios detrás de la denostada prueba

Ya solo me queda ponerte sobre aviso de cuáles son las marcas o distribuidoras más conocidas que suelen proponer este tipo de “soluciones”.

Las más conocidas en el mundo anglosajón son el YorkTest y HemoCode. Más en nuestro entorno, actualmente está pegando fuerte CSNovotest, una marca que al parecer, según me comentaron telefónicamente, distribuye los productos de una empresa británica de unos laboratorios, Cambridge Nutritional Sciences Ltd. Todo ello a partir de un producto de auto diagnóstico con el elocuente nombre de Food Detective (el detective de alimentos).

Nota: El pasado lunes día 28 de octubre me puse en contacto con telefónico con CSNovotest con el fin de que me enviaran toda la documentación científica que avalara las fabulosas aplicaciones prácticas que se aseguran sonseguir tras la obtención del resultado del test de autodiagnóstico Food Detective. Les facilité mi teléfono y mi correo, y… aun estoy esperando.

Charlatán de feria

En resumen

No te dejes engañar por luminosas páginas web, tubos de ensayos entre sus imágenes, por un ambiente de fingida ciencia, por flamantes clínicas o por promesas emitidas por falsos profesionales de la salud (la profesionalidad no la da un título colgado de la pared en un bonito despacho). Si terminas por caer y acudes a ellos (fruto de la desesperación y de las falsas promesas) exprimirán tu bolsillo tocando tu fibra más sensible. Tu salud.

No lo digo yo, lo dicen, como has comprobado, quienes saben de estas cosas.

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Esta entrada participa en la V Edición del Carnaval de la Nutrición, organizado por el portal dietistasnutricionistas.es

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 Imagen: Suat Eman vía freedigitalphotos.net; y electrons_fishgils vía Flickr.com Cretive Commons

 

Mujer consigue adelgazar porque la comida le huele a mierda y vende su sistema

ApestosoHoy no es 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes, no. De otro modo ya me hubiera ganado una buena reprimenda por parte de “mis jefes” (en este medio no ven con buenos ojos las inocentadas ni tan siquiera en tan señalado día).

La regañina hubiera sido directa probablemente porque el titular se las trae. Pero hubiera sido inmerecida ya que este es rigurosamente cierto. Sí, ya sé que parece de la familia de los geniales y falsos titulares de, por ejemplo, “El Mundo Today” o de los increíbles y reales en este caso de mi vecino “El blog del becario”. Pero resulta que el mío también es auténtico. Sin engaño ni doble sentido que medie. Increíble, sí… pero cierto. Te cuento.

Resulta que a Alex Fontaine, una mujer del Reino Unido con más experiencia en dietas milagro que Dukan, Montignac y el Dr. Oz  juntos ha puesto en práctica (y a la venta) un «procedimiento revolucionario» para dejar de comer, más en especial para evitar comer tus comidas favoritas y que al mismo tiempo sabes que “no te conviene” comer. Se llama Stink Yourself Slim (algo así como “apesta tu propia [comida] y adelgaza”)

La idea es tan simple como el cagar (para quien no ande estreñido, claro). Y antes de que te enfades por la expresión, no se trata de una frase hecha. Me vas a entender a la primera: se trata de que tú dispongas de un spray con esencia a culo de mofeta (sic) con el que (ahora es cuando te has de sentar) rociar el entorno donde guardas aquellos alimentos que más te tientan. ¿No lo entiendes? Es bien sencillo, quizá tan sencillo que se nos terminan por escapar los detalles. Se te escapan esos detalles como se escapan esos pedetes que salen cuando estás sentado en el trono, y que si no terminaran de salir es como si no hubieras acabado la faena. (Nota: siento mucho el nivel de las comparaciones pero te ruego que hoy, al menos hoy, no me lo tengas en cuenta: el tema lo está pidiendo a gritos… o a pedos). En este caso, la sola percepción de un olor asquerosamente nauseabundo en aquella comida que más te tienta y que sabedor/a de ello tú te has encargado de rociar pestilentemente, obrará el milagro de terminar por rechazarla y que por tanto no vaya directamente a intalarse en el “haber” de tus cartucheras, barriga, glúteos…

Sigues pensando que estoy de cachondeo, seguro. Afortunadamente hay un video y una página web. Estos enlaces sirven para aportar la indubitable prueba de aquello que te estoy contando: una mujer anuncia que llegó a perder 10 kilos a base de rociar el entorno de alimentos más tentadores con un spray pestilente, de tal forma que, una vez “aromatizada” la comida le resultó tan repulsiva como para no comérsela y de ahí su pérdida de peso. Y más aun, está tan convencida de las virtudes de su método que va y decide comercializarlo.

