El nutricionista de la general El nutricionista de la general

"El hombre es el único animal que come sin tener hambre, que bebe sin tener sed, y que habla sin tener nada que decir". Mark Twain

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Los tratamientos fraudulentos contra el ébola salpican a las cuestiones nutricionales

ÉbolaLa realidad de la expresión “a río revuelto ganancia de pescadores” se pone de manifiesto cada vez que una crisis golpea nuestra existencia y, en este sentido, las cuestiones nutricionales no son una excepción.

Recientemente estamos siendo testigos de algunas opiniones vertidas en no pocos blogs en las que se manifiesta que la epidemia de “ébola” no es sino un nuevo montaje de las autoridades sanitarias, y que lejos de tratarse de una infección vírica de difícil tratamiento hay a quien no le tiembla el pulso al asegurar que el ébola se podría tanto prevenir como curar con éxito a partir de distintos remedios alternativos, entre ellos: el café, la soja fermentada, el veneno de araña homeopática o la vitamina C. Sí, has leído bien “veneno de araña homeopática” y no “veneno homeopático de araña”, es decir, según estos señores debe de existir alguna especie de “araña homeopática”. Curioso.

Pues bien, más allá de la hilarante proposición de lo de la araña (o de lo homeopático) y sin olvidar otras propuestas alternativas como el uso de soluciones con nanopartículas de plata tenemos que al parecer algunos proponen una solución nutricional a la epidemia del ébola: café, soja y mega dosis de vitaminas C y D (muchas veces administrados estos últimos por vía intravenosa).

En este contexto, la administración norteamericana para el medicamento y los alimentos, la conocida como FDA, ha emitido una declaración en la que advierte que desde que el brote de ébola estalló en África Occidental, la FDA ha recibido y atendido numerosas denuncias de consumidores al respecto de diversos productos que afirman ya sea prevenir el virus o bien tratar la infección; y hace destacar que a día de hoy, no hay ninguna vacuna ni medicamento, ni tratamiento que hayan demostrado de forma universal prevenir o tratar el ébola. Aunque sí se están formulando vacunas y tratamientos experimentales contra el virus, estos productos de investigación se encuentran en sus primeras etapas de formulación, y por tanto su seguridad y eficacia no han sido examinadas del todo. Además que, ciñéndonos al cuerpo legislativo estadounidense (y al europeo), los suplementos dietéticos no pueden afirmar que previenen o curan enfermedades.

Por estas razones, esta agencia insta a los consumidores que hayan visto estos productos fraudulentos o estas falsas afirmaciones al respecto de curación o prevención del ébola a que los denuncien ante la FDA.

Como no cabía esperar de otro modo, esta declaración de la FDA advirtiendo sobre remedios fraudulentos para el tratamiento y prevención del ébola ha sido observada por algunos como una forma más de darles la razón en su conspiranoico planteamiento de la realidad. Teniendo en cuenta su opinión referente a que el ébola puede ser un negocio en tanto en cuanto las autoridades sanitarias controlen “la solución”, la declaración de la FDA no haría sino ratificar los postulados más delirantes en el momento que las autoridades sanitarias se empeñan de acallar cualquier tratamiento que alejado de la medicina “ortodoxa” pudiera hacerles polvo el chanchullo.

Ni que decir tiene a estas alturas del cuento que el estado nutricional de un individuo condiciona en no poca medida la posibilidad de verse afectado por una infección incluida la del ébola. Pero de ahí a afirmar sin ningún tipo de duda que el ébola puede controlarse a partir de maga dosis de algunos nutrientes o alimentos no hace sino volver a poner de manifiesto los pocos escrúpulos de algunas personas a la hora de sacar tajada de la situación de indefensión de algunos ciudadanos. Bien sea por su precaria situación socioeconómica, o bien a la hora de jugar con el miedo comprensible de quién habita en una zona de alto riesgo de contaminación en la que el alto nivel de formación no es precisamente una de sus características.

Para más dudas sobre el ébola me ha parecido especialmente interesante este enlace a la web de la OMS en el que aborda alguna de las preguntas más frecuentes sobre esta enfermedad, así como su propia hoja informativa:

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Imagen:  David Castillo Dominici vía freedigitalphotos.net

Nutrición-área 51: NIDORA®, cuando creías que ya lo habías visto todo

Hadas-magia

Pues eso, cuando uno creía que ya estaba escarmentado y que nada más disparatado que aquello que ya conoce, y que no es poco, aparece en el rutilante negocio en la industria del adelgazamiento el enésimo cuento adelgazante. Se llama NIDORA® y desconozco el origen de su nombre.

¿Qué es NIDORA®?

Según la página web original que lo promociona…

“NIDORA® es un sistema para perder peso creado por un profesional de medicina y clínicamente probado”

Su sistema de funcionamiento no puede ser más sencillo, de nuevo según sus promotores,

Espolvoree NIDORA® en su comida y comerá menos, se sentirá lleno más rápidamente y perderá peso de manera natural.

Es decir, nos pretenden hacer creer que se trata de unos “polvos” que esparcidos generosamente a modo de salero por encima de aquello que se vaya a comer se genera en el comensal una más rápida activación del control del apetito, de forma que se termina comiendo mucho menos que si no se usaran estos “polvos mágicos”. Vaya, que han descubierto, como muchos otros, la piedra filosofal del tratamiento adelgazante y nosotros sin enterarnos. Bueno, sin enterarnos por los canales ortodoxos sobre este tipo de descubrimientos con incalculables dimensiones prácticas… de ser cierto, claro.

Ya sé lo que estás pensando, y no, no se trata de espolvorear sobre tu comida un producto que aporte a lo que vas a comer unas características desagradables en plan “aroma a culo de mofeta”, ¿te acuerdas (Mujer consigue adelgazar porque la comida le huele a mierda y vende su sistema)? No, según la web a partir de la cual se vende, NIDORA® basa su funcionamiento en un proceso científico extremadamente sencillo. Dice que…

Mientras comemos, los receptores del olfato y del gusto envían mensajes al cerebro, que libera ciertas hormonas para indicar al organismo que es el momento de dejar de comer. Al intensificar el olor, NIDORA® acelera la activación de la sensación de saciedad, por tanto, ¡usted come menos e ingiere menos calorías! Como NIDORA® funciona con los impulsos naturales del organismo, en lugar de contra ellos, no hay sensación de hambre ni de ansiedad.

Si interesante es su sistema de funcionamiento lo que no debes de perderte son las promesas con respecto a sus beneficios, es decir, la magnitud del adelgazamiento por unidad de tiempo. Pues fíjate, cerca de 15 kilos en seis meses… sin dieta, sin restricciones, sin ejercicio, de forma natural, placenteramente, sin efecto yo-yo… como te digo la piedra filosofal del adelgazamiento.

Por si no lo has entendido te lo vuelven a explicar en este ilustrativo video. Prodigioso el cálculo que hace de las calorías perdidas.

¿Y qué contiene NIDORA® para obrar semejante prodigio?

No me extenderé: Maltodextrina (sin gluten, aclaran); fosfato tricálcico; sílice; soja (lecitina de soja) y saborizantes naturales y artificiales (que por cierto no concreta). Los puedes consultar en este enlace. Me imagino tu próxima pregunta ¿hay algún dictamen favorable al respecto de cualquiera de estos ingredientes, solos o en sabia combinación, que certifique sus propiedades a la hora de fomentar la saciedad y por ende facilitar el adelgazamiento? Estoooo…

¿La pregunta es broma, verdad? No, ni nada que se le aproxime ni remotamente.

