El nutricionista de la general El nutricionista de la general

"El hombre es el único animal que come sin tener hambre, que bebe sin tener sed, y que habla sin tener nada que decir". Mark Twain

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Cosas que has de saber antes de tomar un suplemento para adelgazar

PastillacasSí, sé que la fecha es propicia. Con las festividades navideñas encima y los buenos propósitos a la vuelta de la esquina es muy probable que no poca gente ande planificando esa ansiada pérdida de peso, con sus estrategias y planes estupendos, sus dietéticos menús… como probable es que muchos también estén tentados de usar una “ayudita” en forma de suplemento. Pero, ¿realmente ayudan los suplementos alimenticios, per se, a adelgazar? La respuesta, ya me conoces, es que depende.

Supongo que es fácil creer que el funcionamiento o no dependerá del que escojas… que si de alcachofa, que si de pimiento (sí, ya lo sé, capsicum queda más enrollado y da mejor el pego), que si de judía (venga va… faseolamina mola más), que si de café verde (si ponemos ácido clorogénico suena más serio, pero solo suena), que si de mango africano, que si de Garcinia cambogia, que si… etcétera. Pero no. Va a ser que no, ya que la “ayudita” extra no depende de la naturaleza o “principio activo” ¿Sabes porqué? Porque ninguno ha demostrado funcionar como tú esperas que funcione. Por algo se llaman productos milagro, porque necesitan de creyentes.

Entonces, habrá quien piense que dicho funcionamiento dependerá del fabricante que los produce (laboratorio para los técnicos en marketing): que si con no-sé-cuantos controles de calidad, que si obtenidos solo a partir de cultivos orgánicos o de agricultura ecológica, que si producido en Alemania o en Japón, que si más o menos “natural”… y demás para bienes. Ya siento desilusionarte, pero va a ser que tampoco, la “ayudita” en cuestión tampoco va a depender de la supuesta excelencia en su fabricación, ya que, como te he dicho en el párrafo anterior, ninguno funciona aunque el procedimiento de su elaboración cuente con las máximas garantías. Y, no, tampoco depende del precio. Como ninguno funciona, más barato o más caro tampoco es la clave. Consejo: si aun y todo decides usar alguno, mi recomendación es que sea el más barato. El efecto, creeme, será el mismo (ninguno), pero al menos habrás perdido menos dinero.

Entonces, ¿de qué depende?

Pues básicamente, agárrate a la silla, de que estén adulterados intencionadamente con ingredientes farmacéuticos no declarados que, ¡oh casualidad! esos ingredientes sí que tienen una evidencia detrás más o menos contrastada como coadyuvantes de la pérdida de peso. Seguro que más de uno se hará las consabidas preguntas obvias:

¿Por qué los ponen? Supongo que porque como algunos productores de suplementos saben que sus productos no hacen nada en referencia a la utilidad de su comercialización, el adelgazamiento, pues les ponen sustancias que “sí que hacen”. Así el cliente seguro que queda “satisfecho” y además, le dan un repasito a la competencia.

¿Por qué no los declaran? Porque están prohibidos. Se suele tratar de sustancias con actividad farmacológica que se usan (o no) en algunos medicamentos. Como la categoría de producto de la que estamos hablando es la de los “suplementos o complementos alimenticios” estas sustancias están prohibidas en tales productos. Para más inri, algunas de estas sustancias además tienen prohibido su uso incluso como medicamentos.

Sorpresa (2)

Entonces ¿los fármacos auténticos que contienen esas sustancias prohibidas en algunos suplementos, podrían ofrecer esa “ayudita” extra? Vuelta a la misma respuesta de antes: depende. A día de hoy se conocen decenas de compuestos que bien a través de un mecanismo fisiológico u otro pueden ayudar a perder peso, y ese efecto es algo bueno y deseable… pero al mismo tiempo también suelen tener otros efectos que son malos e indeseables. Lo malo es que esos efectos secundarios negativos suelen resultar inaceptables y, en la actualidad y por estas razones solo hay un principio activo legalmente aceptado en España para el tratamiento de la obesidad, y es el orlistat. Que además, para lo que nos interesa, lo del adelgazar, tampoco es especialmente efectivo.

Curiosamente el orlistat no es el principio activo con el que se suelen adulterar los suplementos alimenticios adelgazantes. Para ello se suelen utilizar drogas mucho más peligrosas que normalmente interfieren en el sistema nervioso.

Te cuento todo esto, porque hace unos pocos meses y de nuevo, la Food and Drug Administration norteamericana volvió a poner de relieve la presencia en el mercado de suplementos adelgazantes adulterados con sibutramina (un principio activo que estuvo legalmente incluido en algunos fármacos contra la obesidad y que hoy está retirado) y con sustancias con un negro historial como la dimetilamilamina. Quizá ahora muchos se pregunten, entonces…

¿Puede estar pasando esto en España con nuestros suplementos adelgazantes? Con sinceridad, no lo sé. Lo más “gracioso” del asunto es que como los controles que se les hacen a estos productos por parte de la administración, no son ni la mitad de la mitad de exigentes que a los fármacos, nadie podría asegurarlo. Y conste que anteriormente en España ya ha habido casos similares.

Así pues, creo que la conclusión es bastante clara. Ningún suplemento dietético ha demostrado funcionar como se espera que funcione; al mismo tiempo los controles a los que están sometidos son escasos; y además hay una cierta probabilidad de que estén adulterados con peligrosas sustancias (sobre todo si no se sabe que están ahí pudiendo interaccionar con verdaderos fármacos).

De veras que no sé dónde puede estar el beneficio de arriesgarse a tomar ningún suplemento adelgazante, y mucho menos comprarlo.

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Imagen: Toa55 y stockimages vía freedigitalphotos.net

Agua de mar hexagonal o cómo embaucar a costa del autismo

Como el autismo es provocado en gran manera por la gran condensación de metales pesados como el mercurio, que desestructuran el agua, crearemos un agua estructurada bioinformada con el código de adn original y añadiremos serotonina y melatonina mediante vibraciones, junto con algunas otras frecuencias y códigos numéricos de sanación.

Stop fraude

Reconozco que jamás en mi vida he visto un mayor número de memeces en tan poco texto. Se trata por lo que a mí respecta de un vergonzoso y fraudulento record que utiliza la angustia de las familias que cuentan con alguno de sus miembros dentro de los denominados trastornos del espectro autista. Digo fraudulento y no hilarante, porque como supongo, el remedio propuesto tendrá un coste a pesar de que no hay el más mínimo asidero para este planteamiento sanador.