Sí, lo comercializa. Y lo hace al poco escatológico precio, pero sí muy crematístico, de “tan solo” 30 libras el spray de 50 ml de aroma a culo de mofeta (no pocas colonias de marca son bastante más económicas y no huelen mucho mejor) es decir, 35,14€ céntimo arriba, céntimo abajo.

Alternativas a Stink Yourself Slim

Bien, bien; conocedor como sé que eres de la política de servicio de este blog, sabes que no puedo dejar pasar la oportunidad de comentar algunas alternativas al hecho de que te dejes cerca de 35€ en la compra del pestilente spray. Bueno, antes de las alternativas déjame decirte que aquello que a continuación voy a proponer solo es válido si perteneces al selecto club de aquellas estúpidas personas que se creen las bases intrínsecas del proceso, resumido como:

Me dejo una pasta en el carro de la compra – llego a casa – rocío la despensa, frigorífico… con el pestilente spray de culo de mofeta – no como alimentos por que me terminan resultando repulsivos – los tiro – adelgazo – vuelta a empezar (por que «sin comer» no voy a estar XD)

Pues eso, si crees en la validez de este proceso te propongo que te ahorres 35€ en este producto con una simple acción (si eres de estómago sensible te urjo a que llegados a este punto abandones la lectura de este post). Se trataría de que dos veces por semana cojas un tupper, fiambrera u orinal y hagas tus necesidades más sólidas en él, luego vas y depositas sendos recipientes (abiertos) en tu despensa y en tu frigorífico. Cada semana puedes deshacerte del producto depositado en los recipientes y sustituirlos por una versión actualizada de tus deposiciones. Soy de la opinión que esta sencilla, absurda y altamente desaconsejable medida, te ayudará a que termines por obviar cualquier alternativa que pase por comer cualquier alimento guardado en tu nevera o despensa. (Nota: guardar los alimentos en otras estancias de tu domicilio, mientras se sigua la estrategia de la fiambrera fétida se considera hacer trampa y termina por echar al traste todo el sistema: no adelgazarás)

Pero no todo van a ser propuestas de mejora para mis lectores. Ecuánime como pocos, este blog también tiene propuestas de mejora para la creadora de tan fantástica herramienta. Por ejemplo, en vez de “apesta tu propia comida y adelgaza” como eslogan de venta, le sugiero a Alex Fontaine que haga suyo el manido y elocuente: “¿Quieres ser ligero como una mosca?: come mierda, 100.000 millones de moscas no pueden estar equivocadas”.

Bueno, no nos pongamos nerviosos, yo sigo pensando a ver si se me ocurre algo mejor y más palatable. O mejor aun, igual a los lectores de este post les gustaría animarse y aportar algunas sugerencias que le puedan ayudar a Alex Fontaine a escoger un eslogan para su pestilente solución adelgzante.

Dios qué mundo… qué mundo…

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Nota: Quiero agradecer a mi compañero Raúl de la Fuente García (@rdlfg) el haberme puesto al corriente de esta poco creíble, pero real proposición a partir de este artículo)

Imagen: David Castillo Dominici vía freedigitalphotos.net

Orocronodietología y otros trabalenguas de mal agüero

EngranajesNunca aprenderé. Cada vez que tengo constancia de una novedosa y revolucionaria propuesta dietética similar a los más estrambóticos elixires milagrosos del lejano oeste, siempre digo lo mismo: esto es el no va más.

Bien, hoy no lo diré. Ya estoy aprendiendo y sé, tristemente, que detrás de cualquier moderno bálsamo de fierabrás vendrá otro. No sé si justificando su supuesto funcionamiento en adelantadísimas investigaciones científicas, como es el caso de hoy, o haciendo uso de poderes sobrenaturales como marca la leyenda del célebre bebedizo.

¿Qué es la orocronodietología?

Sinceramente no lo sé. Me he leído de arriba abajo el panfleto que se supone debiera definirla pero no he logrado sacar una conclusión clara. En cualquier caso los inventores, promotores, difusores y vendedores de este sistema basado en la ingesta de una serie de cápsulas (orocápsulas siendo estrictos) dan la siguiente definición más o menos vaga. Se trata de:

Una propuesta nueva y única 100% de origen natural, que es la fuente de nuestro bienestar natural, permite muy rápidamente reestablecer, mantener y estabilizar el equilibrio celular global para rencontrar una vida sana y feliz (happy).