¿Cuántos estudios hay que certifiquen su eficacia?

Cero pelotero. Bueno en realidad, al parecer hay uno: aquel que el fabricante dice tener o haber hecho y que no figura por ninguna parte. Y conste que habla de él (puedes consultar en este enlace) con una pomposidad que le deja a uno con la boca abierta:

Ningún otro sistema para perder peso ha logrado resultados clínicos tan elocuentes. Durante 6 meses, 1000 mujeres y 1000 hombres espolvorearon cristales aromatizados pero sin sabor en todo lo que comieron. En cada porción de comida, en cada pequeño bocado, en cada cuenco de cereal y en cada copa de helado… Ninguna de estas 2000 personas sabía si estaba ingiriendo el producto (NIDORA®) o si estaba ingiriendo un placebo, sólo los investigadores lo sabían. A 100 personas de las 2000 no fue suministrado el producto, en su lugar recibieron un placebo. Ellos tampoco sabían lo que se les estaba suministrando. Además, a los participantes no se les pidió de cambiar su dieta normal y/o programa de ejercicios.

[…] Las 1900 personas que tomaron parte en el estudio clínico como grupo de prueba y completaron el programa perdieron una media de 15 kg. Los participantes llegaron a estos resultados sin seguir un régimen especial de ejercicios y/o dieta. Los 100 del grupo de control perdieron una media de solo 1 kg.

¿Y quién es ese Dr Setephen Hill, neurólogo de renombre, que avala el sistema?

No lo sé, lo he buscado por todas partes y lo único que he encontrado es esta elocuente web, “estática” donde las haya, para dar fe de su persona. Y espera que aún falta lo mejor.

En esta página web del sistema se afirma literalmente que NIDORA® no es un complemento dietético, así pues aquí en España no se le debería aplicar el Real Decreto 1487/2009 relativo a esta clase de productos y a la que se aspiran adscribirse todos los vendedores de martingalas adelgazantes (café verde, té del mismo color, faseolamina, extracto de pimiento…). No, estos pasan olímpicamente del RD 1487/2009 y dicen no definirse un complemento dietético. Así pues, con el escogido ramillete de la legislación que uno domina, lo único que se le puede aplicar es el RD 1907/1996, sobre publicidad y promoción comercial de productos, actividades o servicios con pretendida finalidad sanitaria… ¿y qué hacemos al aplicárselo? Pues contrastar que difícilmente otro producto de estas características reúne tantas irregularidades como lo hace el NIDORA® de marras. Según este RD está expresamente prohibido:

  • Que sugieran propiedades específicas adelgazantes o contra la obesidad: Incumple (jajajaja)
  • Que pretendan una utilidad terapéutica para una o más enfermedades, sin ajustarse a los requisitos y exigencias previstos en la Ley del Medicamento y disposiciones que la desarrollan: Incumple
  • Que proporcionen seguridades de alivio o curación cierta: Incumple
  • Que utilicen como respaldo cualquier clase de autorizaciones, homologaciones o controles de autoridades sanitarias de cualquier país: Incumple (menciona a la FDA)
  • Que pretendan aportar testimonios de profesionales sanitarios, de personas famosas o conocidas por el público o de pacientes reales o supuestos, como medio de inducción al consumo: Incumple
  • Que atribuyan a los productos alimenticios, destinados a regímenes dietéticos o especiales, propiedades preventivas, curativas u otras distintas de las reconocidas a tales productos conforme a su normativa especial: Incumple
  • Que utilicen el término natural como característica vinculada a pretendidos efectos preventivos: Incumple
  • Y, en general, que atribuyan efectos preventivos o terapéuticos específicos que no estén respaldados por suficientes pruebas técnicas o científicas acreditadas y expresamente reconocidas por la Administración sanitaria del Estado: Incumple

Pues bien, ahí lo tienes, NIDORA®, un producto milagro como la copa de un pino que, según mis fuentes está en este momento en el candelero de muchas de esas tiendas conocidas como herbolarios. Un ejemplo paradigmático de lo que menos necesitamos en el terreno de la obesidad, accesible en nuestro entorno y por lo que sé, nuestras autoridades sanitarias mirando para otro lado. Así no hay forma.

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Nota: quiero agradecer a Mireia Gimeno (@mireiagimeno) sus aportaciones e interés para la realización de este post

Imagen:  Stuart Miles vía freedigitalphotos.net

Nutrición-área 51: Frutos secos «activados»

Almendras

Recientemente he sido conocedor de una nueva tendencia nutricional consistente en “activar” los frutos secos antes de comerlos y obtener con está práctica una serie de beneficios.

Al menos se trata de una recomendación nueva para mí y que por lo que he podido comprobar está especialmente asociada a los ritos las prácticas de la alimentación alternativa (ya sabes ese tipo de “alimentación” que se encargan de popularizar  Gwyneth Paltrow y otros especímenes afines). Si bien es cierto que el respaldo que tiene esta práctica con respecto a sus beneficios es prácticamente inexistente, hay que reconocer que algo hay que rascar, muy poco, en esta “activación”. No obstante, antes de que lancemos las campanas al vuelo y de que te desesperes buscando el interruptor de cada almendra veamos qué es eso de la activación de los frutos secos, muchas veces asociado a las almendras en particular.

¿Qué se supone que es la activación de los frutos secos?

Según sus defensores y promotores consiste en someter los frutos secos a un remojo en agua durante un tiempo variable. Digo variable porque entre los que promueven este tipo de prácticas no se ponen de acuerdo, llegando a variar entre las 2-3 horas y las 24. En la temperatura del líquido elemento tampoco hay unanimidad, mientras unos dicen que caliente, otros que “del tiempo” (¿del de Suecia o del de Marruecos?), otros que guardarlas en el frigorífico… y así, en fin, obtener una serie de beneficios nutricionales que de otra forma no se obtendrían. Es aquí, precisamente en el punto de los pretendidos beneficios, cuando llega el desmadre buenrollista. Para una buena parte de los defensores (hay cientos o miles de páginas en internet que te hablan de ello) se consigue:

  • Eliminar o reducir el ácido fítico;
  • Eliminar o reducir los taninos;
  • Neutralizar los inhibidores enzimáticos;
  • Promover la producción de enzimas beneficiosas;
  • Aumentar el contenido vitamínico, especialmente el de las vitaminas del grupo B;
  • Descomponer el gluten y hacer más fácil la digestión;
  • Hacer que las proteínas sean más fácilmente absorbibles;
  • Evitar deficiencias minerales y la pérdida ósea;
  • Ayudar a neutralizar las toxinas en el colon para mantener el colon limpio;
  • Prevenir muchas enfermedades y condicionantes negativos de salud.

¿Qué buen rollo, no? Pues no.

Lejos de semejantes planteamientos lo único sobre lo que se sospecha a ciencia cierta que se obtiene como beneficioso es el punto uno. Nunca una eliminación y sí una reducción de la presencia de ácido fítico. Un compuesto que en cierta medida tiene la categoría de antinutriente de forma que, estando presente en una determinada ingesta puede dificultar la absorción de algunos minerales, en este caso y hablando de frutos secos, principalmente del calcio, del hierro, zinc… No obstante, este mismo ácido fítico también tiene su vertiente positiva, y no poca, sobre la salud, así que cuidadín con las demonizaciones descontextualizadas.

