"Hasta la victoria, a veces". Roberto Fontanarrosa

Archivo de febrero, 2008

El insólito festejo de Viggo Mortensen (que no fue)

Para algunos artistas, bajo la entrega de los Oscar subyace un desafío secreto: pasar a la historia por montar la celebración más extravagante. Pero la competencia es dura y ya sea por lo genial o por lo rídiculo, la carrera por dejar un festejo memorable sea hace cada vez más difícil.

Por eso es una lástima que Viggo Mortensen se haya quedado sin su Oscar al mejor actor. Estaba nominado por Promesas del Este, de David Cronemberg. Poco importa si estaba mejor o no que Daniel Day-Lewis, que finalmente se llevó la estatuilla por Pozos de ambición.

Mortentensen (¡qué feo apellido, Dios!) tenía preparado subir a recibir el premio con una bandera de San Lorenzo de Almagro, que no es el nombre de un cruzado, sino de un club de fútbol de la Argentina. Viggo se quedó con las ganas de «pelar trapo» («mostrar la bandera», en jerga futbolística argentina) y según varias crónicas, se pasó toda la fiesta revoleando la bandera, tal como se puede en la foto junto a la bellísima Cate Blanchet (la foto es de InStyle).

Los Oscar son, por lejos, la ceremonia más frívola de todo el arte cinematográfico. La gente se gasta miles de euros en zapatos y en vestidos, muchos de ellos horribles (¿se acuerdan de Bjork vestida de cisne?). Por eso, utilizarla para reivindicar la lucha contra la pobreza o la contaminación del Amazonas es, lisa y llanamente, una inmoralidad.

El cine y el fútbol comparten la capacidad para hacernos soñar, divertirnos o amargarnos. Por eso, desde Cruz del Sur queremos reivindicar las ansias futboleras de Mortensen, que además parecen sinceras.

¿Y tú, cómo festejarías un Oscar?

50 años del secuestro de Fangio

Al principio creyó que se trataba de una broma, cuando un joven llamado Manuel Uziel lo encañonó con una pistola calibre 45, y con voz temblorosa le dijo:

“Disculpe Juan, va a tener que acompañarnos”

Juan era Juan Manuel Fangio, quíntuple campeón munidal y entonces archifamoso piloto de Fórmula 1. Uziel era un joven revolucionario cubano, miembro del Movimiento 26 de Julio, que buscaba llamar la atención internacional sobre la pésima situación que atravesaba Cuba durante la dictadura de Batista. Y nada mejor para hacerlo que secuestrar al piloto estrella del Gran Premio del día siguiente.

La escena ocurrió hace justo 50 años, en el lobby del hotel Hamilton, en La Habana, mientras Fangio conversaba con sus mecánicos. Lo que vino después fue el secuestro del piloto y una sucesión de hechos un tanto peculiares que culminó con la amistad entre los secuestradores y la estrella de los automóviles.

Durante las casi 26 horas que duró el secuestro, Fangio vivió situaciones insólitas. La primera fue cuando el chofer del vehículo llevó al secuestrado a su casa, únicamente para que lo conozca su familia, se sacaran fotos y firmara autógrafos.

Al llegar al sitio dónde iba a ser escondido Fangio, se encontraron con que había sido ocupado por un guerrillero herido y los secuestradores se vieron obligados a improvisar un nuevo escondite. Recalaron entonces en una casa de un barrio rico, dónde Fangio no sólo fue tratado entre algodones, sino que además habría tenido un romance con una de las guerrilleras del Movimiento. Mientras tanto, Cuba entera buscaba el secuestrado.

La carrera no se suspendió y Fangio la vio junto a los secuestradores por televisión. Fue una catástrofe, uno de los autos se salió de pista y hubo seis muertos y treinta heridos. Uno de los secuestradores aseguró más tarde a la prensa que Fangio los miró y le dijo:

Me salvaron la vida. Con el tiempo tendré que agradecerles.

Fangio fue liberado en la casa del embajador argentino en Cuba y, según crónicas de la época, secuestradores y secuestrado se despidieron como amigos. Los del Movimiento invitaron Fangio a volver a Cuba “una vez que triunfe la revolución”. Y efectivamente, el reencuentro se produjo a comienzos de los 80, cuando Fangio era presidente de la Mercedes Benz.

Varios años después del incidente, Fangio (a la derecha) se reunió con sus secuestradores durante un viaje a Cuba. (Foto publicada en la revista Domingo)

El secuestro de Fangio es una de esas crónicas pintorescas que logran ser repetidas infinidad de veces sin hartar. Hoy se cumplen 50 años del secuestro y a ciencia cierta nadie sabe qué hay de verdad en los cientos de detalles (yo sólo comenté algunos) de esas 26 horas. Quienes quieran ahondar en el asunto pueden leer el libro del Operación Fangio, de Arnol Rodríguez o ver la película del mismo nombre.

