Esta fue la gran pifia de ‘Crepúsculo – Amanecer’, según su mismo director

Cinefilia

Crepúsculo (Twilight)

( ©Fox )

Bill Condon, el director, ha sido tajante: El bebé que recreaba a Renesmee en Crepúsculo – Amanecer Parte 1, la hija de Bella (Kristen Stewart) y Edward (Robert Pattinson). Una dulce y adorable recién nacida que debía tener la virtud de encandilar a todo aquel que la mirara, pero que en su versión cinematográfica, realizada mediante efectos especiales por ordenador, no convenció para nada.

Así lo ha asegurado en una entrevista a The Hollywood Reporter, durante la promoción de su nuevo largometraje como director y que es nada menos que La bella y la bestia: «¡Gracias a Dios!, todo lo que aprendí en Crepúsculo me lo ha hecho más fácil. Un bebé medio humano, medio vampiro hecho en CGI. Fue un desastre. Sabíamos que nunca funcionaría, y ahora, siento que nunca debería haber sucedido».

Renesmee Crepusculo - Amanecer Twilight

( Renesmee en ‘Crepúsculo’ ©Fox / Summit Entertainment )

En la imagen de la derecha, arriba, podemos comprobar el resultado, artificial, sin vida, sin despertar sentimiento alguno de ese retoño. Aunque todavía pudo ser muchísimo peor porque en las pruebas iniciales se empleó un muñeco animatronic (el de la siguiente imagen, en medio). Es el que sostiene en sus brazos el personaje de Rosalie Hale (Nikki Reed), grotesco y terrorífico. Da verdadera grima (¡Chucky!!!!! ¿Dónde estás?) y, sin duda, habría encajado mejor como amiga de Bella, en versión muñeca diabólica que nos adelantaba el marketing de la nueva película de Disney.

Afortunadamente, Renesmee Cullan, un personaje con mucho «tacto», crecía también a ritmo acelerado, con constantes cambios día a día, y no tardaría en llegar a una versión más desarrollada, la que interpretó la joven actriz y modelo Mackenzie Foy, de 10 años durante el rodaje de la primera de Amanecer (imagen inferior). A Mackenzie también la pudimos ver, tres años después, interpretando a Murph en Interstellar de Nolan (personaje que encarnaba Jessica Chastain en su edad adulta, y la veterana Ellen Burstyn en la vejez).

Rogue One: Una historia de Star Wars nos daba buena muestra de los espectaculares avances en tecnología de efectos visuales para recrear personajes como el Grand Moff Tarkin (que interpretaba el no menos enorme Peter Cushing) o la misma princesa Leia de joven, cosecha de 1977. Sin embargo, demasiado perfectos y poco naturales, sus rasgos aún se asemejan más a un evolucionado personaje de videojuego que a los de un humano. Veremos que nos ha deparado Bill Condon y todo su equipo técnico en esta La bella y la bestia, en carne y hueso, y en colorido CGI.

Tráiler:

 

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