En el «mundo real», la «activación» de semillas sí tiene una justificación más que contrastada en el terreno de la botánica y de la producción agraria, pero no tanto, o más bien nada en absoluto, en el de la nutrición.  Además, dicha «activación», la real, la buena… requiere de condiciones cambiantes (tiempo, humedad, temperatura) en virtud de la semilla que se pretenda activar. Para más señas te sugiero que le eches un vistazo a este post “¿Es mejor comer pre-remojados los frutos secos?” de Inés Alonso en su muy recomendable blog ¿Sabemos lo que comemos?

¿Estás seguro de lo que dices, tienes pruebas?

La mejor de ellas, tengo la prueba en boca de quien se dedica a producir y distribuir almendras, en concreto de uno de los mayores productores mundiales, el Almond Board of Australia o Consejo de la almendra australiana (en España la “mesa de productores de frutos secos” no se ha pronunciado a este respecto) quien en este documento afirma que “quienes creen” en esto de la activación de las almendras lo hacen sin ningún respaldo científico ya que no hay publicaciones serias (y creo que de las otras tampoco) en las que se pongan de relieve tales prodigios activadores. Sin embargo, afirma que la venta de “almendras activadas” es un hecho y que por ser un proceso relativamente caro que encarece el precio final del producto sugiere que te las actives tú en casa. Y, ¡oído al parche! en esta activación almendrera se incluye como ya hemos visto el remojo… pero después también una deshidratación.

Por mi parte, y después de haberle dedicado un tiempo a la búsqueda en un sentido u otro de los posibles beneficios de la activación de los frutos secos no he encontrado nada serio (pero nada de nada) y sí mucha palabrería sin fundamento.

Entonces, ¿qué hago, las “activo” o no?

Mi consejo es que no, salvo que seas un seguidor de este tipo de rituales sin mayor fundamento y tu tranquilidad mental espiritual dependa de ello. Incluir una adecuada cantidad de frutos secos en nuestra alimentación cotidiana (en su justa medida) es, en líneas generales, una sana recomendación en el marco de muchas otras. Tu balance mineral, dependerá de muchas otras circunstancias más que allá de que estén “activados” o no. Al final, preocuparse por estas cuestiones tiene el mismo sentido que inquietarse por llevar la bragueta abierta mientras te precipitas desde lo alto de un rascacielos (menudas preocupaciones tienen algunos).

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Nota: Quiero agradecer la iniciativa y aportaciones de Luis Almagro (@drluisalmagro ), de Pablo Zumaquero  (@pzjarana)y de Inés Alonso (@inalma) para la redacción de este post.

Imagen:  lobster20 vía freedigitalphotos.net

Ni más ni menos: el pan tiene las mismas calorías que el pan

Antes de meterme en harina con la tediosa cuestión de las calorías (aburrida como ella sola) voy a dejar este texto aquí para que lo leas detenidamente:

El etiquetado [de los productos alimenticios] y las modalidades de realizarlo no deberán ser de tal naturaleza que induzcan a error al comprador, especialmente: […] sugiriendo que el producto alimenticio posee características particulares, cuando todos los productos similares posean estas mismas características.

El fragmento extraído pertenece al RD 1334/1999 sobre la Norma general de etiquetado, presentación y publicidad de los productos alimenticios.

Así pues tomando en consideración que el pan, en general, tiene un aporte calórico de unas 250 kcal/100g resulta llamativo que algunos productores de pan en sus más diversas presentaciones realicen una publicidad haciendo destacar precisamente este dato y dando a entender (por descarte y solo en apariencia) que el resto o al menos una buena parte de los panes tienen más calorías que el suyo. Algo que desde mi modesto punto de vista resulta en una infracción de la mencionada norma.

Thins agrupado

El ejemplo más preclaro lo tenemos en el anuncio de Thins de Bimbo que publicita a modo de ventaja frente a otras opciones, que las porciones en las que se comercializa ese pan aportan 99 kcal. ¡Bravo!, teniendo en cuenta que cada porción pesa según la etiqueta 39g tenemos que los 100 gramos de Thins de Bimbo contienen 247 kcal (en la web 242, y si haces la regla de tres con los datos de la etiqueta, por 100 gramos, salen 253… lo que es ya la pera, no se aclaran ni dentro de la misma empresa). Pero bueno, pelillos a la mar, caloría arriba o caloría abajo… como todos los panes en general, Thins aporta esas mismas 250 kcal/100g de las que te hablaba.

¿Quieres pruebas? Aquí van unas cuantas:

  • El pan de molde “básico” de la misma marca aporta 257 kcal/100g (imagen)
  • El pan de molde sin corteza de Panrico 239 kcal/100g (imagen)
  • El pan de barra de verdad consultado en la Base de Datos Española de Composición de Alimentos (BEDCA) aporta 240 kcal/100g
  • El pan integral sin sal en la misma BEDCA  251 kcal/100g
  • El pan blanco en la Base de Datos de Composición de Alimentos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (o lo que los americanos entiendan por pan blanco) aporta 266 kcal/100
  • El pan integral en la anterior base de datos norteamericana, 252 kcal/100g

Bimbo_Panrico

¿Puede además Thins decir de sí mismo que es un pan ligero?

El eslogan no deja mucho margen de maniobra: “Thins, el pan ligero de 99 kcal”, y por este motivo también podría (el uso del condicional es accesorio) entrar en conflicto con el Reglamento Europeo 1924/2006 sobre s declaraciones nutricionales y de propiedades saludables en los alimentos. Para decirse “ligero”, «light» o cualquier otra expresión de similar calado, el producto en sí tiene que cumplir este apartado del RE:

Las declaraciones en las que se afirme que un producto es “light” o “lite” (ligero), y cualquier otra declaración que pueda tener el mismo significado para el consumidor, deberán cumplir las mismas condiciones que las establecidas para el término “contenido reducido”; asimismo, la declaración deberá estar acompañada por una indicación de la característica o características que hacen que el alimento sea “light” o “lite” (ligero).

¿Y qué dice el 1924/2006 al respecto del “contenido reducido”?

Solamente podrá declararse que se ha reducido el contenido de uno o más nutrientes, así como efectuarse cualquier otra declaración que pueda tener el mismo significado para el consumidor, si la reducción del contenido es de, como mínimo, el 30 % en comparación con un producto similar […]

¿Aporta Thins un 30% menos que las calorías aportadas por otro producto similar? Ni de coña.

¿Se hace acompañar el paquete de Thins con una indicación de la característica o características que hacen que el alimento sea “light” o “lite” (ligero)? Pues tampoco.

¿Dónde está el signo diferencial que anuncia Thins de Bimbo? en mi opinión en ninguna parte, para la misma cantidad de producto las calorías aportadas por uno u otro pan son casi idénticas. Así pues, teniendo en cuenta solo el sumando calórico, en vez de las famosas Thins cualquiera puede confeccionar ese sándwich que tenía en mente con dos rebanadas de pan de molde de cualquier otro fabricante (o del mismo) con un resultado calórico prácticamente idéntico. Por ejemplo, dos rebanadas del pan de molde sin corteza de Panrico aportan 108 kcal… ¡9 más!… ¡ya ves que descontrol! (modo irónico activado).