Al parecer esta empresa, VedimCuántica, que tan agradecida se siente por el supuesto encargo que le ha hecho “una asociación de padres de niñ@s autistas” (cuyo nombre o página web se cuidan mucho de mencionar) para que les dote de algún supuesto remedio, ha decidido ponerse la ciencia por montera (algo que se le debe dar muy bien a juzgar por la línea de productos que comercializa) y explotar la debilidad de los familiares de este colectivo.

  • ¿El autismo es provocado por la condensación de metales pesados como el mercurio? ¿Condensación… qué condensación es esa… en los cristales de las ventanas, en nuestras retinas…?
  • ¿Esa condensación que no sabemos dónde se produce… desestructura el agua? además, ¿qué agua… la de nuestros acuíferos, la de nuestros cuerpos…? ¿la del mar acaso no?
  • ¿Qué es eso de “crear” un agua… estructurada… bioninformada? ¿agua bioinformada? Espera, espera… ¿agua con adn? Esto es una sinvergonzonería que aumenta a medida que se añaden palabras… una a una.
  • ¿Añadir serotonina y melatonina por vibraciones? ¿qué forma de adicionar nada es ésa? y lo último ¿qué es eso de añadir al mismo tiempo frecuencias y códigos numéricos de sanación? ¿al agua?

Aunque no le encuentro el chiste por ninguna parte, lo más gracioso es que, como se puede comprobar, esta basura de terapia alternativa aúna conceptos absurdos que ya existían por separado, y de los que sobre algunos de ellos ya se ha dado cuenta en este blog. Me refiero por ejemplo a lo del agua hexagonal, las maravillosas propiedades del agua de mar y lo de las frecuencias o energías de sanación.

Me imagino lo ridículo que es para estos señores de VidimCuántica que yo deje aquí pruebas de lo complicado que es a día de hoy para la comunidad científica establecer tanto las causas de los trastornos del espectro autista, así como contrastar la validez de las muy diversas terapias y tratamientos que a menudo se plantean en este marco. No obstante, para el resto de lectores diré que el origen de las causas de este tipo de trastornos permanece en buena parte desconocido destacando que al parecer podría haber tanto elementos genéticos (heredados y no) como de estilo de vida que lo pudieran condicionar. Así, tal y como reconoce y sintetiza el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC nortamericano):

No se conocen todas las causas de los Transtornos del Espectro Autista (TEA). Sin embargo, sí que se sabe que probablemente sean diversos los orígenes que hay detrás de los, a su vez, múltiples tipos de TEA; e incluyen factores ambientales, biológicos y genéticos.

De hecho, este mismo organismo advierte al respecto de las terapias alternativas (entre ellas esta que hoy se menciona):

Para aliviar los síntomas de los TEA, algunos padres y profesionales de la salud utilizan tratamientos que están fuera de lo que normalmente recomiendan los médicos [médicos estándar se entiende, porque de todo hay en la viña del señor]. […] Estos tratamientos son muy controvertidos. Sin embargo, la realidad actual muestra que hasta un tercio de los padres de niños con TEA pueden haber intentado alguno de estos tratamientos alternativos, y hasta un 10% pueden haber empleado un tratamiento potencialmente peligroso. Así pues, antes de iniciar un tratamiento de este tipo, obsérvelo con ojo crítico, y coméntelo con su médico.

Creo que si nuestras autoridades no intervienen en cosas como estas es como para irse a vivir a una isla desierta. Y es que peligroso o no (eso estaría por ver), de lo que no cabe la menor duda es que, en mi opinión, se trata de un fraude con todas las letras.

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Nota: Agradezco a Candela Atienza ‏() el hacerme llegar esta… cosa.

Imagen:  Stuart Miles vía freedigitalphotos.net

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Piensa en una enfermedad… ¿ya? Puedes culparle al gluten

Panes variosLa actual fobia hacia el gluten está alcanzando el paroxismo en Estados Unidos y, como bien sabes, tal y como suelen suceder estas cosas, nos salpicará… o a lo mejor peor, no solo nos salpicará la estulticia norteamericana en este sentido, sino que nos ahogaremos en su gluteínico y absurdo maremoto. Ya tenemos algunas muestras en nuestro entorno.

Es posible que algo haya llegado hasta tus oídos. El origen de esta manía superlativa e injustificada hacia el gluten tuvo un detonante bien conocido hace tres años cuando se publicó un libro de adelgazamiento al uso (al uso de las tonterías a las que nos tienen acostumbrados este tipo de libros) titulado Wheat belly, escrito por el cardiólogo William Davis, y que viene a traducirse más o menos como “Barriga triguera” aunque en España se ha publicado como “Sin trigo, gracias”. Su portada ya nos avanza un estribillo bastante común en esta clase de libros: “Aléjate del trigo, pierde peso, y rencuéntrate con la salud”. Qué bonito, qué sencillo… qué chorrada.

Este detonante literario no hizo sino aprovechar la ola de una creciente corriente anti gluten y anti trigo que se venía gestando desde hacía unos pocos años atrás en Estados Unidos. Digamos que el tal médico lo único que hizo fue aprovechar esa ola y surfearla al modo y manera que algunos médicos tienen de interpretar la salud, es decir, aprovecharse sin fundamento científico alguno (o apenas fundamento) de una tendencia en aumento y con ello forrarse (supongo) vendiendo su obra.

Buena prueba de la magnitud de esta fiebre anti gluten la puedes encontrar en este ensayo que hace pocas semanas dedicó con todo lujo de detalles el conocido medio The New Yorker a la cuestión del trigo y del gluten. El artículo es largo y está en inglés, pero de verdad te recomiendo que le dediques un tiempo porque es francamente esclarecedor de hasta donde está llegando esta absurda moda en la que hasta la comida para perros se ha sumado a la corriente sin gluten.

Y es que la cuestión ha dado un salto mortal con la publicación de estas obras. Hasta el punto no ya de obtener mejores digestiones cuando lo que se come no contiene gluten (algo que no tiene el menor sentido más allá de la población celiaca o con sensibilidad al gluten no celiaca), sino que además en la actualidad se le está culpando a este elemento de una cantidad importante de diversas enfermedades y situaciones metabólicas y neuropatológicas que van desde la artritis, la diabetes o el asma, hasta la esclerosis múltiple y la esquizofrenia pasando por el autismo (entre muchas otras)

El tema, desde un punto de vista crematístico no tiene desperdicio… da escalofríos el saber (según The New Yorker) que hasta un tercio de la población adulta norteamericana manifiesta estar intentando reducir el gluten de su dieta. En esta paranoica búsqueda de la excelencia libre de gluten se estima que en 2016 el mercado estadounidense de los productos sin gluten genere unas cifras de venta cercanas o superiores a los 50.000 millones de dólares. Para que puedas poner esta cifra en contexto baste decir que esta cifra de ventas será el doble que la generada en 2011 por esta gama de productos; o conocer que en 2013 la venta de suplementos dietéticos y vitaminas se cuantificó “solo” en unos 26.400 millones de dólares.