Votantes españoles en América Latina

Me cuenta un amigo (no sólo me cuenta, también saca fotos y me las envía), que en Buenos Aires hay varios carteles pidiendo el voto para el PSOE. Hasta hora -me dice-, no vio ninguno del PP. (A mi amigo la compaña electoral española no le importa en absoluto, y la verdad es que no sé porque se acuerda de mí cuando ve estas cosas. Pero yo se lo agradezco.)

Para los que visitaron alguna vez Buenos Aires, los carteles están pegados, en su mayoría, en Avenida de Mayo y la avenida 9 de Julio. También hay vallas en buses.

Si se miran los números, la cosa toma un poco más de color. En la Argentina viven, según el último censo electoral 260.000 españoles con derecho a voto. Esto ubica a la Argentina en posición de «provincia número 40» en número de votantes (entre Ourense y La Rioja).

En total, 1.200.000 españoles residentes en el extranjero podrán votar el 9 de marzo. Los 260.000 de la Argentina es una cifra altísima si se lo compara con otros países: hay 160.010 en Francia, 121.865, en Venezuela, 65.000 en Brasil y 46.700 en México.

También se da el fenómeno inverso. Otro amigo me comentaba que Madrid es la tercera ciudad con más ecuatorianos, por detrás de Quito y Guayaquil.

Cuba sin ti

Será que ni partidarios ni detractores lo terminan de creer (¿Cuba sin Fidel?), y por eso es necesario que lo repita tantas veces. El anuncio del líder cubano de dejar la presidencia no es nuevo. Ya lo había sentenciado en diciembre. La carta que publica hoy en Granma no parece aportar nada nuevo.

La inundación de noticias sobre Fidel en los medios sólo se entiende como un bálsamo ante el vómito informativo de una campaña electoral que se indigesta por lo sosa. Bienvenido sea el respiro.

Guste o no, Fidel ya es el pasado de Cuba. Lo triste es que no sabemos si lo que vendrá será peor. El desembarco de una minoría de exiliados mal llamados «ratas» de Miami sería una catástrofe. Por qué llamarlos «ratas» si los roedores del reino animal, por muy feos que sean, son incapaces de juntar tanto odio, tanto rencor y tanta sed de venganza. La comparación no hace justicia. Como tampoco hace justicia meter a todos los exiliados en la misma bolsa.

Que asuma el poder su hermano Raúl, de 74 años, no garantiza renovación alguna, más bien todo lo contrario. No es bueno que el poder se conserve mediante herencia familiar. Ni en Cuba, ni en ningún otro sitio.

Por otro lado y diga lo que diga, Castro no renuncia al poder para fomentar un recambio. Fidel deja el poder porque se está muriendo. Y se muere dejando su revolución inconclusa. Lo que empezó como una esperanza verdadera de cambio en la región, terminó en un sistema perverso que encarcela periodistas y prohibe a médicos salir del país para visitar a sus familiares.

Su sucesor en la presidencia será anunciado el 24 de febrero, cuando el Parlamento cubano renueve el Consejo de Estado. Ahí Fidel dejará de ser el mandatario con más tiempo en el ejercicio del poder de todo occidente y volveremos, sorprendidos, a preguntarnos: Fidel, ¿Es posible una Cuba sin ti?

El tango mejora seriamente la salud (según un estudio)


Tango que me hiciste mal

y que, sin embargo, quiero

porque sos el mensajero

del alma del arrabal;

no sé qué encanto fatal

tiene tu nota sentida,

que la mistonga guarida

del corazón se me ensancha,

como pidiéndole cancha

al dolor que hay en mi vida.

Apología del tango

Nota mental previa: deberíamos montar un blog dedicado únicamente a citar la cantidad de estudios que publican los medios de comunicación. Hay de todo y para todos. Hernán Casciari ya hizo una vez referencia a esto.

Ahora sí: según un estudio de una importante universidad de Estados Unidos (sic) el tango mejora el equilibrio en pacientes que sufren parkinson. Por si hay algún marciano entre los lectores, el tango es una de las danzas populares más lindas y a la vez más complicadas del mundo. (Por favor, que ningún listo me diga en los comentarios que bailar tango es fácil siempre y cuando…)

Acá no hay promesas rápidas como en las pastillas para adelgazar. Según el estudio, los primeros resultados se notan a partir de clase número 20. Por lo que si usted tiene parkinson y llega vivo a la lección número 20, empezará a sentirse mejor.

Según Clarín, el estudio apareció publicado en el Journal of Neurologic Physical Therapy y su principal autor fue Madeleine Hackney, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis, Estados Unidos.