Panes aparte… y calorías también (por favor)

Keep calm and stop counting calories

Parece que hay quien no aprende a la hora de transmitir con sus productos un mensaje coherente con respecto al qué comer, que desde luego no pasa por la decimonónica estrategia de andarse con la calculadora en ristre todo el día contando calorías. Y mucho menos si, aun haciéndolo, el mensaje que se deja flotando en el aire de cara al consumidor medio tergiversa la realidad… y ¿va en contra de la legislación? De todas formas, como ya he dicho tantas veces, una de las innumerables claves para llegar a entender el concepto de “alimentación adecuada” pasa, en principio, por NO contar calorías.

Otra cosa es la cuestión de los gustos, habrá quien prefiera el pan-pan de verdad y rehúya del de molde, habrá quien dentro de los de molde prefiera unos u otros, con corteza, sin ella, con salvado de alforfón salvaje del Himalaya o con espelta ecológica… pero las calorías, que lo sepas, serán muy similares.

Con sinceridad, no sé cómo se permiten este tipo de publicidades con “errores” tan zafios mientras todos tragamos. Quizá este post tenga algo que ver en la respuesta.

Si te ha gustado esta entrada, quizá te interese consultar:

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Actualización (12/09/2014): Me acaban de hacer saber (gracias @nacho_zizou) que Aitor Sánchez (@Midietacojea) también dedicó hace poco un post al tema de la publicidad utilizando las calorías (y los números) con interesantes aportaciones sobre esta cuestión, además de un análisis de las alegaciones «integral» y «con fibra» utilizando para ello el ejemplo de este mismo producto. No dejes de leerlo aquí: Pan de 99 calorías ¿es mejor que el resto?

Imágenes: Juan Revenga (@juan_revenga)

¿Sirve para adelgazar el polen de abeja, qué beneficios tiene?

Polen de abeja

En primer lugar acotemos el término “polen de abeja”.

Para empezar el polen, a secas y como tal, son las micropartículas pulverulentas que contienen los gametofitos masculinos de las plantas con semillas. En un símil zoológico (en vez de botánico) serían los espermatozoides de una determinada especie vegetal de reproducción sexual. Estas partículas además de la función biológica propia de su ciclo vital en cada especie pueden servir de alimento a especies distintas, entre ellas la de las abejas. Pero para ello han de transformar ese polen recolectado, madurarlo, con el fin de poder aprovechar sus nutrientes. Así, las abejas en su metódica recolección de néctar floral y de polen incorporan este último elemento en los panales, agregan una serie de enzimas digestivas y tapan las celdillas con el fin de que pasado un tiempo y tras la acción de esas enzimas se obtenga un producto que sirva de alimento, especialmente destinado para sus larvas.

Así pues, el “polen de abeja” es el polen floral transformado por acción de las enzimas de la abeja… no es que las abejas “tengan” polen.

Sobre este producto, una vez recolectado por el ser humano, se han hecho descansar infinidad de propiedades nutritivas y no me refiero a las referentes a la de las larvas de las abejas sino a la nuestra cuando es consumido como alimento o complemento. Cuando digo infinidad, digo bien porque su consumo se ha relacionado con ciertas propiedades antioxidantes, anti cáncer, antienvejecimiento, contra la diabetes, ser adelgazante, vigorizante sexual, atajar problemas de colesterol, menstruales, de depresión, anemias, alopecia, artritis, reuma, etcétera (piensa en el problema de salud que quieras, seguro que alguien en algún momento le ha atribuido al polen de abeja la propiedad de mejorarlo). Hay cientos de páginas web (aquí solo un ejemplo típico) que obnubiladas por el buenrollismo natural nos invitan a consumir este producto como la enésima panacea para no importa qué dolencia o enfermedad.

¿Cuánto hay de cierto en todas estas magnificas alegaciones sobre el polen de abeja?

Pues la verdad que poco o nada, al menos desde el punto de vista serio… otra cosa serán todos aquellos planteamientos alternativos, naturistas y eco-molones. Para que tomes nota, en Europa aun no se ha admitido ninguna de las alegaciones que se ha solicitado para este producto a la Autoridad de Seguridad Alimentaria (EFSA). A día de hoy, este organismo ha recogido 6 posibles solicitudes para hacer las correspondientes alegaciones sobre sus propiedades nutricionales en la salud:

  • Como agente inmuno-modulador gracias a su contenido en enzimas y vitaminas (que aun está bajo consideración por parte del panel de expertos).
  • Como agente antioxidante gracias a su contenido en vitaminas y selenio.
  • Como protector frente al estrés oxidativo.
  • Como protector cardiaco así como para controlar los niveles de colesterol y lípidos plasmáticos (bajo consideración).
  • Como ayuda para la función inmune (bajo consideración).
  • Como estimulante del apetito (bajo consideración).

En el único documento publicado hasta la fecha sobre sus presuntas propiedades, el panel de expertos de la EFSA sostiene que:

  • No está comprobada una relación causa y efecto entre la toma de polen de abeja y la protección del envejecimiento celular.
  • Ni sobre su capacidad antioxidante dado su contenido en antioxidantes o propiedades antioxidantes.
  • Ni sobre la protección del DNA, de las proteínas o de los lípidos frente al estrés oxidativo.

En lo que respecta al posicionamiento de las autoridades sanitarias norteamericanas, la FDA, sobre los usos que habitualmente se le atribuyen al polen de abeja entre quienes lo distribuyen ha hecho público este elocuente documento titulado: Algunos productos de polen de abeja para adelgazar son una estafa peligrosa en el que sin ambages señala:

Los productos que dicen contener polen de abeja en la etiqueta y que prometen ayudar a bajar de peso o a esculpir su figura podrían, de hecho, hacerle daño […]

Se ha descubierto que algunos productos de polen de abeja que se publicitan para adelgazar contienen ingredientes ocultos y potencialmente peligrosos que pueden ser dañinos para las personas con padecimientos tales como pulso irregular, presión arterial alta y trastornos bipolares.

La FDA ha recibido más de 50 denuncias de consumidores y profesionales de la salud sobre efectos adversos relacionados con el consumo de productos de polen de abeja para adelgazar contaminados. En las denuncias figura por lo menos un deceso, problemas cardiacos graves, dolor de pecho, palpitaciones, taquicardia (frecuencia cardiaca acelerada), presión arterial alta, convulsiones, pensamientos suicidas, ansiedad, insomnio y diarrea.

Además, muchos de los productos de polen de abeja para baja bajar de peso se publicitan como suplementos alimenticios que afirman curar o prevenir enfermedades y síntomas diversos, entre ellos la diabetes, alergias, la presión arterial alta y el colesterol alto. Por ley [tanto en USA como en la UE], los suplementos alimenticios no pueden afirmar que curan o previenen enfermedad alguna.

Los laboratorios de la FDA han analizado 15 muestras diferentes de Polen de Abeja Zi Xiu Tang de varios distribuidores, con fechas de caducidad y números de lote diversos. Todos los productos sometidos a prueba, entre ellos los que dicen ser “genuinos” y “auténticos”, contienen ingredientes farmacológicos que no aparecen en la etiqueta: sibutramina o fenolftaleína, o ambas.