Sí yo también me he fijado… siempre poniendo el acento en lo natural, vaya novedad.

Sus principios (creo que carecen de principios). El punto de partida que justifica la posterior intervención orocronodietética es ya de entrada erróneo:

La alimentación de nuestros días no es capaz de suministrar en tiempo y hora los nutrimentos que nuestro organismo necesita tanto en su aspecto como en sus contenidos

Y claro, aportan cero datos que sostengan esta afirmación. (A estas alturas quizá te interese consultar esta entrada sobre los errores más típicos que nos conducen a tomar suplementos dietéticos)

Bueno, el caso es que una vez engañado convencido el usuario de que a día de hoy los alimentos son incapaces de aportarnos todo lo que necesitamos, este sistema se auto atribuye la revolucionaria solución a partir del consumo diario de sus preparados. Estos consisten en las famosas orocápsulas que contienen un complejo de principios activos naturales de la medicina herbaria, la aromaterapia y de la micronutrición (sic).

Caramba, resulta que al final no se trata más que de una forma más o menos novedosa de vendernos supuestos remedios fitoterápicos y aromaterápicos poniendo tecnicismos aquí y allá para hacer incomprensible el mensaje. ¡Vaya! te has quedado chafado, ¿no? Bueno, se trata de eso y de meter por medio los términos micronutrición y cronodieta que siempre quedan resultones en un folleto de estas características, dotándole así de mucho más empaque (donde va a parar)

Y digo bien al decir “se auto atribuye” porque a pesar de lo que la propuesta orocronodietética dice de sí misma:

Este método revolucionario ha sido realizado gracias a OroChronoDietologia® (OroChronoDietology) – una nueva ciencia revolucionaria reconocida por la Comunidad Científica Internacional que está cambiando la fisonomía de la salud natural. Este exclusivo descubrimiento patentado es el resultado de veinte años de trabajo por parte de los equipos de investigación y desarrollo del Dr. Gaetano Zannini en colaboración con los Centros Universitarios Internacionales

Preguntas

La verdad es que por OroChronoDietology (o cualquier cosa que se le parezca) no hay ni una sola referencia en los buscadores al uso de literatura científica. Sin embargo, quizá te llamen la atención tanto gráfico y referencia que aparecen en el folleto promocional. Para entender por qué están todos esos gráficos y tablas que en apariencia, solo en ella, justifican esta propuesta solo hay que contrastar que son datos presentados en simposios sin una mayor trascendencia a la hora de demostrar nada. Es decir, la comunidad científica no ha tenido la oportunidad de contrastar sus proposiciones. A pesar de ello, tras las rimbombantes y vacías palabras de autobombo (“ciencia revolucionaria”, “reconocimiento de la comunidad científica internacional”, “centros de universitarios internacionales…) ahí está una empresa, un laboratorio y un “Hombre”, un médico, Gaetano Zannini, para poner a nuestro alcance las orocápsulas y con ellas la fuente natural de nuestro bienestar.

Las distintas líneas de productos ya te las puedes imaginar, son cinco: renew (supuestamente para renovar de forma literal el cuerpo a nivel celular, para que pueda defenderse mejor de los efectos del envejecimiento, el sol, el tabaco y la contaminación), flex (pretende proteger, defender y reforzar las articulaciones debilitadas y doloridas), relax (se supone que para mejorar el ánimo y el descanso nocturno), energy (supuestamente para mejorar la vitalidad física e intelectual, aumentar la resistencia a la fatiga, reducir el tiempo de recuperación, controlar la gestión del estrés y favorecer un descanso) y no podía faltar Slim (todo un lujo para reeducar el cuerpo hacia el correcto equilibrio entre peso y figura actuando en el reloj metabólico celular que, una vez se ha visto afectado por los hábitos alimenticios inadecuados y/o la falta de actividad)

Sobre el Hombre en cuestión (utilizo la misma forma para referirme al descubridor del sistema que la que ellos mismos utilizan en su folleto) he descubierto en Internet lo que no se puede considerar más que una tomadura de pelo o simplemente una broma histriónica: alguien ha realizado una petición con su recogida de firmas en la plataforma change.org, solicitando al Karolinska Institutet que Gaetano Zaninni y su equipo sean reconocidos con el premio nobel de medicina.