¿Hay pruebas que sustenten las propuestas antigluten?

La verdad es que ninguna, al menos entre las serias. Sí que es cierto que en concreto el médico William Davis, el autor de Wheat Belly, es especialmente prolijo en citas bibliográficas para aportar credibilidad a sus argumentos. Sin embargo, descontextualiza las conclusiones, las toma a medias (solo la parte que le interesa) o basa sus recomendaciones en estudios de escasa calidad (habiendo otros que con más calidad sostienen lo contrario y que casualmente se olvida de citar). En sentido contrario ya hay quien le ha dedicado a su obra un análisis pormenorizado desde un punto de vista serio y de las evidencias. En este documento, Wheat Belly: An Analysis of Selected Statements and Basic Theses from the Book, (Un análisis de las principales sentencias y tesis del libro “Barriga triguera”) los autores de la Universidad Saint Paul, le dan un “repasito” a los planteamientos de este médico viniendo a decir lo que ya sabemos y que de alguna manera conté en esta entrada: No sin pruebas… y tampoco con pruebas “retorcidas” o sesgadas.

En mi opinión se trata de una moda buenrollista más. Así, este posicionamiento implica más la adopción de una cierta postura “en la onda” o estilo que de vida “guay”, que un verdadero cambio dietético conducente a una mejora en la salud. Cambio dietético que salvo lo ya apuntado no tiene además ninguna justificación científica y que además solo puede permitirse una élite ya que el precio de los alimentos sin gluten son, habitualmente, más caros que sus homólogos con gluten. Una injusta situación en especial para los celiacos que ven como se frivoliza con sus circunstancias.

Por el momento, ya lo ves, con este panorama se podría parodiar la canción de Michael Jackson y sus cuatro hermanos, Blame it on the Boggie (Échale la culpa al Boggie) y modificar su estribillo (traducido) tal que de esta manera:

  • No culpes a los rayos del sol
  • No culpes a la luz de la luna
  • No culpes al hecho de que sea un buen momento
  • Échale la culpa al boogie gluten

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Imágenes:  Apolonia vía freedigitalphotos.net

 

Un vaso de leche caliente ayuda a dormir, y un bocata de panceta igual o más

Pocos mitos nutricionales han superado con creces la inexorable prueba de haberlo contrastado con la propia experiencia como el de que un vaso de leche calentito ayuda a conciliar el sueño. Es cierto, y también ayuda a tal efecto el recibir un beso en la frente (a poder ser de la madre de cada uno) o el sentir una mano cálida cogiéndote la propia o, simplemente, que esa mano yazca posada sobre un brazo o acaricie la mencionada frente. Esas cosas, ayudan a dormir. Pero no es necesario buscarle tres pies al gato.

¿Qué hay de inexplicable en saber que el realizar una llamada consciente a la reflexión sobre nuestro particular estado de vigilia puede servir como primer paso para adoptar una conducta que favorezca la conciliación del sueño? Y si nos ayudan con ese beso o esa caricia mejor.

Pero no, al parecer hay que buscarle una “explicación científica”, me refiero a lo de la leche del vaso de la ídem. Y se la han “encontrado”, claro. Dice así:

Fenil

No me digas que no resulta molón y súper-neuro-científico. Sin embargo, esta respuesta dista mucho de ser seria o de estar contrastada y, en sentido contrario, tiene mucho de cientifista y efectista. Que no es lo mismo.

La explicación que acabas de leer forma parte de una reciente nota de prensa de la Federación Nacional de Industrias Lácteas (FeNIL) y es frecuente oírla repetida en boca de muchas personas incluidos no pocos profesionales sanitarios. Entonces… te preguntarás, ¿estás insinuando que esta explicación no es cierta?

No es que lo insinúe, es que es más falsa que un billete de 23 euros… por muy molona que suene, por mucho triptófano que tenga la leche (que en realidad, además, es que no) y por mucho precursor que sea este aminoácido esencial de la serotonina, la melatonina y demás blablablás.

Leche chica

Por qué SÍ funciona lo del vaso de leche para dormir

Posiblemente por el efecto de dos procesos no excluyentes:

Por un lado, el mencionado “intervencionismo” consistente en hacer una separación consciente entre el antes (de dormir) y el comienzo de una serie de rituales relajantes conducentes hacia el efecto deseado, en este caso, dormir. Una práctica que podría tener una no poca relación con el muy estudiado y práctico en determinadas situaciones “efecto placebo”. La intención con la que alguien se proporciona o le puede hacer llegar ese vaso de leche calentita a otro alguien, el “buenas noches” con el que se acompaña… y no digamos ya el beso en la frente, y…

Por otro lado, la somnolencia contrastada que provoca en cierta medida cualquier proceso digestivo (sentirse con el estómago lleno). En especial y, en este caso, facilitado además por la calidez de un producto suave y sedoso.

Por qué lo del triptófano, la serotonina y la melatonina es una falacia efectista

En este caso en base a tres argumentos:

El primero, porque aun dando por cierto que en la síntesis de la serotonina y melatonina interviene de forma destacada el aminoácido triptófano como elemento precursor, es preciso darse cuenta que el proceso que ha de seguir ese triptófano para ser utilizado en la síntesis de serotonina o melatonina no es precisamente inmediato: Se ingiere con la leche; se digiere esta; se absorben sus nutrientes (incluido el famoso triptófano); se incorpora a la circulación sanguínea; llega a las neuronas del sistema nervioso central (algo que tiene bastante miga y en lo que influyen otros factores dietéticos); estas lo incorporan a su citoplasma (interior celular) mediante un transportador transmembrana específico; allí se utiliza para la síntesis de serotonina; esta sustancia ha de ser a su vez introducida en las vesículas neuronales para su posterior liberación en los terminales que distan un espacio considerable con respecto a su lugar de síntesis… Así pues, este proceso que no es especialmente inmediato facilita, es verdad, que a partir del triptófano se sintetice serotonina y melatonina y que con ellas se concilie el sueño. Es verdad… pero al día siguiente de haberte tomado ese vaso de leche calentita… lo que no forma parte de la explicación (tomar leche para tener serotonina y melatonina suficiente para tener sueño… al día siguiente)

El proceso descrito es especialmente constatable en el caso de la serotonina. En el de la melatonina, la cosa se complica un poquito más cuando su liberación además está especialmente mediada por la incidencia de luz. Más bien por su ausencia, con independencia de la leche que uno tome.