Bien, dicho esto, puedes llegar a pensar que: a) eso es lo que pasa en Estados Unidos y, b) que eso pasa con el polen de abeja de una determinada marca y que el que tú compras en tu herbolario es “natural” y de absoluta confianza.

Bueno, eres libre de pensar lo que quieras, pero mi opinión es que este polen de abeja, como el 99,9% de los suplementos son ineficaces para todas las alegaciones que suelen hacer… ya lo adquieras en USA o en tu farmacia de confianza; y que además los controles a los que se están obligados los complementos alimenticios (y este es uno más) son terriblemente laxos, así que yo pondría en entredicho esa “seguridad” al respecto de que un determinado complemento alimenticio no lleve nada que no deba llevar o que no esté declarado. ¿Cómo sabes y porqué dices que tu complemento es seguro? Igual te interesa echar un vistazo a este post: ¿Te “alegras de verme” o acaso tomas fitoterapia adulterada?

Antes que preocuparse por la posibilidad de incorporar maravillosos complementos con asombrosas (y no reconocidas científicamente) propiedades más valdría ir zumbando a revisar nuestro patrón alimenticio, un patrón que bien articulado no precisa de todas estas zarandajas.

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Imagen: Jon Sullivan vía Wikimedia Commons

Nutrición-área 51: La dieta bulletproof (o dieta «indestructible»)

Bala manzana

No me digas que el nombrecito de la dieta de marras no es molón… la dieta a prueba de balas (bulletproof) o como yo me he tomado la libertad de adaptar: la dieta indestructible, que a fin de cuentas es un poco el mensaje que subyace cuando se utiliza esta expresión inglesa.

Adelanto también que me da un poco de pereza y malagana cuando, una vez más, toco estos temas de las dietas populares, de moda… o más llanamente, milagrosas. El caso es que esta en concreto apenas ha salido de su país de origen, Estados Unidos (pero me da la sensación que amenaza hacerlo) y al traerla hoy a portada sé que corro el riesgo de que, diga lo que diga, habrá a quién le sirva de punto de partida para “probar” la enésima bobada (cara)… y eso es lo que me da pereza y desespera; pero bueno, correremos el riesgo.

¿Cómo nace la dieta bulletproof?

Este planteamiento dietético surge de la imaginación y experiencia unipersonal de un tal Dave Asprey, inversor en tecnología, que afirma de sí mismo haber invertido más de 15 años y 300.000 dólares para “hackear” (burlar o piratear) su propia biología y de este modo conseguir: perder más de 45 kilos; aumentar su cociente intelectual en más de 20 puntos; rejuvenecer su edad biológica y; dormir de forma más eficiente y por lo tanto “perder menos tiempo” al hacerlo. Y todo ello gracias a su sistema dietético. Solo. Y digo solo porque además se jacta de conseguir todo ello, en especial lo de la pérdida de peso, sin la necesidad de hacer demasiado ejercicio (en realidad nada) y lucir un desarrollo muscular cuando menos “interesante”: no tiene desperdicio el tomar nota de las condiciones que, según su autor, han rodeado las circunstancias de la foto en el anterior enlace:

  • Durmiendo menos de 5 horas al día de media en los dos años previos;
  • Sin hacer en ese tiempo apenas ejercicio físico alguno salvo 4 sesiones de yoga y poco más; y
  • Comiendo una media de entre 4000 a 4500 kcal al día.

Según el autor se trata de “reconectar” la mente con su biología más corpórea y para enseñarte a hacerlo y que sepas comer con tal fin ha sacado a la venta su método en forma de libro y una panoplia importante de suplementos dietéticos y otras zarandajas entre las que se incluye una manta “de inducción” inductora (valga la redun-dun-dancia) del sueño para dormir de forma más efectiva (50$). Pero espera, aún hay más que diría superratón, entre sus sandeces propone el uso de unos “chistófanos” (que él comercializa, claro) para eliminar la “electropolución” de tus aparatos electrónicos y con ello aliviar ciertos síntomas tales como dolores de cabeza, problemas de concentración, pensamiento confuso, agitación, fatiga y estados depresivos (99$). Por si te vas de viaje también te ofrece la posibilidad de hacerte con un travel-kit a un poco módico precio, 49$. Y la cosa continua, no te creas: neuro-optimizadores a razón de 5.500$ de vellón que incluye el antivirus Norton 360 (… y por ese precio podría incluir hasta una Thermomix); una bombilla que facilita la secreción de melatonina (esto, mira, solo cuesta 15$); un “focalizador” cerebral por tan solo 600 pepinos… ¿que no sabes para qué sirve un “focalizador” cerebral? Pues es fácil: te lo colocas en donde procede, la cabeza, y te ayudará según Dave Asprey a tomar decisiones más lúcidas, a mejorar tu atención, a pensar con más claridad, a desarrollar tu memoria, a controlar tus emociones y cosas por el estilo (qué querías que hiciera… ¿milagros?). Y hay más, pero yo no tengo más ganas de seguir. Así que si estás interesado te invito a que visites su shop-web cuajada de cachivaches y suplementos varios.

¿En qué consiste la dieta bulletproof?

Si has llegado hasta aquí, reconócelo, las cuestiones dietéticas te traen al pairo, lo que tienes es ganas de echar unas risas más. El planteamiento dietético como tal es de traca… En esencia hay quien lo ha equiparado a una dieta tipo “paleo”… pero su creador va más allá y dice que su planteamiento, partiendo de ese inicio, es “aún mejor”: “Es más efectivo que los planteamientos paleodietéticos clásicos” apostilla… toma geroma…, del fuego a las brasas… o de Guatemala a Guatapeor… y con un par.

Con sinceridad, no me da la gana de comentar las sandeces dietéticas que este señor propone y que carecen de un nulo reconocimiento por parte de la comunidad científica y sobre las que no hay ni un ápice de literatura científica que corrobore sus postulados. Fiel a mi tradición crítica y para un mejor entendimiento, resulta más sencillo desacreditar un determinado planteamiento dietético fijándote en los “detalles” antes que en el meollo… digamos que se trata de seguir una estrategia más visual que conceptual: ¿Te imaginas al Barça o al Madrid saltando al terreno de juego con chancletas en una final de la Champions? Si eso suceriera, sabes bien que no son ni el Barça ni el Madrid, así que para qué demonios nos vamos a quedar para analizar “su juego”. No obstante, si quieres, tienes un resumen de las elecciones alimentarias que este sujeto invita a hacer para seguir su método aquí te dejo un enlace en el que se hace un ultra resumen de sus planteamientos. Como bien salta a la vista, aunque “su pirámide” tiene un pase (no me parece ni mucho menos lo peor) su forma de llevarla a la práctica contiene detalles en mi opinión absurdos… empezando por la glorificación de los productos ecológicos (y la criminalización de los transgénicos) y acabando por la promoción de un consumo desorbitado de “grasas buenas”… algo que podría estar alineado con otra matraca dietético-comercial que conocemos desde hace cerca de 20 años como es la dieta de la zona.

¿Cómo se va a dar a conocer probablemente?