Imperdible escena de Escencia de mujer, en la que un fantástico Pacino baila Por una cabeza.

¿Intentaste alguna vez bailar tango?

No es fácil acostumbrarse a algunas costumbres

Por las dudas de que gane el PP y me exija eso de adaptarme a las costumbres, yo estoy empezando a adoptar el manual ilustrado del español medio. Y como el español no se enoja, sino que «está hasta la polla», empiezo estando hasta la polla. En concreto, de la propia campaña electoral.

Es una campaña sosa, sin argumentos, con promesas inverosímiles (me juego la cabeza a que gane quien gane, vendrá un ajuste). Pero sobre todas las cosas, lo que me molesta es el manoseo que se le da al tema de la inmigración. Y como el español no se cansa, sino que «está hasta los cojones», yo os digo que estoy hasta los cojones de que se utilice a los inmigrantes -la mayoría pagan impuestos, pero no pueden votar- para conseguir un voto.

Supongo que será parte del plan: ganar las elecciones, anunciar un ajuste económico y culpar, como no, a los inmigrantes. Y eso es lo que más me jode, por que al español no le molestan las cosas, las cosas «le joden un huevo». Aunque no pueda evitar que a medida que avanza la campaña electoral me sienta un poco más inmigrante y menos español.

La cantera de fútbol más grande del mundo

Hay países en desarrollo que gozan de abundantes «materias primas» en forma de petróleo, granos o carne. Otros, como Brasil, exportan jugadores de fútbol.

La cifra pasó de una anécdota a llamar la atención de los economistas, cuando se supo el traspaso de jugadores al exterior ya representa el 4,8 del PIB de una de las diez economías más grandes del mundo.

Durante 2007, el único país que ganó cinco copas del Mundo «exportó» la friolera de 1.086 jugadores de fútbol al mundo, casi tres por día, incluyendo domingos y feriados.

Desde el punto de vista económico, la exportación de jugadores de fútbol no tiene ni siquiera los riesgos de depender de los vaivenes de la popularidad de tal o cual liga. Brasil ha exportado jugadores a todos los países de Europa, varios de América Latina y países como Irán o Azerbayán. Negocio redondo y riesgo atomizado.

(Nota: sé que la foto que ilustra el post no tiene mucho que ver, pero está claro que es mejor que una imagen de Ronaldinho.)

¿Por qué crees que Brasil el país líder del mundo en exportación de jugadores de fútbol?

Cien años de la poesía de protesta

La semana pasada se cumplieron cien años del nacimiento de Atahualpa Yupanqui, el cantor de protesta por excelencia de la Argentina y uno de los más importantes de América Latina.

Su nombre original era Héctor Roberto Chavero y decía que era hijo de un indio y una vasca. Desde pequeño se hizo llamar Atahualpa Yupanqui, que quiere decir algo así como «Venir de lejos, de la honda tierra. Has de narrar, contarás». Nunca mejor dicho.

Atahualpa vivió en diferentes provincias de la Argentina, ocupando las más variadas labores. Tuvo una militancia política errática, que lo llevó desde estar afiliado al Partido Comunista en su juventud, luego proscrito por el peronismo hasta dar -según argumentan algunos- apoyo a la última dictadura.

Luego se transformó en un hombre de mundo, conoció profundamente el Japón y Europa, especialmente Francia, dónde compartió cartel con la inmensa Edith Piaf. «Tuvo gestos maravillosos. Estaba en la cima de su fama y quería compartir conmigo un espectáculo. Conmigo, que era un negrito que se escondía detrás de su guitarra», recordaría Yupanqui. Al arreglar el pago, ella le cedió su parte: «Tú lo necesitas, yo no».

Lo inmenso de Yupanqui es que logró concentrar él mismo tres virtudes fundamentales de la creación: era un notable instrumentista, excelente letrista y gran compositor.

Se calcula que escribió más de mil canciones, entre las que desatacan La alabanza, El arriero, Basta ya, Cachilo dormido, Camino del indio, Coplas del payador perseguido, Los ejes de mi carreta, Los hermanos, Indiecito dormido, Luna tucumana, Piedra y camino, Tú que puedes, vuélvete, Viene clareando y Zamba del grillo entre otras. Entre os libros destaca Piedra sola, Aires, Cerro Bayo, El canto del viento, El payador perseguido, Confesiones de un payador, entre otros.

Reconocida, o no, la influencia que dejó en los cantautores hispanoaméricanos fue determinante. No es exagerado decir que en los versos de Yupanqui se subyace gran parte de la poesía de protesta posterior.

En Youtube se puede ver un documental con la obra del gran maestro. Es bastante parcial y por momentos se puede volver no tan fácil de ver, pero vale la pena.

¿Qué te parece la obra del gran Atahualpa? ¿Crees que merece un mayor reconocimiento?