Tomando en consideración Hombre y sistema, creo que es hora de despedirme y para ello traer a colación algunas de las claves para desenmascarar a un científico chiflado tal y como nos las hizo llegar en su día Luis Alfonso Gámez en su estupendo blog Magonia. La megalomanía es la primera de esas claves, se consideran a sí mismos como genios… y la última es la tendencia que tienen a escribir en una jerga compleja, en muchos casos usando términos y expresiones que él mismo ha acuñado. Pues eso, orocronodietología. Entre ambas claves unas cuantas más que te invito a que contrastes directamente en el blog.

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Nota: La proposición de esta entrada se la debo a @manolo_elmas y @ernie_aka vía Twitter, ¡gracias!

Imagen: jscreationzs y Stuart Miles vía freedigitalphotos.net

Porqué le dicen enzima si en verdad se trata de una tontería prodigiosa (y peligrosa)

Asombrado_Stuart MIlesLa verdad es que me he resistido hasta el último momento pero al final el tema de la “Enzima prodigiosa” y el tristemente famoso libro del médico japonés Hiromi Shinya me ha podido. Las razones principales por las que me resistía eran tres: 1ª que me parecía de una simpleza tan absurda que creía ridículo el tener que comentar nada; 2ª que no tenía el libro como tal y todo lo que había leído era de terceros y; 3ª que no me daba la gana de darle más pábulo al tema del que ya tenía (y mucho menos comprarme el libro)

Al final, pasando por encima de tercer razonamiento y habiéndome encontrado un ejemplar digital de la obra (investigando un poquito no es difícil de encontrar) me he decidido a hacer esta entrada. En gran  parte también por lo mucho que me están socarrando las orejas con el tema en cuestión, así que creo haciendo este post me ahorraré bastante saliva si termino por dirigir a mis interlocutores directamente al blog.

Lo que más me inquieta es que no son pocas las personas que teniendo una carrera universitaria (da igual en qué área de conocimiento, a fin de cuentas todas ellas habrán tenido que cursar para obtenerla la educación obligatoria) se lo han comprado, lo están leyendo y les parece “guay” (por decir algo). Empezando por Mercedes Milá. Parece mentira que con lo escrupulosa que es esta mujer para algunas cosas con sus programas de periodismo de investigación y el tema del intrusismo en el ámbito sanitario y demás, se le cruce el cable, y se ponga ahora a hablar maravillas sobre el tema. Eso o se ha caído del caballo porque si no, de verdad, que no lo entiendo.

Bueno, vamos allá, al meollo del asunto.

No hay meollo. Y aquí debería acabarse la entrada.

No hay tal enzima prodigiosa, el bueno de Hiromi (su autor) lo reconoce, solo se la imagina, sospecha de su existencia y le atribuye propiedades que a la luz de la medicina actual solo pueden ser consideradas de milagrosas. Cualquier niño en sus últimos cursos de primaria con los más elementales conocimientos de biología podría (debería) echar por tierra los argumentos de este libro. Lamentables en boca de un señor que ejerce la medicina. Por ejemplo:

Cuando pones cuidado en comer de forma adecuada y vivir un estilo de vida saludable que no desperdicie enzimas, la vida produce la energía que tu cuerpo necesita.

Bonita, preciosa e incluso holística frase entresacada del libro… ¿se las podrías explicar a un niño?

Empezando porque la famosa enzima no existe y que solo el autor es capaz de presumir su existencia, este ensayo es un despropósito detrás de otro. Por ejemplo, bien es sabido que no estoy muy a favor de la actual corriente hiperproteica-proteinada o como quieras llamarle y al parecer Hiromi Shinya tampoco, pero utiliza una serie de argumentos para demonizar el consumo de proteínas francamente lamentables y sin aportar, además, ni la más mínima prueba, estudio o artículo, diciendo cosas como:

Las toxinas de la carne alimentan las células cancerígenas

Lapidaria frase… digo, estoooo… una frase para lapidar. Y se queda tan ancho dando una explicación increíble (en su más estricto sentido) sobre el ADN, su oxidación y las infecciones en un claro ejemplo de cómo mezclar churras con merinas usando un lenguaje técnico. Supongo que utiliza esta estrategia por que suena “guay” y para que quien no sabe de biología no le entienda. Pero hay un grave problema en esta estrategia que es que quien si sabe, tampoco lo entiende (y no olvidemos que se trata de una obra de divulgación general)

Pero hay más, mucho más. Habla de procesos de pasteurización de la leche por encima de 100ºC (algo más que improbable en este proceso). Además, como no podía ser de otra forma en todos estos planteamientos más filosófico-ideológicos que científicos afines al rollo New Age y terapeutas alternativos, el tema de culpar a los lácteos de gran parte de todos nuestros males es un denominador común. Se dice tal que así en el libro en referencia a la leche habitualmente comercializada en nuestro entorno:

En cierto sentido, la leche es el peor tipo de alimento

De hecho, he oído que si un becerro es alimentado con leche que venden en tiendas, en lugar de con leche recién ordeñada, morirá en cuatro o cinco días.