Es probable que su asalto al viejo continente (ya se está produciendo en cierta medida) se propicie a partir de una de sus “armas” más aventadas: el café bulletproof o lo que es lo mismo un preparado a base de café ecológico, mantequilla idem y aceite de coco ídem (tranqui, Dave te lo proporciona todo en su tienda on-line libres de toxinas) con el que desayunar y abordar la fatigosa mañana que uno tiene por delante todos los días sin que las tentaciones, el hambre o el picoteo hagan mella en la voluntad de sus consumidores, además de proporcionar una energía asombrosa (si además te lo tomas en un vaso de precipitados como él hace en el vídeo en vez de en la típica taza el efecto se debe de multiplicar por 10)

En resumen

Pocas veces y con tanto descaro se promociona un sistema o método dietético (aunque incluye muchos otros elementos) con tanta parafernalia como para poderlo considerar un arquetipo de aquello que se conoce como dieta milagro. Su claro y único objetivo: hacer caja a base de decir y vender gili-memeces aprovechándose para ello de la crédula desesperación de algunas personas. Caer en sus redes supone dos claras consecuencias, seguro un menoscabo importante en la economía del incauto y muy probablemente un menoscabo en su salud. No me extrañaría que en la próxima edición ilustrada del DRAE la entrada “cantamañanas” trajera una foto de Dave Asprey.

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Imagen:  vectorolie vía freedigitalphotos.net

Dieta sin gluten: imprudente recomendación dietética para la población general

Pan y bolleríaYa he comentado alguna vez la simpleza de la recomendación de seguir una dieta exenta de gluten para obtener, vaya a saber usted qué beneficios por parte de la población general no celiaca. Como siempre en estos casos no faltan las recomendaciones de manos de algunos famosos y celebrities que argumentan con su éxito (profesional, deportivo, etcétera) los beneficios de este planteamiento dietético que debiera estar reservado para aquellas personas con celiaquía.

El caso es que hoy saco a colación este tema porque lejos de ir a menos parece que la tendencia va a más, por eso y porque el otro día me tropecé con este fenomenal artículo que deja las cosas más que claras. Para quien quiera verlo, claro, porque para el resto ya sé que será difícil de convencerlos. Pero bueno, por intentarlo que no quede.

El título del trabajo que te hablo es prácticamente el mismo que el del post: Gluten-Free Diet: Imprudent Dietary Advice for the General Population?. En interrogante, eso es cierto, desconozco el  porqué de plantearlo así si en su interior se dejan las cosas bastante claras.

Sea como fuere, ya te lo he contado a grandes trazos:

A pesar de las frecuentes afirmaciones con las que se hacen descansar una serie de propiedades saludables sobre una alimentación exenta de gluten, no existe ninguna evidencia experimental publicada que apoye dichas afirmaciones en la población general. De hecho, hay datos que sugieran que el propio gluten podría aportar algunos beneficios para la salud, y que su eliminación en individuos sanos no está justificada por ningún motivo. Es más, es necesario tomar conciencia de algunos de los potenciales peligros que se asumen al adoptar una dieta sin gluten en el caso de personas sin trastornos relacionados con el gluten.

Así pues, las dietas sin gluten están claramente indicadas para pacientes con enfermedad celíaca o para aquellas personas con sensibilidad al gluten. Así, su retirada de la dieta podría beneficiar a personas con patologías autoinmunes crónicas como por ejemplo, la psoriasis, la artritis reumatoide y la diabetes tipo 1. Las dietas libres de gluten, bien planificadas (para lo que suele ser preciso la contribución de un profesional cualificado, en especial un dietista-nutricinista) pueden estar perfectamente equilibradas si se tiene cuidado en la elección de los alimentos. Esto no implica que una dieta libre de gluten, por su mera definición, sea una dieta más saludable.

Además, los resultados de varios estudios con pacientes celiacos sugieren que una dieta exenta de gluten mal planificada puede, en realidad, empeorar algunos descriptores de salud, entre ellos el Índice de Masa Corporal cuando estos pacientes cuentan ya con sobrepeso u obesidad.

Por último, una de las proteínas más características del gluten, la gliadina, podría contribuir con su presencia en la dieta al control de la presión arterial y a la normal función del sistema inmune. Y más allá, hay cierta evidencia que sugiere que una dieta libre de gluten puede afectar negativamente a la salud intestinal en aquellas personas sin enfermedad celíaca o sin sensibilidad al gluten.

En cualquier caso, el estudio termina afirmando que son necesarios más estudios para aclarar los efectos de salud de gluten, y las probables consecuencias de eliminar aquellos cereales que lo contengan.

Al parecer, según las actuales tendencias, hay algo de glamuroso en eso de recomendar dietas sin gluten y la verdad es que no sé dónde radica ése glamur… que se lo pregunten, entre otros, a un celiaco

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Imagen:  amenic181 vía freedigitalphotos.net

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Actualización: con el post ya escrito, pero no publicado, cuando comentaba su próxima aparición, un usuario de Twitter, Xabier Ochotorena (@ochoto) nos hizo notar a Pablo Zumaquero (@pzjarana) y a un servidor (@juan_revenga) que el estudio en cuestión tiene como primer autor a GA. Gaesser presidente del Grain Foods Foundation Scientific Advisory Board (Consejo Consultivo Científico de la Fundación sobre Alimentos basados en Cereales) y que así se hace constar en la declaración de posibles conflictos de intereses del mencionado artículo. Creo que si en otras ocasiones he cuestionado que determinadas personas implicadas directameente en un asunto escriban artículos científicos sobre esas materias en las que son «parte», es justo que ahora también lo haga constar.

Intoxicarse a base de desintoxicarse (y morir) o el ir a por lana y salir trasquilado

Botella de agua y vasoDos de las modas dietéticas que más fuerte han pegado este año, y siguen haciéndolo, son la de los zumitos de frutas/hortalizas y la de la desitoxicación. La segunda como concepto genérico y la primera frecuentemente argumentada en base a esa búsqueda de “depuración” o “desintoxicación”. Tal es así, que en lo que respecta a un servidor y de la mano de otros compañeros en este año que ya llevamos finiquitado he atendido varias peticiones de artículos o entrevistas en las que se cuestionaban estas modas. Tienes aquí algunas muestras en El País semanal, para el suplemento “Buena Vida”, para el blog Comparte mi moda, etcétera, al tiempo que en este blog también hice mi aportación al respecto en la entrada Dietas depurativas: tan abundantes como absurdas.

Como decía la cuestión desintoxicante nos está intoxicando. Lo hace porque se saca de contexto el concepto de “dieta depurativa o desintoxicante”, un elemento que ni tan siquiera tiene un reconocimiento en el terreno de la medicina y dietética “como Dios manda”. En sentido contrario, se trata de poner en alza un concepto molón, que transmite una especie de tranquilidad espiritual a aquellos que con más ganas que puntería tratan de purgar sus pecados dietéticos en el contexto irreal de una fisiología demasiado mecanicista con un nulo respaldo científico.

Sea como fuere es cuestión de modas y siendo así la conducta poblacional adquiere una actitud de brazos caídos ante la que ningún argumento lógico suele servir, por racional que este sea. No obstante y haciendo buena la práctica de la DGT a la hora de dirigir campañas de seguridad vial centrándose en el mensaje escabroso (ya sabes, con imágenes de accidentes, escenas de dolor, etcétera) voy a ver si el caso real que hoy traigo hasta el blog le sirve a alguien para tentarse la ropa. Ya que con argumentos no se logra demasiado, veremos si las experiencias reales son capaces de reconducir conductas absurdas y como ahora veremos incluso peligrosas cuando se llevan al extremo.