El segundo, porque la acción de la serotonina y melatonina se va a ver interferida por muchos otros neurotransmisores y hormonas que pueden tener un efecto sinérgico con estas (favoreciendo el sueño) o, todo lo contrario, antagonista, dificultándolo. Así pues, decir que para conciliar el sueño es deseable incorporar fuentes dietéticas de triptófano es tan simplista como decir que para batir el record del mundo de los 100 metros lisos es necesario tener unas buenas zapatillas de atletismo (y no decir nada más).

Y el tercero argumento… el más demoledor y más sencillo de entender. Aun obviando los dos argumentos anteriores, y haciendo constar la veracidad de que es el triptófano el que de forma inmediata favorece la síntesis y liberación de serotonina y melatonina, es preciso tener en cuenta que si del triptófano se trata hay multitud de alimentos con tanta o mucha más cantidad de este aminoácido que la leche.

Usando cantidades estándares de consumo hay que saber que un vaso de leche de 200 ml contiene cerca de 92mg de triptófano… ¿es esto mucho o poco? te estarás preguntando.

Pues bueno, para que te hagas una idea un bocata de panceta (60g de pan = 46,8mg de triptófano y; 50g de panceta = 48,5mg de triptófano), suman 95,3mg de triptófano, casi igual y por encima que la consabida leche… pero la fama se la lleva ella. Ya ves tú. Además, si lo que quieres es meter triptófano en plan a saco, porque te crees estas tonterías afines al “nutricionismo”, puedes probar mejor que con leche con:

  • Un huevo (de 55g) frito aporta 98 mg de triptófano
  • 40 gramos de queso gouda: 141 mg
  • 40 gramos de parmesano: 224 mg
  • 125 gramos de lomo de cerdo a la plancha: 483 mg
  • 125 gramos de pechuga de pollo a la plancha: 496 mg
  • 125 gramos de solomillo de ternera a la plancha: 498 mg
  • 150 gramos de bacalao en salazón: 1.096 mg
  • Etcétera

Y ahora, vamos con la puntilla… los pocos estudios que han puesto de relieve la posibilidad de que el triptófano tenga un efecto más o menos inmediato a la hora de inducir el sueño, lo han hecho con cantidades superiores (nunca inferiores) a 1 gramo de triptófano y hasta cerca de 15 gramos. Cifras que están muy, pero que muy lejos de las contenidas en un vaso de leche. Aquí tienes una revisión sobre el tema: Effects of L-tryptophan on sleepiness and on sleep.

Y luego que si toma leche para dormir que tiene mucho triptófano… y luego la serotonina para arriba y la melatonina para abajo… que si la hormona del sueño y que si bla, bla, bla.

Claro que sí que un vaso de leche calentito puede ayudar a conciliar el sueño, pero no es por la explicación efectista que suelen ofrecer… aquellos que se dejan llevar por la rumorología o, lo que es peor, por aquellos que tienen más interés por vender leche “a cualquier precio” que intención de ejercer su responsabilidad con rigor. Y no miro a nadie.

biocarnaval XXXIII

Este post participa en la XXXIII edición del Carnaval de Biología, que hospeda @CEAmbiental en su blog Consultoría y Educación Ambiental

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Imágenes:  marin vía freedigitalphotos y nota de prensa FeNIL (30-10-2014)

Empresas multinivel cuyo negocio está centrado en la suplementación nutricional: no molan

PirámideLos negocios multinivel están pegando fuerte últimamente. O al menos así parece cuando entre otros indicadores, una corporación televisiva les dedicó un espacio bastante crítico hace pocos días, en concreto se pudo ver en La Sexta dentro del programa “Equipo de investigación” (el enlace requiere de registro previo, también puedes empezar con este enlace tirando del hilo de youtube). El nombre del programa, el objeto principal de su razón de ser, ya adelanta qué se puede esperar en cada espacio. En él se suelen traer a colación asuntos o temas turbios, o cuando menos poco claros con más incertidumbres que certezas… de otro modo nada habría que investigar.

No estoy muy puesto en este tipo de negocios, siempre me han dado un tanto de yuyu. Vamos, que nunca han inspirado mi confianza. Es más, por lo que de ellos conozco, su imagen es, para mí, entre mala y opaca con unos importantes tintes sectarios. Pero como digo es mi opinión en lo que respecta a su sistema de negocio. En resumen, supongo que lo conoces, el marketing multinivel es una estrategia de venta en la que los vendedores obtienen beneficios no solo por las ventas que ellos mismos generan sino también por las ventas realizadas por otros vendedores que forman parte de su estructura organizativa, es decir de los vendedores (distribuidores) que ellos mismos han ido reclutando. Guste o no guste, creo que se trata de un negocio de estructura piramidal, en la que solo unos pocos consiguen ganar dinero y otros muchos suelen palmarlo. Pero no estamos aquí para hablar de “negocios” sino del objeto de su negocio, de lo que venden y de lo que, a mi juicio es aun peor… de quién vende y cómo vende.

De todas las empresas multinivel conocidas, las más famosas centran su negocio en la venta y distribución de suplementos nutricionales, y lo hacen a partir de una red de vendedores que no tienen, al menos no se les exige, ni la más mínima de las formaciones oficialmente reconocidas. No digo ya sanitaria, sino de ningún otro tipo. Cualquiera, en base a su formación académica puede formar parte de estas estructuras empresariales y de este modo pautar, recomendar, aconsejar… la ingesta de este u aquel suplemento nutricional.

Mi opinión al respecto de los suplementos nutricionales es más que conocida cuando su uso se circunscribe en una especie de “barra libre” para todos. O cuando a partir del temor infundado se hace creer al incauto (a cualquiera) que su salud ya no solo pende de un hilo sin esa suplementación sino que además con ella, con sus productos, se asegura una adecuada ingesta de todos esos nutrientes, sean esenciales o no. En otro orden de “beneficios”, la recomendación de este tipo de productos hace creer al futuro comprador en unas supuestas mejoras en su actividad física o, llegado el caso, en la mejoría de la salud afectada (o no) con una verdadera enfermedad o trastorno. Por no hablar de sus recurrentes, e inútiles, productos enmarcados en la pérdida de peso o adelgazamiento. Para conocer mi opinión acerca del habitual mal uso de los suplementos, te recomiendo que eches un vistazo a estos post:

Pastillas (2)

El colmo vamos, se trata de vendedores / distribuidores / prescriptores sin mayor formación que empujan a otra gente para que compre unos productos que maldita la falta suelen hacer y usando para ello el siempre peligroso ariete de la salud: con sus miedos, el buenrollismo, la excelencia de la calidad de los productos, los años que llevan implantados haciéndolo, los millones de personas que están encantadas y han dado un giro de 180º a sus vidas gracias a esos productos, lo barato de lo innecesario (aunque el incauto no lo sepa), etcétera.