Y lo afirma sin el menor rubor, y tampoco sin atisbo de prueba alguna. El libro está cuajado de expresiones de este tipo: He oído; según mi experiencia; he observado; escucha tu cuerpo…

Pero lo peor de todo a mi juicio, lo peor de lo peor es la estigmatización de los recursos sanitarios para curar las enfermedades, en especial el cáncer, cuando afirma que las medicinas enferman el cuerpo, la quimioterapia es cancerígena, etc.

Os prometo que de verdad soy incapaz de salir de mi asombro cuando analizo el éxito que este libro está teniendo. Más allá de ser una solemne tontería, lo peor es que es peligroso. En el momento que un determinado paciente pueda verse influido para dejar el tratamiento convencional con cientos de estudios a sus espaldas y pasarse a estas otras tonterías. Se trata por tanto de un libro potencialemente peligroso y dañino.

En cuanto al planteamiento dietético que hace, pues sucede lo de siempre, hay cosas que están bien y no son nada novedosas (incluye más vegetales, procura incluir más alimentos frescos y menos procesados, etc.) y cosas novedosas que no están nada bien. ¿Cuando caerán en la cuenta todos estos gurús de la nutrición y dietética que para dar buenos consejos no hace falta ni mentir ni recurrir a cuentos de hadas?

Meditación_Marin

Porque, ¿sabes que pasa? que cuando se hace de esta forma aumentan las probabilidades de tener una sociedad cada vez más estúpida, más creyente en unicornios rosas invisibles. Y sí, es cierto, siemrpe existirá gente que se reúna en noches de luna llena alrededor de una magnífica fogata para invocar a Gaia o a la enzima prodigiosa, madre cósmica de todas esas otras enzimas chiquitinas que habitan en cada ser vivo, eso es algo inevitable y si te digo la verdad me inquieta poco y hasta me parece algo folclórico. Pero lo que me parece todo un desacierto es que alguien utilizando su hábito de médico se ponga, ora a convencerte en virtud de sus conocimientos científicos abusando del criterio de autoridad, ora a invocar a una enzima que ni existe, ni es prodigiosa, ni nada de nada. Esa enzima es una solemne tontería y es peligrosa.

Antes de despedirme, te recomiendo que si quieres conocer otras opiniones en el mismo sentido sobre el libro de la enzima prodigiosa pinches en este enlace del blog de “comer o no comer” (@MitosComer) o en este otro de @centinel5051 (no debes perderte la entrevista que hay al final del post a Mercedes Milá… quizá así se entienda mejor porque esta mujer se pone a decir y a hacer este tipo de cosas)

Actualización 1: Solo la casualidad («serendipia» se dice en el universo más holístico de las conspiraciones) ha querido que el mismo día que se publicaba esta entrada se publicara otra con similar contenido en el blog de un buen amigo 2.0. Imprescindible el análisis que @jmmulet hace del bodrio prodigioso en esta su genial aportación.

Actualización 2: Aquí puedes encontrar es un reportaje aparecido el el periódico El Mundo en la sección «Ciencia» el día 7 de junio de 2013 de la mano de María Valerio en el que aparece un servidor mencionado. Una de las cosas que me gustaría resaltar con el fin de aportar una muestra más de la verosimilitud de la obra «La enzima prodigiosa» queda reflejado en esta parte del texto del artículo del periódico y que dice tal que así:

El japonés [en referencia a Hiromi Shinya, el autor], conocido por sus trabajos en el campo de la colonoscopia y la cirugía digestiva, figura en el prólogo como profesor de cirugía en el Colegio Albert Einstein de Nueva York (Estados Unidos. Sin embargo un portavoz de la institución ha negado a este periódico [El Mundo] que Shinya ejerza allí, pese a que la editorial sostiene que sí. Sobre la posibilidad de contactar con él, Aguilar [la editorial] admite que todo se hace a través de su agente. “Pero no responde. Hemos intentado varias veces contactar con él sin éxito” reconocen.

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Fotos: Stuart Miles, marin vía freedigitalphotos