Me refiero a esta noticia de hace ya unos años: mujer de 52 años que fallece tras iniciar un régimen desintoxicante y fallece por intoxicarse con agua. Y no, el agua no estaba contaminada, la señora se intoxica y muere en gran parte debido a la ingente cantidad de agua que ingirió en un breve lapso de tiempo con el fin de depurarse. Supongo que en cierta medida sus condiciones personales también determinaron el fatal desenlace.

El mecanismo fisiológico es sencillo de comprender: una excesiva ingesta de agua, conduce a una dilución especialmente baja de sodio en la sangre (hiponatremia) y de otros solutos, que a su vez conducen a diversas complicaciones fisiológicas: edema cerebral, fallo renal, cardiaco, etcétera que en ocasiones, cuando la “intoxicación desintoxicante” es suficientemente importante o prolongada en el tiempo puede provocar la muerte del individuo.

Este ejemplo no es el único, hay muchos otros casos conocidos de intoxicación por la alta ingesta de agua, sea por el motivo que esta se haya producido. Depurarse es el caso de hoy, pero hay quien también lo ha hecho por ganar una apuesta (a ver quién bebe más cantidad de agua) en el transcurso de pruebas deportivas, etcétera (se relatan varios ejemplos de estos casos en este enlace)

Así pues, dejando dos telegráficos mensajes como ítems para llevarse a casa, recuerda:

  • Las conocidas popularmente como estrategias desintoxicantes carecen, en el plano dietético, de respaldo científico y además pueden ser perjudiciales para la salud.
  • La sed ha de ser el mejor motor para la ingesta de líquidos salvo en algunos casos excepcionales en los que se ha de invitar a beber a pesar de, o bien no tener sed (caso relativamente frecuente entre la población de edad avanzada que puede tener “estropeado” el mecanismo de la sed) o bien no manifestar querer beber (caso de los bebés que aún no hablan y que por tanto no pueden pedir beber; en estos casos basta con dejar a su alcance una fuente de hidratación adecuada –el típico beberito-)

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Quizá te interese consultar estas otras entradas:

Nota: quiero agradecer a la Dra. Valdez (@tu_endocrino) su aportación para esta entrada

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Imagen: khunaspix vía freedigitalphotos.net

En Estados Unidos le cantan las cuarenta al Dr. Oz ¿para cuando en España?

Tim MinchinHace ya unos días la administración estadounidense, en concreto un panel de expertos del Senado, le puso las peras a cuarto al Dr. Oz, una figura mediática que cuenta con una alta popularidad a través de un programa de televisión en el que aborda cuestiones sanitarias desde una particular perspectiva. Antes de nada convine que te presente adecuadamente al Dr. Mehmet Oz (sobre el que, a pesar de lo facilón del tema, no voy a hacer ningún hábil calambur con su nombre)

Como te decía el Dr. Oz, médico y cirujano de verdad, es conocido por conducir un programa de televisión cuyo nombre ya dice bastante de la filosofía subyacente “El Show del Doctor Oz”. El show… nunca mejor dicho. En él se abordan temas médicos y de salud personal, y para ello hace una especial promoción de diversos recursos pertenecientes a la (mal) denominada medicina alternativa (recuerda este genial vídeo de Tim Minchin) y a través del sensacionalismo, crear no poca alarma social, como por ejemplo cuando señaló públicamente (con pruebas más que dudosas) que en los zumos de manzana había una cantidad de arsénico dañina para la salud. O cuando propuso una terapia para “curar” la homosexualidad.

Sea como fuere, el programa ha tenido bastante reconocimiento recibiendo premios Emmy, pero también premios Pigasus, tal y como te comenté en su día en esta entrada. No hace falta recordar el marco de los premios Emmy, pero quizá si el de los Pigasus que tienen por objeto el poner de relieve los fraudes más flagrantes en materia de “ciencia”. En concreto el Dr. Oz ha recibido dos de ellos,  por su inagotable promoción de la charlatanería médica y por promocionar las creencias paranormales y la pseudociencia.

Llamada al orden y comparecencia

Con este panorama como trasfondo, en el Show del Dr Oz se hace promoción de los más variados productos, muchas veces con el fin de abordar y tratar el tema de la obesidad y sus comorbilidades. De muchos productos ya te he hablado en este blog, se trataría de la cetona de frambuesa, el extracto de judía, la alcachofa, el té verde, el café del mismo color y demás zarandajas de similar calado (en la comparecencia se centraron en la cetona de frambuesa, en el café verde y en los supuestos efectos de Garcinia cambogia).

Tal es así que al parecer a la administración norteamericana se le debieron hinchar las narices (no como aquí que las tenemos al parecer de boxeador, las narices) y le llamó al orden pidiéndole responsabilidades ya que después de su verborrea promocional en los consabidos programas se alentaba a que no pocos vendedores de píldoras milagro hicieran su particular agosto vendiendo estas tonterías a diestro y siniestro utilizando además las palabras del Dr. Oz. como criterio de autoridad.

Te sugiero que eches un vistazo a este video en el que a modo de resumen se recogen los momentos más importantes de su comparecencia mientras una estelar Claire McCaskill, senadora norteamericana, apelando a la formación del Dr. Oz, se preguntaba cómo una persona con sus potenciales podía hacer este tipo de declaraciones sin fundamento al respecto de los productos milagro. Estas son algunas de las perlas que le dedicó:

“No entiendo como puede decir este tipo de cosas sobre esta clase de productos si usted sabe que no son verdad” [elocuente la senadora Claire McCaskill]

“Porqué teniendo como usted tiene esa estupenda habilidad comunicativa y al mismo tiempo la posibilidad de llegar a tanta gente usted se empeña en denigrar el programa de esa forma”[yo adopto a esta señora como madre]

“El único estudio científico que yo conozco que avala la eficacia del café verde es uno que se realizó en India que abarca a una muestra de 16 personas que recibieron dinero por parte de los laboratorios que producían el suplemento para someterse al estudio, al igual que su autor” [Creo que la senadora debe referirse a este estudio]

 “No le hemos llamado a comparecer en este foro para intimidarle o arremeter contra usted, le hemos llamado para hablar de un problema muy real referente a la crisis entorno a la protección del consumidor. Usted está involucrado en esa crisis, bien como parte de la solución en base a la política que aquí se ha hecho saber, o bien puede ser parte del problema” [A estas alturas ya no sé si adoptarla como madre o pedirle matrimonio]

El caso es que la comparecencia de este señor ha generado bastante polémica y debate en USA y no han faltado, no me extraña, las sátiras sobre su persona en los típicos programas late-night estadounidenses (imprescindible).

A modo de reflexión

Trataré de seguir la pista a este asunto con el fin de poderla contar ¿cambiará el Dr. Oz la línea editorial de su “show”, seguirá en sus trece, le volverán a llamar al orden, esta vez con algún tipo de sanción?

Sea como fuere está claro que en España se practica la misma o muy similar ignominia adelgazante-milagrosa con productos fraudulentos prometiendo y alegando beneficios que distan mucho de ser reales. Sin embargo, a diferencia de los Estados Unidos aquí nadie hace nada, al menos de forma pública, mientras productos sin el menor aval científico se venden por doquier, mientras se juega con la desesperación de las personas (y con su dinero), mientras determinados “laboratorios” se forran con esta vergonzosa práctica y mientras… como digo, NADIE hace NADA.