Y es que por muy barato que sean estos suplementos, terminan siendo carísimos cuando:

  1. No hacen ninguna falta (tal y como suele suceder en realidad) y;
  2. La posible solución a una deficiencia real tiene una mejor solución que la pretendida suplementación con pastillitas, bebedizos y cremitas. En nuestro entorno no existe la buena suplementación que parchee una mala alimentación.

Estas empresas multinivel con Herbalife, Amway y 4life, entre otras y como cabezas visibles de un negocio muy mal entendido desde mi perspectiva, tienen tres puntos turbios destacables y más que cuestionables:

El primero es el tema que menos me preocupa para los fines de este blog sobre nutrición, me refiero al del negocio en sí. Tómese por ejemplo el caso de este inversor bursátil, William Ackman, quien al parecer se ha propuesto acabar con Herbalife desde un punto de vista estrictamente económico apelando a la legalidad de su planteamiento de negocio. Según el medio BBC, Ackman ha apostado 1.000 millones de dólares para que las acciones de Herbalife se desplomen. El argumento de Ackman es que Herbalife es una firma con un esquema piramidal y una “empresa criminal”.

El segundo es el del uso de su objeto de venta en la mayor parte de los casos, es decir, los consabidos suplementos, que utilizando a personajes famosos (muy famosos en ocasiones) hacen creer a los potenciales consumidores de la existencia de una necesidad realmente inexistente. Y todo ello usando como prescriptores directos de esos productos a personal no cualificado… lo que nos lleva al último punto.

El más que posible intrusismo profesional de personas que con más perspectiva comercial que sanitaria se dedican a pautar suplementos y patrones alimenticios cuando esa labor, opino, no les corresponde. Ni de lejos. Para que te hagas una idea, el otro día una buena compañera dietista-nutricionista me paso esta información que puedes ver a continuación.

Herbalife_cursos

Tal y como se aprecia, se ofrece la posibilidad de asistir a un taller de “nutrición correcta”… a impartir por los “distribuidores” de Herbalife (los reputados y formados distribuidores de Herbalife). Sí, no pone por ninguna parte que pertenezcan a esta empresa, pero compara este cartel actual de España, sus propuestas “formativas”, y esta otra oferta formativa de una distribuidora argentina de Herbalife de 2010… casi, casi, clavadito. Y, por otra parte, mi informante así me lo asegura.

Al mismo tiempo para que salgas de dudas si estos distribuidores / vendedores / prescriptores traspasan la delgada línea del intrusismo de las profesiones sanitarias… échale un vistazo a este cuaderno de campo para la intervención con cada cliente (a partir de la página 9).

Acabo con el título: estas empresas no molan nada. Ni un poquito.

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Nota: quiero agradecer a Lidia Folgar (@Lidia_Folgar), Pablo Zumaquero (@pzjarana) y la Dra. Valdez (@tu_endocrino) sus aportaciones para la realización de esta entrada.

Imagen: Stuart Milessixninepixels vía freedigitalphotos.es

Eco-consumidores holandeses pillados infraganti ensalzando la comida rápida (y no ecológica)

Fake_genuine

Hoy os traigo ese tipo de cosas que pasan cuando por ejemplo, alguien es consumidor de productos ecológicos sin saber muy bien porqué lo hace o cuando sus razones, en el fondo, son un mero postureo. Así, en un marco adecuado es posible que un eco-consumidor (al menos alguno holandés) cante La Traviata loando las virtudes de alimentos supuestamente ecológicos cuando en realidad no lo son.

La trampa, burla inocente o como quiera llamársele (a mí me gustaría llamarlo “ejercicio de racionalidad que pone en evidencia la irracionalidad”) fue preparada y llevada a cabo por dos jóvenes Holandeses hace apenas un mes con una estrategia sumamente sencilla:

  1. Van al McDonalds, eligen y compran una serie de productos de su «carta»: que si un par de hamburguesas, unas cuantas raciones de nuggets, tres o cuatro muffins etcétera.
  2. En el mismo establecimiento los cortan con cierto gusto, les añaden las salsas de la franquicia y lo empaquetan.
  3. Se dejan caer en una importante convención anual sobre alimentación y gastronomía en el que se van a dar cita reconocidos expertos gastronómicos y disponen en su correspondiente espacio los productos anteriormente adquiridos y preparados a los que adornan con un palillo que tiene la bandera holandesa (dando la impresión que es un producto genuinamente holandés).
  4. Por último, ofrecen al público esos productos en forma de bocado afirmando que se trata de una nueva alternativa ecológica a la comida rápida, y luego les entrevistan al respecto de sus sensaciones, qué les ha parecido, qué destacarían… los puntos fuertes de esa comida, sus ventajas y tal.

Y el resultado es este que tienes a continuación. Lo puedes ver en este enlace subtitulado en castellano o a continuación con subtítulos en inglés.

¿Que se aprende con este ejercicio? Un par de cosas. La primera que no hay más creyente que aquel que quiere creer, o que no hay más “listo” que aquel que cree saber. Como dice Cedrique al final (el protagonista moreno) hemos aprendido que si le dices a alguien que algo es ecológico se lo cree de forma inmediata (el que quiere creer, claro). Y la segunda, que lejos de esta pequeña broma sin mala intención y sin el menor de los rigores científicos también se esconde una crítica a todos esos otros trabajos que, esta vez sí, con pretendido rigor, nos informan de lo mucho más adecuados que son los alimentos ecológicos (todos así, a lo bruto, lo que forma también parte de la falacia) en base a su aspecto y sabor. Es decir, pone de manifiesto la importancia de hacer estudios rigurosos, cegados y con control incluso aquellos que consisten en hacer una cata de determinados productos… lo que se denomina cata a ciegas, vamos. Pero a ciegas de verdad

Más de uno debería plantearse qué hubiera pasado si le hubiera pasado a él.

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Nota: quiero agradecer a Miguel Franco (@MiguelFranco2) el haberme hecho llegar este vídeo a través de Twitter. Así como recordar que otros buenos compañeros ya se han hecho eco del mismo, como en el caso de José Miguel Mulet y que puede ver en este enlace.
Imagen:  Stuart Miles vía freedigitalphotos.es

“Alimentación inteligente”: tomadura de pelo o broma de muy mal gusto en la Universidad Pablo de Olavide

esotérico

Llego tarde a la crónica, pero no importa demasiado, quienes la han hecho ya han dado buena cuenta de esta especie de tomadura de pelo auspiciada, o al menos alojada, en una institución universitaria… y pública, o sea, con los recursos de todos. En cualquier caso, no quería dejar pasar la oportunidad de poner de relieve esta sinvergonzonería y para ello os hago un resumen.

Resulta que la Universidad Pablo de Olavide ha previsto alojar este sábado 25 de octubre lo que se ha dado en llamar las “II Jornadas andaluzas de alimentación inteligente”, un título que en principio pudiera parecer inocuo… o hasta interesante, pero que resulta ser una afrenta a la seriedad cuando se conoce su programa. Que por cierto está organizado según parece desde el portal web buenasterapias.es. Basta echarle un ojo a dicho programa para darse cuenta de qué va la cosa. En una estelar jornada sabatina se va a dar cita lo más granado de la magufería nutricional en el seno (según parece) de una Universidad española. Toma nota:

  • La inteligencia del ayuno
  • Orinoterapia: el jugo milagroso
  • Propiedades nutritivas y terapéuticas del agua de mar
  • Alimentación, emociones y terapias naturales anticáncer
  • La alimentación invisible: radiaciones artificiales y naturales, y…
  • Un taller de flamencoterapia (de premio para las personas que abonen su inscripción a las jornadas a través del banco) [y no es broma]

Lo del taller de flamencoterapia no sé muy bien dónde encajarlo en el plano alimentario (motivo y título de las jornadas), aunque bien pensado, el resto de ponencias tampoco.

Por si el mero título de las ponencias “no te pone” solo hay que echar un vistazo a los currículos de los intervinientes y contrastar las especialidades que se ponen en alza (ríete tú de las de los teletubbies): expertos en medicina biológica (¿acaso hay otra medicina “mineral”?), especialistas en homeoterapia, naturopatía, iridólogía, nutrición ortomolecular, en par biomagnético, biodescodificación, orinoterapia, geobiología (aquí la risa va por universidades), Feng Shui

Creo que con este rápido vistazo a las jornadas que se pretenden perpetrar en nombre de la “nutrición inteligente” es más que suficiente para hacerse una idea de como se las gastan a día de hoy, no ya determinadas personas (con eso ya contábamos y no creo que desaparezcan) sino determinadas universidades ¿prestando? su espacio.

En cualquier caso, como te decía, ya hay quien ha hecho una crítica pormenorizada de este glorioso programa y de sus ponentes (llegando al debido análisis de sus “acreditaciones” académicas). Por ejemplo, te recomiendo que no te pierdas este post de Fernando Frías (@FerFrias) titulado: “Las Jornadas de Alimentación (?) Inteligente (??) de la Pablo de Olavide” o el escrito de queja de la ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico dirigido al rector de la UPO por la celebración de estas jornadas albergadas en el Paraninfo de dicha universidad.

Sería muy deseable que la mayor parte de la población mantuviera la cordura… al menos en el entorno universitario y alejara todas estas prácticas chamanistas de las cuestiones alimentarias y sus relaciones con la salud. Que ya tenemos suficientes problemas en este terreno como para que encima vengan estos a tocarnos los… la moral.

Nota de última hora: A 21 de octubre la Universidad Pablo de Olavide ha dejado de anunciar la celebración de estas jornadas en su página web. Un anuncio que como bien se puede comprobar en el “pantallazo” que ilustra el post comentado de Fernando Frías, existió. No solo han retirado ese anuncio (¿habrán dejado de alojar estas jornadas; se avergüenzan acaso de algo? sino que se justifican en twitter de la siguiente manera.

 

En el argot académico: Insuficiente, suspenso, no apto.

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Actualización 22/10/2014:  Tal y como era esperable (y deseable) el Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de Andalucía ha remitido una carta al Rector y Vicerrectora correspondiente de la Universidad Pablo de Olavide haciéndoles saber su parecer al respecto de estas Jornadas. Dicho escrito lo puedes encontrar en este enlace.

Nota: Quiero agradecer a una buena compañera Griselda Herrero Martín (@NorteSalud) sus aportaciones para hacer esta entrada.

Imagen: dan vía freedigitalphotos.es

La dieta de los huevos, la dieta Perricone y… ¿la dieta de la Reina Letizia?

Letizia

Ya tardaba en saltar a la palestra dietética una nueva dieta con nombre propio. Desde la caída en desgracia (al menos en el olvido) de la anterior, la Dukan, parecía que nos sentíamos huérfanos de padre y madre sin una dieta a la que atribuirle una paternidad y, por supuesto a la que adoptar en jubilosa desesperación. Ya tardaba.

En honor a la verdad, esta dieta, la nueva, la Perricone (se lee “perricón”, leída en plan normal suena aun peor) no es por lo que se ve una dieta de adelgazamiento al uso, sino una forma de comer para obtener una apariencia radiante, un cutis luminoso y una mirada inocente a la par que jovial como la de un bebé de leche. Y claro, no lo dudes, con una minuta propia en la que determinados alimentos son los protagonistas y no otros. Según parece en este planteamiento dietético son indispensables los huevos, el salmón, los frutos rojos y el melón, pero no cualquier melón… en esta el que se estila es el cantalupo, para que me entiendas, el raro en estas latitudes, el que es más soso que Iniesta vendiendo helados… Anda que donde este un buen melón de La Mancha en plan “piel de sapo” le iba a decir yo al Perricone este qué podía hacer con su cantalupo.

Bueno, pero a lo que íbamos. El caso era hablar de la dieta esta y de porqué se ha hecho famosa. Al menos aquí en España se ha dado a conocer porque algún o alguna periodista cortocircuitó al enterarse que al parecer la Reina Doña Letizia desayuna huevo, en concreto (y no he sido capaz de enterarme si entre otras cosas) tres claras y una yema… y de ahí, con un salto mortal con triple pirueta, atribuirle a Doña Letizia una dieta con nombre propio: la susodicha Perricone. Esta dieta al parecer incluye este tipo de rutina entre sus preceptos para lucir lozano/a cual melocotón de agosto con la piel perlada de fino rocío mañanero.

Y estas cosas, ya sean fruto de la imaginación periodística de algún profesional de la tecla o de la presunta consulta a expertos de la que hace gala ABC (estaría bien conocer el calado de esos expertos cuyo nombre guardan torticeramente celosamente) son las que al parecer están sacando a la luz la dieta de marras… una dieta que como epítome de su excelencia tiene a personas de cabeza asentada, lógica y cabal donde las haya como embajadoras: Gwyneth Paltrow, Julia Roberts, Uma Thurman, Eva Mendes… en el extranjero, y en el panorama nacional, Nati Abascal, Patricia Conde y Eugenia Silva. Lo cierto es que depende del medio que consultes, que la lista de estas embajadoras aperriconadas varíe con no demasiada coincidencia.