Nota: Con el fin de que esta colaboración no decaiga, más al contrario, vuelvo a agredecer a Guillermo Peris (@waltzing_piglet) sus aportaciones

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Imagen: RanZag vía Wikimedia Commons

 

El colmo de la masculinidad: beber leche materna para «hacer músculo»

Tio cachasPues sí, como lo oyes. Al parecer en determinados círculos (viciosos donde los haya cuando nos referimos al tema de la musculación) se está poniendo de moda según parece el suplementar la dieta con leche humana (vamos a llamarle materna) con el fin de propiciar un mayor o más rápido desarrollo muscular. Según sus defensores, claro.

Digo según sus defensores porque las pruebas de que la incorporación de este alimento tenga algún efecto constatable en la ganancia de más músculo o que esta se consiga más rápidamente son nulas. Para ser sincero tampoco las hay para demostrar que no sirva para nada, pero como siempre en estos casos la carga de la prueba corresponde ser aportada a quién hace afirmaciones extraordinarias… ya sabes, aquello que con toda la razón apuntaba Carl Sagan: “afirmaciones extraordinarias requieren siempre de evidencia extraordinaria”. Y como casi siempre en estos casos no hay tal evidencia.

De todas formas mis razones (y las de muchos otros) para renegar a priori este prodigio cuando algunos atribuyen a la leche materna una especie de “efecto Popeye” tan en alza siempre en el mundillo de los Homo croassanis, es sencillamente que en la composición de la leche materna no encuentro el elemento capaz de obrar esta apolínea maravilla.

A continuación, en esta tabla tienes las diferencias nutricionales (por 100ml) de la leche materna con la leche de vaca (muy someramente, todo hay que reconocerlo). Después analizaremos “la jugada”

Leche materna vs vaca

Así pues, como ves la leche materna tiene muchas menos proteínas que las de vaca (tres veces menos). En este sentido también hay que decir que el perfil, su tipología es bastante diferente, especialmente adaptada a la capacidad digestiva del estómago del lactante, menor frente a la de un adulto. Además de la distinta tipología de proteínas que facilita la digestión de las mismas en la leche materna frente a la de vaca, en la materna hay una mayor presencia de aminoácidos concretos (taurina y cistina) que tienen la característica de ser esenciales… sí, pero solo en el caso de los lactantes, en especial cuando son prematuros. No para un señor hecho y derecho. En resumen a este respecto, el valor calórico de las proteínas presentes en la leche materna supone en torno al 6-7% del total (menos proteínas), frente al 20% en la leche de vaca (más proteínas).

Sobre los lípidos aportados en ambos productos estos representan cerca del 50% del valor energético total, con el ácido oleico como ácido graso predominante en ambas leches. Sin embargo, el ácido linoleico, un ácido graso esencial, está mucho más presente (cerca de 4 veces más) en la leche materna… pero esto, que yo sepa no tiene mayor relevancia en el aumento muscular… y menos de forma “prodigiosa”.

Hombre leche

Además de las proteínas, una de las más importantes diferencias nutricionales es la cantidad de lactosa… mucho más presente en la leche materna (¿sorprendido?). De hecho, la lactosa en la leche materna aporta el 42% de sus calorías, frente al cerca de 30% que aporta en la de vaca. ¿Eres un musculitos intolerante a la lactosa? No tomes leche materna.

Luego están las diferencias en vitaminas y minerales, que las hay, pero son elementos que por un lado el culturista al uso debería poder encontrar en cualquier otra fuente alimentaria sin mayor problema y que, por el otro, no están en principio relacionados de forma importante o definitoria con la ganancia muscular en condiciones “normales”. Por ir resumiendo:

¿Qué tiene la leche materna para que ahora a una serie de señores les haya dado el siroco de incluirla como pauta de alimentación en su rutina de ganancia de músculo?

Nada

Sin embargo a día de hoy, cuando esta moda está empezando a hacer furor, no es extraño encontrase en foros de culturismo con usuarios que ensalzan sus propiedades basándose en: primero su experiencia particular (mal tema); segundo, las historias de otros usuarios o entrenadores, es decir el “teléfono-roto” (peor tema) y tercero, algunos “estudios clínicos” que curiosamente nunca se citan o aparecen reflejados.

¿Cómo puede un culturista hacerse con una dosis de leche materna?

En España no es especialmente fácil ya que, aun pudiendo suceder, la práctica de comerciar con ella de particular a particular (en especial a partir de Internet) no está tan extendida como si sucede en otros países tales como Alemania y USA, país este último del que parte esta absurda y peligrosa moda… ¿Peligrosa?

Sí, porque salvo que haya una red específicamente establecida para ello, las transacciones comerciales realizadas entre particulares no suelen reunir las más elementales normas higiénicas en la manipulación, envío y procesado de las muestras de leche con el consiguiente riesgo de, ya no solo provocar una toxinfección alimentaria, sino incluso de infectarse con hepatitis o sida: ¿Quién está seguro que esa leche que se recibe por correo no pertenece a una portadora de estas enfermedades?. Tanto es así que en USA, país donde esta práctica está más implantada la FDA (Food and Drug Administration) desalienta de forma insistente la compra de este tipo de fluidos directamente a través de Internet, ya que:

“Las probabilidades de que hayan sido tratadas convenientemente para evitar el riesgo de transmisión de enfermedades infecciosas provenientes del donante son francamente escasas”

En su lugar, sigue recomendando la FDA, se aconseja acceder a la leche materna a través de un médico o bien ponerse en contacto con los bancos de leche materna. Una opción que sí está bien implantada en España y que cuenta con todas las garantías sanitarias… pero para quien de verdad la necesita. No para tonterías.

Y es que no conviene perder de vista los riesgos que se asumen al adquirir leche materna fuera de los canales establecidos para ellos y siempre con unos fines legítimamente ortodoxos. Este reciente artículo (y su mera existencia ya da muestra de lo habitual de esta práctica) publicado en la prestigiosa revista Pediatrics: “Microbial Contamination of Human Milk Purchased Via the Internet” (Contaminación microbiana de la leche materna adquirida a través de Internet) obtuvo los siguientes resultados tras comparar una muestra de 100 “leches maternas” obtenidas por internet con 20 obtenidas en condiciones estándar (de banco de leche materna) antes de ser pasteurizada:

  • Casi una de cada cinco muestras adquiridas por Internet se entregó sin la conveniente refrigeración, con lo cual ofrecían un especial riesgo de proliferación de microorganismos (muchos de ellos naturalmente presentes, pero no “cultivados” a temperaturas ambiente fomentando su proliferación)
  • El 3% de esas leches presentó una contaminación con Salmonella, una bacteria que difícilmente se puede encontrar de forma “natural” en la leche materna, lo que indica deficiencias importantes en su manipulación.
  • El 64% de las muestras presentaron niveles significativamente altos (en relación con las muestras de referencia) de Staphylococcus y el 36% de Streptococcus, además de constatar que cerca del 75% contenía otras especies bacterianas en niveles especialmente altos.

En resumen

Para el tema que se trata, la leche materna adquirida a través de Internet, más allá de su absurda utilidad para obtener mejoras musculares en la población adulta muestra una elevada proliferación bacteriana en general además de una habitual contaminación con bacterias patógenas.

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Imagen:  stockimages y Ambro vía freedigitalphotos.net