Desayunas tres huevos y… ¡zasca! te atribuyen una dieta, de un médico, eso sí (ya sabemos que todos los médicos que ponen su nombre a sus dietas son personas respetables) y ¡hala… embajadora oficial! En este caso además una embajadora Real, para que no quepan demasiadas dudas.

Sobre las particularidades dietéticas es tampoco lo que he llegado a saber de esta dieta en particular que prefiero que seas tú el que las consulte en la web de origen. De todas formas ya lo he comentado; de menos a más destacan: el salmón (u otros pescados grasos), los frutos rojos, el famoso melón insípido y los huevos (en el desayuno). Pero como toda dieta que se precie… como en todas las dietas de los huevos, la cosa no acaba aquí. Al contrario, con esto solo se empieza.

La verdadera madre del cordero del sistema Perricone para presentar menos arrugas que Dorian Gray tras una sesión de botox y Photoshop consiste en… (sé que lo estás esperando) ¡en comprar los malditos productos que el propio Perricone se ha encargado de promocionar!

Pues sí amigos, ya lo veis. No se trata estrictamente de adelgazamiento pero sí que se trata de otra dieta más con:

  • El famoso criterio de autoridad de un “señor” médico para otorgarle credibilidad (mira que han de estar hasta los mismísimos… los médicos de verdad con este tipo de “compañeros”)
  • La famosa retahíla de productos y suplementos ad hoc (y especialmente caros) para comprar y en este caso, untárselos por el cuerpo (o tomárselos) además de seguir el aburrido y draconiano sistema dietético.
  • Los medios haciendo cábalas, palmas y “estupendos” artículos para mayor gloria de charlatanes indocumentados pero con una clara vis comercial.

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Nota: quiero agradecer  a , y sus aportaciones para la realización de esta entrada.

Imagen: GTRES

Nutrición-área 51: El misterio de la muerte de plantas regadas con agua “de microondas” (#Busted)

Echemos un vistazo a los numerosos experimentos que se pueden contabilizar en la red en los que se pone de manifiesto la presunta peligrosidad del microondas a base de “demostrar” que las plantas regadas con agua calentada en microondas (dejándola enfriar antes) mueren de forma irremediable en un plazo relativamente corto. Si quieres puedes ver el resumen del experimento y sus “fatales” consecuencias en este vídeo, aunque la cantidad de blogs que citan esta clase de experimentos caseros es incontable; entre los mas famosos figuran este de aquí, este otro y este (y muchos más).

Acojona, ¿no? Lo primero que te viene a la cabeza es una especie de “ya sé que suena raro, (raro, raro, raro) pero ¿y si fuera cierto?… Y así se aumentan las probabilidades de que termines pasando del microondas y renegando públicamente de él a base de seguir difundiendo el bulo sin haberlo contrastado… Y claro, como de costumbre, la gente encantada de recibir esta información tan impactante.

Afortunadamente hay quien, sin la necesidad de ponerlo en cuarentena (que es lo primero que habría que hacer con esta información) lo ha calificado de una burda y zafia trampa eco-conspiranoica (bueno, esto lo digo yo). Así, en este artículo de “La mentira está ahí fuera” se aportan pruebas que destapan parte del engaño, unas trampas tan groseras como la de manipular las fotografías.

Con sinceridad, no podemos saber (o yo al menos no tengo los medios) para contrastar la verisimilitud del post de “La mentira está ahí fuera” pero lo cierto es que suena infinitamente más serio.

Cosas que hacer mal y que podrían terminar en tan espectacular resultado

Hay un conjunto de circunstancias que podrían haber influido en la obtención de tan impresionante resultado. Trucajes aparte (que como ya hemos visto es una causa bastante probable) el blog Snopes en su artículo Boiling point (Punto de ebullición) apuntó a una serie de posibilidades no excluyentes entre ellas, a saber:

Brote de planta

  • Que ambas plantas no partieran inicialmente de un mismo estado, de forma que una de ellas podría haber muerto (o haberse empochecido antes) aun tratando a las dos plantas por igual.
  • Que el recipiente utilizado para almacenar o hervir el agua en el microondas podría haber contenido una sustancia residual en el agua que dificultara el crecimiento de la planta tratada con el agua “de microondas”.
  • Que la tierra o la maceta de una de las plantas podría haber contenido algo (originalmente o introducido más tarde) que dificultó el crecimiento de una de ellas.
  • Que los dos recipientes de agua quizá podrían no haber sido calentados o enfriados hasta la misma temperatura, lo que a su vez haría que una de las plantas recibiera el agua más caliente.
  • Que en el trascurso de los días que dura el experimento las plantas podrían haber sido objeto de diferentes factores ambientales (por ejemplo luz, radiación solar, cercanía a una estufa…) o también podrían haber sido afectadas de forma diferente por otros factores externos (insectos, hongos, animales domésticos…)
  • Que el experimento no se realizara “a ciegas” de forma que es posible que los resultados se vieran influidos por las expectativas que el experimentador depositaba en ellos.

Con estas posibles variables como posibles elementos confusores, y que en suma hacen de este trabajo una chapuza, el autor de Snopes decidió reproducir el experimento en condiciones controladas (al menos con muchos más controles) de forma que:

  • Preparó tres juegos de tres especies vegetales diferentes para realizar sobre ellas el experimento
  • De cada una de las especies se hizo con tres ejemplares lo más parecidos entre sí que fuera posible.
  • Los colocó en un lugar lo más homogéneo posible en cuanto a las condiciones que pudieran incumbir a todos los ejemplares de una misma especie (humedad, temperatura, iluminación…)
  • Preparó agua en un mismo depósito con la que regaría diariamente a las 9 plantas. A cada una de los tres juegos de plantas las regó de la siguiente forma: una con agua sin más obtenida del mencionado depósito; otra con agua calentada previamente en el microondas y dejada enfriar hasta temperatura ambiente; y la última de cada juego de plantas la regaría con agua calentada en la placa de cocina y también dejándola enfriar hasta temperatura ambiente. El agua para realizar los tres tipos de riego la almacenó en tres depósitos idénticos y bajo las mismas condiciones.
  • Transcurridos los días de riego que fueran (este es el único dato que no aporta) solicitó a un observador que no había participado en el experimento (en esto consiste “cegar” el experimento) que evaluara a su juicio cuál de las tres plantas de cada juego tenía mejor aspecto (la regada con agua “de microondas”, la del agua calentada en la placa, o la del agua que no se calentó en ningún momento). Veamos los resultados…

Con independencia de lo suficientemente elocuentes que son las tres fotografías en las que se muestra sendos juegos de tres plantas idénticas entre: indistinguibles en base al agua de riego que recibieron (ver serie de fotos en este enlace al final del post); al observador externo se le preguntó qué planta de cada juego ofrecía mejor aspecto de las tres en cada grupo… y en dos de los grupos señaló plantas que habían sido regadas con agua previamente calentada (y enfriada) en el microondas y en el otro caso señaló al ejemplar que había sido regada con agua sin calentar por ningún procedimiento.

Al igual que antes he de decir que carezco de pruebas para apoyar este resultado como cierto ya que solo dependo, como en el caso de los post magufos, de la lectura que de ellos puedo hacer en Internet, pero que quieres que te diga…

La alternativa para terminar de salir de dudas sería que tratara de reproducir el experimento en casa y que luego os lo contara aquí… pero con sinceridad no tengo ni ese tiempo ni esas ganas, ni (sobre todo) me hace falta.

El broche

Microondas ruso

Como despedida me gustaría señalar que en ocasiones existen cuestiones magufas que pueden dar el pego, que son muy efectistas y que no son fáciles de contrastar (como esta de la planta más o menos). Pero con frecuencia en su paroxismo maguferil incurren en verdaderas barbaridades. Aparte de las evidentes de las del vídeo de arriba, en no pocos foros en las que se comenta la jugada de las plantas y el agua de riego, para dar peso a su discurso, se afirma que en Rusia se sabe desde hace mucho tiempo que los microondas son perjudiciales para la salud y que por eso desde los años 70 (antes de su comercialización, fíjate) está prohibida su venta. No sé que tal andas de ruso pero no hay más que poner en google “купить микроволновую печь” (comprar microondas) y darte cuenta que la venta en este país de microondas no sé si es un comercio especialmente próspero pero que desde luego sí que te puedes comprar un microondas de cualquier color, tamaño y aspecto, para empotrarlo en la cocina o para tenerlo de sobremesa… a costa de unos cuantos rublos contantes y sonantes. Eso sí.

Si te ha gustado este post quizá te interés consultar:

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Nota: quiero agradecer la contribución e interés para la realización de este post de varias personas cuyo perfil en Twitter es: @blogpaleodieta, @HijodelasFrutas y @nacho_zizou

Imagen:  adamr vía freedigitalphotos.net y http://www.foxtrot.com.ua/

El horno microondas (1): su seguridad al usarlo con alimentos

MicroondasMe resulta llamativo el contrastar como algunos ciudadanos con una formación académica más que notable siguen teniendo un miedo (ellos dicen “respeto”) irracional al uso del horno microondas en el ámbito de una cocina. Como digo no son pocas las personas que tienen este tipo de temor infundado sobre el microondas y, me da igual si me pilla, pero he citar que entre esas personas que así me lo han comentado recientemente figura un amigo médico: “antes muerto que dejar que en mi casa entre un microondas y nos provoque un cáncer a toda la familia”… tal cual, me decía el otro día. Antes de responder directamente al titular, veamos cómo funcionan estos aparatos y porqué terminan calentando la comida.

El funcionamiento de un horno microondas

Antes de llegar a los hornos domésticos, es preciso saber que las microondas como tal son ondas de radio de alta frecuencia no ionizante. Las microondas han tenido y aun conservan una utilidad clásica en la difusión de señales de televisión, funcionamiento de los radares así como en las telecomunicaciones, en especial las señales de telefonía móvil. Además, las microondas también se emplean en diversas áreas de la industria para procesar materiales, en medicina para el tratamiento por diatermia y en las cocinas para la preparación o calentamiento de alimentos.

En relación con los alimentos y la posibilidad de calentarlos a partir de la incidencia sobre ellos de las microondas habrá que observar el contenido en agua en estado líquido en esos aliemntos. Muy en resumen, las microondas “agitan” o hacen vibrar las moléculas de agua contenidas en los alimentos, de forma que “chocan” y rozan entre ellas. Cuando digo vibrar… igual no te haces idea de hasta que punto las moléculas de agua “vibran” (que funcionan para la ocasión como dipolos, es decir, tienen una parte claramente cargada de forma negativa y otra positiva) cambiando de orientación unas 2,4 mil millones de veces en un segundo. La fricción generada entre todas las moléculas de agua (similar a la producida cuando nos frotamos las manos) es la que a la larga genera parte de la energía aportada en forma de calor y termina, por conducción, calentando el resto de zonas del alimento o del recipiente que lo contiene.

A continuación puedes ver un muy ilustrativo vídeo al respecto (contiene subtítulos en castellano; si al principio no los ves puedes activarlos en el menú “opciones” del youtube). Por cierto, el caso práctico con el que ilustra la longitud de onda de su micoondas calentando queso rallado para la ocasión solo “funciona” sin que gire el plato de la base.

En síntesis, las moléculas de agua vibran y giran cuando las microondas «inciden» sobre ellas y la fricción entre las moléculas agua al moverse provoca el calentamiento que se transmite al resto de componentes del alimento por conducción (conducción, como en un horno tradicional o en las placas de tu cocina).

¿Es seguro el horno microondas?

En palabras de la propia Organización Mundial de la Salud:

Los alimentos cocinados en un horno microondas son tan seguros y tienen el mismo valor nutritivo, como los alimentos cocinados en un horno convencional. La principal diferencia entre estos dos métodos de cocina es que la energía del microondas penetra más profundamente dentro del alimento y reduce el tiempo en el que el calor es conducido a todo el alimento, reduciéndose de esta forma el tiempo total de cocción.

Es más, la propia OMS aclara de forma explícita que:

Con el fin de desterrar algunos falsos mitos al respecto del uso del horno microondas es importante darse cuenta que el alimento cocinado en un horno microondas no se convierte en “radioactivo”. Ni ninguna energía de microondas permanece en la cavidad o en el alimento después de que el horno microondas se haya apagado. En este sentido, las microondas actúan como luz; cuando el interruptor de la luz se apaga, la luz no permanece.

Así que ni radiactivo, ni cancerígeno, ni venenoso… más que nada por la propia definición de microondas: radiación de alta frecuencia no ionizante.

Mañana continuaremos con el tema del microondas y hablaremos en el segundo capítulo del peligro real que hay en su uso cuando se calienta agua (solo agua) en determinadas circunstancias. Peligro de quemaduras por salpicadura… nada misterioso por otra parte.

Actualización 1/10/2014: Ayer en Twitter @El_Reflejo me hizo llegar este interesante post publicado en el blog “Desayuno con fotones” al respecto también de los mitos sobre el uso del horno microondas.

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Imagen: Praisaeng vía freedigitalphotos.net